Rajoy no tiene programa, pero, a cambio, tiene una esposa, que está sirviendo como pieza clave en su campaña de ascenso a la presidencia. Los cronistas de la causa popular se hacen eco de lo mucho que don Mariano quiere a su esposa y viceversa; cuestión que, a lo que se ve, resulta decisiva para la presunta eficacia del futuro gobierno del país. De modo que Rajoy, consciente de los verdaderos intereses de los españoles, sigue sin llevar a los mítines, proyectos que clarifiquen su actuación como presunto presidente, pero, en su lugar, lleva a su mujer, doña Elvira, de nombre épico y nacional donde los haya, para consumar el acto con un emotivo morreo conyugal que contagie al público de emotiva intención de voto. Se trata de una fórmula electoralista americana, que, dicen, da muy buen resultado en las urnas. Y, cómo no podría darlo aquí, país sentimental, donde los programas del corazón mantienen enganchada a gran parte de la audiencia, tropescientas horas a la semana. Será que EEUU se va al pairo, que Europa también, que a unos les bajan el salario y otros se quedan sin él e incluso sin subsidio, pero esto palidece de interés, ante el que suscita que se desenamore Demi Moore o Palomo Linares o que la Obregón vuelva a encontrar al hombre de sus sueños. Como decían en “Casablanca”; “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”. Pues eso, nosotros pronto tendremos un presidente que no sabemos cómo va a gobernar, sin embargo, podemos consolarnos con la certeza de que ama a su mujer en franca correspondencia, de lo que no dejan de aportarse datos para mayor satisfacción del electorado. La pasión de Elvira por Mariano ha sido constatada en multitud de ocasiones, una de ellas relatada de modo impagable por Lucía Méndez.
Al parecer, en la campaña de 2004, una mujer llamó a la radio para decir que Zapatero tenía unos ojos muy bonitos, lo que, desencadenó al momento la llamada ofendida de la esposa de Rajoy, quien replicó que su marido los tenía aún más bellos. Como sentenciaba Ovidio en su “Ars amandi”, el amante ve en el amado virtudes invisibles a los otros. Y eso que estamos deseando verlas por la cuenta que nos trae. Claro que doña Elvira, ahora “Viri” para mayor cercanía de los ciudadanos votantes, ve a su esposo en la intimidad, o sea, sin las gafas que al público nos regatean la contemplación de ojos tan hermosos y, quién sabe, si hasta conoce ese plan de gobierno que nos oculta con tanto recelo gallego. Si es así, agradeceríamos a nuestra futura primera dama que nos esclarezca el inquietante enigma, bien por radio o por el Twitter.
Con ciento cuarenta caracteres bien claritos, estaríamos por aliviarnos de tanta digresión, alegoría e inciertas hipótesis que, como mucho, auguran que la actuación del venidero gobierno popular será igual a la que desarrolló Aznar en 1996. Según esto, debemos entender que el programa de Rajoy es un ladrillo y que la solución al desempleo, será volver a poner a los parados, “manos a la obra”. Independientemente de que guste o no, que Mariano sea una nueva edición de Aznar, hay datos que no cuadran en este viaje al pasado o peor, que no coinciden, pues en 1996 las circunstancias eran muy diferentes: No había una crisis financiera internacional, los bancos concedían créditos, el precio del barril de crudo era más bajo y España recibía importantes fondos de la UE para infraestructuras. O sea, nada que ver. Y, en cuanto a la reactivación del ladrillo, ¿cómo? Y, sobre todo, ¿Dónde? Después de haber construido hasta en las lomas del orto ¿Será que lo próximo va a ser urbanizar las reservas naturales?
Digamos que, por ejemplo, un parque temático de la memoria histérica reciente contra Zapatero en las inmediaciones de Doñana, lugar predilecto del leonés para pasar sus vacaciones. La urbanización podría llamarse “La Gaviota” y ofrecerse de viviendas a todos aquellos contertulios televisivos y radiofónicos que no han cesado de despellejar al presidente saliente desde 2004. Con Zapatero jubilado y fuera de juego, es posible que tengan también ellos que jubilarse al no encontrar otro tema de conversación o lo mismo se mustian de síndrome de Estocolmo. Dicen que el amor y el odio son dos caras de la misma moneda. Hay quien, odiando a Franco, tras su muerte, ha tenido que resucitarlo, porque su vida sin ese odio ya no tenía sentido; porque lo echaba de menos y también habrá quien comprenda que contra Zapatero vivía mejor. El amor tiene sus misterios. Y sus demonios.
