Cada día aparecen en la prensa testimonios horribles de maltrato, de discriminación y de muerte. Cada día, de forma casi pacientemente cruel, nos enteramos de nuevos (¿viejos, quizás) casos de violencia doméstica. Nos horrorizan los hechos más dramáticos, pero somos poco sensibles a las pequeñas manifestaciones de la discriminación por el género. Es preciso insistir, una y otra vez, en que la causa no está en los genes sino en la cultura, que no está en el azar sino en la voluntad pervertida, que no está en el determinismo sino en el libre albedrío.
Hace años leí una significativa historia en alguno de los numerosos libros de José María Cabodevilla. Una historia que pone sobre el tapete la espinosa cuestión de la doble moral que se establece para la vida de hombres y mujeres en una sociedad androcéntrica.
Un rey tuvo noticias de que en un lugar apartado del reino vivía un individuo que era su viva imagen. Intrigado por ese extraordinario parecido del que todos le hablaban, quiso conocer al súbdito que, al parecer, muy bien podría actuar como su doble.
Le contaban curiosas escenas que se habían producido al confundir a este humilde siervo con la mismísima persona de Su Majestad.
Intrigado por esta espectacular coincidencia de la que tanto le hablaban, el rey hizo llamar a palacio a su presunto doble. Cuando le vio traspasar la puerta de la sala de audiencias, el rey se quedó paralizado. Nunca podría haberse imaginado tan asombrosa similitud. Creyó haberse desdoblado de su propio cuerpo.
Invitó a comer al humilde ciudadano, que no parecía sorprenderse ni intimidarse ante la presencia del Su Majestad. Hablaron durante la comida de cómo era la vida en lugares apartados de palacio y de cómo desde allí se veía la realeza y el gobierno del pueblo.
Avanzada la comida, una vez planteado el inevitable comentario sobre el parecido del súbdito y del rey, éste le hizo una pregunta envenenada a su doble:
– ¿Sabe, usted, si unos meses antes de su nacimiento, su madre sirvió en palacio?
La respuesta del súbdito hizo enmudecer al rey:
– No, Majestad, quien sirvió por aquellos años en palacio fue mi padre.
Si el padre del rey hubiera sido el infiel a la reina, su hijo no se habría sorprendido e, incluso, podría tenerlo a gala. Pero como lo ha sido su madre, es probable que se sienta avergonzado.
¿Por qué esta doble moral? ¿Por qué este doble rasero? Es un signo más del androcentrismo, del sexismo existente en la sociedad. Todo lo que se haga para luchar contra esta lacra que condena a media humanidad a una injusta discriminación, será poco. Todo lo que se haga, sea cual sea el ritmo con el que se haga, se hará demasiado despacio. Porque las víctimas están ahí, son inocentes y no gozarán de una nueva oportunidad para ser tratadas de otro modo.
Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo nos enteramos de hechos tan terribles que nos avergüenza pertenecer a una especie cuyos integrantes actúan con una crueldad tan salvaje. La justicia pretende actuar con celeridad y dureza. Se intenta prevenir con medidas judiciales que protegen a las mujeres amenazadas, pero la verdadera solución al problema se encuentra en una auténtica tarea educativa que nos lleva a mantener relaciones de respeto y de solidaridad.
Se ha avanzado mucho, pero todavía queda muchísimo terreno por recorrer. La discriminación persiste y, además, se encarna en formas más sutiles y subrepticias que es preciso detectar y combatir.
La discriminación echa sus raíces en el lenguaje, en las costumbres, en las normas, en los ejemplos, en las relaciones, en los mitos, en los ritos, en las religiones, en la historia, en la cultura… Todo está penetrado por las concepciones, las actitudes y las prácticas sexistas.
Muchos de los estereotipos se transmiten de manera imperceptible. Hay personas que consideran que algunos de esos síntomas no tienen importancia. Consideran que se trata de minucias, de hechos insignificantes. Pienso por ejemplo en el uso sexista del lenguaje.
