Sueños : Intermezzo Lírico

27 Feb
Música era en su día...

Ante todo, se me permita este uso, ( por lo demás, no extraño. Creo. O al menos, no demasiado ), del término italiano, INTERMEZZO, tan vinculado a la ópera y, eventualmente, al cine. Hasta qué punto sea lícito usarlo aquí, entre textos muy breves que quieren tratar cosas de ese inmenso océano aún sin mapas náuticos que es el SUEÑO. Pero es que ahora sólo vamos a aparcar lo que en su momento se tratará acerca del sueño y de los sueños con contenidos predominantemente o eróticos o sexuales, y más adelante nos centraremos en ello. Y es que ahora nos llaman unos fragmentos de poemas de un muy gran escritor de nuestro de cada día : CLAUDIO RODRIGUEZ. Y aclaro : lo «de cada día» viene a significar ahora únicamente que suelo leer cosas del clásico universal nacido en Zamora y «volado» un día del año de 1999 un día sí y al siguiente más. Y aclaro más : «clásico» y «universal» se me antojan aquí y ahora términos casi sinónimos. Pero vamos a lo que íbamos :

II

EL SUEÑO DE UNA PESADILLA

El tiempo está entre tus manos :

tócalo, tócalo. Ahora anochece y hay

pus en el olor del cuerpo, hay alta marea

en el mar del dormir, y el surco abierto

entre las sábanas.

La cruz de las pestañas

a punto de caer, los labios hasta el cielo del techo,

hasta la melodía de la espiga,

hasta esta lámpara de un azul ya pálido,

en este cuarto que se me va alzando

con la ventana sin piedad,

maldita y olorosa, traspasada de estrellas.

Y en mis ojos la estrella, aquí, doliéndome,

ciñéndome, habitándome astuta

en la noche de la respiración, en el otoño claro

de la amapola del párpado,

en las agujas del pinar del sueño.

Las calles, los almendros,

algunos de hoja malva,

otros de floración tardía, frente

a la soledad del puente

donde se hila la luz : entre los ojos

tempranos para odiar. Y pasa el agua

nunca tardía del Duero,

emocionada y lenta,

quemando mi infancia.

¿Qué hago con mi sudor, con estos años

sin dinero y sin riesgo,

sin perfidia siquiera ahora en mi cama?

¿Y volveré a soñar

esta pesadilla? Tú estate quieto, quieto.

Pon la cabeza alta y pon las manos

en la nuca. Y sobre todo ve

que amanece, aún aquí,

en el rincón del uso de tus sueños,

junto al delito de la oscuridad,

junto al almendro. Qué bien sé su sombra.

Este poema, el II de la parte primera de «EL VUELO DE LA CELEBRACIÓN», junto con ese final de ese otro poema de la misma obra, MÚSICA CALLADA, y del que cito a continuación sus tres versos finales, delimiten ahora lo que carece en realidad de lindes : la poesía de alguien que en los clásicos latinos y castellanos, y en los místicos, con quien tanto se sintió unido, y en los simbolistas franceses, y en… ( silencio…). Estos versos últimos que se citan a continuación y este poema, – decía- , sean hoy la voz verdadera de este texto.

«¿Qué más? ¿Qué más? ¿Es que oiremos tan sólo

después de tanto amor y de tanto fracaso

la música de la sombra y el sonido del sueño?»

Y termino : para aquellos lectores habituados a la poesía, esto que ahora digo es innecesario. Pero para los que no, valga de algo : el título del poema último, «MÚSICA CALLADA», es una clara alusión, directa y a modo de hondo sentir, a la poesía de SAN JUAN DE LA CRUZ. O si lo prefieren, de JUAN DE YEPES, que se llamaba para el siglo el máximo místico del ave solitaria y del alto vuelo de la soledad sonora. Gracias. Relean los poemas y, sobre todo, acudan a Claudio Rodríguez : hay campo puro en sus versos, esos campos de espigas y labriegos y sudores y soles y labrantías.

5 respuestas a «Sueños : Intermezzo Lírico»

  1. Claudio Rodríguez, Zamora. 1934 – 1999. Poeta y profesor, gran lector y uno de esos seres que cuando miran las cosas suelen ver más allá de ellas lo que sólo el alma es capaz de ver y mirar. (Sea lo que sea el alma: Y sea lo que sea ese «más allá de ellas»…

  2. Hay alguna errata (: (…de nuestro de cada día) . El «de», sobra. Cada vez tolero menos mis erratas a la par que quiero ser más indulgente con las ajenas… ¿Acaso voy caminando hacia un hacerme abuelo de mis contemporáneos? ).
    Y hay algún uso quizá extraño para muchos pero para mí grato : el pronombre «que» en singular con un referente plural, que suele antecederle.
    Gracias.

  3. Precioso Intermezzo, mejor incluso que el de Fellini querido Manuel, pues nos regalas un poema del gran don Claudio y nos dejas frases memorables, aparentemente sencillas como esa ausencia de mapas náuticos para el inmenso océano de los sueños. Por casualidades de la vida estoy acompañando a Lucrecio en su exploración de la Naturaleza, incluidos los sueños. Felicidades y a seguir navegando por esos mares insondables tan sugerentes.

    • Muchas gracias por tus palabras, querido Alfonso. Gran valor tienen para mí, pues de ti vienen, una persona cuyas obras y escritos, literarios y periodísticos, tengo en gran estima. Muchas veces te lo he dicho : esta ciudad está en deuda contigo, y por muchos motivos, todos ellos de alta valía. El tiempo me dará la razón : habrás de ser reconocido un día como Hijo Predilecto de Málaga.
      Un fuerte abrazo.
      En otro orden de cosas : ¡qué gran libro el «De Rerum Natura», de Lucrecio!

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