Hablemos de amor
13
Oct
Sin duda, Rajoy (al que dicho sea de paso, no votaré) no puede ser peor que Zapatero, y eso ya es un consuelo, incluso consuelo de inconformistas. Y si además Rajoy es capaz de amar, y ser amado, de verdad y con fundamento, o sin él (qué más da); pues que anticipen las elecciones, y que las gane Rajoy; su mujer, sin duda se lo merece. Qué demonios.
Un saludo
calor sin fallas,
ayer tronó Valencia,
trajes a tallas.
hoy es Otoño,
y ya no pasa nada,
¡ay! Don Mariano…
hoy, “Elviriana”:
amor para olvidar
trajes a pana.
…yo lo he visto pasar, dicen que están de pruebas. Un autobús largo y ancho y alto y pintado con una gaviota enorme, que dicen que irá por esos llanos de la Mancha ancha de pueblo en pueblo, con Don Mariano y Doña Elvira. Don Mariano con babilla en la comisura de sus labios, tal cuál sabueso cuando le enseñamos un buen hueso. Doña Elvira no menos, con las pupilas dilatadas viendo el horizonte recto del asfalto humeante en este Otoño que entre el calor y la crisis es más infierno que Otoño. Oh qué decepción, si supiesen lo relamido que está el hueso….
P.D. perdón por el tostón
Saludos a todos.
Rajoy Campeador y doña Elvira de la Mancha. Eso es todo un poema. Esperemos que, como en el 2004, no vengan moros por la costa.
Sonaba cursi y amanerado para muchos, en 1967, decir, cantar, como Raphael en Eurovisión, “Hablemos del amor”, cuando Emilio El Moro – cantautor surrealista, admiradísimo de Carlos Cano – lo parodiaba con “Hablemos del Jamón”, producto inalcanzable para la mayoría de los bolsillos. Realmente, no se amaba (o tal vez sí, qué más da, Holden dixit): se quería, en un afán de poseer, disponer, tener algo más que llevarse a la boca y a la buchaca… Después, con la democracia, llegaron los demás verbos: acaparar, acumular, trincar y lo más próximo a cualquier rama del arte sería un decolorido “Ars Vivendi”- que el arte de vivir, creo, es muy otra cosa – en su versión más materialista y primaria, compuesto de una amplia gama de bribones, cachazas y vividores, que hasta hace poco daban propinas en los bares y disparaban a discreción con pólvora ajena o del mismo rey. Vade retro.
Que hoy Lola nos vuelva a hablar de(l) amor, en tiempos de penuria, es de agradecer, no solo de pan vive el hombre y la ilusión, igual que la esperanza, debe ser lo último que perdamos. De cualquier forma, esa temida –que ya será menos – derecha española, saldrá muy fortalecida al albur de la mujer del futuro presidente. Serán las cositas del querer, ¿o del amar?
Un saludo para tod@s
EL 20 DE NOVIEMBRE…
¡¡¡NO VOTEN!!!…
¡¡¡NO VOTEN!!!…
¡¡¡ES UNA TRAMPA!!!…
“LA TRAMPA EN QUE CAERA EL OSO”…
TRAMPOSO DE PORQUERIA.
P.D.:NOS MONITOREAN…
NOTA: SEÑORITA LOLA CLAVERO…SU ARTICULO REFLEJA UNA REALIDAD MUY CLARA…NO HAY ACTORES NI FIGURANTES PARA LA PROXIMA PELICULA DE ESTA FALSA DEMOCRACIA CAPITALISTA-FASCISTA…SERA DE CLASE B Y MUY FRIKI…¡SALUDOS!…Y QUE ¡VIVA EL AMOR!…
Pues a mí no me importaría perder la Esperanza de vista por un tiempo. Sus últimos recortes en educación y sus consecuentes declaraciones facistoides, me han puesto de los nervios.
En cuanto a los amores de Mariano, tanto me da que sean de proa que de popa, como decía la portada de la revista Zero en 2004; “Rajoy, el primer presidente gay”. Sea como fuere, que sea feliz. Lo importante es cómo piense manejar la nave y de eso sabemos más bien poco.
Bellos versos, Quintiliano, ¿O debo decir Fray Josepho?
Y advierto que es un honor contar en el blog con un monje de semejante pelaje que, a quien más, a quien menos, corta un traje.
Tramposo, preocupada me tiene con el OSO.
