Dime que me quieres

20 Jul
Congreso de los diputados
Los funcionarios contra el gobierno como, otrora los villanos contra el comendador. Esto va pintando tal que Fuenteovejuna, todos a una. Si bien donde escribí ovejas, no se entienda borregos. El colectivo de los funcionarios nunca fue demasiado gregario ni ruidoso, practicando como condición de obediencia nata, el silencio de los corderos incluso cuando las medidas aplicadas desde hace un rato por manos de unos y otros, les habían quitado en peso algunas que otras chuletas, hasta que las medidas fueron desmedidas y los silenciosos corderos, a pique, directamente del matadero, decidieron convertirse en ese rebaño asustado que, apiñado de terror, vocifera en calles y plazas, reivindicando derechos, como, si en ello, les fuese la vida. Y les va. Después de tantos avisos, vino el lobo y se los está comiendo con patatas; recortando pagas ordinarias y hasta extraordinarias y llevando los cuellos al degüello.
Como Dios aprieta pero no ahoga, el ministro, Cristóbal Montoro, advierte de que aquellos funcionarios que cobren menos de 962 euros sí que seguirán percibiendo la paga de navidad. Privilegio dudoso, ya que, tal y como se está poniendo el precio de la mera supervivencia, a un funcionario que cobre menos de 962 euros, más que la paga extraordinaria, habría que darle el pésame.
Por exigencias del guión, forzosamente, los funcionarios han de pagar los efectos de la burrocracia. Como a los alumnos díscolos de antaño, el gobierno les coloca las orejas de burro y, poniéndolos de cara a la pared, los deja sin recreo. Se acabaron las cervezas, los restaurantes, el teatro, los cines y los viajes y, acabado su ocio, de paso, se acaba el negocio de bares, restaurantes, salas de cine y teatros y agencias de viajes. Privar a los funcionarios del poder adquisitivo es privar a otros sectores de sus posibilidades de supervivencia; la hostelería y el comercio; refugio y alivio del empleado público en fines de semana y vacaciones. A este respecto, se diría que el aumento de horas de trabajo al funcionariado es una medida piadosa, pues la ocupación les entretiene de afrontar el tiempo libre que, sin dividendos para disfrutarlo, se hace eterno, si no es porque esas horas de aumento suponen el descuento de otros puestos de trabajo para otros eventuales que, sin trabajo ni salario, tendrán todo el tiempo del mundo para lamentar su mala fortuna.
Con casi todos los derechos y los privilegios recortados, el empleado público, de trabajador sumiso y silencioso, se está empezando a sentir esclavo y a buscar su consecuente Espartaco y su revuelta, sea con el apoyo de los sindicalistas; los ahora ubicuos Cándido Méndez y Fernández Toxo, que, por la indignación han vuelto a rejuvenecer, o por la propia cuenta que les trae; una cuenta ya de lo más corriente que, arreciando la amenaza del corralito, algunos piensan traspasar del banco al colchón para poder dormir tranquilos.
Los funcionarios, en fin, con mala prensa desde que Larra escribió su “Vuelva usted mañana” no son sólo aquellos que colocaban en la ventanilla el cartelito de “Vengo en cinco minutos” para tomarse un café que podía prolongarse hasta la hora del aperitivo. De entre ellos; abogados, médicos, profesores y etcétera, funcionando algunos menos y otros muchos más, no han sido malos vasallos, mientras que hubiese buen señor, hasta que el señor por decretos, empezó a convertirse en tirano; lo cual al español, sea funcionario o lo que sea, le hace encabritarse un rato desde los tiempos de la citada Fuenteovejuna. Ya no se trata únicamente de los fondos, que también, sino de las formas antipáticas con las que los gobernantes exigen sin antes un “por favor” o alguna palabra bonita. Que a los actuales ministros y al presidente les falta inteligencia emocional, dice la inefable Lucía Méndez, y, como de costumbre, tiene razón. La inteligencia emocional que es la habilidad de ganarse a la gente con cariño, vence y convence al español, que tiene su corazoncito y, bien manejada, puede ser peligrosa porque persuade al compatriota de que lo blanco es negro. Una cualidad que a Felipe González le sobraba y a Rajoy le hace falta como el pan. Sin simpatía, las medidas antipáticas resultan, directamente, intolerables y, en eso, nuestro presidente se lleva la palma, rebotando al personal con un talante sieso que tira para atrás, sin que una palabra de consuelo, un piropo al electorado o, si es preciso, una mentira piadosa nos distraiga de su tarandilla del esfuerzo colectivo, la abnegación y el sacrificio por la patria.
Ahora que la empresa privada ha descubierto que, tratando bien a sus empleados, logra mayores rendimientos, no estaría mal que el gobierno se aplicase el cuento y se manejase con algún cariño entre sus vapuleados funcionarios. Solamente a palos, no hay país que funcione ni patria que se salve.

