El número de cosas que pensamos y carecen de existencia real, se diría que es bastante alto. Digo “existencia real” refiriéndome ahora a que sean cosas que existan tanto si las pensamos como si no las pensamos, pues es sabido que todo lo que se piensa, de alguna manera, es algo que existe ya : como cosa pensada, existe. Un mundo novelesco fantástico existe. Como los unicornios o las hadas madrinas. Pero su existencia está limitada a un ámbito muy estricto, que es el de la novela donde se ubican sus cunas, donde han nacido. O al “espacio mental de los mitos”, que para el caso sería lo mismo.
La Susana San Juan del “Pedro Páramo” tiene la misma realidad que Dulcinea del Toboso, por ejemplo. Y resulta algo curioso, -pero que en mi manera de ver todo esto es innegable-, el hecho de que algunos de los seres de ficción llegan a tener más “realidad” que la inmensa mayoría de los que llamamos seres reales, seres con consistencia carnal, física, sometidos a las leyes ¿universales? de la gravedad, el paso del tiempo, las de la termodinámica…, etc. Porque, ¿quién es más real para un lector adicto, póngase por caso, a “La Isla del Tesoro”, Jim Hawkins, Billy Bones, Long John Silver..., o cualquiera de los miles y miles de lectores que desde 1881, en una revista inglesa para niños, y desde 1883 ya en su edición como libro, comenzaron a vivir las aventuras del grumete Jim?
Más aún : para muchos, a salvo quizá algún historiador de la Literatura que se haya especializado en Roberto Luis Stevenson, éste, (como Juan Rulfo, o como Miguel de Cervantes, etc.), sería menos real que los seres que pueblan su maravillosa novela. Porque los autores obras suelen ser, en su inmensa mayoría, mucho más efímeros que sus creaciones. ¿Suelen por eso muchos pintores hacer autorretratos, aparecer Velázquez pintando “Las Meninas” o en una esquina de “Las Lanzas”, mirarnos de ese modo inconfundible Vicente Van Gogh, porque ya saben ellos que así perduran más, o por un simple “aquél aquello” de auto-complacencia con la propia imagen? Eso ya no es asunto de este breve texto.
La cuestión sería ahora tratar de establecer un criterio claro que nos permitiera separar las cosas que tienen una existencia independiente de nuestro pensamiento, de las cosas que sólo existen porque las imaginamos o pensamos. Si alguien miente, y dice cosas de otra personas, cosas falsas, tales mentiras existen como eso, como mentiras, pero no tienen existencia real. En muchos programas de televisión tenemos ejemplos a manos llenas de esto, e incluso podríamos buscar ejemplos en más de una o dos noticias de “informativos”, vulgo “telediarios”.
Hay que acudir al propio lenguaje, posiblemente, para buscar esos criterios válidos y claros, nítidos, con los que delimitar lo real de lo sólo imaginado o simplemente dicho. Pero acudir al lenguaje sólo, fiarnos nada más que de ese casi universal don, tampoco nos resolvería el caso. Recordemos aquello que puso de moda un jesuita en el siglo XVIII y que venía a afirmar que el lenguaje que hablamos sirve tanto para decir la verdad como para mentir, y en los mismos textos, muy antiguos y tenidos por sagrados, de los Upanisads, se expresa algo semejante o no muy distante de ello. Sin tener que acudir a esos textos, si algún lector se interesa en este punto del tema, me atrevería a recomendar un estupendo libro: “Lenguaje y Realidad” de W. M. Urban.
Llegados aquí considero oportuno remitir a los lectores, por si alguno tuviera interés en ver estas cosas desde otra perspectiva, a un texto anterior de este mismo foro de La Opinión de Málaga :
Y ponemos por ahora punto y seguido a esta elucubraciones, no sin antes re-incidir en una obra que ya hemos citado en otros lugares : “El enigma cuántico”, de Bruce Rosenblum y Fred Kuttner. Porque es algo que en días ya no distantes quisiéramos abordar, desde nuestras obvias limitaciones : la “dosis” de realidad o de irrealidad de esos mundos que nos describen los físicos de partículas sub-atómicas,los protones, electrones, o incluso esos supuestos taquiones. En tanto eso llega, si el lector así lo estima oportuno, piense por sí estas cosas y hágase cada cual su personal visión del asunto. Gracias.
Señor Laza, lo voy a pensar (y leer), pero, separar las cosas que tienen una existencia independiente de nuestro pensamiento, de las cosas que sólo existen porque las imaginamos o pensamos; confieso que me parece tan difícil como separar la realidad y el deseo.
Un saludo, y muchas gracias. Interesante tema.
Estimado señor Holden : Como no me es posible aún (pues mi torpeza en los manejos de la cosa cibernética es todavía algo que deberé resolver) hacer comentarios desde el otro blog, «La Voz al Vuelo», paso a remitirle a usted, si lo tiene a bien, al último post que en ese foro de La Opinión de Málaga, y aclarar a usted (y a todo lector interesado en la cuestión) que sus observaciones me han sido de gran ayuda. Muchas gracias.
Y permita que desde aquí oferte a todos el acceso directo a ese reciente texto:
http://comunidades.laopiniondemalaga.es/blog.php?user_id=15097&blogentry_id=278&log=true
Gran observación, señor Holden.
Touché.
Y además : usa usted, con acierto, una muy bella imagen que, como ya le digo en otro correo, da título al total de la Obra Poética de Luis Cernuda.
Y sí : el tema es interesante y daría para mucho, pero es preciso ir paso a paso. Y no dejar de lado que no siempre lo muy difícil es sinónimo de imposibilidad, creo.
Muchas gracias por su lectura y sus observaciones, que suelen ayudarme no poco.
Aclaro: «La Realidad y el Deseo» es como titula Luis Cernuda el conjunto de sus – creo – once poemarios o libros de poesía, su Obra Poética en conjunto.
Es pues una bella imagen, como decía, la que ha usado el señor Holden.8
Muchas gracias, señor Laza.
Un saludo
PD
¿Por qué tiene usted dos blogs en este periódico?
Eso es un lio, ¿No?
Gracias a usted, señor Holden.
Y vea : como ya le habrá llegado en otro correo, incluso hay otro blog más, éste de gestión estrictamente personal. Pero los que más me satisfacen, se lo aseguro, son los de La Opinión de Málaga, diario y foro a cuyos profesionales y directivos les agradezco la acogida que en su día dieron a mi persona.
Visite, si lo desea, este lugar de la Red :
http://manuellaza.wordpress.com/2007/10/04/la-memoria-olvidada-y-otros-textos-suenos/