Libros en su tinta

8 May

Como cada año, voy a la Feria del Libro de Málaga y me pierdo en lo que llaman, la gran fiesta de la literatura; el bosque de las letras, que está cada día más talado, pues, como puedo comprobar, la fila de casetas va menguando, año a año, conforme crecen las grandes superficies comerciales. Antes se compraban libros, aunque no se leyesen, que ésa es otra. Ya no. La excusa es que el e-book es más barato y más cómodo, que no hay tiempo, que esto y lo otro, pero la verdad verdadera pasa porque la letra en esta sociedad actual se ha hecho muy antipática frente al emoticono, que es, según leo en un reportaje, el lenguaje universal del futuro. Para expresar lo que uno siente, ahora basta con la carita con la boca del derecho o del revés, con la que llora de risa, echa humo por la nariz o hace tururú. Las caritas, además, son políticamente correctas porque las hay morenas como de hombre o mujer de color y amarillas si el hombre o mujer son de color amarillo. Me imagino que pronto aparecerán caritas rosas o violetas, por si tienen que representar al mundo gay y también negras del todo, cuando el que interactúa es un parado. Con este lenguaje universal llegaremos a la más profunda estupidez generalizada, que es, de todas todas, lo más políticamente correcto que pueda darse.

Claro que, como una es una subversiva de condición, cuanto más aprietan los emoticonos, más se aferra a la letra y encima a la letra en papel, que es otra manera de sentirse sola y rara en este mundo de los iconos gesticulares. Habrá que aceptarlo; leer, leemos poquísimos, habida cuenta de que los que dicen estar “locos por los libros” escriben “livros” y quienes proponen hacer la revolución leyendo, escriben “lellendo”.

Definitivamente, quien lee, no comete tantas faltas de ortografía y el hecho de que defiendan la lectura sin leer se debe al aura de seducción que se asocia al individuo intelectual. Existe un falso tópico que da a entender que quien lee mucho, liga más, pero la realidad demuestra lo contrario; el gran lector suele ser un tipo excesivamente crítico y, por lo tanto, bastante asocial. Por lo tonto, se liga más, créanme.

Si usted lo que quiere de verdad es ligar; apúntese a un gimnasio y no apueste por leer y menos por escribir si no ha leído lo suficiente. Los que, a fin de cuentas, podríamos leer su libro somos un coñazo intransigente y nos vamos a cabrear con los errores gramaticales y las faltas de ortografía.

Que soy una lectora coñazo no lo digo yo, me lo dice un escritor novel, al que compro su libro, en una dedicatoria “ A Lola, agradeceré tu lectura y tu opinión positiva”, frase que me pone sobre aviso de que me abstenga de una crítica negativa. Por alguna razón o varias, me he ganado reputación de quisquillosa, si bien, en definitiva, lo único que hace una es leer con atención y, después de ello, elogiar lo que le gusta y silenciar lo que no. A no ser que el escritor en ciernes se atreva a mandar, con suficiencia arrogante, al cubo de la basura a alguno de mis clásicos favoritos, lo que me saca bastante de quicio.

Conforme voy paseándome por las pocas casetas de la Feria del Libro, los dependientes, que ya me conocen de otras ediciones, se ponen en guardia, porque saben que siempre digo lo mismo; que ese día sólo voy a mirar, pero, al final, pico. Sobre todo, si la caseta es la de editorial Renacimiento, por las bellas ediciones que hace de mis autores predilectos con un gusto sensibilísimo para los prólogos y las cuidadas encuadernaciones. Además que, por casualidad, el ejemplar en el que me intereso, siempre es el último que queda. Hoy me he llevado una antología maravillosa de artículos de Julio Camba y “Nueva usura” de Alfredo Taján y el sabio y astuto dependiente me tienta con un libro de Chesterton que me quedo mirando de reojo. “Si no tienes dinero, me dice, yo te lo reservo. Es el último que queda ¿sabes?”.

No será ésta la última tentación a la que sucumba ¿cómo no llevarse luego también en el periplo por el resto de las casetas, los últimos libros de los clásicos españoles aún vivos? Aún más, si esos clásicos viven en tu ciudad y los conoces en persona ¿Cómo no te vas a comprar “El protegido” de Pablo Aranda o “Crimen on the Rocks” de Alfonso Vázquez? Incluso, si ya te los has comprado, te pones a hojearlos y, con voz de megáfono, exclamas, qué maravilloso libro, para que se animen los de alrededor, pues, a veces, la animación a la lectura ha de ser bien sonora y contundente.

