Camilo de Ory

26 Sep

LVMM
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«Málaga y sus personalidades relevantes. Esa relación de corta y pega. Ese orgullo pasajero al indiscutible mientras reporte algo al político de turno. Distinción penosa la de nuestra tierra ante fenómenos que vuelan como pajarillos al no encontrar aquí condimentos necesarios para su receta.

Dentro del compromiso de este humilde rotativo con el germinado de artes y los brotes de lo genuino malacitano, abrimos hoy la puerta de nuestro papel al poeta Camilo de Ory. Poeta, narrador, articulista y comentarista de actualidad, destaca por su finura a la hora de definir en el papel un estilo propio y fuera de cualquier onda. Ory ha sido premiado con el Internacional de Poesía Emilio Prados por su poemario “Lugares, Comunes” y con el Francisco Villaespesa por “Por qué sólo beso a las estatuas”.

Nuestro encuentro se produce en una de las lujosas terrazas de la plaza de Uncibay. Camilo llega pronto. Camina rodeado por un halo de enigmas. Su figura es un galimatías. Se sienta sin saludar, enciende un Bisonte sin filtro y pide al camarero un bitter kas. “Comencemos. Por cierto, no me suenas del New York Times” –afirma con extrañeza-. Tras comentarle que se trata de La Opinión de Málaga, Camilo se levanta de la silla. Me indica que le acaba de surgir un problemilla de un tema de, uf, un follón gordísimo en su casa con la lavadora y que se tiene que marchar. Seguidamente le ruego que se quede y que si lo hace le pagaré el recibo de la luz de este mes. Se vuelve a sentar.

-Gracias Camilo por atendernos. En su biografía figura Segovia como lugar de nacimiento. ¿Segovia qué es exactamente?

Una ciudad dormitorio de Madrid, curiosamente construida con piedras en lugar de con ladrillos.

-Se confirma pues que Segovia existe y no es un holograma como sí sucede con Murcia…

Claro. Las destilerías DYC y las granjas de cochinillos no habrían prosperado en un lugar inexistente.

-Adentrémonos en su obra. Es usted poeta, narrador y articulista. ¿En qué momento nació su interés por ser vagabundo?

Llega un día en que miras alrededor, ves lo que ha conseguido en la vida la gente de tu edad y lo que has logrado tú y tomas conciencia de la magnitud de la catástrofe. Durante un tiempo, a uno le divierte la situación y piensa que puede ser reversible, pero luego resulta que no. Entonces sólo queda esperar la muerte con la pose más elegante.

Esa elegancia ante la catástrofe marca una línea del conocimiento curiosa en Camilo de Ory. Afirma usted que ‘Vente a Alemania, Pepe’ es una revisión de ‘Poeta en Nueva York’ al encontrar en ella una hilazón conceptual.

La hay: el deslumbramiento inicial de Lorca / Landa ante los encantos de la megápolis y el posterior desengaño al ver que las cosas no son como esperaba. Pero en la película de Landa, en lugar de negros de Harlem, salen rubias pechugonas, lo cual es lógico teniendo en cuenta las inclinaciones de cada artista.

¿Qué le trajo a usted a Málaga?

Un 127 de color verde. Trasladaron a mi padre, que es funcionario, y dejamos la meseta por el mar. El viaje duró varias días porque aún no había carreteras y uno tenía que destilar su propia gasolina en casa.

En cierto modo, fue como lo de Lorca y Landa, ahora que lo pienso. Dejar el hogar de los ancestros y chapotear en la cosmópolis hasta terminar horrorizado.

Háblenos de Málaga desde el punto de vista cultural. Qué opina de la ciudad?

