Cielos, Tierra, Infiernos

19 Jul

1)

Imagen de la Radiación Cósmica de Fondo

Un potente telescopio permite a los astrónomos ver cómo eran estrellas y galaxias hace millones de años. Es como viajar hacia el pasado miles y millones de años. De hecho, según pruebas que parecen incontestables, esa radiación que se ve con telescopios tales y que llamaron «radiación cósmica de fondo», ( Arno Penzias y Robert W. Wilson recibieron por su descubrimiento el Nobel de Física), sería el resto de aquella inicial, y todavía hipotética para algunos cosmólogos, explosión que bautizaron como Big Bang, o sea, Gran Explosión. Es algo así como su “calor residual”. Es curioso saber que esa radiación se descubrió de manera casual. Era el año de 1964 o 1965. (Tal “casualidad”, – no nos confundamos…-, se produce con aquellos individuos que trabajan intensamente en algún campo determinado de la ciencia. Queremos decir que no es como encontrarse en la vía pública una moneda de equis céntimos de euros. O una cartera).

Todo eso, que casi forma parte de lo que actualmente la Ciencia del Cosmos da por hecho, contiene sin embargo cuestiones no resueltas todavía. Por ejemplo:

¿Existe realmente una partícula que podamos llamar «gravitón» y sea a la gravedad lo que el fotón es al electromagnetismo?

¿Por qué se han unificado relativamente sin grandes dificultades tres de las cuatro fuerzas cósmicas fundamentales conocidas, la nuclear fuerte, la nuclear débil, y el electromagnetismo, y en cambio la fuerza de la  gravitación universal, la gravedad, no entra en ningún tipo de unificación. posible con las otras tres?

Y por último: ¿debemos aceptar la posibilidad de que exista una 5ª fuerza, aún no descubierta, pero que podría ser el «engrudo» que uniera a las otras cuatro fuerzas? Steven Weinberg, entre otros varios grandes cosmólogos y físicos de la actualidad, admitió esa posibilidad hace ya más de diez años.

2)

La idea «Todo está en todo» pasa por ser reciente. Los hay que la remontan a la Teoría o Hipótesis Gaia. Eso es apenas ayer. Los hay que la llevan a los primeros filósofos de diversas culturas, griegos clásicos y otras culturas ajenas en gran medida a Grecia. Eso es algo más de tiempo, pero es también demasiado poco tiempo: la idea «Todo está en todo» es, cuando menos, edénica. Quiero decir que es una idea que ha debido venir ya como “impresa en el alma primigenia” de los primeros seres con inteligencia consciente capaz de expresarse en palabras y transmitirse de generación en generación.

Y más : ha debido nacer con el origen mismo de la vida inteligente en la Tierra, o en el Universo, que también la posee. Vida inteligente, digo que tiene el Cosmos. Trataré de razonar lo que hasta aquí he dicho. Iremos primero, (en su momento), a Havelock Ellis el autor de la Tesis Gaia. Luego trataremos de razonar esas cosas que nos permiten admitir lo de que “todo está en todo”, y de que en el fondo de cada ser humano subyace un profundo y extenso “saber primordial”, que nos habita y en ocasiones nos guía, y que se manifiesta a veces en forma de mitos, otras en cuentos de raíces muy viejas y que conforman el folklore de muchos pueblos, y otras en sueños e incluso en intuiciones que nos parecen iluminar como repentinos rayos o relámpagos de luz en medio de esa noche intensa y amplísima que es nuestro Inconsciente.

La Ciencia que hoy contempla la humanidad como horizonte ya conocido y también como perspectivas de horizontes por conocer, ¿es sólo el resultado de una serie de paradigmas culturales, ideológicos, que se han ido uniendo como piezas de un puzzle, sin chocar unas con otras sino acoplándose, o es además la señal inequívoca de un avance “real” de la humanidad hacia más altas cotas de saber? Sabemos que en el pasado grandes culturas han florecido en el seno de distintos grupos o etnias o incluso zonas concretas del planeta, y luego esos mismos pueblos han caído en auténticos abismos cercanos a la barbarie.

La cuestión ahora sería saber si lo que hemos avanzado, en muchos niveles de cosas, como la misma concepción de los derechos de gentes y del respeto a la vida, (ahora no entramos en el lamentable estado de cosas donde la realidad del día a día muestra la cara oscura de la todo esos avances: el incumplimiento de las Leyes, la burla de los Derechos de los Pueblos…, etc.), es algo que ya la humanidad nunca va a perder, o por el contrario es sólo un efecto, que pasará y se disolverá en la nada. Efecto, -se aclara ahora-, de esos determinados paradigmas culturales. Y en este punto, también algo más: ¿es posible esperar que surja un día un modo de Gran Empatía entre los seres humanos y terminen las barbaries que hoy acosan a nuestra especie? Me refiero a la explotación de millones de seres, a las guerras y depredaciones, al egoísmo llevado a sus más altas cimas de expresión. Algo como una “religión del amor universal” que no precisara siquiera de divinidades. Y aclaro: no estoy en absoluto pensando en el “todo es amor” de ciertos movimientos de “contra-cultura” del pasado. No pienso en mayo del 68: mi idea va mucho más allá.

3)

Les propongo este poema de Juan Eduardo Cirlot :

Sí y No

¡Oh William Blake!, tú me comprendes

y sabes por qué leo tanto

determinados libros de la Biblia.