La apuesta por firmas conocidas es una apuesta segura, así que te las llevas todas mientras se triplica el peso en las bolsas de papel y cuando ya piensas que va siendo hora de irse, te asalta la curiosidad por las novedades de escritores noveles, no sea que te estés perdiendo algo. O sea, que otra tarde de esas que ibas sólo a ojear, vuelves cargada, sudando tinta.

La letra es la mejor medicina y, a la vez, la más maravillosa de las enfermedades. Una enfermedad que debería ser contagiosa.

7 respuestas a «Libros en su tinta»

  1. Gracias, las tuyas, Alfonso. Con cada libro te superas. Esta última obra tuya me ha dejado sorprendida; es impecable, fruto de un gran oficio y de un gran genio y apta para el lector más exigente. Enhorabuena!!!

  2. ¡Lola!…, yo admito que casi no leo nada…, así pues me considero un ignorante…, es muy difícil tener que reconocerlo ya que creo que tú me conoces…; me ha dicho la doctora del centro de salud…, «¿porqué usted no se ha leído las ‘Guías de Autoayuda’ y ‘Mejore su estado de ánimo con la actividad física’?»; le respondí que no me concentraba…, que podía leer muy poco…, esto me hizo sentir fatal con la profesional que seguramente ha pensado que le estoy haciendo perder el tiempo y dudando tal vez de mi problemática de salud…, salvo que al tomarme la tensión ella me dijo…, «está muy alta, usted ha empeorado su situación»…, y ahora que lo pienso (si es que uno puede pensar sin leer y no convertirse en otro tonto social…), lo que ha empeorado mi situación es no leer…
    Con mi comentario intento ser sincero contigo y con el público que te lee…
    Yo sí puedo decir que estuve presente en la Feria del Libro de Málaga 2015 y es verdad lo que tú escribes (menos casetas y creo que faltaron escritores malagueños y andaluces /¿por qué no los han convocado?… / ¿una cuestión política de ninguneo o simplemente porque ellos no se presentaron?…).
    Estuve en la presentación de la nueva novela policíaca del escritor Pablo Aranda (él también me conoce personalmente y sabe que existo como ser humano viviendo en Málaga y no como otras personas que se han creído que soy un «amor imaginario» o un personaje de ficción que ha nacido o es un producto de la imaginación de un escritor fantasioso…); fue el miércoles 6 de Mayo de 2015 a las 20:00hs. en el espacio Iniciarte en el Palmeral de las Sorpresas entre anécdotas, bromas, risas y aplausos entre el editor Malcolm Otero Bernal de Malpaso, el narrador Manuel Vila y el escritor Pablo Aranda…; yo había sido enviado a la presentación con una misión que cumplir y la he cumplido…

    http://www.pabloaranda.es/libros/ver/pagina/1/id/34660/titulo/EL-PROTEGIDO.html

    No quiero hacer la pelota…, pero de lo poco que he leído este año ha sido «El colegio más raro del Mundo» de Pablo Aranda de la Editorial ANAYA con las ilustraciones de Esther Gómez Madrid…, y aunque soy un cuarentón inmaduro e ignorante…, me ha divertido su libro y ahora mismo no sabemos ¿quién lo tiene ni donde esta? , ya que mi pareja se lo prestado a su progenitora y a su vez su madre se lo ha prestado a otro/s miembro/s juveniles de su familia…, y aunque es un libro según creo yo desde mi ignorancia para el público infantil y juvenil…, tranquilamente lo puede leer un adulto que guarda como un tesoro el niño que lleva dentro y así poder disfrutarlo, reírse y recomendarlo como apto para todo público…

    http://www.pabloaranda.es/libros/ver/pagina/1/id/24540/titulo/EL-COLEGIO-MAS-RARO-DEL-MUNDO.html

    Y para terminar también quisiera mencionar a Don Alfredo Taján (Rosarino de nacimiento y malagueño por adopción…), quién ha escrito «Nueva Usura» que según me parece la Editorial Renacimiento ha compilado su esencia poética en un volumen…; al Director del Instituto Municipal del Libro le di fraternalmente la mano para saludarlo…

    http://www.agapea.com/Alfredo-Tajan/Nueva-usura-9788484722342-i.htm

    http://www.elcultural.com/revista/letras/Nueva-usura/36212

    Espero que el polen primaveral malagueño haga una tregua sin máscara de oxígeno y que la primavera no me altere la sangre a punto de hipertensión grave o severa para pastillas que me hacen perder la calma y la cordura, sin sal y sin cerveza y uno preguntándose ¿porqués?..