P.D: Observo que la Junta de Andalucía pone freno a los recortes salariales de los funcionarios, impuestos por el gobierno central, pues alega que ha de ser coherente con sus políticas de izquierdas. Bien, exacto, para eso les votó la mayoría.
Estoy loca de contenta, mañana voy a ver a Loquillo actuando en Fuengirola que, para colmo, ha puesto música a los versos de uno de mis poetas favoritos, Luis Alberto de Cuenca («Me gusta cuando dices tonterías») ¿Qué más se puede pedir?

13 respuestas a «Dime que me quieres»

  1. Precisamente por esas razones del tapeo diario y la disco-juerga del fin de semana, mucha gente dejó el curro en el extranjero (casi me incluyo, que yo lo hice por amor, hala, pa que luego me vengan con storie e storiette ) aprovechando la demanda funcionarial de la Transición. Porque volver a España para trabajar en cualquier otra rama del régimen general, en condiciones deprimentes, pues como que no…( muchos se están llevando desagradables sorpresas ahora que se jubilan. No habían cotizado por ellos, o sea, explotados item más engañados como aquellos chinos de antaño) para eso mejor seguir añorando el Mediterráneo entre brumas, vino y raciones del centro español los domingos. Mas el péndulo vuelve a su antigua posición, despacio, sin prisa….Miles de jóvenes españoles están emigrando, de nuevo, ante la falta de perspectivas. Lo más granado, la prez de la nación, que se cantaba entonces, cuyo número aumenta con cada hora que pasa, busca nuevos horizontes otra vez, principalmente, en Alemania. Antes eran los más jóvenes y fuertes aunque, por razones obvias, faltos de cualificación profesional. Hoy, la famosa generación mejor preparada de la historia debe, no digo ya promocionarse, sino buscarse el sustento fuera de España. En verdad os digo que Dios aprieta pero…¡no suelta!
    Como todas las revoluciones de nuestro pasado, ésta también ha comenzado en Carcagente. Inevitablemente, te viene a la memoria el fandanguillo del Cele, cantaor granaíno: “Qué ganica tengo, mare / de que mi deseo se logre / que el rico no sea tan rico / y el probe no sea tan pobre”.

    A partir de ahora quedan incluidos los funcionarios.

    Un saludo para tod@s. Buenos días.

  2. ¿Se podrían hacer recortes en el congreso?es que con tantas personas paradas¿ porqué una burra ,allí ?,que por lo que dicen cobra,tiene sueldo.Se llama andrea fabra

  3. Lúcida, lúcida, te veo, querida Lola, en el cuerpo del artículo, e ingenua, ingenua, en la primera parte de tu posdata. Por desgracia, me temo que ya lo verás.
    La mezcla Loquillo/Luis Alberto ha dado, en efecto,un resultado la mar de interesante.

