Irène

13 Ago

Irène
Irène

Después de haber conocido a Pierre Lemaitre en ‘Vestido de novia’, esta nueva novela traducida por Juan Carlos Durán Romero no me ha defraudado en absoluto, al revés, mi admiración ha aumentado, quizá porque a través de ella queda demostrado cómo este género literario, tan denostado años atrás y ahora tan de moda, tiene una historia, un bagaje y un currículum. Irène, no es sólo un auténtico thriller alarmante, duro y diferente, sino también un pequeño repaso por las mejores historias de novela negra.

Camille Verhoeven es un comisario de muy baja estatura, casado, brillante, que vive uno de sus mejores momentos esperando la llegada de su primer hijo. Un asesinato brutal romperá todo el equilibrio en el que vive dado que el asesino establece un duelo personal con el comisario con el que se mide en inteligencia. Este asesino en serie tiene un formato muy peculiar: rememora en sus crímenes las escenas más cruentas de la literatura negra y escoge para ello a las mejores novelas de este género, por lo que Camille deberá contar con la ayuda de un prestigioso profesor de universidad especializado en este género literario y en un librero ampliamente conocedor de este tipo de libros. Los asesinatos van sucediéndose de tal manera que el inspector queda totalmente absorbido por su trabajo y la prensa lo acosa continuamente. A partir de ese punto, ya no habrá retorno.

Lemaitre juega excepcionalmente con la metaliteratura en un concepto de thriller llevado a su más alto grado. Es el thriller por excelencia, la novela negra como argumento de la propia novela, la recreación de otras escenas míticas como la novela de American Psyco de Bret Easton Ellis o La dalia negra de James Ellroy (recordarán la película de Bryan de Palma en el 2006) y por ello hacen de este libro algo muy diferente. Cuando crea el lector que todo lo que ha leído ha llegado ya a su grado máximo, Lemaitre  volverá a sorprenderlos y girará de nuevo el argumento. Porque Pierre siempre da un giro más y siempre torna hacia donde menos se le espera y porque sus novelas no son historias predecibles por muy acostumbrado que esté uno a este género.

Con una prosa altamente cuidada, con tipos alrededor de los protagonistas que perfilan absolutamente al principal, y con un cuidado lenguaje, veremos definidos a nuestros protagonistas desde varias perspectivas, algo que se hace fundamental al final de la historia para comprender el último recoveco, el as en la manga que guarda Pierre para la apoteosis final.

¿Detalles que hacen a esta novela diferente? Por ejemplo, el asesino envía cartas a Camille a través de una revista a la que están suscritos, una revista llamada ‘Noches blancas’, como la obra de Dostoievski, quien para muchos es el fundador casual e inconsciente de la novela negra moderna, la que habla más del interior del asesino y su psique que del propio asesinato en sí. O los cinco asesinatos que encontraremos como homenaje a las obras más significativas para este autor del género negro. Un homenaje literario que realiza un escritor gran amante de la literatura y que a pesar de haber ganado el Goncourt siente que proviene del ‘gueto’ del género negro como así ha observado en varias entrevistas y eso significa no ser del todo reconocido por otros escritores.

Mi recomendación es que no se la pierdan, que la lean, es el noir francés actual, no sólo por la excelente construcción, sino por el placer de repasar esas otras historias que hacen del género negro uno más, un género para el que se necesitan ciertas habilidades como demuestra Pierre, una obra que se convertirá en un clásico de este estilo, una obra incomparable que no les dejará en absoluto indiferentes.

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