He recibido desde Uruguay este emocionante relato, enviado por la maestra María de los Huertos Toriani. Es una maestra que trabaja como profesora de primer curso de Primaria en la escuela 120 de Tiempo Completo, situada en el Departamento de Salto. La sencilla historia de Ángel que nos cuenta, me ha hecho pensar en las numerosas, casi infinitas veces, que tienen lugar experiencias como ésta en las aulas de las escuelas del mundo.
Cómo no sentirse apasionado por la profesión de enseñar, de abrir horizontes, de avivar el amor al conocimiento, de proporcionar herramientas para entender el mundo. Cómo no lamentar y condenar el castigo que una política torpe y mezquina está infligiendo a la educación.
Cada día, cada hora, cuando los maestros y maestras trabajan en las aulas, se producen hallazgos deslumbrantes, no solo en lo relativo al conocimiento sino, y sobre todo, con aspectos relacionados con las relaciones y la vivencia de la propia identidad.
La escuela es la gran mezcladora social. En ella conviven diariamente niños y niñas de diferente extracción social, de diferente nivel cultural, procedentes de familias que tienen el horizonte colocado en muy diferentes lugares, unas muy cerquita de la casa y otras a distancias siderales. La escuela hace que el horizonte se alargue, se prolongue, se convierta en un punto de tensión para aquellos cuyas familias solo pueden pensar en la inmediata necesidad de sobrevivir. La escuela fabrica horizontes para los pobres, para los desfavorecidos, para los, en palabras de Paulo Freire, “desheredados de la tierra”.
Respetaré en lo posible sus palabras porque se nota a través de ellas toda la emoción del momento y todo el entusiasmo del aplauso que suscitó la intervención del niño que protagoniza la historia.
Ella tienen como lema de su trabajo un pensamiento esclarecedor: “Si me importa, lo aprendo”. Es la máxima ley de la motivación. La historia dice así.
“Cada Escuela es una ventana al mundo , un pedacito de realidad en donde se entretejen sueños , aprendizajes, proyectos y enseñanzas.
Esta Escuela, mi Escuela, no es muy distinta de otras : la mayoría de niños que asisten provienen de contextos socio-culturales muy desfavorecidos, con padres que abandonan a sus hijos, ausencias afectivas, problemas de salud e higiene y maltrato.
Pero lo que la hace realmente diferente es que los que trabajamos en ella esperamos todos los días que “El Milagro Suceda” o al menos es lo que yo espero.
Lo llamo Milagro porque creo que cuando un niño, pese a las condiciones de vida que tiene que afrontar, puede con su corta edad romper la barrera del dolor que lo afecta, que lo perturba, para concentrase en algo mucho más banal como una clase, entonces puedo afirmar que : “EL MILAGRO SUCEDE”
Esta es una de las tantas historias en la que he tenido el privilegio de ser protagonista al ser Maestra de primer grado de Primaria.
Sucedió una mañana en el rincón de Ciencias Naturales al que llamamos Laboratorio. Estábamos juntos los dos grupos de los primeros años de la escuela y ambas docentes, prontas para comenzar lo que hacíamos una vez a la semana: leer la cartelera de ciencias. En ella colocamos noticias científicas y curiosidades sobre el mundo animal , el planeta tierra y el universo.
Empezamos la lectura leyendo los títulos de cada noticia y pidiendo al grupo la opinión de cuál querían escuchar primero. Una a una todas fueron leídas. Eran unas cuántas, cerca de diez. Al finalizar pedimos que el niño/a que se animara contara con sus palabras la noticia que más le había gustado . Así lo fueron haciendo y casi todos participaron ampliando lo que los compañeros decían.
Quedaba por comentar la última noticia cuyo título era: ¿Es la ORCA realmente una BALLENA ASESINA ? Entonces pregunté:
– A ver ¿quién puede contarnos de qué se trata esta noticia?
Veo solo dos manos levantadas.
– ¿Quién más se anima?
De repente una tercera manita asoma muy tímidamente. Era la mano de ANGEL, un niño al que solo se le escuchaba hablar cuando pedía permiso para ir al baño, con problemas de aprendizaje en todas las áreas y baja o nula estimulación del hogar debido al contexto en el que vive.
De estatura baja para su edad y delgado, se puso de pie y caminó hacia adelante, hacia donde yo estaba. Lo tomé por la cintura como queriéndolo contener y apoyándolo por el gran esfuerzo que suponía lo que estaba haciendo.
Sin dudarlo y expectante por lo que iba a decir le dije:
– Me gustaría escucharte, Ángel. ¿Qué nos vas a contar sobre la ORCA?