  4. No me digas, Javier, que esa noticia está ya caducada. ¿O sea?
    Además de «Españoles en el mundo», el otro día pusieron «Un franco, catorce pesetas? ¿Será una insinuación?
    De aquello se podía leer que, en Suiza, los españoles y sus ahorros u otro tipo de capitales, viven mejor…

  5. Razón tiene La Beira, ciudadana Clavero, cuando le atribuye ingenuidad posdataria. Si en el Gobierno de España estuviera el PSOE, habría que ver si la Junta hubiera dado marcha atrás en su recortes paralelos. Al final, esto es un teatro de actores encontrados; según el papel y el tiempo que te toquen así se dice y así se hace. Acuérdese de «La charla del pescado», de Juan Perro:

    «Será porque siempre he estado yo
    del lado del pescado que
    nunca había pensado que el pescado
    fuera a estar del otro lado».

    Pues eso.

  6. Bueno, sea como fuere, ha sido una buena cosa. Vamos a alegrarnos un poquito, que ya es hora.
    Y a hablar, si procede, además de otro tema. Ayer vi a Loquillo en concierto, el dandy del rock and roll, trajeado e impecable. Cantó nuevos temas, pero, pues era de rigor, nos volvimos a emocionar con los antiguos; «Rock and roll star», «El Rompeolas» (mi favorita) y cerrando el concierto, como siempre, «Cadillac solitario».
    Todos ellos cantados con la chulería intrínseca que caracteriza al intérprete y que, a mi parecer, sólo a él le queda bien. Es decir, odio la chulería en cualquiera, pero en «Loquillo» me resulta encantadora, ¿Hay en ello alguna discriminación? Por supuesto y no alguna, sino toda. Las letras que canta Loquillo me resultarían en otro intolerables, pero en su voz, perfectas.
    Observese en Rock and roll star:

    «Has tenido suerte en llegarme a conocer
    porque a nadie le gusta el nacer para perder.
    Abrirás una revista y me encontrarás a mí,
    puedo ser algo payaso,
    pero eso me hace feliz»…

    En «El Rompeolas»:
    «Tú, nena, puedes tener una vida de hogar,
    búscate un marido con miedo a volar.
    No hables de futuro, es una ilusión
    cuando el rock and roll conquistó mi corazón»

    Por ello mismo, conmovía una barbaridad que ese hombre tan duro sufriese tanto por la chica que lo dejó en «Cadillac solitario»:

    «La gente me dice que ahora eres formal
    y yo aquí borracho en el Cadillac
    bajo las palmeras, triste, solitario
    y no estás tú, nenaaa»…

    Más discriminación todavía, porque a muchos los dejó su novia y no nos daba pena ninguna (algo habrían hecho), pero quién ,pensábamos, sería la perra que dejó a Loquillo, debía estar loca…
    En fin, os mando un vídeo de «Cadillac solitario». No es el mejor, pero sí el que deja ver con mayor nitidez esos gestos chulescos que a Loquillo le quedan de perlas -sólo a él, advierto-. Pinchad abajo y me comprenderéis; tanto las féminas como algunos caballeros.

    http://youtu.be/ne6DbhXWDMI
    Si no os funciona, parece que hay fallos técnicos, pegad el enlace de arriba al buscador.

  7. Cualquier tipo de capital vive siempre bien en Suiza, provenga del ahorro, de la evasión o del eterno triplete, repartido a lo largo y ancho del país: joyería – relojería – banco. Pero en lo que toca a lo nuestro, donde hipotecas y préstamos asfixian hoy a la población, cuánto mejor les fue a los que cambiaron francos suizos por pesetas…En cuatro o cinco años, eras ya propietario, en España, de piso, coche, local comercial, todo pagado…También tenías vacaciones anuales, fines de semana libres…Y entonces te venías pa España, (que ya se codeaba con los grandes de la CE, o eso decían) y a vivir que son tres días…Anda, que si llegan a saber algunos el rumbo que iba a tomar el asunto… .”Claro – te decían los muy cuitados hacia el año noventa – es que ahora ya estamos al nivel de los suizos y son los extranjeros quienes vienen a trabajar aquí pa nosotros..” ¿al nivel de los suizos…? Bueno, sí, fue bonito mientras duró, igual que esos idilios que canta Loquillo…
    Uno, en tiempos, se iba los fines de semana tras el grupo Piranha y ni crisis ni na de na.

