¡Qué va, si es mi amigo!

28 Jul

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En el calendario emocional de algunos países existe el “Día del amigo”. Argentina, por ejemplo, lo celebró el pasado día 20. Aunque la fecha tiene inevitables tintes comerciales creo que es una hermosa iniciativa. Pienso que la amistad es una de las columnas sobre las que se sostiene el mundo y sobre la que se construye la vida de las personas. Si no existiese la amistad el mundo se desintegraría por completo y las personas perderían su identidad.
Dice Tahar Ben Jelloun que “la amistad es una religión sin dios ni juicio final. También sin demonio. Una religión que no extraña al amor. Pero un amor donde la guerra y el odio están proscritos, donde el silencio es posible. Este podría ser el estado ideal de la existencia. Un estadio calmante. Un vínculo necesario y raro. No sufre ninguna impureza. Enfrente, el otro, el ser a quien se ama, no es sólo un espejo que refleja, sino también el otro soñándose a sí mismo”.
La amistad permite compartir las alegrías y aliviar los sinsabores. La amistad hace llevadero el sufrimiento. Lo decía muy certeramente aquel chico que llevaba a sus espaldas a un amigo más grande que él porque se había fracturado una pierna. Alguien, al verlo caminando extenuado y renqueante, le dice::
– Pesa, ¿eh?
Y el chico, con la voz entrecortada por el esfuerzo, responde:
– ¡Qué va, si es mi amigo!

No sé de donde procede esta hermosa leyenda sobre la amistad que quiero compartir con el lector. La escuché por primera vez en la estimulante voz de Manuel Alcántara.
Un hijo le pregunta a su padre:
– ¿Cuántos amigos tienes?
– Uno solamente, hijo. Uno sólo.
El hijo, asombrado y escandalizado a la vez, le dice al padre con vehemencia y cierto desprecio:
– ¿Qué has hecho de tu vida, papá? Con lo mayor que eres, y con lo importante que es la amistad, ¿cómo has conseguido tener sólo un amigo? Yo tengo más de cien.
– ¿Estás seguro de que son amigos, de que son verdaderos amigos?
– Por supuesto, papá, claro que estoy seguro. Nos vemos todos los días. Nos lo decimos constantemente. Además, eso se sabe.
El padre le propone al hijo hacer un prueba que le permita dilucidar cuál es el valor de la amistad de cada uno de esos amigos. Le dice:
– Mira, hijo, vamos a matar un cordero, lo vamos a meter en un saco, de manera que se vea gotear la sangre y te vas a echar el saco al hombro. Vas a llamar a la puerta de la casa de cada uno de tus amigos y les vas a decir que has tenido la debilidad de matar a una persona y que necesitas su ayuda. A ver cómo reaccionan.
Así lo hace el hijo. Con el saco cargado al hombro se dirige a la casa de uno de sus amigos y llama a la puerta. Cuando ésta se abre dice con tono angustioso:
– Mira, he tenido la debilidad de matar a una persona. Aquí traigo el cadáver. Tienes que ayudarme. Tú eres mi amigo.
En lugar de las palabras de consuelo y de las estrategias de ayuda que espera encontrar, escucha estas terribles palabras:
– ¿Un amigo mío asesino? ¿Tú qué te has creído? Has destruido nuestra amistad para siempre. Tú eres indigno de la mía. No te conocía bien. Vete de aquí o llamo a la policía. No quiero volver a verte.
El chico va con su carga a la casa de otro de sus amigos y repite la misma petición. Recibe esta respuesta:
– Lárgate de aquí, asesino. ¿Cómo has podido hacer eso? ¿Cómo has tenido la desvergüenza de llamar a mi casa? ¿No ves que pueden inculparme? Tú eres un mal amigo y un asesino. Fuera de aquí, que nadie te vea a mi lado.
El chico va recorriendo, una tras otra, las casas de sus amigos. En ninguna encuentra ayuda. En ninguna recibe el más mínimo consuelo. Entonces se acuerda de que su padre tenia un amigo y se dirige a su casa con el saco cargado al hombro. Llama a la puerta y, avergonzado, pide la ayuda que le habían negado sus amigos.
– Pasa, le dice el amigo de su padre, pasa rápidamente, que vamos a enterrar el cadáver en mi jardín. Y que tu padre no sepa nada de todo esto.
El hijo comprende entonces lo que su padre le había dicho. Descubre que una cosa es el nombre de amigo y otra cosa la cotidiana demostración de la amistad.
Me produce una enorme tristeza ver en la vida (y en el reflejo de la misma que es la televisión) tantas traiciones a la amistad, tantos engaños, tantas mentiras. “Era mi amigo” es una frase un tanto incongruente, porque la traición que la desencadena muestra a todas luces que no existía una verdadera y consolidada amistad. Como es incongruente la expresión “un buen amigo”. Porque los amigos, por definición, no son malos.
Soler y Conangla cuentan, en “La ecología emocional”, esta significativa anécdota. Un día un chico de trece años paseaba por la playa con su madre. Hubo un momento en que la miró con insistencia y le preguntó:
– Mamá, ¿qué puedo hacer para conservar a un amigo que he tenido mucha suerte de encontrar?
La madre pensó unos momentos, se inclinó y recogió arena con sus dos manos. Con las dos palmas abiertas para arriba, apretó un puño con fuerza. La arena se escapó entre los dedos. Cuanto más apretaba el puño, más arena se escapaba. En cambio, la otra mano permanecía bien abierta con toda la arena recogida..
El chico observó maravillado el ejemplo de la madre entendiendo que sólo con apertura y libertad se puede mantener la amistad, y que el hecho de intentar retenerla o encerrarla significa perderla.
Es importante tener amigos, pero quizá sea más importante saber cuidarlos y conservarlos. Por eso es tan hermoso y profundo aquel viejo proverbio: recorre frecuentemente el camino que lleva al huerto del amigo, de lo contrario crecerá la hierba y no podrás encontrarlo fácilmente.
Las tareas de la amistad siempre son llevaderas. La amistad te ilumina para saber lo que hacer en cada momento. Decía Tagore: “Cuando el camino me cansa, amigo mío, yo no te pido que me hables, sino que me des la mano”.
Un amigo es una persona que, a pesar de conocerte muy bien te sigue queriendo. Porque la amistad está hecha de comprensión, de ternura, de generosidad, de paciencia, de alegría y de amor. Dice Kahill Gibran que “la amistad es siempre una dulce responsabilidad, nunca una oportunidad”.