Con voz clara y fuerte dijo :
– “La orca es de la familia de los delfines, no es una ballena. Pesa muchas toneladas.Vive en los mares y océanos. Se entiende con otras mediante silbidos. Come peces, pinguinos, otros delfines y pedazos de ballenas. Cazan en grupo y se les llama asesinas pero nunca han atacado al hombre”.
No había nada más para agregar. Lo había dicho todo de forma correctísima.
La emoción que sentimos ambas maestras fue instantánea, nuestros ojos se llenaron de lágrimas y sin disimularlo comenzamos a aplaudirlo. El aplauso fue tan sentido que duró varios segundos en donde reinó el silencio de la palabra, un silencio en el que se respiraba amor, confianza, logros, seguridad, contención y aprendizaje.
Aprendizaje por parte nuestra de que los “milagros suceden” y nos sorprenden con mucha más frecuencia de lo que pensamos “.
Yo creo que el relato no necesita comentario alguno. Muchos maestros y maestras podrían relatar experiencias similares si se atreviesen a contarlas, si se decidiesen a compartirlas.
La profesora inglesa Joan Dean dice que si los profesores y profesoras compartiésemos las cosas maravillosas que nos suceden, tendríamos una fuente inagotable de ideas y de optimismo. Lo que pasa es que algunas veces solo vemos los agujeros en el queso.
Hace unas pocas fechas, he podido leer, en el boletín del MCEP “Al vuelo”, una cita que hace Francesco Tonucci (Frato). Un niño de cinco años de una pequeña escuela italiana le ha dicho a la maestra: “Si los adultos no escuchan a los niños, habrá graves problemas”. Aunque el tema no es el mismo, está claro que hay que escuchar a los niños, a todos, sean de la extracción social, nivel cultural… que sean. Hay que devolverles la palabra a los niños. Todos los niños deben escuchar a todos sus compañeros: es un aprendizaje fundamental. Para ello la escuela no puede ser segregadora, sino integradora y mucho menos elitista. Cuatro ojos ven más que dos y hoy, más que nunca, tenemos que escuchar qué es lo que los demás saben de lo que está pasando, de lo que ellos saben, de lo que piensan. Ahora más que nunca, la pedagogía tiene que arrancar de abajo hacia arriba. Nuestros mapas ya son anticuados y los niños están en su territorio, que nos salpica socialmente, y nos pueden mostrar perspectivas que, por nuestra deformación profesional, ignoramos. Es en este punto donde fluye la clara información y donde cada uno nos puede aportar lo que sabe. La información mediatizada está secuestrada, penosamente para todos. Es en este punto donde podemos conocer no sólo lo que saben los niños, sino también lo que piensan.
Gracias, Miguel Ángel.
¿Cuál es el hallazgo?
¿Que un niño de 6 años tenga unos conocimientos tan amplios sobre los delfines? Está claro que ese conocimiento lo habrá adquirido en otro lugar.
El hallazgo, desde mi punto de vista, es que las maestras han creado situaciones de aprendizaje (taller de ciencias) propicias para que el alumno se exprese.
El milagro es que a una edad tan temprana las maestras utilicen procedimientos que permitan la expresión oral de todos sus alumnos.
Lo prodigioso es que un niño con malos resultados escolares muestre otra cosa muy distinta cuando se le ha dejado expresar y cuando el aprendizaje le resultaba interesante.
Lo lamentable es ¿cuántos niños con talento pasan desapercibidos por nuestras aulas? ¿Cuántos aprendizajes tratamos de enseñar sin que conecten con los intereses de nuestros alumnos?, ¿Cuántos silencios se producen en las aulas?, ¿Cuanta rutina se manifiesta en nuestras clases?,…
Preciosa historia. Comparto con el autor el rechazo a los recortes en educación. Para chicos como éste la escuela es el único camino de swalvación. Pero, claro, este tipo de chicos no le importan mucho a un Gobierno comno éste.
Entiendo,desde mis limitaciones e ignorancia en aspectos docentes,que el milagro producido en Ángel es maravilloso y que se ha dado porque en algún momento habrá sentido que el espacio (aula-colegio)en el que está es suficientemente acogedor y seguro como para animarse y “echarse para adelante” compartiendo su visión (sobre las orcas en este caso)
Como ocurre en casi todos los ámbitos profesionales, es difícil apreciar el potencial que tenemos justo en frente de nuestras narices, y nos perdemos en como indica Juan Carlos Muñoz, la rutina…
El hallazgo es hallar donde nosotros ni tan siquiera creíamos poder hallar.
