Suspenso en educación

23 Dic

Suspender nunca es un cometido agradable. En especial, cuando el objeto de ese suspenso es un alumno simpático, agradable y tal vez muy buena persona. Una tierna criaturita de ojos dulces que, a lo peor, se echa a llorar. A cualquiera se le parte el corazón, a cualquiera le entran ganas de regalarle un cinco en el último momento y desearle feliz navidad y próspero año nuevo. Pero eso no sería serio ni para el docente ni para el propio alumno, que debería de saber que el suspenso no es una descalificación a su persona, sino una simple advertencia de que tiene que prepararse más para lograr los objetivos que exige el aprendizaje, lo cual no lo exime de seguir siendo un muchacho excelente ni implica la enemistad del profesor. Un suspenso no atenta contra la integridad del individuo ni le resta méritos para ser querido.

Muchos de mis amigos, si, hoy día, fuesen examinados de historia del arte o filosofía sacarían un tres y, sin embargo, seguirían siendo, igual, mis amigos hasta la muerte. En las mismas, ellos siempre podrían ponerme un cero en matemáticas, lo cual podría asumir con completa deportividad. De hecho, los ceros en matemáticas han sido una constante en mi vida y aún mi pesadilla más recurrente; que vuelvo al colegio a presentarme a un examen de matemáticas, del cual no tengo ni pajolera idea. Una angustia retrospectiva a la que había de unirse el tedio de pasar una hora delante de un folio en blanco- pues, como era considerada con mi profesor, si no sabía nada de los problemas planteados, lo cual ocurría con puntual frecuencia, le ahorraba el trabajo de corregir sandeces; cosa que, sin duda, él agradecía. Un folio en blanco al que poner un cero en un periquete es aligerar tarea-. Lejos del trauma, puedo decir que mis relaciones con dicho profesor, afable y a punto de jubilarse, eran más que cordiales. “Ay, Clavero, Clavero, me decía, me parece estupendo que quieras ser poeta, a mí la poesía me encanta, y, sin embargo, soy matemático”. Sería una excepción mi profesor, pues, como suele ser tradición, aunque la métrica sea prima hermana de la aritmética, los poetas no comulgamos demasiado con números primos y logaritmos. No por irreverencia a materia tan venerable, sino por simple cuestión de gustos, que no hubiese podido corregir don Manuel ni cambiando su lección magistral por una más innovadora metodología pedagógica, ni yo misma yendo a clases de refuerzo o siendo adscrita a un grupo de diversificación o, quién sabe si hasta de educación especial. Ninguna de esas medidas extremas me hacía falta, sino solamente un mes y la oprobiosa amenaza de repetir curso para ponerme a tope la motivación. Aquel mes obraba en mí un verdadero milagro; mis capacidades cognitivas hasta entonces, mermadas a la deficiencia mental, se desarrollaban de repente al nivel de la sobredotación y me salía, de la noche a la mañana, la competencia numérica de un Pitágoras. De lo que se puede deducir que las matemáticas no se me daban mal sino de maravilla. Simplemente, no me gustaban y punto.

Dado lo dicho y, como antes de cocinero he sido fraile, considero que no hay que dramatizar tanto con el suspenso, atribuyendo su causa a la ineficacia del profesor o la ineptitud del alumno. Cada alumno tiene sus gustos y sus rachas y pasa del cero al siete, burlando un inicial diagnóstico de casi presunto discapacitado. El suspenso no es consecuencia de chicos tontos y profesores ineficientes y, con paciencia, viene a remediarlo el milagro de la primavera cuando aprieta la urgencia de aprobar. No obstante como las nuevas estrategias pedagógicas implican la presunción de culpabilidad del docente, se extienden prácticas por las que obtener el aprobado sin tener que pasar ni un mes ante los libros. La intimidación con amenazas de pinchar las ruedas del coche o traer a colación a unos padres mal encarados son medidas bastante persuasivas ante profesores, lógicamente, acojonados.

