Papá, mira lo que hago

14 Ago
Los niños y las niñas tienen necesidad del reconocimiento de los adultos.
Los niños y las niñas tienen necesidad del reconocimiento de los adultos.

Quien tenga hijos o hijas de corta edad sabrá con cuánta insistencia se dirigen a los padres y a las madres, diciendo ante cualquiera de sus nuevas o ya conocidas habilidades:
– Papá, mamá, mira lo que hago.
Quien esté en un aula con niños y niñas, sabe con qué persistente asiduidad se dirigen al maestro o a la maestra para mostrarle la obra que con tanto empeño han concluido:
– Seño, mira mi dibujo…
Lo mismo digo respecto al comportamiento que quieren ofrecer como muestra de su esfuerzo, de su aplicación o de su obediencia:
– Mamá, ¿has visto lo bien que me he portado?

Y es que los niños y las niñas tienen necesidad del reconocimiento de los adultos. Necesitan el respaldo de quien tiene la autoridad de decir lo que está bien y lo que está mal y el elogio por el esfuerzo realizado o el reproche por lo que han hecho. Ellos se miran en el espejo de nuestros ojos y en la sonrisa o el reproche que merece lo que han conseguido. Sin esa retroalimentación, sin ese eco de atención su esfuerzo les parece baldío.

Hace unos días, mi hija Carla, cinco años, se echó a llorar desesperadamente porque yo no le había prestado atención mientras se tiraba de cabeza en la piscina. Ella quería que su papá fuese testigo de los avances que estaba realizando. Sin ese reconocimiento, sin esa mirada, sin esa presencia, el éxito no se producía. Cuando le pregunté por qué lloraba, me lo explicó de forma clara y terminante:

– Porque tú no me mirabas, porque tú no me mirabas…

Los niños y las niñas necesitan de nuestra presencia, de nuestra valoración, de nuestra aprobación. Necesitan que alguien que les quiere, los mire y reconozca sus avances, sus esfuerzos, sus intentos de mejora. Porque quieren superarse constantemente.

Nos distraen de esa mirada atenta y de esa atención amorosa muchas ocupaciones, muchas preocupaciones, muchos intereses, muchas personas a primera vista más importantes que esos pequeños, a veces minúsculos progresos.

Parece que las cosas de los niños y de las niñas son siempre cosas sin importancia. A nuestros ojos de adultos lo que ellos hacen puede ser irrelevante, pero para ellos es toda su vida, es todo lo que tienen, todo lo que son. No hay nada más importante que ese reconocimiento, que esa felicitación, que esa sonrisa. “La sonrisa es una línea curva que lo endereza todo”, dice Phillis Diller.

Esa actitud amorosa del adulto es sumamente importante para los niños y las niñas. Esa postura atenta a las pequeñas cosas, a los diminutos avances es lo que necesitan para crecer. ¿Por qué estorban tanto los niños a ciertos adultos?

– Vete a ver la televisión…
– ¿Por qué no vas a tu cuarto a jugar?
– Busca a tu hermano y juega con él
– Ha llamado tu tío para llevarte al cine

¡Uf, qué respiro! Algunos padres consideran muy largas las vacaciones. Les resulta agotador estar constantemente pendientes de sus pequeños sin caer en la cuenta de que necesitan esa mirada solícita, esa preocupación cercana.

Ya sé que no se puede leer, que no se puede conversar, que no se puede dormir la siesta, que no se puede tomar tranquilamente el sol. Pero ellos necesitan sentirse mirados como las plantas necesitan la luz del sol. De esa manera se sienten importantes, se sienten únicos, se sienten queridos.

– Papá, mira lo que hago…

Es una demandan de atención y de reconocimiento. Muchas veces rompe nuestra comodidad, nuestro egoísmo, nuestros intereses de adultos, pero alimenta la construcción de una identidad sana y equilibrada.

Esa actitud cuidadosa, sensible, cercana y generosa no sólo beneficiará a los niños y a las niñas sino que nos hará a nosotros mejores personas. Porque no es igual practicar el egoísmo que la generosidad, la responsabilidad que el abandono, la dureza que la sensibilidad, la ternura que a violencia, la alegría que la tristeza…

He leído esta hermosa historia en el libro de Isha “¿Por qué caminar si puedes volar?” .
Un chico corre al encuentro de su abuelo y le dice:
– Abuelo, abuelo, ¿cuál es el secreto de la vida?

