El invierno se convierte en un protagonista más de esta novela ambientada en la Suecia del siglo XVIII y con un misterio latente
Aunque El invierno más largo (Roca editorial) de Cecilia Ekbäck no la podemos encuadrar dentro de una novela negra –sí que es cierto que tiene ciertos tintes–, lo fundamental en este relato es el misterio y lo paranormal.
Cecilia Ekbäck se estrena con esta novela intrigante y llena de suspense. Licenciada en Escritura Creativa por la Royal Holloway, procedente de una familia lapona, crece en Suecia y todo ello lo veremos reflejado en la narración.
Nuestra protagonista, Maija, ha emigrado con su familia desde Finlandia hasta la Laponia sueca. Han cambiado un pueblo pesquero de origen por una cabaña en la zona del mote Blackåsen. Estamos en 1717. Allí, dedicados a la ganadería y la agricultura, encontrarán un cadáver cerca de su cabaña. Aterrada, da aviso a sus vecinos de las montañas y los irá conociendo uno a uno. Ellos, inmersos en un gran mutismo colectivo, achacan a procesos de brujería y a los lapones como los culpables de esta muerte, pero lo cierto es que Maija sabe que el asesino vive entre ellos.
Como bien indica la autora al final de su libro, para El invierno más largo Cecilia busca una época donde Suecia está en el umbral de una enorme transformación. Su proyección como gran potencia que le había otorgado el control de gran parte de la región báltica era cada vez más incierta porque se hallaba sumida en la Gran Guerra del Norte con Dinamarca, Polonia, Sajonia, Hannover, Prusia y Rusia. El país llevaba más de 150 años en guerra, que ya habían causado grandes problemas en las finanzas del Estado como en los propios individuos de la región, ya que la mayoría de los hombres en edad adulta debían marchar al frente teniendo graves consecuencias para la agricultura. El rey impuso tributos y aranceles a lo que se añadió las malas cosechas y la epidemia de peste que reapareció en 1710, lo que nos deja un panorama desolador.
En este encuadre, en una cabaña perdida a las faldas del monte Blackåsen se desarrolla nuestra historia. Perfectamente ambientada, con bellísimas descripciones de la naturaleza que rodea a los personajes, el propio conocimiento de la autora de ese clima extremo nos llevará a sentir el frío de la nieve. Porque no duden de que esta es casi un personaje de la historia.
En el desarrollo de la trama conoceremos las supersticiones del pueblo, el afianzamiento de la Iglesia luterana y al pueblo lapón que completamente identificado con la naturaleza sufre en sus individuos la persecución de sus colonos.
Con una curiosa combinación se mezcla el corte histórico y el suspense, que gracias a los misterios y a las pistas que nos va dando la narradora nos mantiene en alerta sin perder un ápice de interés hasta el final de la novela.
Son sin duda destacables las curiosidades del pueblo sami o finlandés que nos cuenta a través de sus personajes, el conocimiento de la botánica de la zona, la forma ruda y dura de vida y cómo sobrevivían, su mitología y sobre todo las descripciones. Muy recomendable para los que gusten del invierno y la nieve, para los amantes de las novelas de misterio ambientadas en otras épocas y para los que gusten de otras civilizaciones ambientadas más allá de frío.