Suspender en estos tiempos requiere ciertas dosis de heroísmo, pues, además, desafía a lo políticamente correcto, nunca mejor dicho, ya que la consigna, en especial, cuando se trata de centros públicos es favorecer la falta de preparación entre las clases populares. Para que, siendo ignorantes, puedan ser manipulables y sirvan como toda la vida de felpudo a los pudientes que tengan fondos suficientes para pagar un centro privado, donde, si bien los profesionales tienen menor cualificación, observan una menor tolerancia a la indisciplina y el examen marrullero. No obstante, según lo previsto, saldrán de sus aulas los próceres destinados a gobernar a esta plebe a la que se engaña con la ilusión de un falso futuro, de un título que no servirá para nada, de un aprobado por suspenso, que es un gato por liebre. Entonces se indignarán pero, sin formación, carecerán de criterio para formar un partido (véase 15-M) y no les valdrá la simple pataleta, porque la vida no aprueba tan fácilmente como ese profesor intimidado y castiga como no lo hicieron esos padres ausentes. Su ley, más allá de toda ley, es no regalar nada a nadie. Y nadie pone en duda su metodología.

P.D: Este artículo va dedicado con mucho cariño a una chica diez, Bárbara González, para que el próximo 2012 le traiga hasta un doce en matemáticas.

28 respuestas a «Suspenso en educación»

  1. Me encanta las matemáticas, para disfrutar con ellas sólo es cuestión de -pensar con- paciencia. Por demás, para eso (evitar la ignorancia generalizada) están los ‘profesores de la pública’, para no hacer ni puñetero caso a los nefastos políticos y sus tristes leyes. Les animo a hacer lo mismo que acabo de ver hacer al profesor Keating en esa película llamada “El club de los poetas muertos”: arrancar hojas a los libros (y a las malas leyes). ¡Dios, que gusto (iba a decir placer) da eso!

    PD
    Bárbara González tiene el futuro en sus manos, de hecho, debe tenerlo todo.

  2. Buenos días:

    Siempre me gustaron las matemáticas. Nunca se me dieron bien. Siempre fui muy lento en razonar, y despistado. Aún vivo en Babia. Cometía errores simples de operaciones minúsculas dentro del problema a resolver. Sudaba durante todo el examen, el folio chorreando, el corazón desbocado, sabor a sangre en el gaznate. Consumía el tiempo de examen y no había resuelto ni la mitad. Tenía el suspenso de antemano. Aún así, contradije como nadie al profesor, unas veces me dieron la razón y otras no. Nunca se enquistaron conmigo, y al final siempre aprobaba por los pelos.

    Aún me equivoco en sumas de números de un dígito. Hoy, cuando mis allegados me preguntan un problema de esos de corral de picos y patas y cabezas. O del vino al que el tendero le echaba agua para ganar más. Y de aquél del tren que salía de Madrid a tantos por hora y dónde se cruzaba con el que venía de Barcelona a otra velocidad. Oh, qué gozo. Creo en las matemáticas, aquellos tiempos forzados en ellas me dieron la capacidad de razonar, de ordenar, me dieron disciplina, como creo que no me lo ha dado ninguna otra materia. Aún hoy, recapitulando, creo que son ellas las que me sustentan, el porcentaje de potasio y fósforo que necesita el maíz. El precio del maíz en el mercado dependiendo del tipo impositivo máximo que imponga el BCE….y bla, bla, bla.

    PD.- Esta mañana, en la cadena 100 de la radio, han dicho que ser licenciado en matemáticas son los estudios con más futuro actualmente en España. Por doble motivo, la demanda está muy por encima de la oferta, y porque son los conocimientos que más contribuyen al desarrollo económico de un país.

    PD.- Gracias Lola, por traer a colación el tema. Me gusta tu relato, muy tierno.

    Saludos a todas y todos.

  3. Lola, las nuevas estrategias pedagógicas NO implican la presunción de culpabilidad del docente. Dudo que las conozcas esas nuevas «estrategias». Los docentes tenemos que se más competentes en nuestro trabajo. Ello implica saber comunicar nuestras decisiones. No existen manos negras en contra del profesorado ni intimidaciones (o por lo menos no más que en otra profesiones). Tienes razón en que un suspenso es un oportunidad para mejorar, pero debemos comunicar esa idea correctamente para no crear conflictos innecesarios.