En la boca arrugada del anciano se dibuja una sonrisa mientras responde: Mi niño, dentro de todos nosotros es como si hubiese dos lobos luchando. Uno está enfocado en proteger su territorio, en la rabia, la crítica y el resentimiento; es miedoso y controlador. El otro está enfocado en el amor, la alegría y la paz; es travieso y está lleno de aventuras.

Pero abuelo, exclamó el niño con sus ojos muy abiertos de curiosidad, ¿cuál de ellos es el que va a ganar?
El anciano le responde:
– El que tú alimentes.

Ahí está la clave. Lo vemos en estas fechas de vacaciones. Hay personas que se hartan de los niños, que los soportan como si fueran una tortura, que están deseando que empiece el colegio para librarse de ellos. Otras personas, sin embargo, disfrutan de los niños, juegan con ellos, los tienen en la presencia de su mirada y en el afecto de la compañía.

Y, puestos a hacer confidencias, diré que tengo una suegra que se encuentra entre este segundo tipo de personas. Demuestra esa magnífica actitud la expresión que utiliza después de una tarde en compañía de su nieta:
– ¡Lo que he disfrutado de la niña esta tarde!

Eso es. Esa es la actitud que hace crecer y la que permite disfrutar. Y no la de quien se pasa rabiando y despotricando del permanente ajetreo, de la incesante movilidad y de la inacabable demanda de atención de los niños y de las niñas. Porque ellos necesitan nuestra mirada amorosa y nuestra exigente atención. Ellos necesitan, para crecer y alimentar su personalidad, la conciencia de que son importantes para alguien, de que lo que ellos hacen merece la atención de quien les quiere.

23 respuestas a «Papá, mira lo que hago»

  1. Prestar atención a los niños es muy importante, porque necesitan nuestro apoyo para afirmar su personalidad y para tener reconocimiento. Se hacen autónomos en la medida que los apoyamos. Gracias al autor por recordárnoslo.

  2. Habría que saber -con frecuencia me lo pregunto- qué es lo que lleva a la gente a tener hijos. Si es un acto meditado, responsable, fruto de una profunda mirada interior en uno mismo y en el otro, o en la mayoría de los casos es la pura consecuencia de la banalidad. Pienso entonces que para ser buen padre-madre hay que ser muy sabio y el contraste existente entre el escaso número de sabios y el mayoritario de padres. Y cuántos, cuando se encuentran con la realidad, acuden a escuelas de padres, o leen, o piden otra ayuda que no sea la desesperada de tirar la toalla.
    Inconcebible desde cualquier lógica que entre las cosas que siempre se han trivializado esté ésta, la de ser padres. Así es al menos como yo lo veo. Un saludo, querido profesor.

  3. La mirada maravillada que ponemos en nuestros hijos es lo que los convierte en seres humanos maravillosos. es casi como una profesía de autocumplimiento… Ellos necesitan calidad de presencia y también cantidad de presencia. Estar, compartir,dialogar, poner límites. PONER LÍMITES. Esta relación es de desigualdad. Hay un adulto que tiene la última palabra, que estimula, alaba y pondera, pero que a la vez señala lo incorrecto, lo que no tiene que ser.
    Hoy la ciencia ha descubierto que con amor todo sucede mejor. En cualquier terapia y ante cualquier patología el amor hace la diferencia en calidad de vida. El amor es curativo.
    El amor recibido en los primeros años. hace que los niños y las niñas crezcan más seguros, más sanos y más libres y sean más felices toda una vida. Y nunca olvidar que límites son amores.

  4. Querido profesor y amigo .
    Aparte de la innovación educativa , para mejorar con mi aporte a la calidad , también , asombrosamente los que más han aprendido han sido mis hijos y nietos , los cuales disfrutan el dia a dia con la sorpresa admirable de aprender , disfrutar y vivir muy achoclonados (unidos )en mi numerosa familia de doce integrantes, en cuya mesa , todos se escuchan , asombran y aman semanalmente.(sábados ), donde comentamos su valioso , interesante y educativo blog

  5. Qué plomazo de artículo, qué pesado, qué cursi. Y venga los niños y las niñas, los niños y las niñas, los niños y las niñas… Yo, de pequeña, si mis padres no me hacían caso cuando les decía algo, entendía al instante que seguro que era un chorrada de tantas como decía… y a otra cosa, mariposa. ¿Llorar por eso? ¡Anda ya! Eso es de gilipollas… y gilipollos.

