La vocación de Sesé

15 Abr

Sesé dice que, de mayor, quiere ser puta. Y lo dice así, sin pestañear, rotunda y como con una determinación vocacional insobornable. No es que Sesé, por determinismo biológico y ambiental; un hogar desestructurado, unas paupérrimas condiciones económicas, un sórdido entorno de barrio marginal con aliño de padre alcohólico y maltratador y madre casquivana, se vea impelida a tan crudo destino. Sesé es una niña pija, mimada materialmente, con habitación propia, ordenador propio, televisión, Wii y todas las chorradas pertinentes al alcance de su mano, que vive en una zona residencial de élite en la ciudad y acude a un colegio de pago, prestigiado y carísimo donde, para mayor incoherencia, dadas sus expectativas vitales, recibe clases de religión. Otro dato de interés que pone más tinte estrambótico a la historia –real del todo, me temo- es que Sesé tiene nueve años, aunque nadie lo diría, cuando en las meriendas que ofrece a sus compañeras en esa habitación propia y blindada a los mayores –que, de todos modos, asoman poco por casa- se pinta y se arregla con maestría de top-model. ¿A que parece que tengo dieciocho? Dice Sesé, contorsionándose sobre la cama en poses sensuales, mientras sus amigas, admiradas por el efecto del todo conseguido, la acribillan a fotos de cámara digital sin poder después resistirse a colgar tan sugerente sesión de imágenes en el Tuenti, donde, efectivamente, Sesé figura con la edad de dieciocho años, robando hasta corazones de chicos de Bachillerato, a cuyos requiebros responde con iconos de labios besucones y corazoncitos. Entre ellos, acecha, sin duda, algún lobo feroz, cuarentón y pervertido, pero esta Caperucita Roja pija que reparte besos a su fans, aún no lo sabe. Bien ufana y envanecida, sueña con parecerse cada día más a sus Barbies que forman colección completa sobre la estantería. Desde la más tierna infancia, ha jugado a cambiarle los biquinis, los sostenes, los ceñidos corpiños de lentejuelas, sus mini-shorts y minifaldas, soñando aquello de que “con unos años más como Barbie seré”, pero, como a sus amigas, le falta paciencia y quiere ser mayor ya, aunque, con pesar, admite que le faltan algunos detalles que, mientras tanto, va supliendo en las fotos con unas hombreras de relleno en el sostén de mamá. Tiempo habrá, si esos pechos, que dicen salir a los doce años, no son del tamaño deseado, de aumentarlos en alguna clínica de confianza, posiblemente en la misma que mami se hace la papada y se inyecta los botox. Ya está ahorrando para la operación unos buenos euros que va metiendo en su hucha de la gata Kitty. Sesé no es una niña rara sino una niña de ahora, que atiende a los estímulos del momento y viste según dicta la moda contemporánea de esta edad, que ya casi no hace modelos infantiles para niñas mayores de ocho años o no los ofertan las tiendas por lo poquísimo que se venden. No hay más que ir a un comercio de modas infantiles a pedir un vestidito mono para una niña de diez años; algo floreado con un lazo, un volante o un frunce, sin caer en la cursilada de vestirla de repollo, y darse de morros contra la realidad imperante:
-Para niñas tan “mayores” no tenemos nada, mejor vaya a la tienda de moda juvenil.
-Y así, ay, en la tienda de moda juvenil te ofertan unos modelitos como diseñados por un pederasta; con top que dejan la barriga al aire, falditas de corista y pantaloncillos bien enfundados que dejan trasero y piernas, bien embutidos como una longaniza.
-Mire usted, es que yo buscaba algo para una niña de diez años, “diez”.
-Pues claro, esto es lo que llevan ahora las niñas de diez años ¿En qué mundo vive usted, señora?
Y caigo en la cuenta de que sí, de que me he quedado anclada en una época añeja, en la que las niñas todavía eran niñas a los diez años y se vestían de niñas; no de Kate Moss, de Shakira, de Hannah Montana o del nuevo referente que ponga en sus manos el Super-Pop, cualquiera que sea, que no tengo ni idea por otra parte. Supongo que la madre de Sesé si es una mujer de este tiempo y le deja vestir a su hija como una niña de este tiempo, porque es moderna, de una parte, y, de otra, porque le tiene pánico a la rabieta histérica que puede pillar Sesé, si se la contraría, pues la susodicha es también una niña de carácter –digamos tiránico y de mil diablos- como las que se llevan ahora. Por eso, en las raras ocasiones que asoma por casa –como ella misma se define, es “muy salidora”- ni se atreve a entrar en el cuarto blindado de su hija, donde está a punto de salirle por el Tuenti el lobo feroz. A Sesé, como una niña de su tiempo, le encanta el Tuenti. Allí conoce a otras chicas, por lo general mayores, muy interesantes que le hablan de los hábitos de sus clanes, porque tienen clanes con códigos de conducta. En esencia, hay dos tribus: Las pijas, seguidoras de la gata Kitty y Hannah Montana y las góticas que son más de Amy Winehouse .En cualquier caso, hay conductas que comparten como la de hacer y decir, en todo caso, lo que les viene en gana, soltar gruesas barbaridades por su boquita de piñón, agregarse al perfil todos los tíos buenos de la clase y, en caso de tener chico, defenderlo de las otras con uñas y dientes. Así, cuando una de estas amiguitas invisibles le ha comentado –en clave, pues parece que lo del Tuenti esta ahora más vigilado- que la niña asesina de Seseña tenía sus razones para hacer lo que hizo (pero se pasó un poco jejejé) hasta la comprende un poco. Sesé se asoma a los abismos de la vida desde su ordenador, alimentándose de ideas confusas y peligrosas. Al otro lado de la puerta, su madre no sabe nada.