  4. Personalmente, admiro a los matemáticos. El dominio de esta materia implica un notable desarrollo intelectual y suelen aplicar esa agilidad mental para resolver con rapidez situaciones cotidianas que la vida plantea. He tenido buenos amigos entre ellos porque además esa inteligencia les dota, por ende, de sentido del humor e incluso de cierta divertida extravagancia. Después de todo, mis primeros estudios de filología clásica -el latín y el griego son considerados las matemáticas de las letras- son un modo también de operar continuamente con el raciocinio lógico para despejar incógnítas como hacía mi admirado Guillermo de Baskerville en «El nombre de la rosa». Hoy me ha dicho un chico de 2º de Bachillerato que quiere ser latinista y por poco lloro de la emoción. No obstante, tuvo un magnífico profesor, llamado Antonio Sánchez, que le inspiró tal vocación, Chapeau. Si el latín y el griego fuesen recuperados para la enseñanza, obligatorios y con más horas, otro gallo nos cantaría. Matemáticos, filólogos de clásicas; jóvenes que piensen, razonen y citen a Catulo de memoria, esos son los que necesitamos para generar generaciones ilustradas y, por tanto, civilizadas que nos den esperanzas de futuro. Y, bueno, nos paguen las pensiones. Tenemos la responsabilidad enorme de formar a los jóvenes para que saquen al país de tanta miseria, es ley de vida que ellos gobiernen con la preparación adecuada y no que los próceres tengan ya casi sesenta años. Va contra natura. No vamos a ser eternos.
    Por consiguiente, démosle su oportunidad y animémosles, transmitiéndoles a su vez los valores de los que carece esta sociedad desalmada. Apuesto por ellos, cueste lo que cueste.
    Bárbara ,claro lo tiene todo,inteligencia, educación, discreción y hasta una cara muy bonita para colmo, supongo que eso incluye unos padres óptimos a los que se les debe estar cayendo la baba, pero le falta un profesor de latín, pues quiere estudiar derecho y en su centro educativo no hay opción a que curse esta materia. ¿Por qué no emplear a ese latinista en paro que estaría encantado con ser su profesor en lugar de tantas PDA y pizarras digitales que no funcionan?
    Quintiliano, ¿qué me dices? ¿Tú eres lento en razonar? Tu modestia me conmueve. Sería que aquellos problemas de las matemáticas de antaño, cual describía Andrés Sopeña en su muy «Florido pensil» no tenían pies ni cabeza o que tu pensamiento se inclinaba por capacidad innata a la palabra, donde cosechas superavit de talento. Los hay que nacemos de letras puras, pura genética, que es cuestión de hemisferios cerebrales. Lo importante es que el cerebro en cualquiera de sus tendencias dé de sí todo lo que pueda. Como para Woody Allen es mi órgano favorito y el que ahora necesitamos todos más que nunca. Pensemos y, si es posible, en positivo, que de esta vamos a salir si nos empeñamos en algo más que la hipóteca…
    Sí existen manos negras e intimidaciones, por desgracia, y los profesores que quieren ser competentes experimentan serias dificultades, porque se les intenta hacer aprobar bajo presiones, ya que hay que maquillar el fracaso escolar como pretende esa vergüenza llamada «programa de calidad» y sé de lo que hablo. En ningún caso, hay que dejar creer a un alumno que el aprobado entra dentro de sus derechos por la cara ni acosar a un colega por suspender, teniendo que explicar al dedillo los motivos como si fuese su propia culpa. Eso se llama insolidaridad y fraude a ese alumno al que se pretende aprobar sin saber con la consecuencia de condenarlo a una ignorancia que le llevará sin más a ser un desgraciado en el futuro. Los presuntos buenos profesores que tanto falsean sus notas han creado a un montón de fracasados que tendrían muchísimo que reprocharles…
    Un profesor que no enseña es un fraude, un delincuente y hasta un criminal, si me apuras…

  5. Me gusta que se hable y desenmascare a los malos profesores. Por lo demás, cuando a uno le regalan la plaza de profesor tiende a regalar aprobados con cierta facilidad y ningún pesar. Era evidente que la Junta de Andalucía con sus concursos-oposición a la carta de la mediocridad y la injusticia, y sus altos porcentajes de interinos, terminaría llevándonos (o manteniéndonos) a los puestos de cola de todo lo que merece la pena. Por el bien de la gente de bien, los alumnos deben ser protegidos de esos profesores que no enseñan, que son delincuentes y hasta criminales.