    Saludos para tod@s.

  8. O sea, Winspector, ¿Tú aprendiste italiano en Suiza?
    Y otra cosa ¿Es cierto que allí la educación vale también su peso en oro? Por el momento, dicen que allí los niños son trilingües de modo espontáneo ¿Es verdad?
    Anda, cuéntanos!…

  9. Había / hay diferencias palpables entre España y Suiza. Allí existe una predisposición general a la educación, donde se invierte casi la décima parte del PIB. En este aspecto superan a todo el continente europeo. Lo llevan en la sangre, de antiguo, como se suele decir, porque lo relacionan directamente con el progreso y el crecimiento. Es una constante. No terminan nunca de estudiar y prepararse, igual que hacen en el ejército, lleno de soldados de todas las edades, que durante un mes al año sirven a su patria . Y si no «tan» trilingües, debido a la existencia de un solo cantón italiano, al menos una mayoría es bilingüe, francés-alemán y sus variantes romanche y tedesco…
    Claro que a uno, con todo ese lastre del pasado inmediato, no se le podían pedir milagros. Hace más de cuarenta años le decías a un niño suizo de ir a cazar pajarillos y salía corriendo asustado y señalándote con el dedo y los demás, emigrantes, hala, a reírse del infeliz. Entonces dime tú…
    Aprendí italiano en Suiza y lo hablaba indistintamente, junto con el francés o el español. Todo lo que pueda saber hoy al respecto se lo debo a algunas personas de allí, en particular a una, con la que tuve larga relación; después rompimos y cada cual rehizo su vida. Por lo demás, diré que ella no es culpable.

    Un saludo para ti y para tod@s

  10. Lo que viviste en Suiza, parece que fue más allá de una simple experiencia. Tal vez necesitas escribir una novela para contarlo y nosotros leerla para entender tantas cosas ¿Qué tal? ¿Te lo pensarás?
    P.D: ¿Qué me dices de Lausanna?

  11. Si lo dices por el libro de A Soler, entonces Lausana trasmuta en la Santillana del Mar, de Gil Blas, en cuanto a sensaciones. Tal vez llevas razón, no sería mala idea descriptar lo vivido, pues ninguna «omertà» lo impide. El tren y la gente que inspiran a Soler son también aquellas caras del amanecer; el día, que no era día. Día que era noche. Noche que moría cada vez más mientras observabas las zigzagueantes gotitas de agua de lluvia o de rocío, que descendían por el cristal de la ventanilla; que temblorosas se buscaban y se cruzaban, que se juntaban y seguían descendiendo… hasta caer. La vida misma. Entonces nos hacían reír abiertamente. Ahora recuerdas y sonríes…
    Si encuentro la inspiración necesaria igual me pongo a ello.

    Saludos y gracias.

  12. La inspiración vendrá a buscarte ella misma, cuando llegue el momento. Esa ocasión en la que se puede contar el pasado, porque ya lo es del todo y no duele y, tal vez, como dices, sólo te hace sonreír, pues nosotros, los de antes, ya no somos los mismos. Confío en ello.
    ¿Viviste en Lausana?

  13. No, pero iba a menudo. A veces, como si realmente viviese allí, pues tenía parientes y amigos y me solía quedar varios días si era fiesta o venían conjuntos musicales, si había alguna exposición, feria de muestras…En realidad estuve parando en bastantes sitios, siempre dentro del mismo cantón. Hasta en casa de mis padres, allá en Yverdón, que ya…Y desde luego que, de esta manera, se recolectan experiencias vitales, casi todas dignas de ser recordadas… Dos muestras de aquella música. Seré cursi, vale.

    http://www.youtube.com/watch?v=XhUHdjtgB7c

    http://www.youtube.com/watch?v=WC2zqLyT9Yk

    Pues venga, un saludo para ti y para tod@s

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