13 respuestas a «¡Qué va, si es mi amigo!»

  1. HAGAMOS UN TRATO

    Compañera
    usted sabe
    que puede contar
    conmigo
    no hasta dos
    ni hasta diez
    sino contar
    conmigo.
    Si alguna vez
    advierte
    que la miro a los ojos
    y una veta de amor
    reconoce en los míos
    no alerte sus fusiles
    ni piense qué delirio
    a pesar de la veta
    o tal vez porque existe
    usted puede contar
    conmigo.
    Si otras veces
    me encuentra
    huraño sin motivo
    no piense qué flojera
    igual puede contar
    conmigo.
    Pero hagamos un trato
    yo quisiera contar
    con usted
    es tan lindo
    saber que usted existe
    uno se siente vivo
    y cuando digo esto
    quiero decir contar
    aunque sea hasta dos
    aunque sea hasta cinco
    no para que acuda
    presurosa en mi auxilio
    sino para saber
    a ciencia cierta
    que usted sabe
    que puede
    contar conmigo.

    Mario Benedetti

  2. Cuando Neil Armstrong pisó la Luna y dio “un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”, Enrique Ernesto Febbraro, profesor de Psicología, Filosofía, historiador, músico y odontólogo consideró que había madurado su idea de dedicarle un día al amigo y a la amistad. El día internacional del amigo tiene origen en Argentina; “Escuché que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo. ¡Ya está, es el día elegido! “y antes de que la Apolo 11 regresara a la Tierra, desde su consultorio de Lomas de Zamora, donde vivía entonces, envió mil cartas a cien países y, a vuelta de correo con 700 respuestas, había quedado fundado el Día del Amigo.
    La amistad es un derecho humano universal no reconocido en la declaración de de 1948 y como el buen vino se elabora en el lagar del dolor y la fidelidad; madurando en el corazón como fina vasija de roble; produciendo mil aromas y sabores exquisitos.

