“Queridísima Diana :
Me escribe esa hipócrita de Yolanda como si la muerte de Máximo no la hubiera afectado en lo más mínimo. ¡Qué desvergüenza! Ignora que, por casualidad eso sí, me enteré de sus relaciones nada santas. Y tiene la desfachatez de asegurarme que le trató poco. ¡Qué será con los que diga haber conocido a fondo! Una no acaba nunca de aprender. Cuéntame de tu vida, de la mía ya sabes : un hijo cada año. Besos.
Alicia”
Es una de las cartas ( ¿ o son naipes literarios ?) del hace tiempo famoso “Juego de Cartas” de Max Aub, mucho tiempo agotado, y recién reeditado. En un formato nuevo, que quiere ser más “novedoso”, y que para el caso cumple, a las mil maravillas, la función que le anima. Me gustaba más el formato anterior, pero los tiempos son lo que son, y baste con el hecho de que, de nuevo, está al alcance de la curiosidad de los lectores esta singular, muy singular obra literaria, que sobre ser un juego, como en el mismo título ya se dice, va más allá : es un modo de plantear, ante la sociedad y las gentes, la terrible relatividad moral que nos tiene como trincados por las mismísimas pelotas, con perdón.
Merece la pena entrarse en este “juego social” que propone el autor, Max Aub, y que a la postre nos hace pensar. Cosa, por lo demás, bastante necesaria, además de saludable para la mente, siempre que se haga con la debida organización de los propios principios por los que se ha de regir el pensamiento. Juego social que, además, se puede practicar a solas, como si de un solitario con baraja y naipes se tratara.
¿Quién fue Máximo Ballesteros? Tomen las cartas, barajen, repartan, lean y vean de adivinar quién era el personaje en torno al cual se monta todo el tinglado. ¿Se atreven a la tarea? Pues a ello. Pero, ¡ojo! : No olviden que difícilmente vamos a saber quién es tal o cual persona si previamente no tenemos alguna idea, alguna tan sólo, de quién es uno mismo.
soy inconstante porque trabajo en un lugar en el que dependes de memos y memos y memos (solicitar por escrito, informar etc,) han transcurrido los años y ya no se que hago aquí, lo mejor es que dibujo y eso me salva…ahora me encuentro con estos fracmentos, adoro escribir cartas, pero ya no resultan tan hermosas por email, lo màs duro es no tener respuesta y ya no existe justificación…en otros tiempos no recibias respuesta porque el correo las perdí
espero conseguir este lindo cuendo
La verdad es que despierta la curiosidad por saber quién es ese personaje, naturalmente sin perder de vista tu consejo. Parece interesante. Saludos