  6. Estimado Prof. Miguel Angel
    Qué artículo maravilloso y reflexivo, digo…maravilloso, porque creo que en esta vida no existiría otro tema más trascendente que lo relacionado a la familia- padres e hijos- y reflexivo porque… incita a pensar, pero a pensar con la mente y con el corazón. Hoy en día la familia es una organización tan pisoteada, y hasta olvidada del verdadero sentido de esta palabra.
    En verdad, hoy… todos los que somos padres debemos detenernos a reflexionar si realmente estamos atentos en saber aprovechar el tiempo que se nos ha dado, a fin de vivir intensamente con nuestros hijos. No debemos olvidar que los niños crecen muy rápido”, porque el día que menos esperemos, nos daremos cuenta de que han crecido, de que ya no nos necesitan tanto como antes y, lo que es peor, que nos hemos perdido muchas cosas de una infancia que ya nunca volverá. Por eso, papá y mamá, no desaprovechemos un momento de tiempo con nuestros hijos, porque como dice unos versos de un poema anónimo:
    “Hay un periodo cuando los padres quedan huérfanos de sus hijos.
    Es que los niños crecen independientes de nosotros,
    como árboles murmurantes y pájaros imprudentes.

    Crecen sin pedir permiso a la vida.
    Crecen con una estridencia alegre y, a veces, con alardeada arrogancia.
    Pero no crecen todos los días, de igual manera, crecen de repente.

    Agotemos con nuestros todo nuestro afecto.
    Y para usted, prof. Gratitud infinita por publicar un artículo tan valioso, porque muchas veces hasta nos olvidamos de las cosas más importantes de esta vida.

  7. Agotemos con nuestros hijos todo nuestro afecto!!.

    Ellos nos necesitan, si les brindamos nuestra atención y nuestro cariño, serán felices por recibir tanto afecto, y nosotros estaremos sumamente contentos por dar tanto amor.

    Prof. Miguel Angel, para usted mi admiración y respeto, desde Concepción PAraguay.

  8. Al comentarista más sensible de los que ha entrado en el blog.
    Insultar no es muy elegante. Ni muy educado. Y ridiculizar tampoco. De razonamiento he visto muy poquito en tu comentario. Antes de tu proceso educativo hubo otros todavía menos sensibles. Y antes existía el filicidio como sana costumbre. Vamos avanzando. Y frente a lo que te parece cursi no vale ni lo estúpido ni lo agresivo. Hay que hablar de niños y niñas, no sólo porque es legal sino porque es justo y lógico. No seas tan machista. Estás hecho una prnda. Lo tienes todo.

  9. Personas como usted son necesarias,profundiza en las preguntas de los niños, da algunas orientaciones y ademases positivo, alguien ha llamado cursi al articulo, no sera mas
    bien.que personas poco formadas no pueden llegar a valorar
    la importancia de estos temas
    hay que saber dar opiniones,NO SU OPINION

  10. Prof. Miguel: Es un placer para mí saludarlo, y expresarle que este tema de la semana es conmovedor e interesante. Aún no soy mamá pero siendo una hija, doy gracias a Dios por pertencer a una familia donde lo más importante es el amor fraternal y el amor a Dios, Él es Quien nos otorga lo que necesitamos sin pedir nada a cambio.

    Estoy siguiendo un Curso de Especialización en Evaluación Educativa, fue el espacio donde tuve la oportunidad de leer algunos de sus libros, como «La escuela que aprende», «Una tarea contradictoria», entre otros, también hemos analizado algunos de los temas abordados por Usted en este blog, «El sentido del deber» y «balones fuera», quiero decirle que no se imagina, cómo uno puede aprender de sus palabras, pues tales temáticas lo dinamizamos a través de debates, juegos de rol.

    Por eso le agradezco por utilizar la palabra para ayudar a otros, para construir, no para destruir; para reflexionar,no para chismear; para elogiar, no para denigrar; y esto esto nos engrandece.

    Sigue comunicando y tejiendo palabras para quienes amamos lo bueno, lo amistoso, lo cordial y lo respetuoso.