Un abrazo.
Niños y niñas, seres maravillosos, espontáneos con esa natural facilidad para pensar con el cerebro del corazón.
Todos/as los adultos llevamos dentro al niño o la niña que fuimos. Si lo dejáramos mostrarse de vez en cuando, estaríamos un poquito más cerca de conseguir ese mundo distinto que cada vez somos más los que pensamos que es posible.
Me gustaría hacerle llegar un beso enorme a Ángel y otra para su maestra, capaz de ofrecerle las herramientas que le ayudan a pensar y conectar con sus emociones y sentimientos a realizarse de forma constructiva a pesar de lo vivido, seguramente con grandes dosis de paciencia, persistencia y cariño.
Creo que no hay forma mejor de protestar contra los recortes que hacer patente lo importante que es la educación para todas las personas y, es especial, para los más desfavorecidos.
Creo en las aulas se producen diariamente estos hechos maravillosos.
LOS NIÑOS SABEN MUCHO MÁS DE LO QUE NOS IMAGINAMOS SÓLO HAY QUE DARLES EL ESPACIOOOOOOO Y EL TIEMPO PARA QUE LO DESARROLLEN . FELICITACIONES !!!!A LOS MAESTROS QUE GENERAN ESOS ESPACIOS Y ESCUCHAN A SUS ALUMNOS. ES LA MEJOR MANERA DE APRENDER . UN ABRAZO MIGUEL DESDE MI ARGENTINA QUERIDA Y GRACIAS POR COMPARTIR ESTOS EJEMPLOS . DIANA
Bonito relato. Para los maestros esto es algo cotidiano, todos los días suceden milagros en miles de aulas. Los niños son sorprendentes. Tienen además de saberes aprendidos en su entorno, una sabiduría que les viene del interior, si somos sensibles y observadores, a diario tenemos la posibilidad de asistir a milagros. Escribí alguna vez en un poema: “..con la sabiduría de los niños, que sorprende y azora”… Sólo necesitan que los escuchemos. Son una fuente inagotable de sabiduría y ternura, que a los adultos en estos tiempos se nos viene olvidando.
Somos maestros ¡Cuán afortunados!
Feliz semana para todos.
Bueno… la lectura del artículo reflejan unas conclusiones con las que todos estamos de acuerdo: buscar en el alumnado su desarrollo integral a través de una comunicación fluida, que motive recíprocamente, que transmita conocimientos, valores, actitudes… que utilice el conocimiento que adquiere de manera informal o no formal. Justamente, lo que se hace, a diario, hora tras hora, en todas las aulas de, al menos, la Comunidad Autónoma de Andalucía. Pero las cosas pintan mal, como bien es sabido: si las intenciones de la Consejería se materializan finalmente (no ha habido negociación con los sindicatos), afrontaremos en breve nuestra tercera bajada de sueldo. Y si las amenazas del FMI al Gobierno Central, a su vez, se plasman en otra bajada… vamos a tener serias dificultades para comer a diario, valga la metáfora, pues la subida del IVA (bis), a su vez, sobrevuela por encima de todos los ciudadanos. El país, literalmente, se hunde, por culpa de todos y cada uno de los protagonistas de la vida política al menos en los últimos ocho años en España. Y no sé si por culpa también del ciudadano, queriendo gastar, a manos llenas, el dinero del que nunca podría disponer. Pero en fin… no hay vuelta atrás, ni siquiera para ese perfil de “político profesional” que tanto daño nos ha hecho durante todos estos años. La política, de ida y de vuelta, siempre y a muy corto plazo. Y sólo accesible, en puestos de máxima responsabilidad a personas extremadamente cualificadas. Son máximas que nos corresponde a nosotros, los ciudadanos, exigir a las formaciones políticas, toda vez que la desafección del ciudadano en torno a los partidos políticos se sintetiza en un hecho probado: extinguidas, en el siglo XXI las ideologías, sólo quedan organizaciones, todas extremadamente similares en ideario político. Que las mismas se vuelvan eficaces y eficientes. La crisis de Europa debe ser también el final de esa política que tanto daño nos ha hecho, especialmente en España, durante los últimos años. Saludetes.
Cuánto nos enseñan los niños y las niñas, qué bueno crear en las escuelas espacios para que se posibilite la participación real de los educandos…Qué sabios, qué lógicos, cuánto de sentido común poseen. Los adultos muchas veces creemos que nuestra palabra y nuestro discurso son los adecuados, los habilitados y alejamos nuestros oídos de la palabra de los niños. Franchesco Tonucci por su paso por la Argentina habló de escucharlos, de considerarlos, del consejo de niños, adhiero a esta postura con el alma ya que como docente todos los días me regalan milagros en lo emocional y en lo cognitivo… Algún día voy a animarme a escribirlos.