Cuando pasan los años

y las horas pasan,

le es necesario al hombre encontrar algo

donde su noche cante o se ilumine.

Lejos crecen sin mí las margaritas,

lejos arden los cielos azulados.

Sí y No;

éste es el destino del mundo.

Oh, William Blake, tú me comprendes.

(Nota.-

Este poema pertenece al libro “Donde las lilas crecen” (1946), poemario que está incluido en la obra poética reunida en el volumen que se titula “En la Llama”, en Ediciones  Siruela, S. A. Barcelona, 2005. Pueden leerlo en la página 184).

Y también les propongo este “axioma” de William Blake :

“If the doors of perception were claensed every thing would appear to man as it is : infinite.”

(Si las puertas de la percepción se limpiaran, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito.)

Ese que hemos llamado “axioma” está en la Plancha 14 de la obra de W. Blake titulada “Matrimonio del Cielo y del Infierno”, y es su penúltimo versículo. El poema,

empieza diciendo :

“The ancient tradition that the world will be consumed in fire at the end of six thousand years is true,as I have heard from Hell.

(La antigua creencia según la cual el mundo será consumido por el fuego cumplidos los seis mil años es verdadera, tal y como lo escuché del Infierno.)

Y éste es su último versículo:

For man has closed himself up, till he sees all things thro’ narrow chinks of his cavern.

(Pues el hombre se ha confinado a sí mismo hasta solamente poder ver todas las cosas a través de los estrechos resquicios de su caverna.)

(Nota.-

Estos fragmentos del poema de William Blake pertenecen a su obra “El Matrimonio del Cielo y del Infierno”, cuya primera edición traducida al castellano es del año 2000. Se editó en poesía Hiperión. Utilizo la 4ª edición del 2007, con traducción y estudios de José Luis Palomares. Incluye Edición Facsímil y Bilingüe. La Plancha 14 está en las páginas 244 y 245).

Y concluyo por hoy estas propuestas con lo que sigue: es nuestra intención ir haciendo, en entradas sucesivas, un recorrido por cuestiones que implican tanto a la Poesía como a los Sueños, al Cosmos y lo que la divulgación de sus conocimientos nos llega, como a las maneras en que nos vemos constreñidos muchas veces a explicarnos: a través del Lenguaje, ése mismo al que G. A. Bécquer llamó “mezquino” y “rebelde”, y consideró que era preciso domarlo.

Las palabras, las piedras, los astros, los nombres de las cosas, el ser humano y sus diferentes valores y naturaleza en muchas ocasiones conflictiva…, todo eso, formará parte de nuestras propuestas en textos diversos. No se trata de llegar a un totum revolutum, sino de buscar ese hilo conector que nos dé cierta esperanza de llegar a alguna manera de visión del mundo coherente. Aunque sea sólo para “andar por casa”.

6 respuestas a «Cielos, Tierra, Infiernos»

  1. Me temo que tanto W. Blake como, (en otro orden de cosas), JE Cirlot, no han sido debidamente entendidos en su total y más rica hondura y raíz poética y de búsqueda, humanísima, del sentido último de la vida del ser humano en la Tierra y de la Vida en general. Repasen el poema «Sí y No» de JEC, donde directamente habla el barcelonés a Blake, y alude a esas lecturas de la Biblia ( : «… y sabes por qué leo tanto ciertos libros de la Biblia.», escribió JEC).
    ¿Es acaso un signo de nuestra «unilateral cultura» ir dejando atrás obras y sentires, personalidades de rica, muy rica calidad poética y humana, sólo porque «parecen no encajar» en lo que está dictado por el «evanescente statu quo constante» de lo Aquí y Ahora establecido? Si es así, qué grandes «agujeros negros» de ceguera intelectual y falta de miras de altura tenemos los seres humanos. ¡Cristo, baja de nuevo!

  2. No te preocupes, Marisa. Tus comentarios me animan a contemplar lo que escribo desde perspectivas que a veces no estaban en mi mente. Ha llegado dos veces, pero como ves, no se repite: sólo aparece uno cada vez.
    La coherencia hay que buscarla (creo) siempre «de adentro hacia afuera». Suele ser algo que ocurre en casi todas las cosas que tengan que ver con el ánimo de uno, el pensamiento, y la racionalidad: se «crean» o «despiertan» primero en el propio interior, y luego se trata de ver ya en el exterior, fuera de uno. Pero si no está previamente dentro…
    Gracias por tus comentarios.

  3. Iré poniendo los principales valores simbólicos, según culturas y épocas, o de acuerdo con tradiciones folklóricas de distintas zonas del mundo y razas o lenguas. Es cuestión de pararse un poco a considerar lo que está en libros ya escrito: no es un saber personal lo que aporto, sino que acudo a fuentes que me parecen fiables.
    Gracias, María Luisa, por entrar e interesarte por el blog y estos temas: ayuda a seguir trabajando en esa dirección.

  4. Ya en el siglo XIII, el Rey Sabio, don Alfonso X de Castilla, escribió un Lapidario, donde se remonta a Aristóteles y habla de que ya se había ocupado del tema de las piedras, de las que nombraba hasta 700, y daba sus valores y virtudes. Es un tema muy arraigado en la cultura popular o folklore de los pueblos.
    De las cuatro o cinco que nombré en una entrada, daré las referencias oportunas. Gracias.

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