¿Hay algún tipo de «misticismo» que pueda ser considerado como un modo muy específico de lo que los actuales antropólogos que se ocupan del tema llaman «brujería»? Estoy pensando ahora en los estudios del investigador Timothy J. Knab sobre los aztecas del México actual, y en su obra titulada «La guerra de los brujos. Viaje al mundo oculto de los aztecas contemporáneos.»
La obra de T. J. Knab citada «parece» ficción, pero no pasa de eso, de parecerlo; porque en realidad se trata del relato de una experiencia personal y es, además, el resultado de décadas de trabajo sobre el terreno en el México del siglo XX. Y la pregunta con que inicio este texto, eso de si místicos o si brujos, la creo pertinente por razones varias, que ahora no debo desarrollar en este espacio : es tema para otro tipo de foro y, sobre todo, para un tratamiento más amplio, que en este momento no puedo abordar. Pero sí que daré al menos una explicación de por qué aquí se casi identifican (¡ hasta cierto punto, y sólo hasta cierto punto !) ciertos fenómenos místicos con similares sucesos propios de los chamanes de diversas culturas muy antiguas, algunas de las cuales persisten en la actualidad : tanto en místicos como en chamanes.
Chamanes, o brujos; ahora la identificación de brujería y chamanismo es pertinente, siempre que se advierta que no nos referimos, en ningún caso, a los «falsos brujos», que son simples tunantes estafadores, ni tampoco a los fingidos místicos, que o son engañadores, o son simples perturbados que se encuentran sumamente confundidos con su propia pisco-realidad. Tanto en unos como en otros, decía, ya se trate de casos de místicos como de chamanes, ocurren fenómenos que aún siguen desafiando a la Ciencia actual.
Fenómenos como el de la bilocación, que tal y como parece haberse producido en casos diversos no se explica ( : aún…) por la propia física cuántica, o la visión anticipada de hechos futuros, esto es, la tan conocida «videncia». E insisto : quede fuere de lugar, y para siempre, los casos tan numerosos de fraudes, ya se trate de fraudes conscientes cometidos por tunantes estafadores de conciencias y fortunas com o los casos de engaños inconscientes, llevados a cabo por personas con ciertas perturbaciones psicosomáticas, de las que pueden no ser conocedores y ellos mismos las confunden con «realidades místicas». Nos centramos ahora en los casos de bilocación, es decir, en aquellos en los que se constata que una persona ha estado simultáneamente en dos lugares muy distantes, y dejamos de lado en este momento los casos de la visión anticipada de hechos aún no acaecidos.
Tanto en lo uno como en lo otro, y para más todavía acotar el tema, está muy presente en muchas ocasiones o directamente algún proceso onírico, o de manera menos directa pero con cierta importancia, el estado del sueño. Quiero decir que mientras un sujeto duerme es más fácil que se produzcan algunos de estos fenómenos. En casos, también, no hay estado onírico o «sueño» propiamente dicho, pero sí un especial estado de abstracción mental del sujeto, ya sea por concentración deliberada, ya por somnolencia sin caer en el simple dormir, o por un muy especial «arrobamiento psíquico», más propio, esto último, de místicos que no de chamanes. Esto último, como es obvio, nos obliga a separar algo que parece estar como casi identificado ya desde el inicio de esta entrada : al místico del chamán. Espero seguir ahondando en el tema, y ello ya con nombre propios y no sólo a través de los datos que en la obra arriba citada nos deja T. J. Knab.
La obra de Timothy J. Knab que antes he citado, y que seguiré usando en venideras entradas a este blog, se editó en traducción de Guillem Soler Solé, en Edicioness Península, (Barcelona, 1997).
La edición original en inglés se titula «A War of Witches», by Timothy J. Knab, 1995.
Tuve la oportunidad de entrevistar al enviado del Dalai Lama para América Latina hace 21 años, un lama budista que me comentó que a diario hacía meditación y lograba ver a su hermana en Lhasa, ciudad que no visitaba desde la invasión china del Tibet, así que algún tipo de explicación debe haber para estos fenónemos. Otra cosa es que todavía no demos con ellos. Un abrazo
Gracias, Alfonso, por tu comentario tan valioso. Por mi parte estoy convencido de que en su día la Ciencia encontrará explicación racional a estos fenómenos, tanto a las bilocaciones, como a las levitaciones y a las premoniciones o, incluso, a las «visiones anticipadas» de algo futuro. (Y esto sin que en modo alguno haya que recurrir a la contraposición tan al uso de Ciencia y Fe, que son para mí «estados cualitativos» de la mente humana y no tienen por qué contradecirse).
Este fin de semana, si ningún imprevisto lo dificulta, seguiré con este tema y traeré ante los lectores un texto sobre casos curiosos de místicos (cristianos y no cristianos) que han dado en sí mismos ejemplos de fenómenos que aún desafían a la ciencia. Podré un ejemplo, a modo de anticipación de lo que vendrá : las levitaciones de Teresa de Ávila, la monja reformadora de la Orden del Carmelo.