La visión de las cosas

23 Oct

¿Qué ven ustedes en esa fotografía? Está hecha en el interior de una Cueva, enfoca una roca caliza saliente, digamos que en un primer plano, y debido a la luz de una linterna no poco potente se crea un haz de luz redondo que deja zonas en la oscuridad. Lo que se trataba de resaltar en la fotografía son esos puntos oscuros, como impresos sobre las rocas, y dispuestos en forma que parece arbitraria, aunque no lo es tanto como inicialmente se podrán pensar : en algunas partes se agrupan en tríadas, en formas que se podrán pensar como con-formando constelaciones, etc. Si pensamos no ya en los puntos oscuros sino en las formas rocosas, podemos ver, con un mínimo de imaginación,  como una especie de cráneo de un animal donde los huecos oscuros de los ojos, ya vacías las cuencas, es lo que más destaca. Tal cráneo (¿de un cordero, de una cabrilla tal vez, o de una especie desconocida?) parece avanzar hacia quien mira la imagen.

En la parte superior de la imagen, en una especie de hueco de la roca caliza, se ven tres líneas o delgadas franjas oscuras, casi paralelas, y junto a ellas, como hacia la mitad, de nuevo un punto  de los antes referidos. Estas cosas que vemos en el fondo de una galería de la Cueva, ¿tienen algún tipo de sentido? Algunos de los puntos no son tan oscuros, sino que conservan un tono rojizo : es el color más habitual en las pinturas rupestres que se han descrito desde H. Breuil (el primer descubridor de tales pinturas en esta gruta y en otras muchas de Francia, la cornisa cantábrica, etc.) en esta Cueva que estamos en estos textos tratando : la conocida como Cueva del Tesoro, en la actualidad gestionada por el Ayto. de Rincón de la Victoria aun cuando sigue siendo de propiedad privada. Diré de paso que aunque ha sido en algunos aspectos estudiada la Cueva desde 1918 por estudiosos del pasado remoto de los hombres de la Edad de la Piedra, aún quedan aspectos de la gruta que están por ser estudiados en profundidad.

La pregunta que ahora me formulo es en apariencia simple, pero realidad no lo es tanto. Es esta : ¿qué veían los hombres primitivos en dichas formas? Son algunas de ellas  unas configuraciones que llamaríamos «abstractas», otras en cambio tienen un acentuado carácter realista : el Águila, por ejemplo; o la cabeza del Toro, o el altar bicorne que está como en la base del betilo de Noctiluca. Y hasta hay algunas que parecen tener una especie de con-formación geométrica. Sin embargo, lo que predomina en el conjunto de toda la cavidad es una cierta organización que nos hace pensar en figuras como salidas de un sueño, en unos casos, y como reproduciendo realidades fantasmagóricas en otros. En un lado de la Cueva puedes ver una gran nariz humana, en otro un conejo que salta, en otro una catarata de agua muy blanca… Ahora bien : ¿son estas cosas que estamos diciendo las que aquellos ancestros primitivos veían, o por el contrario su mirada era muy otra y hoy no estamos en disposición (mental, obviamente) de suponerles este tipo de pensamiento : el que aquí estamos desarrollando.

Este tema, al igual que otros que están en un plano muy cercano a él, lo tendremos que abordar con mayor detenimiento cuando nos ocupemos de algo tan interesante como generador de discusiones y teorías varias : la pictografía y el origen mismo de la escritura, y ello por supuesto en relación con la posible mentalidad del hombre ya plenamente «homo sapiens» pero tan lejano de nosotros como lo que suponen esos 35.000 o 40.000 años, como mínimo, que podemos suponerle. Nos apoyaremos en los estudios de Marc Groenen, Jean Bottéro, Ina Wunn, David Lewis Williams, entre otros que nombraremos en su momento. Ahora nos quedamos con unas palabras que tomamos del estudio que Ediciones Gallimard publicó en 1987 y que se titula «Mesopotamia. La escritura, la razón, y los dioses», en traducción de José Luis Rozas López.

He aquí esas palabras : «… el primer estadio de ésta, (la escritura), la primera forma que tomó al nacer, fue la pictografía. Pero la pictografía no era una escritura de palabras, ya que ignoraba como tal todo fonetismo, sino una escritura de cosas.» (pág. 126 del libro de J. Bottéro, antes citado). Retengamos esta idea : era una «escritura de cosas», no una escritura de palabras. Esos puntos, esas extrañas geometrías, esas formas destacadas del conjunto con marcas y señales de pintura, decían algo. La cuestión es ¿qué? Algún día lo sabremos : porque antes o después la visión de las cosas acaba llevándonos a puntos de confluencias mentales, ya sea con el raciocinio, con nuevos descubrimientos, mediante un uso mucho más perfeccionado y consciente de los sueños, o quien sabe si a través de algún fantástico descubrimiento como, pongamos por caso, el del carbono 14, que permite fijar fechas de maneras antes impensables, o como lo que aún ni podemos imaginar.

 

3 respuestas a «La visión de las cosas»

  1. El libro «Arqueología del Lenguaje. La conducta simbólica en el Paleolítico.», de Ángel Rivera Arrizabalaga, publicada en Akal en 2009, nos será de gran utilidad para abordar los temas que nos serán precisos.

  2. Qué interesante, también estoy convencido de que terminaremos descubriendo lo que los hombres prehistóricos quisieron plasmar para siempre en la boca. En mi caso, la mirada se dirigió al momento a ese animal de cuencas profundas. Quién sabe si no representó para ellos un caza venturosa, con los ritos previos de rigor.
    Un abrazo

  3. Así es, Alfonso. Estoy seguro de que sólo personas con la mentalidad artística que tú tienes son las que primero llegarán a comprender cosas que hoy nos parecen a la generalidad de los contemporáneos estar o fuera de todo posible descubrimiento o muy lejos de llegar a ser entendido.
    Pero confío en que para todas estas cosas habrá su “piedra Rosetta”. Y se descifrarán.
    Un abrazo

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