Rajoy tiene todo el derecho de vivir el amor en la libertad que quiera. Amor y desamor no deben ser llevados al officium, Lola. Otra cosa es el empalago. No conozco fontanero que acompañe a su amor con el soplete(que nadie lea figurativamente, please), ni tampoco gendarme que en una detención ponga las esposas en presencia de su esposa redundante. Ojú qué lio. Pero otra cosa es el hombre público, que en muchos casos acaba mostrando amor en pasarela. La pareja es un hecho fortuito; podría ser otra. Las parejas son de dos en dos, por eso los periquitos se venden como inseparables. Y periquitos hay una jartá. Pero repito, Lola, el futuro presidente tiene derecho a vivir el amor cómo le apetezca. El problema es que su apetencia cuando gobierne no acabe en desiderátum de decretales compulsivas, y que tanto sea el recorte que la tijera se desgaste hasta perder su función. No importa la pareja del sujeto, sino el soltero gobernante, el que consulta con su alhomada el futuro de tanta servidumbre que se augura para el común de los mortales, para así superar la tan cacareada crisis. Sobre los ojos del presidensiable, si son más o menos bellos que los de Zapatero, no tengo opinión formada. Los ojos también son un pareja, divididos por la linde de la napia. Esperemos que a los políticos que tienen en sus manos nuestro futuro no les crezca la napia y podamos, entonces, seguir mirándoles a los ojos, aunque no sean los de Paul Neuman.
Sr. Pancho, he errado. No es usted Horacio E. Disculpas. Escribiento tiene usted mucha huella del español de América. Y su nombre, confundiéndonos con ser de Méjico.
Ahora tengo más curiosidad aún, y admiración. ¿Quién es usted?. Tal vez algún escritor de allá afincado en Málaga. He impreso todas sus interverciones de este blog. ¿Me las quiere rubricar?, deme un lugar y una hora, allí estaré.
María, besos.
María, sin duda exageras, no es para tanto. Aquí la protagonista es Lola, nosotros, si acaso, somos sus muchachos, como los de Moscardó en el Alcázar. El imprimir mis aportaciones al blog es un gasto excesivo de tinta y de papel que no queda justificado. Agradezco tu admiración, como tu misma dices, pero te reitero no hay motivo; si me presentará a un certamen literario, no pasaría la preselección. Entiéndeme. Hubo un momento en que pensé que eras la hermana pequeña de una amiga que hace años nos invitó a un cumpleaños en Rincón de la Victoria, y allí fuimos todos sus amigos, allí la conocí y tiempo después hicimos un curso en Granada, y hace tiempo nos cruzamos en Málaga por la calle. Pero veo que no si pensabas erróneamente que yo era el Sr. Horacio.
Si crees conocerme y me ves salúdame, pero no a mis escritos en el blog, sinceramente, no dan para autógrafo. Un saludo.
Aún queda democracia, por lo menos en los blogs, de lo que se deduce que en este espacio no hay clases; todos somos co-autores, autor-legión como diría Menéndez Pidal o, a su manera, Jauss, siguiendo la poética de la lectura.
Pancho, tú di que sí, que en las leyes blogueras, se respeta el derecho a la reserva y el pseudónimo, si tu modestia o lo que fuere, lo prefiere así, pero nada de segundón ni de soldado. Ya ves que tu sabio juicio y atinado discurso levanta pasiones, aunque, te advierto, cuídate de la erotomanía. Como víctima, te puede salir cara. Hay cara a cara que traen sorpresas no siempre agradables.
Hola buenos días,
Oh Lola, ni poeta ni fraile; solo soy campesino.
Ahora, me voy a regar el maiz. Para envidias de todos, tengo un maizal precioso.
P.D.: (No veas las pasiones que levantáis alguna/o. Más de una pajilla al más puro estilo Torrente caerá, de seguro).
Saludos.
Sí, Lola, se respeta el derecho a la reserva y el pseudónimo; pero te pasas la vida (según vienes diciendo) intentando averiguar quién se escande detrás de cada (o algunos) pseudónimos. Y, lo comprendo, porque, ¿Qué seríamos sin la curiosidad?
Sí, Lola, se respeta el derecho a la reserva y el pseudónimo; pero te pasas la vida (según vienes diciendo) intentando averiguar quién se escande detrás de cada (o algunos) pseudónimo. Y, lo comprendo, porque, ¿Qué seríamos sin la curiosidad?
Campesino y poeta Quintiliano, quítame de ahí esas pajas. Aquí cosechamos frutos del pensamiento o en eso estamos como castos monjes del ascetismo. Oh,tú, Fray Josepho, cual Fray Luis, contemplemos la naturaleza como remanso del espíritu, más allá de las fieras batallas carnales. Vosotros sois las estrellas que miro en mi reposo del guerrero no la pata de la raposa que amenaza bajo el umbral, respeto vuestros nombres enigmáticos como los signos del zodiaco, aunque juguemos a los acertijos de Quimera. Por despejar la incógnita, no quiero reinos fatales y sangrientos como los de Edipo. Así sea.
