«Las obras de Arte y los Sueños de LA ERA DEL SUEÑO, -escribe Pauline E. McLeod en el Prólogo del libro que se citaba en el anterior post, titulado ULURU-, representan a la cultura más antigua que vive sobre la tierra.»
Con independencia ahora de que sean los aborígenes australianos, o los dogones, o las tribus San, o algunas etnias perdidas entre zonas muy aisladas y remotas del planeta, en islas o en altas montañas en grandes cordilleras, de lo que no cabe duda es de esto : el mundo, «el Imaginario», las tradiciones y artes, etc., de los aborígenes australianos tiene un muy alto valor y son en sí un auténtico tesoro de la Humanidad. En esta entrada de hoy, que como ya se ha dicho es continuación de la anterior ( y va a ser continuada por otras, aun cuando cada una de ellas tenga su propia independencia, a fin de facilitar la lectura no condicionada de cada una), esto es, ahora, nos vamos a quedar con este texto, que se reproduce a continuación :
EL VIGILANTE DE LOS SUEÑOS
«Del corazón rojo surgió / un hombre sabio con Sueños que contar / y conocimientos que ofrecer.
«De los Sueños sale la creación, / y de la creación la manifestación / del Sueño creativo», dijo.
Siguió : «Endulza tus Sueños / y deja que los brazos de tu madre te moldeen, /reconoce sus sabiduría, / aprende de todos los seres que la conforman / porque cada uno tiene algo que contar.
Oye lo que escuchas / y escúchate a ti mismo / así el conocimiento surgido de la sabiduría / será tuyo para compartir / con los Grandes.»
(Lisa Reid, Misión de Wreck Bay, Nueva gales del Sur, 1995)
Debemos aclarar que los términos «SUEÑO/SUEÑOS» que se usan en estos textos, así como la expresión «Era del Sueño», no tiene traducción exacta en las lenguas occidentales. Dreamtime no es palabra idónea para designar lo que llamamos «Era del Sueño». la palabra aborigen que carece de esa traducción que echamos en falta es Tjukurpa.
TYUKURPA no se refiere a algo soñado o imaginado mientras se duerme, ni tampoco a un pasado mítico o una fábula, relato o leyenda sobre el origen de los tiempos y las cosas. Tyukurpa es la existencia misma, pasada, presente y futura. Es la explicación de la existencia misma y de las leyes que la rigen. Escribe esa Nota aclaratoria el Editor de la Obra, con la que hoy ponemos fin a esta entrada.
La imagen que ilustra este texto es otra vez el mismo Monte Uluru, sólo que ahora recibiendo los rayos del sol ya tangencial con el lejano horizonte.
Llamamos «centro de poder» a ese singular monolito natural que se conoce con el nombre de monte Uluru por los aborígenes australianos en todos los posibles sentidos positivos y tradicionales de la expresión : tanto en lo
atañe a «centro», que igual podría decirse «ombligo», como cuando se habla de «el ombligo del mundo», como en lo que se refiere a poder. Destacando, eso sí, que se da a toda la expresión un carácter sobre todo espiritual o por decirlo de otro modo más exacto «ante todo» espiritual.
Ese fantástico monolito natural que es Ayers Rock, como los británicos denominan al Uluru, es una singularidad de la naturaleza. Del total de unos casi 2.000 metros de tierra arenisca, sólo afloran sobre la superficie a la luz del sol unos 385 metros, quedando bajo tierra casi unos 2.500. En remotos tiempos el hoy monolito mayor conocido del planeta debió ser una isla en un mar interior o gran laguna, hoy desecada. En sus abrigos y grutas están las pinturas rupestres quizá mas bellas y extrañas que se conozcan hoy por hoy.