Un afectuoso y cálido abrazo a la colega uruguaya.Es mi deseo que en todas las instituciones educativas se generen estrategias y espacio para que los milagros emerjan cotidianamente.
Hermoso relato, sin lugar a dudas repetido cada día en cada aula de las escuelas del mundo.
Hay que contar estas cosas. Hay que combatir el desaliento que provoca tantos recortes, tantos comentarios adversos y tanta insistencia en el fracaso.
No podemos engañarnos cayendo en la autocomplacencia. Estas reflexiones deben ser una invitación a la mejora, no al conformismo.
Mi admiración y enhorabuena para la escuela que logra sacar lo mejor de sus alumnos en situaciones muy negativas, como parece desprenderse del relato. El niño no estaba en unas condiciones familiares precisamente favorables para preocupaciones intelectuales.
Despertar la curiosidad, la iniciativa, la búsqueda personal, la creatividad. ¡Qué hermosa misión la de la escuela!
Ciegos me parecen los gobernantes que en tiempos de crisis atacan a la escuela desde su base hasta la universidad, al igual que cercenar las dotaciones a la investigación. Personalmente, pienso que siempre que se da una crisis se tenía que doblar los presupuestos de educación e investigación en vez de recortarlos.
La historia propuesta es hermosa, pero creo que la mayoría de los educadores podrían aportar muchos casos similares, quizás no en condiciones tan penosas para la búsqueda y el desarrollo intelectual. Los niños son sorprendentes.
Saludos.
Creo que todos los profesionales de la educación podríamos citar innumerables ejemplos, similares al que ilustra el artículo. Pueden variar las circunstancias, más o menos desafortunadas, pero la esencia es la misma. Comparto la esencia final del artículo y lo que han escrito otras personas en este blog: educar hoy día es innovar. E innovación significa, entre otras cosas, mejorar, día a día y constantemente. Pero también comparto el agudo análisis de Pepa Banderas: esa realidad, absolutamente brutal, que cada día parece estrecharse más y más sobre todo el conjunto de la sociedad española, se cierne sobre todos y cada uno de los ciudadanos y en el caso que nos ocupa, sobre todo el sistema educativo. Ello no puede ser ignorado y no podemos abstraernos de una realidad que es como una bofetada diaria. No es posible. Y todo ello, qué duda cabe, va a influir notablemente en la calidad educativa. Como bien dice Pepa, ¿podemos hablar de innovación, calidad, mejora continua… con la amenaza, a este paso, de pasar hambre en desarrollo de nuestro trabajo como docentes?
Qué historia tan hermosa. A mí me sucedió algo parecido la semana pasada en mi aula. Y aunque mis estudiantes ya sean adultos, me emocionó tanto que yo tampoco pude contener las lágrimas.
El título del artículo me ha llevado a considerar la importancia que tiene el mundo de las emociones en la escuela. Parece que es el lugar del conociminto y no de las emociones, pero yo creo ue sin emociones el conocimiento tiene una dimensión más pobre. La maestra llora porque es capaz de emocionarse. Yo creo que hay muchas cosas emocionanes en la enseñanza. Ahí también el testimonio de Stfn. Gracias por compartirlo.
Mis felicitaciones a las maestras de este relativo y a quien nos ha permitido conocerlo. Es necsario que pensemos en todos esos hallazgos que se hacen a través de las escuelas y del trabajo de los maestros.
Lo he visto muchas veces: personas que estaban en un contexto culturalmente depauperado y que, gracias a la escuela, han accedido al conocimiento.
Queridìsimo Miguel Santos Guerra , estoy llorando otra vez pero esta es en agradecimiento a su enorme humildad y generosidad por esta publicaciòn , infinitamente gracias!!!
A todos los que comentaron muchas gracias tambièn coincido con esos comentarios y si el milagro como dijo JUAN CARLOS MUÑOZ EL HALLAZGO no sucede solo sino porque se crean espacios y situaciones de aprendizaje para involucrar a todos y como dicen otros comentarios no debemos conformarnos siempre se puede mejorar ! Los sigo leyendo y gracias , gracias y gracias !!!!!!!!!!
MJ AGUAYO MUCHAS GRACIAS POR EL BESO LO HEMOS RECIBIDO OTRA AFECTUOSO PARA USTED GRACIAS!!
Miguel el tuyo para ANGEL tambièn fue recibido gracias , gracias y gracias!!!
