Esa «Cara de Piedra», de formación natural y que sobresale de la pared estando al extremo final de un saliente calizo, ya lo comenté en anterior ocasión. En el post de aquel texto la foto estaba tomada de frente y no se veían, por lo tanto, los punteados y las manchas rojas que rodean por una de los lados y por abajo dicha figura. He iluminado deliberadamente con la linterna la parte que ahora interesa para nuestras reflexiones, de modo que la «cara» de piedra caliza moldeada por el mar cuando esta gruta era aún un fondo marino, queda en el centro de la luz, en la parte de arriba, y los manchones de rojo y punteados quedan debajo de ella, y a un lado. El lado opuesto queda en la oscuridad.
Bien, ¿qué significan esos puntos, esas manchas de rojo, incluso esas leves pinturas de color también rojizo sobre la propia «cara» de roca caliza? Puede que nunca lo sepamos, o al menos que no sepamos nada de estos significados hasta que no soñemos algo al respecto. Y aquí, un breve inciso : «…hasta que no soñemos algo al respecto», acabo de escribir. ¿Qué sentido tiene esto? El significado de estas palabras para mí está claro, de lo contrario no las habría escrito. Pero qué puedan significar para todo el que las lea es algo que yo mismo debo tratar de dejar en claro. ¿Era esa cara humana tallada por la naturaleza un «vigilante fiel» de la oscuridad, y como tal reconocido como «viviente» por el hombre primitivo de las cavernas? ¿Querrían así ofrendarle un símbolo de sangre?
He llegado a ciertas ideas y he tratado de entender una gran cantidad de cosas de las que en esta cueva de origen marino que estuvo durante largos miles de años habitada por especies humanas ( : En concreto, el sapiens «cromañón» o «sapiens sapiens», nuestro más directo antecesor hasta la fecha reconocido, y el «sapiens neandertalensis», que coexistió un tiempo con la otra especie), y que dejaron en ella claramente sus huellas. Esto es cosa que sabemos desde el primer descubrimiento de la pinturas rupestres, por el abate Henri Breuil, en 1918, y hasta las investigaciones de mi propio padre, Manuel Laza Palacio, en las décadas de los años 50, 60 y 70, entre otros estudiosos que ahora no abordamos : tiempo nos tomaremos para ello. Y he llegado a estas ciertas ideas por dos vías : la observación directa de lo que se ha ido descubriendo, y lo que yo llamaría «el factor onírico». Me explicaré.
En un libro que se publicó en inglés en 1991 («The Power of Myth») y cuyo autor es Joseph Campbell, obra editada en nuestra lengua en el 2015 en traducción de César Aira, encontramos un a serie de ideas, de explicaciones, de aclaraciones y de afirmaciones basadas en largos estudios de grandes maestros y personalidades de la cultura. Tanto es así, que en posterior texto tendremos que volver sobre este libro fascinante. Por lo pronto, voy a transcribir unas palabras del entrevistador del gran mitólogo y estudioso que fue J. Campbell, Bill Moyers. Dice así :
«Las primitivas sociedades supieron que se vive matando y devorando; ese es el gran misterio sobre el que tratan los mitos. La caza se convirtió en un ritual de sacrificio, y los cazadores, a su vez, realizaron actos de expiación para con los espíritus de los animales. /…/ Los animales eran considerados enviados del otro mundo, y Campbell aventuró un acuerdo mágico y maravilloso entre el cazador y la presa, como si ambos participaran en un ciclo místico e intemporal de muerte, entierro y resurrección. El arte (las pinturas sobre los muros de las cavernas) y la literatura oral dieron forma al impulso que hoy llamamos religión.»
Sigue explicando Bill Moyers las ideas que le iba proporcionando Joseph Campbell, y nos las resume y da en forma extremadamente sintética y clara. Decía (J. Campbell) por ejemplo que «no es la Ciencia lo que ha empequeñecido a los humanos o nos ha divorciado de la divinidad. Al contrario, los nuevos descubrimientos de la ciencia «nos unen más a los pueblos de la antigüedad» permitiéndonos reconocer en este universo entero nuestra naturaleza más profunda. /…/ En un momento dado le pregunté, la última vez que lo vi, si todavía creía, como lo había escrito una vez, que en este momento estamos asistiendo a uno de los más grandes saltos del espíritu humano hacia un conocimiento no sólo de la naturaleza estrena, sino también de nuestro más genuino y profundo misterio interior.» Lo pensó un minuto y respondió : «El misterio más grande de toda la historia.»
