Museo de Putin

29 May

LVMM
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Madre de Dios Bendito. ¡Ampáranos Fray Leopoldo del Alpandeire! ¡Sálvanos Virgen del Carmen de los submarinistas desde las profundidades del litoral malacitano! ¡Que alguien nos ayude! ¡Que no vamos a caber con tantos museos!

Sí. Se les está yendo de las manos. Nuestro alcalde ha metido quinta con esto de los galeristas y no va a parar hasta que haya más museos que botellines.

La cuestión es que el asunto no empezó mal. Qué va. Había nivelito. Con el Picasso pegando fuerte, el Thyssen o el CAC, la cosa se iba animando de manera sospechosa pero quedaba uno en paz al visitarlos y observar cómo la cosa no era de mala calidad. ¿Barato? No. Barato no era, pero bueno, al fin y al cabo se trataba de cultura buena y merecía la pena.

Como acaban de leer, he calificado de sospechosa la supuesta animación cultural puesto que las contradicciones son muchas a la hora de sopesar si verdaderamente existe un apoyo real a la cultura o se trata únicamente de atraer a chancleteros. Hay de todo. Pero tras los estrellamientos varios contra gemas o automóviles, la cosa se suponía que entraría en fase de reflexión. Pero qué va. Nada más lejos de la realidad.

Hace unas cuantas horas mal contadas y como si fuéramos subnormales profundos, el alcalde y el concejal de cultura contaban la buena nueva: Llega a Málaga al edificio de Tabacalera una sede del Museo de Arte de San Petesburgo. ¡Enhorabuena malagueño! ¡Tendremos un museo de arte ruso!

¿Se han fijado ustedes, queridos lectores, cuando circulan de noche con su automóvil y se cruzan con un gato? ¿Han visto la cara de espanto, sorpresa y luxación de cerebro que se les queda a los gatitos? Bueno pues esa misma se nos queda a todos los malagueños –salvo a los aplaudidores profesionales- cuando nos dicen que nos van a poner arte ruso en Málaga.

Arte ruso. Sí. Arte. Ruso. Putin. Paco. Mano a mano. Ensaladilla. Caneda. Huelin. Tabacalera. Caca de la vaca.

Pero al margen de historias, bromas y chascarrillos dolorosamente reales, queda patente que existe un gran problema en la ciudad y sus dirigentes. Es evidente que algo están haciendo muy mal y que no saben bien por dónde tirar.

El del edificio de tabacalera no deja de ser un ejemplo más de entre muchos otros donde el Ayuntamiento ha ofrecido un concierto de disparates en do menor.

Comenzaron con las gemas. Siguieron con los bailes, el gimnasio o los coches, sombreros y viceversa. Y han acabado hace unos meses con el ridículo del Polo Nacional de Contenidos Digitales.

La falta de iniciativa inteligente, madura y responsable en el ámbito cultural deja ya de sorprendernos y todo sucede mientras observamos a pocos metros cómo los del mismo equipo desarrollan con cuatro duros cosas interesantes desde La Térmica.

Pero ya no podemos más. Ya se han destapado y ha quedado patente que lo único que están buscando como agua de mayo son proyectos absurdos pero populistas para tener una pre campaña municipal donde pueda ser re elegido el actual alcalde para soltar los mandos al mes de renovar su cargo.

Basta ya de mentir y de hacer el ridículo con este tipo de tiras cómicas malacitanas embadurnados de cultura.

Yo, desde mi humilde tribuna, les animo a que recapaciten para no dejarnos tanta porquería suelta. Mejor no hacer más estropicios y mantener lo que hay. Y si lo que anhelan es ganar las elecciones hagan otras cosas. Hay muchos caminos ya abiertos que pueden ser útiles: Tenemos los localismos y el enfrentamiento con Sevilla, tenemos levantar solerías en buen estado para ponerlas de nuevo y que parezca que arreglan calles –como están haciendo ahora- y  también tenemos el disfraz estrella de los últimos días, el de palmero de dueño de un equipo de fútbol al que le hacen la ola aunque éste tenga un cartel en la frente que diga “Cabeza de ratón”.

Nadie va a ir hasta Huelin para ver arte ruso. Arte, por cierto, que no vienen pagando por exponer en un edificio de estas características. Qué va. Hay que pagarles y mucho. Y además, eso que se les paga será a su vez re vendido a cuatro o cinco empresas que se conviertan en patrocinadores oficiales del estropicio. Y todo en nada e tiempo. Y todo sin lavarse las manos de desastre anterior.

Válgame el Señor. No me imagino la escena en Rusia. Vendiendo las cuatro cositas que nos quedan a lo que salga. “Traductora, diles que si no quieren museo que nos pongan allí unas muñecas de esas que se abren y salen otras más chicas de dentro… que lo que sea…que nosotros ya nos encargamos después de venderlo bien”. Qué fatiguita más grande….Franciscov de la Torreski y Damianitri Canedov montando un rastro con Málaga en el quinto pino.

Por cierto, bien pensado, no es la primera vez que los rojos entran en la fábrica de tabacos de Málaga. Ya lo hicieron durante la guerra civil aunque ahí no les pagaban.

El alcalde tiene la cabeza agachada y ha dejado de ver a su ciudad. Y la está perdiendo…

Viva Málaga.

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