El Sueño, las Piedras…

1 Feb

En anterior ocasión y en este mismo foro de La Opinión de Málaga, ya comenté algo sobre esta curiosa Piedra, que al tener nombre propio, – pues se llama Noctiluca -, bien podemos considerarla como ejemplo permanente del modo como los seres humanos se relacionan a veces, y según los tiempos y las creencias, y según épocas y culturas, con el mundo que le rodea, que es el mundo donde viven y crean, y al crear, crean también formas de sus credos, de sus creencias, y obviamente : de sus sueños. Los seres humanos sobre todo soñamos cuanto nos rodea durante la inmensa mayoría del tiempo. Ya decía Jung que vivimos en un «continuum oniricum» tanto como estamos en un «continuum» psicofísico. 

Noctiluca era una deidad prehistórica que mi padre re-descubrió, en sus investigaciones llevadas a cabo durante más de 35 años en la Cueva del Tesoro, (o del Higuerón, o del Suizo, que son otros nombres de la misma gruta), y al descubrirla, indagó en torno a ella. En su base, había unas cenizas cenizas que, analizadas por su hermano y tío paterno mío Modesto Laza Palacio, resultaron ser cenizas de mamíferos allí depositadas y quién sabe si también allí quemadas. Algún animal degollado y quemado ante La Piedra, es decir, ante la Diosa, pues Noctiluca era una divinidad de carácter lunar cuyo nombre, de origen latino (al ser éstos quienes nos transmiten su leyenda) significa «La que brilla en la noche».

La llamo Piedra, así en mayúscula, recordando un episodio que se nos hace llegar a través de los evangelistas (Marcos, Lucas) y en donde Jesús cambia a Simón de nombre y le llama Pedro, es decir, «piedra». Los cambios de nombre en la Biblia son significativos de cambios en el ser (o en el hacer) íntimo y futuro de la persona en cuestión.

Así, Abram pasa a llamarse Abraham cuando se va a convertir en «padre de muchedumbres», tal refiere el Génesis. Y Simón pasa a ser «piedra», esto es, Petrus/Pedro, al constituirse en «apóstol-fundamento» : de una venidera iglesia.

Y la estimo «piedra de sueño» porque de alguna manera las divinidades habitan y viven en el sueño de los hombres, y también en los sueños de la Historia de los hombres : los que efectuaran en su día sacrificios ante esa Piedra Lunar, o «piedra sagrada», ¿acaso no soñaban divinidades y les pedían algo con sus actos? Para ellos, esa piedra no era sólo ni sobre todo una simple piedra, sino La Piedra.

Y sus actos de sacrificio y de peticiones no eran por cierto simples actos, sino que eran actos de «sacrum facere», que vale por «hacer sagrado (algo)», y de ahí «sacrificio», que nosotros hemos acabado en convertir en una cosa que conlleva dolor, cuando no tiene necesariamente que ser así : hacer que algo sea sagrado en modo alguno debe estar ligado, de manera necesaria, al dolor.

¿Cuáles son las cosas que nos mueven a decir esto que decimos? Ahora me voy a limitar a reproducir unas palabras de Stéphane Lupasco, un físico y filósofo que en su Les Trois Matières, nos dice : «El universo, todas las cosas, son sueños en sí, por decirlo de algún modo : la trama del mundo, si existe, cosa sorprendente, para que exista está hecha de sueños.»

Lupasco, filósofo francés que vivió entre 1900 y 1988, con su «La lógica de la energía», nos da una lección de soñar que al cabo nos resulta sorprendente. El libro suyo titulado «Les Trois Matières» vio la luz en 1960.

 

6 respuestas a «El Sueño, las Piedras…»

  1. La imagen que ahora he usado no es una fotografía hecha por mí directamente del BETILO o PIEDRA SAGRADA, sino de una página de un libro donde está representada con más luz de la que yo obtenía en mis fotografías con una cámara de móvil, que no son muy de fiar, por cierto.

  2. Un autor clásico antiguo decía en su descripción de la geografía del sur de Iberia, o de Hispania, que había tres grandes lugares de cultos a dioses o dioses : uno en lo que hoy es Cabo de Gata, otro en lo que es Estrecho de Gibraltar (dedicado a Hércules) y entre ambos, el de Almería y el de Cádiz, un tercero dedicado a una diosa lunar llamada Noctiluca.

  3. Noctiluca o «la que brilla en la noche» era la Diosa, la Reina del Cielo, la Madre de los Dioses. Y la divinidad del Cabo de Gata sería posiblemente Venus.

  4. Con todo estamos ante una cuestión muy discutida. Era R. F. Avieno el autor a quien antes me he referido, y los nombres de los dioses / diosas venerados entre el Estrecho de Gibraltar y Cabo de Gata eran el Sol, la Luna y las estrellas.
    Esto ha hecho pensar a más de un investigador en un posible origen sumerio o babilónico de estos cultos, traídos por los fenicios.

  5. No hace mucho he encontrado un libro de Joseph Campbell, titulado DIOSAS y editado en Atalanta. Prometo contar cuanto de interés encuentre en él y que tenga referencia con lo que venimos comentando.

  6. ¿Voy lento en mi lectura ? No. Lo que ocurre es que los libros – determinados libros – no los leo una sola vez. Dos al menos. Y entre vez y vez, dejó un cierto espacio de tiempo. (¡Qué expresión, «espacio de tiempo»!)

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