P.D: Recordad que el inventario de resacas sonadas sigue abierto, esperando vuestras valiosas aportaciones. El nivel literario de las colaboraciones , como podréis comprobar, ha subido notablemente, cuestión de la que se vanagloria y gratifica este jurado imparcial que cada vez lo tiene más difícil. Besos a todos. Os quiero.

20 respuestas a «La vocación de Sesé»

  1. dialéctico y sintético artículo que desborda y supera de calle tópicos femeninomachistoides y resacones bárbaros.la tal putazilla es una víctima maleducada de una madre idiota y unos usos sociales que se comentan solos.la niña es carne de cañón o matrimonio interesado.tal vez puticlub,tal vez ambos.y si el artículo pretende remover conciencias la mía está al borde del vómito.durante diez segundos he reconsiderado volver a beber.vinagre.enhorabuena,lola.mi más sentido pésame a parientes y amigos de engendros como el descrito.si este mundo va como va es por gente como la sesé de los xxxxx(pi-pi-pi-pi-pi)

  2. Sabiendo que se educa con el ejemplo, y que el objetivo de la educación es, debe ser el bienestar de todos, lamentable pocos padres -y profesores- están preparados para educar, y no sólo a sus hijos. Por demás, magnifico artículo, Lola. Un Beso

  3. el pobre profe (preparado o no según vaya usted a saber qué criterios)que intente educar/corregir a un cachocarne como la tal sesé y sus madres,padres(no nombrados en mi anterior imprecación dando por supuesto que con ese cuadro dióse a la fuga temporal o definitiva hace tiempo),parientes,amigos,simpatizantes,excusadores y defensores lo tiene claro.acabará siendo acusado de no ser vocacional,de vivir muy bien por intentar no ser afectado por el cuadro, de fascista por hablar o pretenderlo de puntualidad,esfuerzo,no dar aprobados por existir o lo que se quiera echar en cara del que dejó de ser aguantador e intentó avisar,educadamente,de que por ahí no.que no es tolerancia soportar esa degradación,que lo democrático no supone tragar con cualquier estupidez que se le ocurra al votante presente o futuro,etc…que va a parecer que me lo tomo en serio.
    por otra parte.los profesores no tienen ni deben educar.es un engaño perverso(¿platónico?)poner esa responsabilidad fuera de la familia y vecindario.
    por demás.ejemplos ejemplares…¿en función de socavar qué o de levantar lo cualo?.ea,suerte.
    perdón.puede el desvarío llevarles a considerar preferible la tontería pija a la ordinariez procaz del merdellón deslenguado y reivindicativo del eructo-gargajo-pedo por aquello de su ser naturales.cuando lola quiera podría considerarse.como tema,quiero decir.disculpen otra vez.