Pondré un ejemplo. Un padre circula en moto con su hijo un día de intensa lluvia. La moto derrapa y se produce un tremendo accidente. El padre muere y el hijo, que resulta gravemente herido, es trasladado en una ambulancia al hospital más cercano. En urgencias deciden que hay que operar inmediatamente. Cuando el cirujano jefe ve a quién tiene que operar exclama:
– ¡Dios mío, si es mi hijo!
He visto interpretaciones de este hecho diversas y, a veces, pintorescas: quien iba en la moto era un reverendo padre con el hijo de algún amigo, el cirujano jefe es el padre biológico mientras que el que iba en la moto era el padre adoptivo, la madre se había casado dos veces y…
La solución es bien sencilla: el cirujano jefe es la madre del chico. Pero estamos habituados a que los jefes y los cirujanos sean varones. E, incluso a que, aunque sean mujeres, se les siga llamando cirujano jefe. Quienes invocan la pureza del lenguaje para oponerse a esta exigencia olvidan que la gramática, la sintaxis y el diccionario fueron concebidos por varones. Y olvidan, sobre todo, que antes que la pureza del lenguaje hay que cuidar el respeto y la justicia en las relaciones.
Son hojas podridas de un árbol que tiene las raíces envenenadas. Es preciso arrancarlo de raíz y plantar semillas nuevas de respeto, justicia y equidad. Hay que abonar el árbol nuevo de la dignidad, regarlo con asiduidad, podarlo cuidadosamente para que crezca con vigor y protegerlo de tormentas destructivas y de plagas mortales. Y, sobre todo, de leñadores sin escrúpulos.
¿Quién sirvió en palacio?
7
Oct
Es para mi gratificante, encontrar este blog, ya que sábado a sa´bado busco vuestra página de opinión,después de haber participado de un congreso e la ciudad de Vinchina, Pcia de La Rioja, Argentina. Fue una experiencia más que gratificante y, de aprendizaje. En otra oportunidad enviaré otros comentarios. Estoy releyendo su libro: \
YO PIENSO QUE NO ESTA VIEN QUE DISCRIMINEMOS A OTROS POR SER DIFERENTES A NOSOTROS
que bueno que exsistan estos espacios para defendernos por la discriminaion por eso.
DI NO A LA DISCRIMINACION
se debe reconocer que todos somos iguales,la personas que discriminan son mediocres hacen esto para sentirse superior de otros poreso yo digo abajo esos mediocres
yo pienso que esta muy bien que pongas asi paginas sobre la descriminacion ya de que existe mucha en nuestro pais MEXICO!! ‘
DI NO A LA DISCRIMINACION
A mí también me parece muy bien, porque yo estaba viendo fotos de discriminación para un trabajo de mi escuela…
esta bonito por que la verdad ace reflexionar a todos bueno los que lo leen bueno bey
hola, les cuento q coordino uan entidad de bien publico de jovenes. este jueves y viernes tenemos que dar en una de las escuelas de neustra cuidad un taller de discriminacion, si alguien tiene mas informacion sobre consecuencias y ese tipo de cosas, les agradeceria que me la envien para poder agregar cosas a neustro proyecto!!!
muchas gracias, el mail del grupo es
juventudindependiente@hotmail.com
no nos devemos discriminar porq en el fondo todos somos iguales ILO
jajajaja
los negros no valen la pena la tienen chikita……
pero los gringoss k tall
hay papasitos
tienen un macanon
si konocen a uno presentenlo
pero huapo
y kon buena makanaaa
ola
pinches mocosos como ke si ustedes no descriminaran..
jajaja
que no se discriminen entre si mismos
loco no discriminen ams viva la paz vamos por un mundo nuevo lleno de rock
m encanta la info sobre la discriminacion
muy wueno
ME PARECE MUY IMPORTANTE QUE DEJEN VER ESTAS IMAGENES,YA QUE HOY EN DIA EN NUESTRO PAIS SE SUFRE DE ESTO. SE DEBEN CUMPLIR LOS DERECHOS DE IGUALDAD PARA TODOS
esta bueno me sirve para un trabajo que me dieron en el cole
no hay q descriminar por q todos somos iguales