Credulidad sin límites

19 Dic
Queremos creer, incluso en lo que no podemos.
Queremos creer, incluso en lo que no podemos.

Dice Francis Bacon que “cuanto más apetece a una persona que una opinión sea cierta, con más facilidad la cree”. Sólo así puede entenderse la extraordinaria facilidad con la que muchos fanáticos e ignorantes dan por buenos hechos, opiniones y creencias.

Hace poco, en un programa de televisión, vi un reportaje sobre las apariciones de la Virgen en El Escorial. Una vidente llamada Amparo Cuevas actúa como médium en los mensajes que la Virgen envía a la humanidad. Como siempre la Virgen, en lugar de aparecerse a un notario o aun registrador de la propiedad, que sería lo suyo, se manifiesta a una persona humilde e inculta o a unos crédulos infantes. Qué casualidad.

Quedé completamente obnubilado. No tanto por las manifestaciones de la vidente, que también, cuanto por el papanatismo de mucha gente que la sigue. ¿Cómo es posible creer en semejante superchería? Me sorprende sobremanera la enorme credulidad que muestra el ser humano en general y algunas personas en particular.

Miles de hombres y de mujeres, desde hace más de 25 años, peregrinan los primeros sábados de mes hasta Prado Nuevo, un paraje de la ciudad madrileña de El Escorial.¿Por qué la gente es tan crédula? La Iglesia no ha aceptado como verdaderas estas apariciones pero muchos creyentes, más papistas que el Papa, creen a pie juntillas estas patrañas. ¿Cómo es posible? Probablemente porque les gusta creer en ellas, porque así tienen algo a lo que agarrarse, porque así dejan de pensar en otras cosas que les obligarían a esforzarse, a buscar información fidedigna. No son uno ni dos sino miles y miles de fanáticos. Niños, jóvenes, adultos y ancianos. Porque el fanatismo no es exclusivo de una sola edad.

No me estoy ocupando aquí de los inductores, propagadores y comparsas de estos fenómenos, que también merecerían una atención. Estoy pensando en los seguidores y seguidoras que muestras un entusiasmo irrefrenable. Es increíble, pero es cierto. El reportaje mostraba muchedumbres fervorosas postradas ante la imagen. Hablaban de milagros, de hechos portentosos que contravienen las leyes de la naturaleza, de intervenciones sobrenaturales. No están fingiendo, se lo creen de verdad. Y tú llegas a pensar: ¿están en su sano juicio? Sé que sería imposible convencerlas de su error. Ni las evidencias más clamorosas ni los argumentos más sólidos tendrían valor alguno para ellas.

Detrás del fenómeno se esconden muchos intereses. Escuché decir a una persona perteneciente a la Asociación de Víctimas de las Apariciones de El Escorial que a un pariente suyo le vendieron un trozo de cielo a cambio de la entrega de todas sus propiedades. De la buena fe (¿no seria mejor calificarla de tonta?) de algunas personas suelen aprovecharse los espabilados que a su costa hacen pingües negocios. Claro, que bien merecido se lo tienen.

Recibo insistentemente en mi teléfono mensajes de videntes y tarotistas. Muchos de esos mensajes están cargados de faltas de ortografía. La ignorancia tiene mucho que ver con estos fenómenos.. En ellos se me garantiza la solución de todos los problemas. Sin conocerlos, claro. Sin saber si tienen solución. No me sorprenden los mensajes. Lo que me llama la atención es que haya alguien que les de crédito. Pero los hay, no me cabe duda. ¿No ha visto el lector o lectora cómo proliferan en la televisión los anuncios de curanderos, videntes y otros engañabobos?.

Me he preguntado muchas cuál es el origen de tanta credulidad al ver penitentes en la procesiones de Semana Santa, al admirar tantos exvotos colgados en los templos, al contemplar peregrinaciones y manifestaciones masivas. Pienso que responden más a la superstición que a la religión, más al fanatismo que a la fe… Veo muchos gestos supersticiosos en la vida de las personas: un futbolista sale al campo, toca la hierba con la mano y se persigna tres veces seguidas, un camionero cuelga una imagen de la Virgen al lado de un calendario de mujeres desnudas, un marinero mira con devoción mientras blasfema un cuadro de la Virgen del Carmen…

Esta credulidad de la que hablo no se produce sólo en la esfera de lo religioso. Pensemos, por ejemplo, en la vertiente comercial. ¿Cuántas personas dan por buenas las propiedades atribuidas a un producto? ¿Cómo puede alguien pensar que va a aprender inglés en quince días? ¿Cuántas personas creen las promesas que hacen determinados anunciantes?

Lo mismo pienso de las manifestaciones de la superstición: el número 13, derramar sal, pasar por debajo de una escalera, pisar las rayas de las baldosas, el color amarillo… El ser humano tiene una credulidad sin límites. Cree, contra toda lógica, incluso en aquello que otros dicen que se debe creer.

