Auspicios

16 Ago

LAS AVES : Sus significados colaterales.

La imagen que ahí ven corresponde a la talla de un ave. Es de unos 5 centímetros, y está esculpida en el marfil de un cuerno de mamut. Se calcula que tiene más de unos 30.000 años, y se encontró en una cueva de Hole Fels (Alemania). Presenta las alas plegadas como si estuviera a punto de zambullirse en el agua. Es por ahora la más antigua representación de un ave hecha por el ser humano que se conoce.

Sin duda debe de haber más, pero aún no se han hallado, aun cuando es de esperar que se vayan encontrando no pocas más, tanto pintadas como talladas, habida cuenta de la íntima relación que el ser humano tiene desde tiempos muy antiguos con este tipo de animales. Pensemos sólo en la palabra “auspicio”, término que nos viene del latín y se forma por la unión de otras dos palabras a su vez : “avis” (en latín, “ave”) y el verbo igualmente latino “spicio”, que significa “mirar, vigilar, observar”. Así que “auspicio” se refería al arte de observar las aves, y de dicha observación obtener conocimiento acerca de hechos venideros o de acontecimientos lejanos en el espacio del que indaga, el cual, merced a sus saberes de augur, deduce cosas futuras.

Aclaro ahora que he dejado invertida la imagen del ave tallada en cuerno por manos humanas de hace más de unos treinta milenios ( o sea, esos 30.000 años antes dichos ) porque la leyenda que acompaña a la imagen ahora no nos interesa directamente, y la imagen nos vale tanto de una forma como de otra.

Acabo de decir que debe de haber más tallas con este motivo, el de un ave o pájaro, y para más fuerza dar a esta afirmación nos podría bastar este ejemplo : en un texto anterior a este de ahora, hace ya meses de ello, comenté una pintura que puede verse en la cueva francesa de Lascaux (Francia), y en la que se representa un chamán tendido frente a una pintura parietal de un mamut, que está ya asaeteado por cazadores, y que se encuentra durmiendo junto a su cayado o bastón chamánico, que tiene tallado en su parte superior un pájaro. Nuestra interpretación del chamán durmiente dejaba de lado la posibilidad de que estuviera malherido o incluso muerto, sino que se trataba de un hechicero que intenta a través del sueño “localizar caza fructífera” para su tribu. No voy a insistir ahora en este aspecto, así que sigo con nuestro tema actual : las aves.

Ya hemos visto la etimología de la palabra “auspicio”. Y sabemos por textos literarios muy numerosos y prácticamente de toda época y en todas las culturas, el valor de los diferentes significados de los pájaros para el ser humano. Sin ir más lejos, ya en el Poema de Mío Cid el autor hace notar que al salir Rodrigo Díaz de Vivar hacia su destierro, él y sus compañeros de momentáneo infortunio, (pues acababan de ser desterrados de Castilla por el rey Alfonso), “tuvieron la corneja a la derecha” (dicho sea en castellano actual; el texto clásico escribe “a la exida de Vivar ovieron la corneia diestra // e entrando a Burgos oviéronla siniestra”. O sea, que en un caso ven el vuelo de la corneja ya a su derecha, ya a su izquierda, y tanto lo uno como lo otro, el tipo de ave ( una corneja ) como la posición de la misma con respecto a los caminantes, derecha o izquierda, son altamente significativos para la mentalidad del narrador del poema y la que dicho autor le atribuye a los desterrados. Anotemos que es la corneja una especie de cuervo, y que éste es ave típicamente agorera.

Pasemos ahora a otras varias cuestiones, que todas nos intrigan : una, el por qué de esa tan arraigada conexión del ser humano con las aves, y aves de todo tipo, desde los gorriones o las palomas hasta las águilas y los buitres; otra, la relación con el sentido esotérico, es decir, como misterioso u oculto, de los pájaros, ya desde tiempos prehistóricos y en pueblos muy diversos, o ya en tiempos actuales. Pensemos en el famoso film “Los pájaros”, de Alfred J. Hitchcock. Desde la prehistoria, y hasta la propia actualidad, el ser humano y las aves tienen una relación muy estrecha. ¿No es razonable pensar que esto debe de tener algún motivo, debe ser algo con su propio sentido?

De momento nos quedaremos con el hecho de que para nosotros las aves tienen, a lo largo de la historia de la cultura, significados muy diversos, según el tipo de ave y según las mentalidades y épocas. Palomas, águilas, buitres, cuervos, halcones, lechuzas, búhos… Incluso el humilde gorrión logra su muy digno puesto en la escala de valores que los seres humanos hemos ido asignando a nuestros alados hermanos terrestres. ¿Qué quiere ello decirnos, si es que tratamos de ahondar nosotros en estas cuestiones? ¿Son meras casualidades, cosas que no significan nada más allá de sí mismas? Ahí, por ahora, no entro yo. Hoy, no; pero más adelante ya iremos viendo curiosas “casualidades”… Hasta pronto, pues.

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