Como este fenómeno que ahora abordo en estos textos tiene sin duda un indudable interés (sean esas luces lo que sean), voy a seguir relatando experiencias habidas en la Cueva, y de paso seguiré poniendo fotografías donde se ven esas extrañas luces. Como es de obligada cortesía y hasta de obligación legal, si en alguna de las fotografías se vieran con nitidez o se pudieran identificar las caras de las personas que estaban con el grupo que hacían las fotos, tales rostros los ocultaría con los medios habituales para ello. Si por un error mío se viera el rostro de algunos de los visitantes de aquellas (pues fueran varias) exploraciones, desde ya y desde aquí le pido disculpas. En cualquier caso he usado deliberadamente un tipo de papel no blanco terso, sino con ese tipo de textura del papel de cocina que, -pensé al elegirlo-, podría contribuir a «modificar» los rasgos de las caras de las personas que aparecen en ellas fotos.
Ahí, como pueden ustedes comprobar, se ve aproximadamente una decena, más o menos, de esferas luminosas; unas son mayores que otras, no tiene todas el mismo tipo de luminosidad, y se distribuyen en torno a la figura del caballero con pantalón vaquero azul, cuyo rostro no podemos ver. Era uno de los del grupo.
Algunas son esferas muy pequeñas, y delante de ese señor hay una sensiblemente mayor que las otras. Yo cuento unas doce esferas por lo menos. La zona es la de la Sala del Águila, camino de Noctiluca. No como la anterior, donde aparecían un par más de «globos de luz» (uno de ellos, excepcionalmente grande y luminoso en comparación con los otros) en la galería que va hacia las pinturas rupestres. Estas que hoy comento están alejadas de aquellas ya tratadas en anterior texto : no sólo se trata de otra zona de cueva, sino que hay más de unos 500 metros en línea recta entre unas y otras.
Si a esos metros les añadimos los lógicos de galerías, subidas, bajadas, etc., la distancia obviamente aumenta. La Cueva del Tesoro consta en realidad de tres grandes zonas, hasta donde conocemos (aún no está del todo explorada) y deben existir profundas galerías que conectan con lo que era el mar en la época de formación de la Cueva, pues es cueva de origen marino, y su posterior emersión. Aún se conservan en las galerías de la gruta arenas marinas fósiles entre los huecos de sus paredes.
Volvamos a las esferas de luz. En principio, contemplo tres posibles explicaciones : una carácter físico. Pero una Física muy sutil y de tal naturaleza que aún no disponemos de medios para certificar la formación u origen y la composición de estas esferas.
Otra explicación que no descarto, aún con mis lógicas dudas, es de carácter metafísico : fenómenos ocurridos en la gruta en otro tiempo podrían haber dejado un tipo de «huella», algo que la Ciencia estimaría «esotérico y paranormal», pero dado que la Parapsicología es ya, en la actualidad, un tipo de investigación que está, (si se usan los instrumentos propios de las Ciencias), ya fuera de lo que se ha venido llamando pseudociencia, o sea, «falsa ciencia».
Y una tercera explicación es la que llamaría metapsíquico, que es aquella que estudia los fenómenos que sobrepasan los límites de la conciencia normal y más común, y de los que hasta ahora no se ha dado una explicación satisfactoria. Me parece obvio (pero admito que algunos puedan «obviar mi obviedad») que la explicación segunda, la metafísica, está «aparentemente» tan próxima a la metapsíquica que podríamos caer en la idea de fundirlas en una sola. Sin embargo, para mí, lo metafísico debe contener un elemento espiritual que yo no acabo de ver en los metapsíquico.
Dejo ahora fuera dar cuenta de cómo veo yo este tipo de fenómeno, constatado por diversas personas y en tiempos diferentes, todas ellas personas con eso que llamamos «sentido común», pero explicarme yo ahora en ello nos llevaría muy lejos, alargaría en demasía este texto, y pondría junto con las tres posibles razones que expliquen el fenómeno ya dadas, una de carácter tan personal (y, por ende, para muchos discutible) que no lo considero oportuno. Así que aquí acabamos por hoy. Y esto, lector : seguiré con más fotos, con más esferas luminosas, (tantas, que ustedes mismos puede que se asombren), y por supuesto daré en su momento mi visión del tema. Gracias.
Recomiendo lean el episodio de la empleada del Ayto. que se relata en el texto que se publicó antes de este, y que es el que inicia el tema de la “esferas de luz” en este tan curiosa Cueva, aún con mucho que desentrañar de sus honduras, pese a los expolios y descuidos en que aún está.
Todo llegará a su tiempo.