El premio Nobel de Física Niels Böhr, recibió un día la visita de varios periodistas. Querían entrevistarle. En un momento del encuentro, uno de los periodistas le preguntó:

– Señor Böhr, ¿usted cree que las herraduras colocadas en las puertas de las casas traen suerte a sus inquilinos?
Böhr se quedó pensativo un momento y contestó:
– No. No lo puedo creer. Soy un científico.
– Sin embargo, le replicaron, hemos visto que usted tiene una herradura colgada de la puerta de su casa.
– Claro. Porque me han dicho que las herraduras en las puertas de las casas traen suerte incluso a quien no cree en ello.

¿Cuántas costumbres están asentadas en creencias irracionales? Repasémoslo. Preguntémonos: ¿por qué hago esto?. ¿por qué lo hago así?, ¿por qué hago ahora?

Hay un tendencia a asumir, personal y colectivamente, creencias falsas y absurdas. Porque se busca una seguridad de forma fácil y equivocada. Porque se elude así la esforzada tarea de razonar. ¿Cómo puede creerse con tanta fidelidad los mensajes, las promesas y las explicaciones de los políticos? ¿Cómo puede darse con tanta facilidad por bueno todo lo que dicen?

Mientras más inculta es la gente, más credulidad muestra. Mientras más torpe es la gente, más se entrega a estas prácticas ridículas. Mientras menos lee la gente, más se deja llevar por estos reclamos. Por eso es tan importante la educación.

12 respuestas a «Credulidad sin límites»

  1. Buenos días.
    Tiene Usted razón cuando dice que hay gente que se aprovecha de aquellos que creen en cosas, sucesos y apariciones increíbles.
    El hecho de creer en lo increíble tiene un nombre, y se llama fe.
    Lo que está mal es aprovecharse de la buena fe de las personas, pero yo respeto a los que creen en milagros, porque también creo en ellos. Yo sé de la fuerza de la oración, por ejemplo, porque la he experimentado.
    Respeto a aquellas personas que no pueden creer más allá de lo que ven sus ojos, pero yo sí creo que hay cosas que no son tangibles y sin embargo no por eso podemos asegurar que no exixten, o tratar de tontos e ignorantes a aquellos que sí creen.
    Cada quien es dueño de creer en lo que quiere, y debemos ser respetuosos.
    Hay que estar en la piel de la gente que es ignorante, que sufre todo tipo de necesidades, que está harto de creer en aquellos que prometen bienes materiales, mundanos y efímeros. No creo que ya en estos tiempos alguien que compre el plano de un terrenito en el cielo. Pero al fin y al cabo, si eso le ayuda a ser feliz, quién soy yo para tratarlo de tonto?
    Pasen muy buena semana todos. Desde Córdoba, corazón de la Rgentina.

  2. Totalmente de acuerdo con el comentario anterior, yo creo que por lo menos acá en la Argentina la gente desesperada busca alguien que le solucione los problemas, pero no me parece que sean tontos y mucho menos, se aprovechan de la necesidad de la gente.Pero soy muy creyente “Católica” y me parece genial que por lo menos crean en la virgen y tengan fé. Y también creo en los milagros. Y no olvidemos esta navidad que Jesús nació de la Virgen María y en cada uno de nuestros hogares volverá a nacer abramosle la puerta y no nos importe lo que puedan pensar los demás. Felices Fiestas.
    Entre Ríos Argentina

  3. No solo es cuestión de ignorancia o pobreza. El ser humano lleva en su esencia la necesidad de creer. Creer en Dios, en la vida, en el ser humano, en el destino, en la suerte, en las piedras, en las plantas, en los espiritus…
    Como reza un cantar popular: \"Crees en las brujas Garay? No señor,porque es pecado…Pero que las hay, las hay…
    Por ejemplo, la gente cree todo lo que dice la televisión… Y se olvida de pensar…
    Quién más quién menos tiene colgada por ahí una herradura…
    Y es un buen momento para hablar de creencias, a las puertas de la Navidad. ¿Si tu no creés, porqué festejas la Navidad?

