Random House publica Fantasma, una nueva entrega del conocido detective noruego Harry Hole, en la que aparece regenerado y mostrando la otra cara de Noruega, alejada del cliché de país perfecto y educado
Querido Hole:
Espero no haber llegado tarde a conocerte. Había escuchado hablar de ti por las manos de tu creador, Jo Nesbø, pero reconozco que a veces soy demasiado reacia a las novelas best-sellers y llegué tarde (por un libro) a la segunda entrega, con lo cual, quise retirarme aunque te apunté en la lista de «libros a leer» y «detectives a quien descubrir».
No pude rechazar sin embargo esta entrega, Fantasma, más sabiendo que ya nada tenías que ver con el detective de la primeras novelas. Leí que lo habías dejado. Que habías renunciado a tu vida anterior por algo más cómodo y menos dañino y te habías marchado camino de Hong Kong. Y pensé, ahora es un buen momento para conocernos.
¡Y qué fugaz ha sido todo! No me sorprendió saber de tus traumas, no podía ser menos, traumas, defectos y vicios, porque hay que reconocer que eres el prototipo de tío marcado por la vida que lleva y con lo que se rodea, pero cómo me gustó verte regenerado en esta novela, camino de Oslo de nuevo, para poder investigar «bajo cuerda» el supuesto asesinato del que es casi como un hijo tuyo. ¿Y Rakel? ¿Qué me dices de ella? Habéis tocado el cielo con las puntas de los dedos, algo que ya no te imaginabas ni por asomo.
Quizá al conocerte he descubierto que a pesar de ser muchos los que utilizan Oslo y los países nórdicos como escenarios de novelas negras y thrillers, pocos me han mostrado esa ciudad como cuando he paseado contigo por los bajos fondos, no me imaginaba ni tanta drogadicción, ni tanta mafia en un lugar que se vende idílicamente como pura naturaleza y paz. Y ya no hablamos de políticos corruptos, cuando una tiene en mente que eso sólo ocurre en la zona mediterránea y se es más honorable cuanto más al norte estás en el mapa.
En fin, Harry, que ha sido un placer conocerte, algo muy efímero pero que pienso resarcir leyéndome tus inicios. No me cabe duda de que Nesbø te ha hecho madurar y que las circunstancias por las que te ha hecho pasar no han sido fáciles, porque la trama hay que reconocer que no es fácil, menos mal que las diversas perspectivas de tus personajes compañeros ayudan a una visión global del conjunto, porque la narración no tiene un giro, tiene varios que te dejan el corazón en un puño. El final es sublime para la lógica del proceso de investigación. Aunque hay quien se queja de que todo ha quedado muy abierto y sin embargo yo no le veo otra salida.
Quizá lo que más me dolió al despedirme de ti de aquella forma tan abrupta fue la historia de la rata. Esa imagen que enlaza con la primera imagen de la novela. Ese animal al que ya había olvidado. Cómo lo sentí y cómo me impactó.
No quiero insistir, quiero que te conozcan, aunque sea brevemente, que sepan quién eres y que sepan que yo espero volver a leerte, y espero que sea pronto porque mi avidez y curiosidad no tienen límites. Allá donde estés, recibe un abrazo.
P.D. Te recomendaré a los amantes de novela negra, a tus seguidores, a los que no te han conocido, por las imágenes del lumpen nórdico de una ciudad y las drogas sintéticas. Pero sobre todo por un detective que lucha contra todos y contra sí mismo.