  4. ASI ES!!!!!!!!!!!!!!LAMENTABLEMENTE LA PÉRDIDA DE VALORES, LLEVAN AL RELATIVISMO DEL VALE TODO….MADRES QUE SE JUSTIFICAN,» POR AMOR A MIS NIÑAS, LES DOY TODO LO QUE YO NO TUVE…LAS DEJO LIBRES…»..y otras tantas lavadas de culpas, en fin, comparto totalmente todo los decires de esta escritora que me encanta!!!!!!!!!!!Besitos desde Argentina…de una madre, abuela,docente y otras yerbas..

  5. Sin duda, educa toda la tribu. Y, especial responsabilidad tienen, aquellos que más tiempo pasan con ellos –los niños–, y en los que ellos, principalmente, buscan el ejemplo, los conocimientos y las referencias, es decir, familiares y maestros; esos que con demasiada frecuencia les decepcionan. Saludos

  6. Está claro que la creciente sexualización de las niñas es un fenómeno que preocupa (y repugna) a muchísimas personas -mamás botox incluidas – aunque parece que nadie sabe muy bien cómo ponerle freno. La educación, concienciación y debate social sobre sus orígenes y consecuencias no son varitas mágicas en sí, pero sí un buen comienzo. En fin, que más artículos como éste, por favor….¡ Y mi enhorabuena de nuevo!

  7. Totalmente, de acuerdo, José Antonio, ya está bien de culpar y/o incluso golpear al profe o la profa, por no sé qué deseducación de los infantes que ya viene impresa de casa. No hay más que hojear la prensa, ni siquiera «ojear» para desistir de ese cerril empecinamiento en hacer verdugos de los que son, más que nunca, víctimas. Algún día estos tan socorridos chivos expiatorios, para colmo mal pagados, van a cansarse de aguantar lo inaguantable y habrá que buscar a los profesores por debajo de las piedras. Si quieren martires, búsquenlos en los calendarios. Si quieren hijos, ocúpense un poquito de ellos. O, como dijera el Papa, abstinencia. Toda mi solidaridad y simpatía, José Antonio. Y gracias por poner las cosas en su justo lugar.

  8. es la única socialización al alcance de algunos:ellos los tienen y los demás los educan.a los hijos,digo.y luego,con ayuda de los poseprogres,se responsabiliza a los curas menoreros,la momia de franco,el estratega del pp o cualquier otro icono culpable de consumo masivo.antes muerta que autocrítica.o sea.eso de que la tribu educa,aceptando todas las distancias y la carga del ejemplo,es propio de arcadias fáciles y simplemente felices.la familia,señor mío,la familia.todo lo demás obliga a buscar responsables fuera de casa.y esos no pagan deudas que no son suyas.

  9. Sin ninguna duda, los maestros y profesores, en general, pueden y deben hacer mucho mejor su trabajo. Por supuesto, no pueden ni deben suplir las carencias educativas traídas de casa por el alumno; pero si pueden y deben, en la medida de lo posible, paliar con su sobreesfuerzo las carencias formativas que ellos mismos sufrieron, y las propias de los pésimos procesos de selección ejecutados por la Administración Educativa. Sobreesfuerzo que debemos hacer todos, para sacar a Andalucía del vagón de cola de todas y cada una de las verídicas estadísticas de calidad. Sin duda alguna, el sobreesfuerzo habrá merecido, y merecerá la pena. Un saludo

  10. Querido Holden, adivino por lo dicho de usted que debe ser un gran profesor, de los que hacen grandes sobeesfuerzos y no como esos que, dicen, siempre se están escaqueando de sus labores. Por lo demás, soy un adicto a sus declaraciones de amor a la bloguera Lola y no puedo comprender cómo ella no le da su mano de inmediato. De ser mujer, yo no me lo pensaría ni dos veces…