  4. Acertadas observaciones maestro, sobre todo la de los dos últimos párrafos.
    De la necesidad humana real de protección que conduce al imaginario espiritual explicativo de lo asombroso y desconocido, se han aprovechado a lo largo de toda la historia de la humanidad los usurpadores del poder popular, que apoyandose en rituales, símbolos, y demás parafernalía, de las que existen restos en todas las culturas, incluso en las actuales, dominan y expolian a los humildes y honestos ciudadanos.
    Como bien citas, la incultura e ignorancia ha sido la mejor arma de todas las jerarquias dominantes para lograr sus propósitos. Sólo la razón y la educación podrá liberar definitivamente a la humanidad de esta losa ignominiosa, que ya huele a podrida, pero que todavía se resiste a desaparecer.
    Ayer me regalaron en TV un documental nocturno sobre la vida y sacrificios de Charles Darwin. Me dormí complacido al comprobar que gracias a la labor de estudio y descubrimiento de humildes personas como esta, y de otras como Pitagoras, Hipatia, Socrates, Galileo Galilei, Nicolas Copernico, Madame Curie, Ramón y Cajal, Albert Einstein, Mahatma Ghandi, Isaac Asimov, Aminetu Haidar, y un largo etc., el conocimiento humano ha ido derribando barreras, abriendo rendijas en la oscuridad e iluminando nuestra comprensión de la naturaleza y del universo, y sobre todo sentando las bases para una sociedad más libre y respetuosa de los derechos humanos más elementales.
    Coincido plenamente en su opinión de que sólo la educación, y el afán de aprender en libertad, permitirá que la humanidad pueda superar estos rasgos de estupidez y credulidad, y pueda conseguir su total libertad e independencia.

  5. Debemos tener educación y una mente abierta para poder respetar a quienes piensan diferente, sin afirmar por eso que los demás son estúpidos. Seamos civilizados y tolerantes. El poseer muchos conocimientos científicos no es precisamente lo que garantiza que tengamos más cultura que otros.

  6. No hay mayor incultura que la que siembran los sistemas educativos de paices que responden al capitalismo consumista. La incultura del no ser sobre el poseer, la incultura del no pensar, la incultura del ser humano objeto, formando parte de una masa que se deja arrastrar por los medios de comunicación ,dejando de ejercer su libertad de elección y de pensamiento.

  7. Creo que el fanatismo es un mal que hace mucho daño. La educación es la solución. A.F. habla en su comentario de indoctrinación o de domesticación, pero no de educación. Porque educar es ayudar a pensar, ayudar a criticar, ayudar a ponerlo todo en tela de juicio. Incluso las creencias.

  8. Ya lo creo que la educación es la solución… Y educar es esencialmente enseñar a amar y a pensar… Ambas cosas no suceden en el sistema educativo de mi país. Y no suceden de manera formal. Hay una enorme cantidad de personas que dedican su vida a ello más allá de los sistemas vigentes.

  9. hola mi no conocido pero mas q queridisimo catedratico, por que tanto asi, por su extrema sabiduria, su carsima y su gran capacidad de explicar los temas mas complicados, conflictivos y rebuscados, de una manera tan simple, amena y conmoovedora.

    Tuve la suerte de presenciar una de sus fenomenales charlas, en mi caso sobre evaluacion enla provincia de mendoza.

    Solo una persona de su categoria puede calmar a mas de 4 mil personas luego de 4 hs de terrible espera, solo ud puede terminar aplaudido de pie luego de tremendo fiasco de espera, ese aplauso que tenia ganas de ser uno de esos que no se saben cuando se acaban ya que la gente solo queria agradecer… su tremenda presentacion.

    Me encantaron cada una de sus anecdotas y metaforas, simplemente espectaculares, dejo una de mi niñez a la cual ud le dio sentido muchas gracias y saludos!!! desde mendoza un fuerte abrazo. Eduardo

    \" tenia unos 6 o 7 años segundo grado de primaria, examen de ciencias,
    pregunta numero 6: ¿que no tiene el agua?
    a lo cual con mucha desicion y luego de pensarlo bastante respondi: ni perros ni gatos por que se ahogarian!!!
    compañeros a mis costados con una gran cara de desolacion por no saber la respuesta, en voz baja preguntaban cual es la respuesta de la 6??
    a los q fui respondiendoles uno por uno, ya que parecia ser el unico en conocer la respuesta, ni perro ni gatos por que se ahogarian!!! pero uds cambien el animal asi no se nota que nos copiamos!! pone elefenates y jirafas, a otro vos pone monos y leones y asi…
    Finalmente la profesora la cual enseñaba sin nada de amor, convoco urgente una reunion de padres para poder entender el por que todos nos habiamos copiado y por que habiamos respondido tremenda barbaridad en vez de claro su caracteristicas (inholora, incolora, etc.)llegando a la conclusion que nadie habia estudiado y todos habiamos reprobado `por burros y para colmo por copiar y mal, en fin el problema nunca lo asumio ella, obviamente ese año le toco el curso de la A a la L jajaja”

  10. ah me olvidaba!!…y porsupuesto que desde ya totalmente de acuerdo con su nota!!! felicitaciones.
    Mi humilde opinion … motivos por un lado la ignorancia y por el otro lado tb la masificacion(ej. dependiendo la zona geografia o pais que uno nace es gralmente la religion q cada persona va a seguir y no la fe que cada persona pueda desarrollar internamente, es decir son totalmente mentalizados, manipulados) que es generada por una mala educacion…

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