    Para que vuelvan el latín y el griego (imprescindibles) basta con que lo solicite el 60% de los docentes. Pero a los falsos docentes les cuesta hasta firmar (son tan vagos!). Lástima que nos les podamos regalar también la firma (solicitud).

    PD
    Estos políticos falsos (tan falsos como los aprobados), desvergonzados e incompetentes no merecen irse de rositas.

  6. Lola, estoy completamente de acuerdo contigo en todo. En lo referente a la junta y al latin y griego, debido a que es esencial y deberia ser obligatoria en vez de otras asignaturas. En cuanto a lo que tu sabes del instituto, tranquila que seguro que sale bien, ademas todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Felices fiestas!

  7. Si estás tan de acuerdo conmigo, preferiría que no fueses tan anónima. Tienes razón, todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario, pero lo contrario ya está demostrado, pues hay pruebas flagrantes. Por lo demás, Holden, nadie va a irse de rositas ni tú mismo siquiera. Como ya sé, leiste «Mi querido desamor» por el que recibí un premio de los que a ti te gustan, feminista.Puede leerse, para quien esté interesado, en el apartado «relatos» de este blog. Por lo demás, tengo, eso sí, correos electrónicos con fecha, firma, nombre y apellidos a los que algunos abogados les están encontrando el mayor interés. Sabrás que mi familia, la política y la que no, dispone de cierta relevancia en el terreno de la abogacía.
    En fin,os desearía feliz navidad y próspero año nuevo, pero nunca me he creído ese cuento y lo del próspero año nuevo,ahora menos que nunca. Lo único que le pido al año nuevo es que me conserve tan ilustrados comentaristas. Yo les prometo, por mi parte, algo más largo, sólido y entretenido. ¿Una pista? No, que da mala suerte…

  8. Feminista, apartado “relatos” de este blog, correos electrónicos, abogados, familia… No entiendo nada, yo pensaba que esto era un blog donde la gente comenta y opina, ¿Podrías explicarte, Lola?

  9. Y pensar que hasta hace muy poco tiempo este país, querida España, fue el Paraíso, ese «rose garden» cantado, más que soñado. Al menos es lo que, hace cuatro años, espetaba el ex ministro Bermejo a la oposición, tachándola de pesimista cuando sacaba a relucir la «pre crisis»…Cuántas veces llegué a imaginar entonces al resto del mundo, oh desolación, «senza una donna», que Eva era nuestra. Pero se la llevó la corriente. O la serpiente, que antes que Iberia o Hispania fuimos Ofiusia, tierra de serpientes y aquí siempre habrá – con permiso de los chinos – algún reptil dispuesto a prolongar, hasta el infinito, el rumor de la corriente.

    Pues está buena España, Lola, cuando se vuelve a poner de moda lo genuinamente nuestro, lo castizo: que tranquilidad viene de tranca y al que diga lo contrario le mando a mi maestro de hace cincuenta años, ex alférez provisional y que te daba un rijostio a la primera de cambio. Y si no aguantabas el castigo te comparaba con los «cobardes» que tuvo bajo su mando durante la contienda. Aunque, bien entendu», dicho esto, pienso que tanto la libertad como la educación son significante y significado de un mismo concepto, que nunca viene rodado, como si de una subvención se tratase. Cada país debe ganárselo. En el nuestro se suele hablar mucho, hasta el hartazgo diría, de los derechos individuales, aquellos que atañen a la persona y así lo transmitimos. Nadie se obliga a nada, derecho a que me/te den, que vamos embalados a la Sociedad del Ocio, la del Bienestar, esa, para los antiguos…y en esto que te das de bruces con unos adolescentes, tan maleducados y enrabietados, que el Martín de Caretas, a su lado, se me representa un pobre trapense…

    Ánimo a esa profesora y a seguir luchando. El Lorca más romántico y otoñal nunca la perdió:

    «Si la esperanza se apaga y la Babel se comienza,
    ¿qué antorcha iluminará los caminos de la tierra…?»

    Saludos.