Dices bien, Lola, en el espectáculo cósmico todos tenemos una plaza para observar la naturaleza en su esplendor. Recuerdo que, un lejano día, alguien me hablaba de esa brillante estrella de las noches estivales, Sirius, como el lugar donde van a parar los espíritus de aquellos seres humanos que la hacen “scintillare” con su sabiduría. Ella sigue ahí, inmutable al paso del tiempo, tal vez acrecentando su brillo y, pese a los millones de años luz que nos separan y de tantos imposibles, siempre me sabe sacar la sonrisa, cuando pienso que tiene un alma y que por eso no está vacía…
Buenas noches para ti y para tod@s
“Estrellas ¿Sois ojos de amigos muertos? Miráis con tanta fijeza”, lo dijo Juan Ramón y Ovidio en su “Metamorfosis”, cuando morimos, nos convertimos en una estrella. Así da gusto estrellarse. Gracias, Wins, por tu buena estrella que siempre ilumina este blog…
Sr. Quintanillo, sin ánimo de crear polémicas. A ver si nos va a resultar usted un poco marranete. Que aquí hay clase. Ya quisiera usted tener la sensibilidad del Sr. Pancho. Lola, usted disculpe mi intromisión, pero hay que poner freno a los que dicen pensando poco.
Con atención, María.
María, he tenido un día duro, más duro que un pedernal. Saberte de mi opinión y digo yo que de mi lado, me ha aliviado no sabes cuánto. En efecto, no son mis esfuerzos para dar pábulo a los tocadores de flauta. Prefiero a los perroflautas. Como tú.
Observo cierta tensión sexual en algunos comentarios, y eso no creo que pueda ser malo. Así pues, no entiendo los (últimos) reproches. Por demás, Lola, contar ese día duro podría serte útil.
Saludos
La culpa la tienen J.F. Kennedy y su esposa Jackie y todos esos reportajes de la revista Life, que los retrataban como la pareja perfecta ¿te acuerdas? Ellos fueron los primeros en darse cuenta de que el glamour, y el amor, ganaban votos (creo que mi madre aun guarda esas revistas…). De todas formas, entre JFK y Rajoy, me quedo con el primero, a pesar de sus imperfecciones!! 😉
Me alegro, Rosa, de que estés mejor. En agudeza mental, te veo plenamente recuperada. J.F. Kennedy y esposa y Obama y cia, lo de Rajoy es imitar la fórmula americana, aunque, claro, le falta fotogenia. Las parejas que venden su mutuo amor producen buen efecto en las urnas y hasta en los 40 principales. Nos gusta que se quieran, tal vez porque no sea lo más usual ¿Te acuerdas de Albano y Romina Power y de lo mal que acabaron los pobres? Gracias por dar en el clavo.
Holden, no sé si la tensión sexual es buena, pero te aseguro que no es lo que buscaba con este artículo.
Lola, creo observar que te preocupa que tus artículos no sean entendidos o, que no produzcan las reacciones o consecuencias que esperas. Y si eso es así, en mi opinión, es un error: 1) Porque aunque los comentarios hagan pensar lo contrario, el artículo ha podido ser entendido y, hasta producir la reacción (al margen de los comentarios) que esperas. 2) Aunque la opinión de la gente debe ser escuchada, y atendida si es el caso; sí crees que tu articulo es bueno, oportuno o acertado, ¿Qué leches importa lo que opinemos o digamos los demás, sí esa opinión debe ser absolutamente secundaria? 3) ¿Conoces el poema “Si” de Rudyard Kipling? Pues eso.
Por demás, pido permiso para decirte que te qiero.
Estrellas, la culpa la tuvo Kennedy, estrellas que son amigos, María saliendo en mi defensa, espectáculo cosmico, pseudónimos, tensión sexual…Un mundo en miniatura el blog. El mundo cabía en un grano de arroz, según uno; ahora, cambien también en este blog, según la providencia y sus conjutos. En cambio, veo que Holden es el que da el salto sin faustas cabriolas ni imposturas y en su última frase. Un saludo amigo Holden.
Saludos para todos.
La poética de Jauss, en todo caso; los lectores terminan la obra y son co-creadores, pues en fin, pero por qué la interpretación va, sea cual sea el tema, por el mismo sentido. No importa quién lo diga, sino lo que diga. Eso quería decir, al margen de mí misma. Lo que pueda importar de mí, sea bueno o malo, es lo que escribo.
Hola buenos días,
Oh, up, glup, ¿?
No es Quintanillo, es Quintiliano.
Vale, vale, pensaré más o callaré más.
Saludos A TODOS.