Quizá por la alta tasa de paro, en Málaga bastante gente se dedica a la literatura, la música o lo que sea. Y hay un buen número de artistas francamente talentosos en casi todas las disciplinas: más que una cuestión genética o ambiental, creo que se trata de una necesidad estadística. El que sea posible desarrollar una carrera dentro de la ciudad ya es otra cosa, y supongo que tiene tanto que ver con el apoyo institucional como con la ley de la oferta y la demanda. Pero últimamente están apareciendo jóvenes que, además de crear obras valiosas, saben venderlas y venderse, en el mejor sentido de la expresión. Eso es algo esperanzador, sobre todo para ellos. No obstante, hasta que no pase la crisis me parece que lo tenemos todos bastante negro.

Hablando de negros ¿Qué opina usted de las esculturas que decoran la plaza de Uncibay? ¿Son un alegato a los problemas de tiroides?

El autor supo vender su obra, sí señor.

Se trata de figuras desnudas pero de metal y sin interactuación alguna. ¿Es esa la relación de los escribanos con el género femenino o se trata de un bulo? ¿Es un atractivo escribir poesía a la hora del cortejo?

El de aturdir a las hembras con mantras rítmicos es un método de cortejo milenario, de eficacia acreditada, que han llevado hasta la perfección las estrellas del rock. Los rockeros, además, pueden complementar la estrategia marcando paquete y enseñando los pelos del pecho. Y disponen de un arma que, sabiamente utilizada, los convierte en amantes irresistibles: el falsete.

¿Le cae bien el alcalde de nuestra ciudad? ¿Qué opinión le merecen nuestros gobernantes locales?

¿Y a quién no? Es un hombre muy simpático, al margen de cualquier otra consideración, que hizo de cura en la boda de mi hermano. En cuanto al resto de los gobernantes locales, recuerda que, como artista, dependo de los bolos que ellos organizan, los concursos que ellos convocan y las subvenciones que ellos otorgan. Eso hace que mi opinión acerca de sus cualidades morales, y de las de sus madres y esposas, tenga que ser buena.

¿Quiénes son sus referentes culturales y artísticos Andaluces junto con Susana Díaz?

Poner a una mujer al frente del Gobierno es una magnífica estrategia: cualquier crítica a su gestión puede neutralizarse acusando de machista a quien la formula. Sólo poner a un discapacitado intelectual garantizaría una mayor invulnerabilidad ante las maniobras de la oposición. Y eso llegará, oh, sí.

Imagine que esto lo va a leer alguien además de mi madre y su amigo lituano con el que se comunica por gestos. ¿Qué mensaje transmitiría a la sociedad malagueña que, por momentos, parece sumida en un profundo letargo?

Seguid durmiendo, amigos. Que el sueño no termine.

Gracias Don Camilo por sus atenciones. Su Bitter Kas está pagado y sepa que esta entrevista fue una recomendación de la magnífica Olga Muñoz. Sería fantástico que acabara con un pequeño verso improvisado dedicado a esta maravillosa tierra.

Olga es la mujer con más sentido del humor que he conocido, y una gamberra deliciosa a la que echo mucho de menos. Veo que desde allá donde haya ido se las está apañando para seguir tomándome el pelo como solía hacer, y me alegro de que así sea. Pero no conseguirá que escriba un poema a Málaga: eso no.

Camilo se levantó de su silla. Y tras abonarle los 34,23 euros de la factura de la luz marchó apretando mi mano y dándome las gracias a mí y a todo el equipo de Cambio 16 por apostar por él para la entrevista.

Viva Málaga

3 respuestas a «Camilo de Ory»

  1. HOYGAN NO SE ENTIENDE LA ENTREVISTA NO SE LO QUE ESE SEÑOR RESPONDE YO CREO QUE AY ERRORES Y AY PALABRAS QUE NO APARESEN EN EL DICIONARIO USTEDES DEBERIAN ENTREBISTAR A MALAGEÑOS DE VERDA COMO ANTONIO BANDERAS QUE ABLA CON PALABRAS SENSILLA Y TAMBIEN CARMEN POSADA ES EVIDENTE QUE ESTA PERSONA NO AMA A MALAGA

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