Sueños Rotos

24 Oct
Esta bella imagen, habla por sí sola

En relación con lo que venimos planteando del soñar y esos mundos del universo onírico, y también, en este caso, conectando con cosas que están implícitas en anteriores textos, como «Piedras Sagradas», por ejemplo, habrá que ver qué son lo que hemos llamado «sueños rotos» y cuántos modos hay de poder entender ese par de palabras, ese breve sintagma, y qué de cosas puede sugerir en la mente, o en la imaginación,  (¡ e incluso la memoria !), de cualquier persona.

«Sueños rotos» lo primero que puede sugerir es llevarnos a pensar en tantas cosas o tantos posibles sucesos del pasado,  – del pasado concreto y «físico» de una persona pero también del pasado «emocional», psíquico, de cualquiera con un mínimo de experiencia vital -, que pudieron haber sido de un modo y fueron de otro, o que simplemente pudieron ser y no fueron. ¿Quién no ha recordado alguna vez posibilidades de su vida pasada que por mil y un azares no pudieron ser aprovechas? O pudieron serlo, pero no lo fueron porque en ese momento uno «no veía más allá». Infinitus est numerus, el número (de personas con «sueños rotos») es infinito.

Pero ahora nos vamos a referir a otro modo de sueños rotos. Para ir planteando este enfoque digamos ante todo que donde se pone el adjetivo «rotos» podríamos poner ese término (que es también adjetivo, sólo que latín) que usamos cuando decimos aquello de «coitus interruptus» : «Sueños rotos o interruptus», esto es, interrumpidos, incompletos. Un coito «interruptus» se dice de aquel que no ha sido llevado a su final, que se ha quedado «cortado» en su decurso. Roto. Del mismo modo, un sueño roto es aquel que se nos queda a la mitad… Y ya que estábamos con lo de «…interruptus» : ¿quién no ha tenido alguna vez un sueño erótico que se ha quedado incompleto, que no ha culminado, bien porque no acaba el sueño en sí, o bien porque algo nos despierta?

Aclarado esto, o al menos medianamente aclarado, hay que decir que la inmensa mayoría de los sueños que tenemos, y que son coherentes en sí, esto es, que recordamos como algo normal, algo posible de darse en la vida de vigilia, suelen ser sueños incompletos. Se nos quedan «rotos», porque no acaban, no le vemos el final a la historia o la situación soñada. Esto, ahora elimina por lo tanto a aquellos otros tipos de sueños que aparecen como, por así decirlo, «surrealistas» : soñamos cosas que nos resultan absurdas o inexplicables en la vigilia de la vida «real» (donde «real» vale por «estando uno despierto») y que, por esa razón de irrealidad misma, quizá, no solemos verlos como «rotos» : ¡son tan absurdos, que cualquier final de esos sueños resulta válido!

En relación con la piedras sagradas, y en relación con los sueños que no se nos aparecen como cosas que se nos revelan o que nuestra mente nos manifiesta y luego un psicólogo o un psiquiatra podría interpretar, sino que caen de lleno en ese tipo de sueños con coherencia pero a la vez como de una vida paralela a la que llevamos en la vigilia, hay mucho soñar que es de una manera muy clara un «soñar roto». Lo veremos en comentarios posteriores, y en otros textos. Por ahora, baste con esto. Gracias.

Una respuesta a «Sueños Rotos»

  1. ¿Saben los lectores que hay sueños que se pueden continuar de una noche en otra, que pueden ser como episodios que tienen su «continuará»? Pues los hay.
    Igual que hay sueños que se repiten, esos que suelen llamarse «recurrentes», también hay sueños que se continúan y se van desarrollando uno tras de otro, y una noche o «sesión onírica» tras de otra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *