Árbol de Vida

28 Dic
Tronco de árbol donde se bifurca.
Tronco de árbol donde se bifurca : es la vida.

 

La vida es una de las razones que conducen a la inteligencia misma, (ese Algo en sí que nos guía), a buscar caminos, a bifurcarse. La vida es lo que por sí misma se divide, que eso es bi-furcarse : ahorquillarse.

Si observan la parte más inmediata del tronco de árbol que hemos reproducido en esa fotografía, puede que con cierta facilidad «adivinen» en él un cierto parecido con la cabeza de un elefante que lanza su desmesurada trompa hacia el cielo, y al propio tiempo mira con intensidad ese mismo cielo que parece querer alcanzar. Luego, la parte del tronco que queda como más atrás en la perspectiva de la foto, se divide a su vez en dos partes.

O sea, se bifurca de nuevo. Y eso es precisamente lo que la vida hace : lo simple se torna complejo, «el Uno» parece que se busca a sí mismo, y en esa búsqueda «aparece el Dos», y de ambos ya se inicia la escalera ascendente del árbol de la vida. O de los números (que son a su vez númenes : para la inteligencia, ese Algo-en-sí que se decía). Y la carrera ya no llega nunca a su fin : se inicia de ese modo la Sinfonía del Infinito.

Sinfonía del Infinito : qué idea. Qué tan gran abismo, qué océano de pensamientos. Como si de una música se tratara, el abismo deja de ser algo terrible y «se nos musifica», se nos hace música. Un abismo es así una sinfonía, y la música se resuelve en algo sin fin. Es un infinito.

Dado que hoy no queremos en este texto prolongarnos más allá de unos muy estrictos límites, nos limitaremos a reproducir una palabras de Chantal Maillard. Son palabras muy intensas : su texto, el de Maillard, que tomamos de la primera edición de una obra colectiva que la propia Chantal dirigió y su publicó en Editorial Kairós en octubre del 2001, es un en sí a la vez que una reflexión, una oración y un poema, una bi-furcación que nos ilumina y una y otra vez nos lanza al cielo para devolvernos al suelo y de nuevo hacernos ascender para otra vez descender y así, sucesivamente, hasta el infinito.

4 respuestas a «Árbol de Vida»

  1. Es árbol de vida porque en su esencia ni se ciñe al bien ni al mal ni tampoco busca «ciencia» : se limita a plantarse en el suelo y estirar-se hacia el cielo manteniendo así una verticalidad elemental : ni más ni menos a como hicieron los seres hasta hacerse «humanos»…

  2. Como es lógico en esta ocasión las palabras del libro cuya edición efectuó en Kairós (Barcelona, Octubre 2001) Chantal Maillard, las citaremos en uno de estos comentarios. Son palabras- versos y son en su conjunto un texto de hondura altamente vigorizadora. Eleva el pensamiento y nos lleva a la serena reflexión : es lo propio de Chantal. Siempre.

  3. Chantal Maillard viene a expresar en breves y muy ágiles y hondas palabras cómo es en los árboles donde en lugares específicos, la India, por ejemplo, donde se puede hallar la presencia y fuerza de un dios.
    Y relata cómo en su infancia, aún sin saber el valor intrínseco de lo que hacía, disfrutaba al disponer en torno a un árbol los regalos y cosas preferidas.
    Todo eso lo veremos en otro texto dedicado a este tema, tan clave en muy diversas culturas.

  4. Si observamos con atención la íntima relación que viene estando establecida desde tiempos inmemoriales entre los árboles y otros seres inteligentes, ya sean proto-humanos o humanos plenos, pronto nos damos cuenta de que esos seres magníficos que son los árboles tienen en sí algo que, de no ser por las actuales creencias científicas y lógicas, no estaríamos muy lejos de considerarlas «mágicas».

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