Que no, Manolo, que no

9 Dic

Trabajo dif?cilLas cosas han cambiado. Unas para bien, otras para mal. Antes decían los padres a los hijos (y menos a las hijas, porque esa es una parcela en que han cambiado para bien):
-Estudia, hijo, que el día de mañana podrás conseguir rápidamente un trabajo bueno y bien remunerado.
Hoy no es tan cierto. Se puede estudiar y tardar en conseguir un trabajo malo, y mucho más en conseguirlo bueno. Estoy cansado de ver a mis antiguas alumnas en las cajas de los centros comerciales. No es deshonroso, claro está. Pero es incongruente con su formación. ¿Para qué tantos años de estudio?
La historia se repite sin cesar:
– ¿Qué haces aquí?
– Estoy trabajando mientras preparo oposiciones. Me gustaría estar «en lo mío», pero no encuentro nada.
¿Cuál es la finalidad fundamental de los estudios? ¿Cuál es la finalidad de la formación universitaria?, ¿para qué sirven los títulos académicos? ¿Hay que conseguir buenos profesionales o ciudadanos cultos? ¿Qué le pide la sociedad a la universidad española? ¿Mano de obra cualificada o cabezas bien hechas que sepan pensar?
Se trata de un debate fundamental porque la respuesta a las claves del mismo deberían orientar el diseño, el desarrollo y la evaluación del curriculum universitario. El dinero fácil y rápido llega por caminos diferentes a la formación. Pensemos en el siguiente caso.
Un chico termina el bachillerato y no tiene ganas de estudiar más. Como el padre es una persona exigente, decide que su hijo se ponga a trabajar. No quiere que se dedique al dolce far niente.
– Ah, ¿no quieres estudiar?, le dice. Bueno, pues yo no mantengo vagos, así que vas a trabajar.
El padre, que tiene algunos amigos políticos dada su larga trayectoria profesional, trata de conseguirle un empleo y habla con uno de ellos.
– Oye, Manolo, ¿te acuerdas de mi hijo? Bueno, acabó el bachillerato y no quiere estudiar por ahora. Necesitaría que le buscases un empleo para que empiece a trabajar mientras se decide a hacer una carrera… El asunto es que haga algo y no vaguee, ¿entiendes?
A los tres días, Manolo llama a su amigo:
– Oye, que ya está. He encontrado algo para tu hijo: Asesor de la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores. Unos 6000 euros al mes. Es fantástico, ¿no?
– ¡Nooo, Manolo! Eso es una locura. Tiene que comenzar desde abajo.
A los dos días, de nuevo Manolo:
– Ya lo tengo. Le conseguí un cargo de Secretario Privado de un Diputado. El sueldo es más modesto: 4000 euros al mes.
– Que no, Manolo, que no. No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar. ¿Me entiendes? Si gana ese dinero no querrá estudiar nada.
A los pocos días, Manolo vuelve a llamar a su amigo:
– Ahora, sí. Será Ayudante de Encargado de Archivo. Tiene que saber algo de informática. Claro que el sueldo se va muy abajo: serían 2000 euros nada más.
– Pero, Manolo, por favor, consigue algo más modesto. Es un niño aún. Algo de 600 euros más o menos.
– No, eso que me pides resulta casi imposible.
– ¿Por qué?
– Verás., esos puestos se ganan haciendo oposiciones, se necesita un curriculum extraordinario, título universitario, masters en el extranjero… ¿Me entiendes?

Claro que le entendía su amigo. Como nosotros. El estudio prolongado y la acumulación de titulaciones no sirven hoy de mucho a la hora de encontrar un buen trabajo.

Lo cual impone a la Universidad un replanteamiento de sus finalidades. ¿Se trata de formar a las personas o de cualificar profesionalmente?

¿Qué pretende la Universidad? ¿Cuál es el papel que le encomienda la sociedad actual? ¿Tiene que formar profesionales cualificados, especialistas consumados, o tiene que hacer personas cultas, críticas y, lo que es más complejo, solidarias?

Una excesiva especialización deja a las personas desposeidas del bagaje cultural que las ayuda a pensar y a entender el mundo. La falta de criterios morales hace que el conocimiento se pueda poner al servicio de la explotación de los otros y del propio interés.

El poeta inglés John Masefield escribió estas hermosas palabras sobre la Universidad:

«Hay pocas cosas terrenales más bellas que una Universidad.
Es un lugar donde aquellos que odian la ignorancia pueden esforzarse por saber, donde aquellos que perciben la verdad pueden esforzares en que otros la vean; donde los buscadores y estudiosos, asociados en la búsqueda del conocimiento, honrarán el pensamiento en sus más delicadas formas, acogerán a los pensadores en peligro o en el exilio, defenderán siempre la dignidad del pensamiento y del aprendizaje y exigirán valores morales a las cosas,

Ellos dan a los jóvenes esa íntima camaradería que los jóvenes anhelan, y esa oportunidad de discusión infinita sobre temas que son infinitos, sin los cuales la juventud parecería una pérdida de tiempo.
Existen pocas cosas terrenales más perdurables que una Universidad».

Claro que ese bello enfoque dista mucho de la Universidad que tenemos y de la sociedad en que vivimos. Tenemos mucho que pensar y mucho que hacer. Para que todos y todas puedan estudiar. Para que estudiar sea algo apasionante. Y para que haber estudiado sea un camino fácil para encontrar un trabajo adecuado y atractivo. En beneficio de cada individuo y de la sociedad en general.

5 respuestas a «Que no, Manolo, que no»

  1. Preciosos artículos todos que nos hacen pensar y creer que existe y se puede construir si queremos un mundo mejor…
    Llenos de esperanza y optimismo, llenos de conocimiento y sabiduría.
    Llenos de pazy de libertad

  2. Preciosos artículos todos que nos que nos hacen pensar y creer que existe y se puede construir si queremos, un mundo mejor.
    Lde esperranza y optimismo, llenos de conocimiento y sabiduría.
    llenos de paz y de libertad.

  3. La Universidad está para formar en los conocimientos científicos y sociales a los futuros profesionales. Salvo para aquellos que solo traten de ampliar sus conocimientos. Si quieres una Universidad para crear un mundo mejor ¿No has pensado en fundar una ONG, un partido o un grupo pijoprogre?. Como tantos estás dinamitándo a la Universidad desde dentro.
    «tiene que hacer personas cultas, críticas y, lo que es más complejo, solidarias?» Viva la LOGSE, también en la Universidad!!!.

  4. qué bueno sería que hubiera menos corrupción y que las personas capaces (por conocimientos y por estar comprometidos en los valores sociales de justicia e igualdad de oportunidades para todos)estuvieran en el lugar que les corresponde, y no que los «acomodados», ignorantes que solo piensan en si mismos esten en el poder. Por eso el mundo está como está.

  5. TAL CUAL, LA HISTORIA DE MANOLO…AQUI EN ARGENTINA, LOS ACOMODOS SE DAN, PERO CON UNA DIFERENCIA….NINGÙN PADRE RECHAZA LOS SUELDOS VERGONZOSAMENTE ALTOS, DE SUS INEPTOS HIJOS..Y ASÌ ESTAMOS, YÈNDONOS DE A POCO

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