Queridas maestras venezolanas de la Escuela 120:
Gracias a vosotras. Gracias por vuestro entusiasmo, vuestra generosidad y vuestro compromiso con los más desfavorecidos.
Comparto totalmente el pensamiento de Herbert Wells: La historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe. Y vosotras estais en la educación.
Gracias por el relato que, en su día, me enviásteis. Y gracias, sobre todo, por el ambiente en el que esas experiencias de aprendizaje pueden florecer.
Sí, un beso de felicitación para Ángel con la invitación a que siga levantando la mano muchas veces.
Besos para todas las maestras y maestros de la escuela.
Miguel A. Santos Guerra
“Lo tomé por la cintura como queriéndolo contener y apoyándolo por el gran esfuerzo que suponía lo que estaba haciendo”. Esta frase tan sistémica, me situó perfectamente y pude verme haciendo y sintiendo lo mismo que lo que allí sucedió y se sintió aquel día. Comparto absolutamente el gesto y lo que significa y olvidé comentarlo el otro día. Es muy agradable saber que a pesar de la distancia podríamos ser buenas compañeras.
Otro beso, María.
MJ Aguayo
Luego de un día cargado de tantas horas de Escuela, llegar a casa y leer tu mensaje, María, me resultó muy gratificante. Estamos ocho horas con nuestros alumnos, intensas y “milagrosas” horas. Donde cada día vamos estrechando lazos con ellos y nuestro vínculo se vuelve más intenso, a tal punto que conocemos cada una de sus expresiones, sus gestos, cuando están bien o cuando necesitan de esa mano guía para que les de un empujoncito. Nos pasamos la vida pensando como atrapar su atención y de repente suceden momentos mágicos como el de Ángel que nos hace sentir que vale la pena tanta labor y entendemos que en definitiva estamos hechas para esto. Creo que hicimos la mejor elección y compartirlo con los demás colegas es una experiencia extraordinaria. Gracias a ti, colega y compañera por narrarme tan intensamente tu GRAN EXPERIENCIA.
Muchas gracias VERÒNICA y muchas gracias a todos los que opinaron . He recogido cada comentario como ayuda para seguir creciendo profesionalmente , no tengo palabras para agradecer a Miguel Santos Guerra , escribì en mi facebook : fue el mejor regalo que recibì ,ya que cumplì años el 17 de junio. Gracias!!!
Me sumo a la alegría que ha suscitado este artículo. Creo que hay que aplaudirlos esfruerzos y los logros. Como estas maestras aplaudieron a Angel. No debemos quedar atrapados en la decepción y el desaliento.
Querida María:
Me alegro que el regalo te haya llegado el día de tu cumpleaños. Felicidades por este nuevo curso. Nosotros, los maestros, cumplimos cursos.
Aunque sé que tú no lo necesitas, te recuerdo lo que dijo el escritor francés Edmond Rostand el día de su 80 aniversario mientras se miraba en el espejo: “Desde luego los espejops ya no son lo que eran”. Que cumplas muchos, siempre con optimismo. Y que tus alumnos y alumnas puedan celebrarlo contigo porque les ha tocado una maestra magnífica.
Besos
Miguel A. Santos
Que hermosas palabras , la verdad que al leerte cada vez te admiro màs ,la forma en que llegas a las otras personas es increìble ,las palabras que utilizas y la forma en que lo dices es maravilloso , gracias porque sin conocerme casi me has hecho sentir muy bien . Gracias por tu afecto sincero y tu dedicaciòn ,siendo una persona tan importante no te molestò escribir a otra como yo que no tiene todos los tìtulos que tienes tù ,como te lo dije anteriormente solo la humildad de los GRANDES puede hacer eso , simplemente GRACIAS .
Con afecto : Marìa
Hola buenos días a todos:
Soy seguidor del blog de Miguel Ángel Santos Guerra y quería pediros un favor. El artículo publicado el 22 de Abril de 2011, La piedra en el camino no me lo deja abrir. Lo lei hace tiempo y ahora me pone que no se puede mostrar la página. Soy un chico de 28 años que está haciendo unas prácticas de Educación con niños y quería mostrarles a mis alumnos, la importancia de la frase ¨Lo mejor y lo primero, para mi compañero¨. Por lo que si fueran tan amables me podían enviar el artículo a esta dirección torelio@hotmail.com.
Muchas gracias por su atención.
No te preocupes, Hector, te mando una copia de ese artículo a tu dirección.
Pero hablaré con el Administrador para que la página se pueda abrir.
Un saludo.
MA Santos