  10. Donde comenta y opina, eso creía yo también, Holden, pero tú, por ejemplo, lo has utilizado muchas veces -este blog- para pedirme matrimonio e intentar concertar una cita, en tu idiosincrasia, supongo, de que las mujeres-todas-estamos tan desesperadas que vamos a quedar con el primer nombre falso que nos lo pida en un blog donde intentamos hablar de cosas serias, pero, claro, a los tipos como usted les parece que una mujer, en el fondo, lo único que quiere es casarse, incluso con un mamarracho.
    Winspector, maravilloso como siempre su verbo y, hablando de poesía, entre otras cosas ¿Qué le parece que un premio internacional de poesía, el tercero de currículo, diga «la poesía es un arma cargada de futuro, como dijo Blas de Otero»? ¿Baja o no baja el nivel? Realmente, deprimente…

  11. Lola, siento que te tomaras y sintieras de esa manera mis comentarios. Nada más lejos de mi intención y torpe entender. Bueno, ya no te molestaré más, me despido para siempre; ahora, sin duda, sin mis mamarrachos comentarios tu blog será mucho más serio y rico.
    Un saludo, y que todo te vaya bien en el futuro.

  12. No sé de quién me despido. Usted sí, yo firmo con mi nombre y apellidos, por lo cual me responsabilizo de cada una de mis palabras, cosa que suele traer problemas, como usted sabe, impune siempre bajo nombre o quién sabe si nombres ficticios. Con ellos de escudo, tiene el derecho de cortejarme o agredirme o incluso de darse por ofendido. Si usted se da por ofendido, dígame si es su última palabra, a quién he tenido el propósito o despropósito de ofender. Aparte del añejo personaje de una añeja novela de éxito, a mi parecer, del todo desproporcionado y que, por más, sirvió de leitmotiv para asesinar a mi muy adorado John Lennon que predicó lo que hace falta, «Peace and Love»

  13. Buenos días,

    Oh, Lola, Holden, leo y me pongo triste. Perdón de antemano por hablar. Opino que el anonimato es cualidad intrínseca del medio (en internet existe el laberinto, pero no el anonimato). Opino que Holden es necesario aquí, más que nada por la claridad de su expresión, se moja, se moja el tío. Opino, que el amor nos ciega a veces a los hombres, y nos trastorna, a las mujeres me temo que también. No sé lo que ha debido pasar, pero si por amor pasó, demos un ligero pase a esta enconada pasión, y vuelvan las aguas a sus cauces. A mí me gustaba como fue. No te vayas Holden. “Manque” puedo errar, claro, es que Lola, con esos revicanos ojillos, ahí los tienes a puro sufrimiento…..

    Saludos y paz.

  14. Buenos días,

    1.- La mala uva en la mayoría de los casos es una indignación ante lo injusto (o justo). Agravada por la imposibilidad de hacer algo para remediarlo. Mala enseñanza, corrupción política, un amor imposible, quién sabe….

    La mala uva de algunos políticos republicanos ha hecho que S.M el Rey diga que la justicia es igual para todos, hasta para su yernísimo. La mala uva, a veces, es muy necesaria.

    2.- Manque, es un neologismo, viene a decir aunque o pero, en grado superlativo.

    3.- Revicano (con “e”, y no con “a”), es un neologismo, que alude a la persona o carácter de ésta, cuando es viva, despierta, audaz, inteligente. Todo lo contrario de apagado, muermo, soso….

    4.- Manque y revicano se usan por la zona donde tengo mi maizal.

    5.- ¿Provocando Lola?. Por favor, este término ni lo pienso. Si hubiera que decir algo al respecto, tal vez mejor, todo lo contrario.

    Saludos.

  15. Qué le hiciste a la mar,
    que procelosa se tornó en iracundia?
    Qué influjos y en qué lunas,
    tú, Cupido,
    pusiste en las sus aguas.
    De qué tramoya o farsa
    los malos entendidos
    son mejor que la obra?
    En puridad, ninguna.
    Trashumancias de vida,
    y nada más.
    Cuestión de mala uva,
    nos dice Quintiliano,
    pidiendo el remanso y orden
    de la linfa sobre el cauce,
    de los ojos revicanos
    y del exiliado Holden.

    Saludos, y que no es para tanto.