Luego, se cierra esta introducción de Bill Moyers y se nos abre la charla, la entrevista que tiene con Joseph Campbell, y ahí, en esa entrevista, que conforma la totalidad del libro que nos demorará (junto con aspectos aún no explicitados de las pinturas y «manchas de color» deliberadas de esta Cueva) durante algún tiempo, entenderemos el sentido de los mitos, el valor del factor onírico tanto en la actualidad pero mucho más aún en los tiempos primitivos, donde el Sueño era una divinidad ( : «menor», pero divinidad ) y era una vía hacia el conocimiento : el factor onírico, podríamos llamarlo sin temor a decir ninguna tontería.
Mitos, dioses, La Diosa, sueños, los sueños y sus «realidades con-formadoras del espíritu humano»… Todo ello, para sucesivos textos. Y volvamos a la figura de piedra : ¿por qué el hombre primitivo hizo figuras femeninas, como esas «venus» pequeñas que se enterraban, y no se ocuparon de representar en tallas figuras masculinas? Creo que a lo largo de las cosas que encontraremos en «EL Poder del Mito» de Joseph Campbell, lo podremos entender. O al menos, vislumbrar. Y quede desde ya claro : J. Campbell une en estrecha relación los mitos con determinados tipos de sueños.
Entiendo que es posible aventurar, a la vista de lo que se puede observar en la pared de la Cueva donde se encuentra esa formación caliza de aspecto claramente humano, que el hombre que la vio hace miles de años y la punteó en algunos sitios de rojo, y añadió manchas y puntos rojos en una zona amplia de su entorno, bien pudiera ser que tomara a esta «figura de cara» que mira hacia el interior de la gruta como un indicador ¿de qué? ¿Un «vigilante»?
Sobre ello volveré en otros textos : el tema es interesante.
Donde dice «…no sólo de la naturaleza estrena», debe decir «…naturaleza externa».
Error mío no : descuido. Porque olvidar que éstos inteligentes ordenadores a veces ponen la palabra que ellos mismos «prefiguran»…
Me consta que el factor onírico tiene un papel fundamental en la historia de la humanidad desde el principio de los tiempos. Ya en los primeros textos literarios más antiguos (como el Poema de Gilgamesh) se les da a los sueños gran importancia. Y en sucesivas culturas históricas este interés se mantiene. ¿Cabe suponer que el hombre que ya había logrado dominar el fuego, hará de ello por lo menos unos 500.000 años, de acuerdo con Yves Coppens, no soñaba?
Soñaba y en ocasiones gracias a sus sueños aprendía cosas o llegaba a presentir otras que, luego en la vigilia, les eran muy útiles.
Que durante siglos ( : 500 siglos calcula Yves Coppens) el ser humano ya dominara el fuego y tuviera habilidades para fabricar instrumentos y organizarse, y dominara el lenguaje lo suficiente como para organizar partidas de caza y establecer un cierto «rango de clanes», y no se transmitiera mitos…, ¿no es difícil de imaginar? El mito y el sueño están íntimamente unidos, como veremos siguiendo a J. Campbell.
Querido Manuel, cada día estoy más interesado en Campbell, del que todavía no he podido leer, nada, pero aparte de ti, también es un admirador suyo Luis Alberto de Cuenca. Sus interpretaciones, muy acordes con las tuyas, las encuentro fascinantes.
Aprovecho para comentarte que la Fundación Juan March va a organizar en los próximos días un ciclo de charlas sobre pintura rupestre, y como todas las conferencias, las puedes escuchar cuando quieras, una vez celebradas. Yo suelo bajármelas a un ipod y las escucho camino del trabajo (ahora estoy escuchando a Ana María Matute…).
Te paso el enlace por si es de tu interés:
https://www.march.es/conferencias/detalle.aspx?p5=100253&l=1
Un abrazo
Mil gracias, Alfonso. ¡Sí que me interesa todo lo que me has dicho y el link que me pasas! Gracias por leer estos textos y por darme nuevos horizontes.
Hay algo que podemos aventurar : con los suficientes avances de la Ciencia y los venideros descubrimientos de nuevos yacimientos y especies con sus logros, tendremos un mayor panorama de hasta dónde llegó el hombre prehistórico en sus logros. Mentales y materiales, pero sobre todo mentales.
Leo hoy en un periódico local del Rincón de la Victoria que se piensa rodar una peli de terror en el interior del BIC «Cueva del Tesoro». ¿En un BIC cámaras de cine y escenas de sangre y todo eso típico de las películas de terror? ¿Con qué autorización? ¿Lo sabe la Junta de Andalucía? La propiedad del BIC, actualmente mis hermanas y yo, nada sabe, y todo lo teme…
Los destrozos pueden ser irreparables. Las paredes y sus pinturas, los espeleotemas, todo puede quedar en gran parte muy deteriorado.
No es legal tal actuación sin la debida autorización, y ésta no se puede dar si no se hace un proyecto con sus responsables adecuados. En fin : que hay una Ley del Patrimonio Histórico y Arqueológico y debe ser respetada.