Es difícil que uno sueñe que le disparan y recibe un impacto de bala, y despierte herido : justo donde le disparaban a uno en el sueño, allí estaba la herida al despertar. Es difícil pero ¿es también imposible? Personalmente no lo tengo por imposible, aunque desde luego si que muy, muy improbable.
La razón de no considerarlo imposible es muy simple : uno puede soñar algo que luego le ocurre en la realidad, y por lo tanto, puede tener un sueño que sea «casi» simultáneo con la realidad. Eso, más que soñar, sería un modo de «conocimiento de anticipación», cosa que también es rara pero que ha sido estudiada desde diversos ámbitos, que ahora no nos interesan.
Pero antes de seguir, dejo esta pregunta en el aire, o por mejor decir en la página virtual que sobre la pantalla del ordenador puedo leer : ¿ha soñado alguna vez la humanidad, esto es, algunos de sus miembros, seres como nosotros, hemos soñado alguna vez con nuestro futuro? No hablo del futuro personal, que puede que a primera vista sea el que más parezca que debe interesar, sino del futuro colectivo. Creo que sí, que lo hemos soñado, imaginado, temido, deseado… Y no una, sino múltiples veces. Tales sueños son, de algún modo, «impactos».
Son impactos psicológicos y, cuando se tienen, debe uno considerar con cuidado y gran tacto si debemos contarlos o no. Ahí, conviene recordar lo que nos advertía el clásico Vicente Espinel, sobre la gran conveniencia del callar, que es un arte en muchas ocasiones, y del no hablar en demasía y, sobre algunas cosas, no hablar en absoluto. Quien ande dejando caer acá y allá advertencias o relatos de cosas que imagina futuras, ya porque las sueñe o ya porque las intuya, corre el riesgo de pasar por persona poco cuerda, además de charlatán.
¡Cuanto ganarían, pongo por caso, muchos de nuestros ínclitos políticos callando promesas que no han de cumplir y, sobre ello, silenciando méritos que no les corresponden! Pero esto es otra cosa, que tampoco ahora nos atañe y que espero que en el decurso de estos textos, el de hoy y los venideros, nunca nos ocupen : doctores tiene ya la «res publica» para que venga un servidor a estas alturas a sumarse al cotarro.
Hay, sí, un tipo de impacto que no deseo dejarme atrás : en un libro, que no ha mucho dejé prestado a alguien y que hablaba de cómo sería el mundo en el 2050, o sea, dentro de ya menos de 40 años, se anunciaban grandes crisis debidas a cosas como inundaciones seguidas de grandes sequías, encarecimiento (y poca disponibilidad para grandes masas de población) de la energía eléctrica, hambrunas y otras lindezas de este calibre. Ello llevaría a un endurecimiento de las políticas represivas en los países del llamado «primer mundo», que se defenderían a la par de sus propias poblaciones de descontentos y de masas de foráneos que tratarían de acceder a sus riquezas…
La cuestión es : ¿acaso eso no está ocurriendo ya? O sea : que lo que se advertía podría ocurrir para dentro de unos 35 ó 40 años, ya está pasando. ¿vivimos ya en ese futuro amenazar, ese tiempo de impactos? Me temo que pudiera ser que sí. ¿Qué hacer ante esto? Sólo una solución realmente «humana» : tomar conciencia de ello, y ponerle remedio antes de que sea demasiado tarde, y el impacto sea mayúsculo. ¿O no?
Desde luego que el impacto de las prácticas del llamado «capitalismo salvaje» sobre la población (primero) y sobre su propia ruina de manera muy inmediata a la anterior, también va a ser de gran magnitud : tales prácticas son absolutamente suicidas.
Sí que está ocurriendo ya, es más, pienso que ya hace tiempo que se viene dando. No creo que sea algo que aparezca de repente, sino que lleva un proceso de destrucción lento. Desgraciadamente me veo, nos vemos, a la población de a pie indefensa ante lo que se nos viene encima, ya que por mucho que queramos afrontar esta situación la calaña politica que nos gobierna no hará nada por su pueblo, bueno sí, por el que tiene medios y dinero. Lo cual no quiere decir que perdamos la esperanza y además, ¿no somos nosotros una mayoría frente a ellos? si unieramos nuestra fuerzas y unieramos conciencia, tal vez podríamos poner remedio.
Y más :
Hay algo que lo hace todo más enrevesado : algunas de las cosas que han empezado a pasar, son ya irreversibles. Y ante ciertos desastres no hay – creo yo, y ojalá me equivocara – gobierno ni dinero posible que los pueda parar : el calentamiento global, por ejemplo. Y otra cosa, por cambiar a un nuevo ejemplo : ¿Quién puede hoy eliminar la mucha chatarra que nos rodea en el espacio inmediato al planeta? En fin, que como no se dé un cambio inesperado, por ahora impensable, esta cultura seguirá siendo auto-destructiva : ha puesto la riqueza material por delante de toda otra cuestión.
Totalmente de acuerdo. Vivimos en una sociedad materialista que no le interesa ni se preocupa el mundo que nos rodea y en el que vivimos.
Solo interesa el dinero y beneficio personal a costa de los demás y a costa del planeta. Pongo como ejemplo muy reciente la plataforma que quieren montar en el mediterráneo y que acabará destruyendo la fauna marina del mismo y las magníficas tierras que son bañadas por el, Valencia, Ibiza, Menorca…Personalmete soy una enamorada de las costas de las islas Baleares, son nuestro pequeño Caribe y podríamos perderlo como siempre para que unos pocos se beneficien económicamente. ¡¡Pero si ni siquiera tienen certeza de que hay petróleo!!!
Pienso que para comenzar a concienciarnos deberíamos empezar por abajo, por esas personas que tiran papeles o colillas desde el coche, dejan basura en la playa en lugar de llevarla al contenedor, etc… Empecemos desde abajo y tal vez consigamos crear una conciencia global.
Muy bien. Ojalá que ese modo de pensar que manifiestas cunda y se expanda. Esta tierra lo necesita.