    Miguel Ángel…gracias por tu amistad. Horacio

  3. Bellísimo. La amistad es una de las más perfectas formas de amor. Es gratuita. No espera respuestas. Alguién me dijo un día: “un amigo es un hermano que se elige”. La amistad llama cada día a la puerta de las personas para recordales que tienen que ser felices. Un amigo siempre está y nunca juzga. Conociéndote te sigue queriendo… Es quién comprende y quién siempre perdona. Es el que ve tu lado bueno y tus mejores cosas, te admira sin envidias y se alegra de tus triunfos. Nunca te abandona. -con él las penas son más suaves y las alegrías más profundas. Y los días están llenos de sol…

  4. La amistad es el mejor tesoro que podemos tener. De ahí el dicho: “el que tiene un amigo tiene un tesoro.”
    Con la amistad podemos compartir, crecer, aprender, querer…Los amigos/as muchas veces dan sentido a la vida y nos equilibran emocionalmente…La amistad tiene que ser desinteresada da y no espera recibir..La verdadera amistad a veces une más que los lazos biológicos.Tenemos que ser conscientes cuando surge para cuidarla y cultivarla para que no se marchite y se pueda perder..Por los avatares de la vida resulta muy difícil y complicado mantener auténticas amistades.

  5. Caro Professor Miguel,
    Uma vez mais obrigado pelas suas palavras. Sempre derrubam os oceanos da pseudo pedagogia. O que será da escola quando já não houver espaço para a amizade? Que sentido fará a Educação se não formos, em cada dia, capazes de educar pelo e para o sorriso? Gratificante é chegar ao fim de uma caminhada, abraçar-te e dizer-te: Obrigado pela luz, obrigado pelo estímulo, mas sobretudo obrigado pelo espaço que, na liberdade, me ajudaste a criar!

  6. Cuanta sabiduría tiene el cuento, muchas veces confundimos compañerismo con amistad. Que importante es enseñarles a nuestros niños y jóvenes a cuidar de este sentimiento tan noble.

  7. Que bello cuento estimado Miguel!!! gracias por regalarme tu sabiduría, tu palabra justa y tu don de gente.Brindo desde esta tierra de caudillos por tí y por nuestra amistad!!!

  8. Qué hermoso canto de amor porque la amistad mueve al mundo por el amor que se brindan los amigos. Cuán importante es contarlos pero reconocer al verdadero que es quien está en las buenas y las malas.
    Me dió infinita felicidad estar en el teatro Odeón en Concordia dando tan lindos conceptos de optimismo por sobre todo y creo yo soy feliz porque siempre veo el lado positivo de las cosas aún las que a nosotros parecería que no nos debieran ocurrir. Dios sabe siempre por qué nos pasan las cosas y hay que confiar que eso es su designio pero superar con ahinco las vallas y obstáculos que encontramos en la vida. Siempre esa valla es para hacernos crecer. Lo importante es tener en esos momentos quienes nos quieren bien y apoyan y brindan su mano
    Muchas gracias por las galletas que nos compartió hoy!
    Silvia

  9. Hace algún tiempo que había leido este artículo. En una reunión de los Colegios que están llevando a cabo el Proyecto “Escuela, espacio de Paz” y que en Estepona (Málaga) tiene el título “Estepona, un mar de Paz” se hizo la propuesta de celebrar el “día del amigo” durante el presente curso escolar 2007-08. Ya les contaré nos va. Gracias por el precios artículo y la idea. Un saludo.

  10. AMIGO

    si tu ries io rio…
    si tu llora io lloro…
    si ati te hieren a mi tambien…
    PERO SI TU SALTAS DE UN PUENTE…
    TE VOY A EXTRAÑAR!!!

    KARIINA ERES MI MEJOR AMIGA Y 100PRE LO SERAS

  11. Bello artículo y bellas palabras que vienen de una bella persona! Gracias por ofrecernos tanto bueno. Hay cosas que se aprenden que ya nunca se olvidan y es porque forman parte de nosotros, las hicimos nuestras. Siempre tus enseñanzas nos llegaron muy dentro y formaron parte de nuestras vidas.
    Es cierto no hay muchos amig@s, yo siempre dije que me sobraban dedos de una mano para contar a mis amig@s y tal vez sea por ese valor añadido y especial que conlleva el ser amig@. Gracias maestro por estar ahi.

  12. la verdadera amistad
    se cuenta con los dedos de la mano
    esto que escribio acerca de la amistad
    es muy bonito,pero en este mundo existe muy poca gente en quien confiar y que realmente se sienta un amigo.

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