Ha vuelto Thilliez como maestro del género negro y hábil autor de thrillers. Ha vuelto para volver a sorprendernos con el manejo de dos historias paralelas y donde la base científica y documentativa a la que nos tiene acostumbrados nos muestre un Sharko más humanizado junto a Lucie y una nueva protagonista, Camille.
Camille es una joven policía que sufre una dolencia de corazón y ha recibido un trasplante del que se está recuperando aunque ella note que su cuerpo rechaza ese nuevo corazón. Pesadillas prácticamente a diario la encaminan a investigar de quién es el corazón trasplantado y en esa investigación particular se cruzará con Sharko.
Nuestro detective está investigando unos casos realmente espeluznantes que se han asociado a un hecho sucedido tras una tormenta: un árbol se cae y deja al aire todas sus raíces y un zulo donde se encuentra una mujer ciega, de etnia gitana, atrapada y secuestrada.
Como hemos comentado anteriormente la base científica sobre la que trabaja esta vez nuestro autor son los trasplantes de órganos. A través de Camille conoceremos profundamente el tema y a partir de esta angustia que vive la policía en sus carnes viviremos las tensiones a las que nos tiene acostumbradas el escritor que por esta vez humaniza a nuestros queridos Sharko y Lucie, menos traumatizados, más pausados y exteriorizando sentimientos, hechos que precisamente no estaban entre sus virtudes.
Con la prosa sencilla y fluida a la que nos tiene acostumbrados Thilliez, un vocabulario más actual que en anteriores novelas, narración en tercera persona, diálogos más equilibrados, el autor crea una trama cada vez más profunda y oscura con unos personajes que aun manteniendo una continuidad psicológica están cargados de matices y son sólidos y especiales. Empatizan con el lector de tal manera que los horrores vividos anteriormente lo mismo que duelen van siendo olvidados por nuevos sucesos que copan sus vidas y que las llenan de nueva luz y futuro.
El final, sorprendente, deja por primera vez una puerta tan abierta que sospecho que será el origen del siguiente volumen. Es la primera vez que el autor deja un fleco suelto y de forma tan obvia.
Resumiendo, si has seguido la saga de Sharko o a Thilliez desde los inicios no hace falta que atrape tu atención para su lectura: caerás. Si aún no conoces a ninguno de los dos…déjame decirte que se te está acumulando el trabajo, no deberías perderte este autor y su saga, cuya altura podría medirse ya a la de los grandes detectives y cuyas acciones y temática no te dejarán nunca indiferente por su realidad, firmeza y contundencia.