    Concepción del Paraguay

  11. El que se califique de cursi un artículo o cualquier otro escrito, no significa que se esté peor o mejor formado. Simplemente se difiere. Pero, claro, como ahora hay que cogérsela con papel de fumar para todo… Todo es un insulto, todo es grosero, todo es soez. ¡Menos tonterías y un poco de más sentido del humor, por favor! Estamos criando a una generación de pusilánimes con tantas pamemas. Veremos a ver, cuando de verdad tengan que enfrentarse a lo que son verdaderos problemas, lo que van a hacer los niñitos de hoy en día, con tantos psicólogos, pedagogos y psicodemagogos.

  12. ¿Cómo puede la señora Inés calificar de «poco formada» a una persona que ha escrito un comentario anterior? Dice que «personas pocos formadas» no están capacitadas para valorar estos artículos. Señora, ¿usted es consciente del texto que ha escrito? No tiene usted la más mínima idea de lo que es redactar, signos de puntuación, sintaxis, gramática, etc., etc., etc. ¿Y usted está FORMADA?

  13. Segurmente tengo alma de niña, porque sigo necesitando esos gestos cómplices de aprobación, reflejados no sólo a través de las palabras sino también en las miradas que son como caricias para el alma…cuando recibo ese amor infinito, especialmente en mis clases, es un motor que me impulsa a retribuir de la misma forma o redoblando la apuesta. Saludos y gracias abrir nuestras mentes!!!

  14. Desde luego que tachar de cursi el reflexionar sobre la atención que reclaman y requieren los niños me parece que refleja una falta de sensibilidad increíble. Si los futurios jóvenes o adultos no saben reaccionar ante los problemas de la vida no será precisamente por eso. Más bien demuestran dificultades quienes han sido maltratados o poco atendidos y queridos.
    Hay otro asunto de los comentarios que siemrpe me llama la atención por la zafiedad que supone. Me refiero al ataque o al desprecio a quienes investigan en pedagogía o psicología. Despreciar el conocimiento sólo puede ser fruto de la ignorancia. O de la envidia, claro. El psicodemagogo es el que escribe defendiendo ¿qué? ¿O es sólo atacando?

  15. No podría ser de otra manera viniendo de usted. Una maravilla. Una persona sensible y querible, y sólo es querido aquel que quiere mucho, sin medidas, sin intereses, sin esperar nada a cambio. Tuve cuatro hijos, cuando el mayor tenía 4 meses supe que el segundo ya crecía en mi vientre. No diré que no tuve miedo, que lloré un poco mirando a mi bebé en su canasto, qué iba a hacer con dos, tan chiquitos, tan vulnerables…Luego de unos años de «descanso» volvimos a arremeter, llegó la tercera y por decisión unánime mi esposo y yo decidimos que sobre el pucho llegara el cuarto, no era justo que no tuviese alguien creciendo y compartiendo a su lado. Tan maravillosa nos había resultado la aventura de «lidiar» con dos a mismo tiempo. No podemos concebir nuestra vida de matrimonio sin alguno de esos 4 ángeles demonios.
    No creo en eso de que para ser buenos padres es necesario ser sabios. Sólo se necesita amor.
    El amor provee la sabiduría necesaria, el amor guía,el amor que le brindes a tu hijo te será devuelto con creces, doy fe, y los niños ayudan a crecer en la medida que tú les prodigues ese amor, reconocimiento, aceptación ante el logro y ante el error. Si quieres crear y criar personas felices, sólo ámalos y demuéstraselo, pienso que todo padre ama a sus hijos, pero no a todos nos resulta fácil demostrárselo o decírselo.
    Y no sólo los niños necesitan miradas de aprobación ante los esfuerzos y los logros. Todos llevamos dentro un niño que llora, que hace berrinches, que necesita que le miren y le oigan, ¿o no?
    Un fuerte abrazo desde mi amada Argentina a todos los españoles en este año del Bicentenario, y en él va el más apretado para mi hijo Manuel, que parece haberse aquerenciado en esas tierras de sus ancestros.

  16. Sí, Carla, sí. Te ha quedado, sí, sí, sí, todo el discurso pedagógico divino de la muerte. La envidia y la falta de formación en la materia nos corroe a todoos. Qué pena no haber estudiado y estar a tu altura intelectual.