    MORALEJA: ¡Hay que leer más!…

  3. El colmo de la estulticia debe ser que le regañen a uno por intentar expresarse, a través del face, en su lengua materna, que es la española con un cierto deje andaluz serrano, pero si no se transcribe tal cual, gazpacho fonético donde los haya y guarnecida de todos los nuevos elementos ornamentales, te pueden soltar, “ayyyy, pero tu donde te as criao xd!!!” No es ya que sean de mi misma edad, que lo son; y nacido en el mismo lugar, que también. Es que tienes que ponerte al día. Hasta creo que les produce sarpullido si no lo haces; así como soltar alguna carcajada estentórea de cuando en cuando, que eso viste tela, igual que los habitantes de Vondervotteimittiss, de la obra de Edgar A Poe “El diablo en el campanario”, tan fieles a sus relojes y a sus repollos. Bien. Pero la capacidad de asombro queda muy resentida, cuando proponen hacer, face mediante, un diccionario propio, aderezado con toda palabra autóctona que se localice, rebuscando por esos años remotos….
    Pues tampoco, que aquí nadie se quiere acordar de antiguas expresiones, que da como corte y después hay que definirlas y entonces ahí te quiero ver, explicando en castellano aperos de labranza, utensilios de cocina, flora, fauna… Eso mis quint@s, porque los jóvenes – y ahí quiero ir a parar – ¿qué pueden aportar, si prácticamente toda palabra, toda expresión antigua estaba relacionada con los trabajos del campo o las labores del hogar, sin el complemento de los electrodomésticos y ell@s nacieron el otro día…?
    Luego la proposición es como la fábula del libro bien encuadernado que no vale un pito, pero eso, que viste y punto de snob.

    En ausencia de relevo “generacional”, siempre adelante, escritores y escritoras que aún estáis.

  4. Sí, Winspector, parece que hablar bien no esté de moda y, además, te hace quedar como un traidor con los colugareños del terruño. Ahora entiendo por qué mi madre en cuanto llegaba a su pueblo, se ponía a hablar con la zeta. Ozu!!!
    En cuanto a los arcaismos, claro, hay que cuidarlos, mantenerlos y protegerlos como un tesoro. Pronto cualquier palabra será un arcaismo o un cultismo y volveremos al gruñido onomatopéyico, ilustrado por su pertinente o impertinente icono.

  5. Lo que sí es verdad es que, al menos en este punto, la globalización (glob-alisación, de alisar) sí que abarca todo el conjunto y el lenguaje se universaliza, ya sin remisión. Si hubiera que buscar un periodo de impacto similar en la historia, habría que remontarse al Renacimiento, aquel movimiento cultural que significó la transición entre la Edad Media y el mundo moderno, despertándose la afición por la escritura, la lectura o la filosofía, entre otras disciplinas, en amplias capas de la población occidental, con la diferencia que todo esto ya fue conocido y vivido por la humanidad en su tiempo y nuestra globalización, donde tan bien medra la estupidez humana, acaba de romper el cascarón y aún no sabemos todo lo que nos podrá deparar, una vez campe a sus anchas y en total libertad por el globo terráqueo, lugar muy codiciado, según Platón, por los humanos, prisioneros de la cárcel del cuerpo. Más pegado estás a la tierra, menos posibilidades de liberarte….¿Quién se encargará de pararle los pies a la globalización…?
    De aquella lengua planificada y después políticamente perseguida, nacida hace poco más de un siglo, el Esperanto, me queda un recuerdo: una fotografía de una muchacha de entreguerras, años veinte, que era celosamente conservada en una funda de plástico por la familia, porque la dedicatoria del compañero sentimental y a su vez perseguido, estaba escrita en Esperanto. Y aunque ya había pasado mucho tiempo, la fotografía, para ellos, continuaba simbolizando la libertad…

    Pero ahora, a falta de cadenas visibles, todo cae por inercia. Como el mismo lenguaje.

    Buenos días tengan tod@s

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