Hay un tipo de sueños que se caracterizan de manera muy generalizada como «pesadillas» : son los sueños de terror. Las personas que nunca hayan tenido un sueño de este tipo son muy pocas, de acuerdo con los estudios en su estado actual. Al mismo tiempo, y pese a que el folklore ha creado su propia iconografía al respecto, el estudio de este tipo de fenómenos está aún por avanzar de manera decidida y relevante, desde el punto de vista científico. La razón de ello puede ser el hecho, a primera vista bien simple, de que tales trastornos del sueño no suelen incidir de un modo muy directo y preocupante sobre la vida de vigilia de los sujetos que los padecen, ni, por lo tanto, significar un grave obstáculo para su rendimiento laboral.
En principio podemos separa dos grandes tipos de sueños de terror : aquellos que una vez despiertos nos siguen causando terror, y que requieren un mínimo de atención por nuestra parte para evitar que se repitan, y aquellos otros que incluso durante su desarrollo no nos alteran tanto, e incluso nos estimulan. Por ejemplo, el sueño que dio en su momento lugar a la creación de la magnífica novela de R. L. Stevenson donde se crean los personajes del doctor Jekyll y Mr. Hyde, y que representa para muchos la versión literaria de un caso de trastorno bipolar, es decir, una psicopatología clásica, no debió ser para el novelista escocés un sueño en absoluto rechazado, pues según anécdotas se complacía en sus visiones nocturnas que a la postre se convertirían en sueños de creación. No es lo normal. Lo más corriente es que las pesadillas (nightmare, en inglés : «El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde» nace en una supuesta pesadilla del escritor; sin embargo éste no quería que se le despertase cuando estaba entrado en ella… ¿Sabía su inconsciente que de su sueño iba a nacer una obra maestra?) provoquen en quienes las padezcan un gran rechazo e incluso traten de eliminarlas con tratamientos de diversos tipos : psicológicos o farmacológicos.
Los sueños de terror nos son conocidos desde la Antigüedad, y es en la Edad Media cuando fraguan su propia «estructura ideográfica», por así llamarla. Ahí nacen íncubos, súcubos y los demonios nocturnos, la Vieja Bruja (Mare) y tantos y tantos personajes adoptados por el folklore popular como seres sobrenaturales «reales» que hay que evitar (¡ o que conviene convocar !) como sea.
Bien, pero ¿qué hay tras de ese tipo de sueños? En algunos casos, diríamos que en casos extremos, lo que hay es una patología, la narcolepsia, que tiene un tratamiento muy eficaz con antidepresivos. Se trata de lograr que se nos receten dosis equis de fármacos que, al inhibir la fase REM del sueño normal, dado que los sueños se suelen tener en una 99% de los casos en el estadio de R(apid) E(yes) M(ovements), se cercenan con dicha fase REM los posibles sueños perturbadores. Las pesadillas, en definitiva. Sin embargo, y como veremos en otro texto posterior, esa eliminación no es a la larga fructífera pues con ella amputamos en nuestra Psique un elemento de crucial importancia para su estudio. Es infinitamente más provechoso sacar partido de esas breves «excursiones nocturnas a los infiernos del alma», toparnos con esos seres extraños que tal vez tengan sus propias vidas en mundos inferiores -supuestamente, claro-, y acabar dando un golpe de timón a mil y una cosas que nos acaben poniendo rumbo a un mejor conocimiento del «en sí mismo», sin caer en el ensimismamiento. Seguiremos con estas cosas, lectores.
Fuseli o Füssli, como es su nombre realmente, es un pintor nacido en Suiza que representa el paso al romanticismo de corte alemán y llamado «oscuro» por su temática, entre otras cosas. Se acerca así a autores que hacen del mundo de los terrores nocturnos y los demonios una fuente de inspiración. Murió en abril de 1825.
Voy a permitirme hacer ciertas correcciones gruesas sobre errores importantes en un tema a caballo entre lo espiritual y lo científico, pero siempre cotidiano.
1º Los «sueños de terror» son parasomnias (ocurren durante el sueño): y pueden ser TERRORES NOCTURNOS (despertar con agitación y temor) Y PESADILLAS (un sueño que produce miedo).
2º Se sueña tanto en Fase REM como en Fase No REM (aunque tienen diferentes peculiaridades interesantes).
3º La NARCOLEPSIA nada tiene que ver con las pesadillas, es un trastorno consistente en quedarse dormido de forma brusca o tener «sueños despierto» y parálisis del sueño de forma indeseada. Y su tratamiento es con estimulantes no con antidepresivos.
Un saludo
psicoterapiamalaga.com
Lo que no veo claro, – y tiempo habrá de dilucidarlo-, es lo que dicen ustedes de «errores importantes» : ¿de verás creen que en ese amplio y aún poco estudiado campo están las cosas tan claras como para afirmar lo que afirman? Tengo mis dudas, me apoyo en otros especialistas, pero debo dejar claro esto : mi idea de base es sólo poner de relevancia la necesidad de una mayor atención al mundo del universo onírico. Y tratar de aprender más : ignoro demasiadas cosas como para ir más allá de plantear caminos…
Es muy interesante el tema del sueño, las pesadillas, imagino que influyen tantas cosas en ellos ó ellos en tantas cosas.Pero me pregunto si afectan más a personas con tdh que a personas sin este transtorno.Quedo espectante a los próximos textos.
Si te refieres al trastorno de Hiperactividad es posible que personas con ese tipo de Síndrome tengan más frecuentes pesadillas. Es un tema de gran interés y (esto es cosa que tengo para mí) creo que el hecho de tener con frecuencia pesadillas suele ir acompañado de una fértil inteligencia. Ya abordaré, desde mis limitadas posibilidades, ese tema en relación con los sueños y sus trastornos. Gracias, Kike.
Con todo, Kike, los estudios sobre el sueño están aún en mantillas en muchos aspectos. No hace mucho se ha descubierto un tipo de ondas (cerebrales) que se llaman PGO, y que ayudan a generar los sueños. El descubrimiento lo han hecho investigadores del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en investigaciones realizadas entre 2003 y 2008.
Entre este tipo de investigaciones y las que se organicen a partir de los llamados «bancos de sueños», pero sobre todo a partir del afinamiento de los recursos tecnológicos, se podrán desvelar un gran número de cosas que hoy día se dan o por insolubles, o por «explicadas»…, sólo que desde otras perspectivas. El cerebro humano sigue siendo un «continente por explorar», y del que aún faltan muchos «mapas».
Mi visión de todo esto, claro es, nunca puede pasar de la que tiene un simple aficionado a los temas oníricos : no soy especialista, ni psicólogo, ni médico, ni investigador, y mi acercamiento al tema me viene más por la Literatura (y la personal experiencia en el soñar, tan válida como la de cualquiera) y la lectura que no por el conocimiento científico fundado en estudios académicos.
Gracias, Psicoterapiamálaga, por sus observaciones. De todas formas debo decir que en mi forma de ver estas cosas, (que no es ni puede ser la de un científico ni la de un especialista ya que no soy ni lo uno ni lo otro), creo estar en lo cierto cuando detecto dos cuestiones : la del relativo conocimiento que se tiene del cerebro humano, y la que se experimentan de sus funciones, las funciones del cerebro, digo.
Aparte de eso, según el tipo de terminología que se use, y de acuerdo con las escuelas psicológicas que se sigan, las cosas se pueden ver de un modo o de otro. ¿Sabía más de la naturaleza humana Erwin Rohde (vid. PSIQUE, FCE, 1948) o el investigador español Luis Cencillo? No lo sé.