A dentista regalado, mírale el diente

8 Feb

Me resulta extraordinariamente difícil digerir según qué tipo de informaciones porque tras ellas, pensando mal, acabo imaginando que se esconden intereses espurios tras ellos.

En la sociedad actual donde los clics a un enlace suponen que un redactor pueda cobrar su nómina a principio de cada mes y en la que un periódico de papel es más complicado de vender que un local en Calle Larios, se suceden constantemente giros por parte de algunos medios para intentar atraer al cliente.

Con la crisis han crecido a niveles insospechados las páginas webs –porque eso no son medios de comunicación- revestidas y camufladas de periódico que se dedican única y exclusivamente a crear noticias hueras con titulares catastróficos para ser compartidos por las redes sociales: “Pablo Iglesias se comió a tres niños”, “Así merienda Susana Díaz” y un sinfín de estupideces que no llevan a nada sano pero curiosamente son devoradas por las personas –muy tontas- a través de las redes. Da igual lo que suceda. Da igual la temática o qué se esté quemando a costa de todo eso. No importa que se modifique a maldad la impresión que se pueda tener de una persona. No se tiene en cuenta que el protagonista esté enfermo o si un niño con problemas es usado como cebo en las portadas. Da igual. Mañana es hoy y hoy no hay dinero.

Un escaloncito por encima en dignidad se encuentra la prensa tradicional que no ha tenido más remedio que tirar de eslóganes y cebos televisivos para echar el resto: “Así fue el descuido de fulanita en gran hermano –Atención, contenido +18-” y claro… el ser humano asalta las webs ávido de basura buena y si es posible una foto con dos centímetros cuadrados de un culo de una que salga en la tele.

La vida. Las cosas cambian y ahora interesa eso más que un reportaje interesante sobre algo de tu ciudad o de los entresijos de la vida política. Solamente hay que mirar en “Lo más leído” para apenarse con los titulares que aparecen en lo más alto.

Pero siempre hay algo peor. Y ese algo peor son aquellas empresas que, en búsqueda de esa misma publicidad, vulgo notoriedad, vulgo ganar dinero, contemplan la posibilidad de crear campañas que van mucho más lejos de lo sospechosamente poco moral.

Hace unos días nos topábamos con la noticia de una clínica dental que había regalado a un ciudadano malagueño un implante. Oh. Qué buena noticia. Qué caritativo el señor dueño de la misma. Conforme abres la noticia te das cuenta de que el agraciado es un famoso personaje local que se dedica a cantar por las calles. Se trata de un señor que gran parte de nosotros conocemos y que al parecer –yo me enteré gracias a la noticia- es comúnmente apodado como “El vena”. Un señor que, se encuentra en estado de necesidad, se dedica a cantar por las mesas de los bares a cambio de limosna y con un historial complejo en la ciudad.

Bueno, ya la cosa torna a claroscuro puesto que, al ver el percal, uno piensa que la clínica ha pensado: A este señor que es famosete le ponemos los dientes y así nos hacemos publicidad por dos pesetas.

Pudiera ser que no. Existía la posibilidad de que simplemente se tratara de algo que ha salido de carambola y que al final ha quedado en una historia simpática. Pero qué horror más absoluto cuando, desde algunos perfiles de internet, aparece un hashtag específico del asunto y una web. Sí, una web con su dominio que se ha tenido que comprar y pagar, etc… y unos vídeos de toda la historia.

Es decir, han cogido al mendigo, le han grabado vídeos de todo el proceso y han creado una historia. Algo dantesco y vergonzante con declaraciones del pobre hombre diciendo “Muchas gracias al doctor…ya le cantaré algo”.

Y lo mejor de todo es que debajo de manera discreta aparece la clínica y el nombre de una agencia de publicidad. ¡Válgame el Señor! Que uno se pueda equivocar y quedar peor que la chata puede suceder pero que encima sea con la aprobación de personas que se dedican a cuidar tu imagen no deja de ser digno de estudio.

Puede suceder que al final salga el listo de “Bien o mal pero se ha hablado”. Y no. Eso es la gran mentira de los torpes. Si se habla que sea bien y no mal.

De todo no se puede hacer publicidad. No todo vale para que tu empresa pite. Málaga es una ciudad de gente buena y noble en su mayoría y jamás asume este tipo de historias propias de sociedades muertas en valores.