  11. los esfuerzos inútiles provocan-ocasionan melancolía.
    los comisarios políticos ¿voluntarios? despiertan recelos.
    el rencor es mal motor.y con las sesés la buena voluntad no sirve de nada:entre el modelito y los ejemplos familiares no tienen tiempo ni capacidad de corrección.
    no he de callar por más que…
    hay conductas que dan qué pensar.sin necesidad, acabo de ver en el ordenador que uso la dirección de correo que usa holden:igual necesitará otro sobreesfuerzo para hacer esto de hablar de las oposiciones(me temo que de todo tipo).no sé si la fuente de sus molestias está en sesé,las poses o qué otra cosa.a mejorarse.suerte

  12. Es la inevitable pescadilla mordiéndose la cola todo este asunto / asignatura de la educación y la pelota cambia constantemente del tejado docente al progenitor, cuando no todos los pelotazos se los lleva el Ministerio…una pesada atmósfera que estravaga, donde habita “Le dèmon de la perversité”. Desde hace ya algunos años l@s niñ@s se “aparcan” en casa con el ordenador, sustituto silencioso (y, a la vista está, peligroso) en muchísimos casos, de los abuelos, que vendieron propiedades en el pueblo para venirse a la ciudad o ya vivían en ella, colaborar en el mantenimiento de la familia y cuidar, llevar a la guardería, al cole, comprarle chuches etc a los nietos. En suma y según las malas lenguas, los maleducaban – contradictio in adjecto – con grandes dosis de cariño, en tanto los padres se daban al curro y así poder adquirir y disfrutar de bienes de consumo porque – es mi opinión – el estado así lo requería. Bueno, mi opinión, en realidad, siempre fue: “preferible Sócrates, un poco hambriento, que lerdo satisfecho”.

    Y yo pregunto, ¿cómo se puede castigar con una multa – recurrible, eso sí – de unos pocos euros al impresentable que hace cuatro años dio un cabezazo a un profesor en el Puerto de la Torre, porque consideraba inaceptable el hecho de haber sido citado debido al mal comportamiento en el aula de su hija adolescente..? El profesorado tocó a rebato, se manifestó en el “edificio negro”, no se impartieron clases… En definitiva, lo cubrieron de gloria, saltó a la fama.. Al pobre docente le quedaría – es un suponer – la misma impresión que al padre de familia que tuvo la osadía de dar un tortazo (uno y no más, Santo Tomás) a su hijo de quince años, sin producirle herida alguna mas, tal vez asesorado por algún colega experto en leyes, decidió denunciar al progenitor. Y su señoría, en funciones de guardia, decidió que esa noche el hombre durmiera a pierna suelta pero en un lóbrego calabozo de Málaga, en tanto el chaval se iba tranquilo para casa, con una madre llorosa y dando pecho a duras penas al bebé que llevaba en brazos…Para la próxima, evidentemente, ya se lo pensaría el padre…

    Ya está bien, dice Lola. “Ya está bien del dedo de tiza bajo la ecuación sin amo y de vosotros, nuestros grandes Mayores, en vuestros rígidos ropones, que descendéis las cuestas inmortales con vuestros grandes libros de piedra…” deciá Saint –John Perse, arremetiendo contra el integrismo teológico. Ya está bien, digo yo, de desviar la atención continuamente hacia el limbo, de parchear y de mensajes contradictorios. Y, sobre todo, del “aquí no pasa nada”, de la radical negación de lo evidente por parte de los responsables del sistema educativo, cual si se trataran del prefecto de policía de “Los crímenes de la calle Morgue”, de A. Poe, cuando, tras descubrirse, por fin, al criminal – un orangután – y habiendo fracasado en su teoría de investigación de las muertes, se permitió un par de sarcasmos hacia los ciudadanos – que sí acertaron – sobre la conveniencia de meterse cada cual en sus propios asuntos…Y es que, “monsieur Le Préfet”, señores responsables todos, padres, madres… como dice el último párrafo de esta novela, ya está bien de “nier ce qui est et d’expliquer ce qui n’est pas”.

    Al profesorado español, en su conjunto, sólo me queda decirle, con V. Holan: “Lo que hacéis ahí es mucho y no lo es; pero hacer y ser ya es un envidiable prodigio”.