  16. Sea que vuelva Holden, a mí me enseñaron a perdonar a los que nos ofenden y creo que, aunque él lo ha hecho con creces, no voy a ser rencorosa. Pero no lo justifico por amor. Por amor ya he sufrido agravios que han llegado a tribunales y no creo que eso se llame amor, sino delito. El amor no se exige, se da…Decía Celia Cruz, qué gran mujer…

  17. ui dios mio…como está el patio! Opino como quintillano, creo que Holden decería seguir escribiendo, aunque como siempre,le doy la razon a Lola y creo que debería dejar de insistir, pues creo que cuando una mujer dice que no es no.
    Lola,tengo el blog en mis paginas favoritas, estoy deseando que escribas cosas nuevas.
    Felices fiestas a todos 🙂

  18. Por mucho que Holden se moje (y no quiero que se vaya) creo que sus actos no se pueden justificar por amor, y mucho menos hacer parecer (opino) a lola la culpable del «puro sufrimiento» del amor no correspondido.

  19. Buenos días,

    Pancho, grande, grande.

    Lola, efectivamente, nada que vaya en contra de la voluntad del otro se puede justificar por amor.

    anónima, tu sentido del humor me despista, y me intriga.

    Saludos.

  20. Es verdad…ha sido nuestro «caballito de batalla»; la cantamos para el programa de Navidad en la tele; pero pertenece a otros…

    http://www.youtube.com/watch?v=zjRxGnoJ1B4

    La puerta de Alcalá

    (Luis Mendo – Bernardo Fuster – Francisco Villar Castejón)

    Acompaño a mi sombra por la avenida,
    mis pasos se pierden entre tanta gente,
    busco una puerta, una salida
    donde convivan pasado y presente.

    De pronto me paro, alguien me observa.
    Levanto la vista y me encuentro con ella.
    Y ahí está, ahí está.

    Ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo:
    La Puerta de Alcalá

    Una mañana fría llegó.
    Carlos III con aire insigne
    se quitó el sombrero
    muy lentamente
    bajó de su caballo,
    con voz profunda
    le dijo a su lacayo,
    ahí está:
    La Puerta de Alcalá.

    Lanceros con casaca,
    monarcas de otras tierras,
    fanfarrones que llegan
    inventado la guerra
    Milicias que resisten
    bajo el “no pasarán”
    Y el fuego eterno
    como viene se va.

    Todos los tiranos
    se abrazan como hermanos
    exhibiendo a las gentes
    sus calvas indecentes.
    Manadas de mangantes,
    doscientos estudiantes
    inician la revuelta:
    son los años sesenta.

    Un travestí perdido,
    un guardia pendenciero,
    pelos colorados,
    chinchetas en los cueros,
    rockeros insurgentes,
    modernos complacientes,
    poetas y colgados,
    aires de libertad.

    La miro de frente
    y me pierdo en sus ojos,
    sus arcos me vigilan,
    su sombra me acompaña,
    no intento esconderme,
    nadie la engaña.
    Toda la vida pasa
    por su mirada.

    http://www.cancioneros.com/nc/2153/0/la-puerta-de-alcala-luis-mendo-bernardo-fuster-francisco-villar-castejon

    http://www.youtube.com/watch?v=16BGHtLbyrI

    Nota: ¡Gracias Lola!…; «¡por ser como sos!»…

  21. Vale, Paula, para ti y para todos mis contertulios, escribo yo lo que haga falta. Lo de Holden no es amor, es una obsesión, como dice la canción. Concretamente, una patología llamada erotomanía. Podéis buscar datos de ella en internet o en la novela de Juan Manuel de Prada, «La vida invisible», donde describe su experiencia personal. Una excelente lectura para estas navidades, ya que combina sentido del humor, misterio y un fresco sobre la mendicidad que, hoy día, por desgracia, vuelve al alza. Creo que ya la tienen en ediciones de bolsillo muy baratitas…

  22. Soy anónima! hay que ver Lola que poca intriga dejas jaja. En cuanto a lo de Holden, la verdad es que si que creo que es obsesión. He leido lo de erotomanía, quiere decir que él cree que estás enamorada de él?. Que histora de amor/desamor mas complicada :S no tengo nada mas que decir, asi que me voy a leer Marianela, otra historia que tampoco acaba bien.

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