¿Se imaginan a empresas como Famadesa, Tejeros  o Santa Cristina grabando en video cómo se comen las familias necesitadas las cosas que ellos donan? ¿Se imaginan a uno de los dentistas malagueños que arreglan gratis la boca a personas que les mandan de ONG´s locales enseñando a la señora paupérrima por internet mientas le empastan una muela porque no puede comer?

Yo entiendo que lo de que no sepa tu mano derecha lo que hace tu mano izquierda es algo que no a todos puede parecer bien puesto que sale de los Evangelios, pero es que ni pensando en el plano más mercantilista resulta sensato hacer ese tipo de cosas. Das mala imagen sí o sí.

Es cierto que los dentistas se parecen cada vez más a los talleres de coches. Están las casas oficiales –caros pero seguros-, los buenos talleres –pagas por la calidad- y los talleres rápidos -esos a los que vas a que te inflen una rueda y sales con los amortiguadores nuevos-, pero siempre será menos inmoral jugar con coches rotos y no con gente en situación precaria.

Entiendo la guerra de guerrillas. Pero jamás comprenderé cómo se puede llegar a esos niveles de falta de delicadeza.

Como parte positiva se argumenta que al menos el señor ya tiene dientes nuevos. Je. Bueno…lo que tiene es una dentadura postiza –unos 250 euros de coste aprox si es que no se la ha regalado el que se las vende al dentista- porque resulta que, según cuentan en la clínica, desgracidamente no se le podía poner una boca de las buenas con implantes –unos 3000/4000 euros de coste- porque no tenía huesos o algo así… Una lástima. Se me ha acabado el jamón hace cinco minutos pero ven que te voy a poner una mortadela ibérica buenísima.

Habrá que ver si al señor que se hizo famoso por cantar con un diente le resulta bueno todo esto. Habrá que ver si le va bien con la dentadura. Habrá que ver si merece la pena este show para ambas partes. Y sobre todo quedamos a la espera de saber quién será el siguiente en enseñar sus bondades para convertirlas de inmediato en miserias.

Por cierto, si algún traumatólogo quiere coger al carismático mendigo del clavo salido en la rodilla para aprovecharse de él, operarlo y contarnos lo caritativo que son en su clínica porque se lo ha dicho uno de una agencia de publicidad, que no se moleste. Ese señor se atornilla a diario el clavo cuando llega al centro. Es su forma de dar más pena e impresionar. Así saca más dinero la criatura. Dejadlo en paz.

Y si la clínica quiere ser famosa que sea buena y honrada. Y si el publicista quiere ganar dinero que sea sensato y aprenda que para sonar se puede romper un cristal o hacer música; con ambas cosas suenas pero solamente con una se triunfa.

Ya mismo está El Vena pidiéndole al dentista que mejor le ponga un diente nada más… que así le dan más dinero…

Y eso sí que tiene guasa…plas plas.

 Viva Málaga.

3 respuestas a «A dentista regalado, mírale el diente»

  1. mucha mala baba gonzalo, el interés espúreo no es lo de menos, el caso es que se le ha hecho un trabajo fino a una persona necesitada(evidentemente tantos años de abuso y carencia, afecta a su hueso dental) y por la cual, ninguno de los que habitualmente pateamos el centro de Málaga, hacemos nada. No solo no damos solución si no que estigmatizamos a quien resuelve, aunque sea parcialmente, el problema.

  2. ¡Acertadísima opinión! Ha olido usted el tufo del asunto igual que las moscas que se aprovechan del pobre Eduardo. Porque esta persona antes de “El vena” se llama Eduardo y los que si nos acercamos a él de manera sincera le podemos decir que él no esta contento con la prótesis que le han donado, es más, no la está usando. Como usted bien dice esta clínica solo buscaba publicidad al precio mas bajo posible, sin tener en cuenta las necesidades de Eduardo. Todas las moscas que rodean a Eduardo están jugando con su sufrimiento y su esperanza, aprovechándose de su situación.

  3. Podría no haberlo hecho y sin embargo lo ha hecho, que su beneficio ha sido la publicidad, es un hecho; pero recuerda que tu publicidad ha sido hablar de este tema, todos contentos y todos sacamos cosas de otros. Saludos

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