  17. «Muy bonito»: tu sabes y estás a la altura de cualquiera para argumentar. Supongo que es algo así como un deporte decir cosas tajantes que provoquen comentarios ácidos. Si, también es una manera de hacer sacar lo mejor y lo peor del otro. Divertido/a?

  18. Estimado Profesor!
    GRACIAS nuevamente por estos aportes tan elocuentes y reales: «Atención y cuidado de nuestros hijos».
    Como sujetos adultos insertos en una sociedad, somos RESPONSABLES del proceso enseñanza -aprendizaje de nuestros niños y/o jóvenes. Hasta que no tomemos conciencia de esto, no creceremos ni mejoraremos com sociedad. Desde el lugar, desde la función y/o misión que desempeñemos, somos responsables. Es a través de nuestro ejemplo, nuestra coherencia entre el decir y el hacer, nuestro compromiso asumido frente a… que podemos transmitir verdaderos valores, verdaderas enseñanzas a nustos hijos, quienes dejarán de ser testigos de esta dualidad social existente por parte de lo adultos responsables de su formación.
    GRACIAS PROFESOR! por ser ese referente, ese Quijote de la Vida que con sus aportes escritos u orales nos animan a seguir adelante y no bajar los brazos. Gracias por la pasión que manifiesta frente a este desafìo, la educación. Con pasión, con amor, con el trabajo junto a otros son objetivos en común se puede avanzar, caminar y/o volar como el águila! Gracias!

  19. Por qué será que los niños que reciben una buena y adecuada atención de sus padres suelen ser los que saben estar en un colegio y obtienen buenos resultados? Por qué será que los niños que están desasistidos de estas atenciones las buscan fuera del ámbito familiar, es decir: molestan en clase, presentan dificultades en su aprendizaje…

    Ya sé que no todo es generalizable, pero la experiencia es un buen elemento estadístico.

    Obtener buenos resultados escolares tampoco es sinónimo de éxito en nuestras vidas, vemos como personas maleducadas y sin escrupulos suelen dirigir empresas, grupos de personas o el propio estado.

    Decir que a todos estos individuos les queda el remordimiento de conciencia y con ello tienen su sentencia, es pura autocomplacencia, porque el que no tiene sensibilidad o conciencia no la puede perder y remorder.

    Que disfruten de sus prejucios, de sus egoismos y de sus miserias, los demás seguiremos disfrutando de nuestros ridiculos sentimientos. El que siente vive, el que no siente es una piedra. Que disfrute de su vida de piedra.

    Con todo mi respeto profesor…

  20. Profesor:
    Hace bastante tiempo que leo sus entradas en el blog, en esta no puedo dejar pasar la oportunidad de escribirle y decirle que me toca bien de cerca, ha representado la grandeza de los pequeños y espero que el mensaje llegue a donde mas se los necesita, la conciencia de los adultos.

    No tengo hijos, ni soy docente ni maestro, me hubiera gustado verlo exponer en Rosario, pero otras razones lo impidieron, todo mi respeto don Miguel, es ud. un gran educador, siga adelante en su camino de docencia.

    Un fuerte abrazo Pa!!!

  21. Los discursos políticos cuando se hacen como marco para festejar a los niños, están llenos de frases que dicen:»Los niños son el futuro, la esperanza de un mundo mejor». Sin embargo y en la práxis, no les es proporcionada la atención adecuada a los niños. Por lo general, en las escuelas y en muchos hogares, son tratados en forma autoritaria,tendiente al sometimiento. Es necesario usar métodos de disciplina inteligente por parte de los líderes que los niños tienen y que son sus referentes mas cercanos: PADRES Y MAESTROS. Existe algo que se llama coaching y patrocinio y que tiene que ver con el saber ver, apreciar los avances y descubrir las competencias de los niños. No podemos absurdamente, pretender campeones si nuestro trato hacia los niños, no apunta hacia eso, porque viven miles de «arañas» en nuestras mentes de adultos, por el mundo convulso que vivimos y ese»ser adultos» nos obstruye la sensibilidad para estar prestos a poner atención e interés a ese pequeño que nos reclama.
    Maestro Miguel Angel, le manifiesto mi admiración y me confieso seguidor de sus ideas, las que cito con gran orgullo en mis conferencias y tesis de maestría.
    ATTE:Profr Luis Gerardo Amaya G. San Luis Potosi Mex.

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