La Cacalgata de Reyes

11 Ene

Cada vez resulta más fácil impresionar a los niños. Las nuevas generaciones de infantes está completamente separadas de las de antaño con respecto a los elementos que conforman su día a día. La sociedad se ha desarrollado de tal manera que un chiquillo puede estar capacitado para manejar una maquina con un sistema operativo muy complejo pero no haber visto el fuego o una vaca en su vida.

Si bien es cierto que tendrá más facilidades de solventar su vida con el aparato que con la vaca, queda patente que los mini robots del futuro ofrecen un abanico enorme de posibilidades a la hora de ser impresionados.

Unos de los elementos que mayor interés suscita durante la infancia de un ser humano es el misterio de los Reyes Magos. Algo que poco a poco va pasando al mundo de la irrealidad pero que, poniéndole ganas, se puede convertir en la gran maravilla universal.

La noche de reyes, la cabalgata y la aparición mágica de regalos en tu casa al amanecer del día seis de enero son actuaciones tan maravillosas que siguen ilusionando hasta a aquél que ya sabe que no es mirra todo lo que reluce.

Un gran porcentaje de esas miradas infantiles se centran en la cabalgata de reyes. Si te toca vivir en un pueblo de mala muerte seguramente tengas una cabalgata pordiosera pero si te toca vivir en una gran ciudad podrás disfrutar de algo potente y con valor. O no. Porque Málaga, ciudad grande y hermosa ha dejado de tener una cabalgata para sacar a la calle una cacalgata. Sí. La cacalgata de reyes. Y viene de caca. Pero no porque huela mal. Sino porque es un verdadero mojón. Y digo mojón porque queda más clásico. Menos agresivo que mierda si bien pueden ser sinónimos.

Este año ha sido un verdadero bochorno. Un espectáculo cutre, vacío y con algo inaudito en este tipo de eventos: con fealdad. Efectivamente. Era una cabalgata fea. Y mira que eso es difícil. Y raro. ¿Es difícil que se te queme una ensalada? Pues más difícil es que una cabalgata de reyes esté falta de ilusión y belleza colorida.

El responsable final de que sea una cacalgata es del ayuntamiento. Porque han sido ellos los que han decidido dar a un privado la explotación de la cabalgata y que se busquen la vida. Y sí. Es explotación. Porque se ha visto cómo lo que parecía no ser publicidad sí lo es. Y por lo tanto un privado ha explotado la cabalgata con fines privados. Y eso en mi tierra es tener mucha cara y poco respeto por la ciudad y por los chiquillos.

Puede que no llegue a los niveles de indignación de la señora liberal que no perdonaría jamás a Carmena pero sí que se acerca a los grados de bochorno que puede sentir un padre que lleva a su hijo a ver a Melchor y se topa con un cortejo con repartidores de Burger King.

¿Pero eso qué es? ¿Qué pinta una empresa que vente cosas de mascotas en mitad de una cabalgata? ¿Y los repartidores de Burger King? ¿Si la cabalgata se montara directamente desde el ayuntamiento aparecerían? ¿A que no? Pues eso. Que es una verdadera estafa. Que todo no se puede pasar de manos ni revender. Que son los reyes magos. Por el amor de Dios. Que las empresas lo que quieren es ganar dinero. Que les da igual la ilusión de los chiquillos y los padres. Que buscan lo menos por lo más. Y así ha salido lo que ha salido. Y por eso deberían marcharse y no volver más a tocar ese asunto. Porque les sale muy mal. Y si no echen la vista atrás. Y si no, pongan Andalucía Directo y miren cómo salen los reyes en las demás provincias.

Que los niños quieren carrozas, caramelos y los reyes. No quieren aprendices de actores dando bandazos por la calle. Que no quieren luces leds horrendas para llevar a un rey mago. Que quieren lo normal. Lo clásico. Lo bueno. A los reyes con sus carrozas de siempre y no con un puesto de hmaburguesas Uranga con tantas luces de colores. Que como sigan así el año que viene una de las carrozas de las luces de colores la va a patrocinar un club de altenerne.

Que no se puede permitir que no haya caramelos. Que resulta patético que exista un control de cuántos caramelos se lanzan y que se observen a personas encargadas del asunto controlando a los pajes y diciéndoles que dejen de echar caramelos. Anda y vaya usted a coger rábanos caballero. Que son los reyes magos. Y que con más de cincuenta millones de pesetas hay de sobra para caramelos. Y sin tener que llevar publicidad en el papelillo.

¿Y esos moteros? ¿Se puede saber qué pintan un grupo de hombres en moto con chalecos de cuero negro y aspecto de dar miedo en la noche de los reyes magos? ¿Ésta qué estafa es? ¿Que salía más barato rellenar bulto con cosas gratis que trabajarse el asunto, no?

Pues si quieren el año que viene podemos poner a un grupo de jubilados para que se den su paseo dentro del cortejo. También una porción de promesas del Cautivo. Unos runners –que eso está muy de moda últimamente y fomenta el deporte entre la muchachada- y a un grupo de gitanos cantando como si fuera lunes santo en calle frailes. Valiente espectáculo.

Este año debe ser el último de este bodrio. Y de una vez –y ya van años repitiendo lo mismo-, la cabalgata se debe dar a aquellos que más saben de cabalgatas, carrozas y follones en las calles de Málaga: Las cofradías. Y que sean ellas las que se ocupen de hacer carrozas dignas y propias de reyes. Y que sea el ayuntamiento el que haga su aportación económica. Y como se hará de verdad, con ilusión y sin ánimo de lucro, saldrá una cosa buena. Y los reyes volverán a ser lo que fueron en Málaga; grandes estrellas de ilusión. Y no lo que son ahora, teloneros de los carteles de los conciertos que monta el que organiza la cabalgata.

Y si de camino se le da una vuelta a los atuendos no hacemos nada malo. Y es cierto que son buenos. Y bonitos. Pero la impronta final este año no ha sido de las mejores. Se veían algo pobres. Y si hay que poner mujeres se ponen –aunque bajo mi punto de vista es una soberana tontería- pero por favor que no les pinten la cara de esa manera tan descarada. Porque a la directora de Onda Azul se le notaba la feminidad desde Utrera. Y una cosa es que participen todos de lo de ser Rey mago en busca de la igualdad y otra crearle a los chiquillos un cacao raro porque Melchor, Gaspar y Baltasar –hasta donde se sabe- hacían pipí en pie.

Dejen la cabalgata en paz y ofrézcansela a quienes pueden arreglarla. Ya tiene Málaga suficientes cosas malvendidas como para tener que tocar a los reyes magos.

Los niños son indefensos y no tienen la culpa de haber nacido aquí; en la tierra de la cacalgata.

 Viva Málaga.

 

3 respuestas a «La Cacalgata de Reyes»

  1. Gonzalo hijo mío. Te acabas de enfrascar en twitter porque la Diputación dio una subvención para “una” gala drag (dinero público para manos privadas) y ahora pides que la cabalgata de reyes la hagan las cofradías con el dinero del ayuntamiento….. aclárate pichita. Va a ser verdad eso de que criticas por criticar…

    Un abrazo! Zergi.

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