    Saludos

  13. A María del Carmen:

    Con esta última frase, extraída del poema de Vladimir Holan “Una noche con Hamlet”, he querido rendir un pequeño homenaje, solidario y poético, a tod@s aquell@s profesionales que se dedican a la enseñanza. La primera parte, “…es mucho y no lo es” (el eterno dilema hamletiano) situándola en el contexto de la charla, valora positivamente la abnegación y el esfuerzo de los profesores en su labor diaria, pese a la falta de reconocimiento e ingratitud (“no lo es”) que deben soportar, tanto dentro del sistema como del entorno del alumnado. La segunda cierra en “…envidiable prodigio” o estado de “felicidad” al que se llega cuando empleamos la libertad en hacer felices (hacer y ser) a los demás… Ese equilibrio tan difícil de alcanzar en el ámbito humano. Dichoso aquél – Lola Clavero dixit – que lo logre. Espero haberme sabido explicar.

    Saludos.

  14. Señor Winspector, estoy de acuerdo con el sentir de sus palabras: sin duda alguna, el esfuerzo de muchos profesor@s debe ser reconocido. Sin embargo, echo de menos -en ellas- el grado necesario de espíritu crítico para con la justicia y el progreso: Primero, porque no todos l@s profesionales tienen la misma valía, incluso l@s hay sin ninguna. Segundo, porque en mi opinión, el colectivo de profesionales de la enseñanza no está exento de responsabilidad sobre el nivel que presenta la desvariada sociedad en la que vivimos, sino que por el contrario podría tener un plus de responsabilidad profesional, e incluso ética. Un cordial saludo

  15. Querido Winspector, es notorio que usted ha debido ser un profesor vocacional o, al menos, conoce a la clase docente de cerca. La mayoría de los profesionales de la tiza con los que me he ido encontrando han sido personas con gran ilusión por su trabajo que, en ciertos momentos, han sufrido depresiones por el ambiente nefasto actual en el que han de desarrollar sus tareas. Lo que tengo ahora claro es que nadie que no ame de verdad ese oficio, puede ya soportarlo. Me uno, pues, a ese merecido reconocimiento y gratitud para con los necesarios y esforzados profesores. Ánimo y valor. Va por ustedes.

  16. Gracias por tus palabras, Holden. Es verdad, como bien dices, que dentro del colectivo de profesionales de la enseñanza existen “garbanzos negros” y much@s irresponsables. Pero no es menos cierto que esto también ocurre en cualquier rama de la división del trabajo y unos cuantos individuos no pueden influir de manera tan decisiva en las estadísticas. Debe existir algo más. Por ejemplo, diecisiete comunidades autónomas, cada una con su “plan” sobre la mesa, disparidad en los presupuestos, inmersiones lingüísticas varias…son factores tan desequilibrantes como los rifirrafes existentes en torno a las religiones, con sus velos y sus cruces a cuestas. Sin embargo, ¿cuándo los tiempos no fueron peores? En la Salamanca de Fray Luis de León las luchas eran sangrientas entre escriturarios y escolásticos por hacerse con el monopolio de la enseñanza y tanto estudiantes como hidalgos no llevaban la espada al cinto de adorno…

    Lo que sí resulta chocante es que, después de más de treinta años de democracia y tras haber rodeado con alambradas de espino los centros y pagar a empresas de vigilancia privada para velar por la seguridad, con los resultados de todos conocidos, al profesor se le quiera revestir ahora de una autoridad que nunca debió perder, lo que equivale a decir que «para ese viaje huelgan las alforjas», pues con Franco también eran respetados aplicando ese mismo principio de autoridad, igual que en cualquier país europeo de entonces, ¿o es que ante las faltas, las agresiones o los desórdenes en clase a l@s niñ@s suizos, alemanes o franceses se les premiaba con caramelos?. Pero nosotros siempre tan «differents» y tan dados a la «hipercorrection», social, lingüística…y al cabo, ¿para qué tanta parafernalia si (acordándome del vates trinitario) lo que verdaderamente educa al personal es…

    “…Aquí solo rutila el dorado excremento
    tan caro al renovado progreso socialista;
    es la milla de mierda, el circense dislate…
    Jauja de concejales mafiosos, sin hartura
    con progres reporteras y macarras con yate
    y busconas, y chulos de la telebasura…”

    Vaya, Lola, estás por aquí. Tengo familia entre los profesores, pero yo, frío, frío…Gracias también a ti. Buenas noches.

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