La letra virtual, a veces, no tiene nada de virtuosa. Puede llegar a ser despiadada e incluso criminal. Precisamente y, a la vez, gracias a ella; en concreto al blog que este diario ha tenido la deferencia de crearme en sus páginas digitales, he podido ponerme al tanto de cierta historia horripilante que, para más pavor, tiene todas las trazas de ser real y hasta cercana.
El narrador, que se presentó como comentarista de uno de mis artículos, me ha relatado con todo lujo de detalles, la trama del asesinato impune de un amigo que, por la sutil alevosía con la que fue fraguado, seguramente no pase más allá de ser considerado como mero accidente, excepto para la víctima y un círculo estrecho de sus amigos, entre los cuales se cuenta mi confidente, además de, por supuesto, el propio asesino y aquellos que, entre mis posibles lectores, consideren este testimonio digno de credibilidad.
Pues bien, parece ser que el recién fallecido amigo de mi informante llevaba dos años recibiendo inquietantes misivas vía internet en la dirección de su correo electrónico por parte de un remitente, cuya identidad quedaba inidentificable bajo unas siglas que no le sugerían, en principio, el nombre de ninguna persona próxima. Durante los primeros meses, el texto de los mensajes se reducía a unos cuantos insultos bastante burdos y con abundantes faltas de ortografía, que le desagradaban, pero no llegaban a preocuparle demasiado, dado que, tal y como le fueron tranquilizando otros parientes y conocidos, esta práctica es común en el ciberespacio y, aunque de mal gusto, no pasa más allá de una broma pesada que se le ocurra a cualquier chalado. Vete a saber cuál. No obstante, la angustia de la víctima virtual fue creciendo ostensiblemente, cuando el remitente de los correos electrónicos iba aumentando el tamaño de sus textos con la aportación de ciertos detalles de su vida que sólo podía conocer otra persona que le siguiese bien de cerca. Tanto que pudiera verle incluso cada día. A partir de ahí, la angustia se convirtió en paranoia, pues todos sus circundantes, hombres y mujeres –las siglas no permitían translucir el sexo- se convirtieron en sospechosos y, por si las moscas, empezó a aislarse en una actitud de constante hostilidad y recelo que le iba agriando el carácter.
El criminal conocía bien a su víctima; sabía de su alto grado de vulnerabilidad debido a ciertos trastornos depresivos sumados a una diagnosticada insuficiencia cardiaca, así que dejó que fermentara en él aquel estado de ansiedad paranoica para luego apretar bien las tuercas con otra estrategia que le pusiera al límite. Esto es; dejarle caer datos sobre sí mismo al punto de despojarse de su anterior anonimato. A tal punto, la víctima había reconocido ya a su agresor en un individuo con el que había mantenido alguna tensa rivalidad, no se sabe si sentimental o profesional, y al que, por circunstancias de la vida, tenía que cruzarse cada día no menos de una docena de veces. Es decir; aquella persona que ya había llegado al extremo de amenazarle de muerte, era la misma que había de saludar día a día cortésmente sin poder, por falta de pruebas, acusarle de un delito del que lo sabía, sin duda, culpable. La impotencia y frustración de la víctima empezó a somatizarse gradualmente en fuertes dolores abdominales, alteración permanente del sueño e intempestivas cardiopatías toda vez que abría alguno de aquellos malditos correos. Algunos se preguntarán a esta altura de la historia por qué el susodicho no cambió de dirección electrónica, a lo que cabría responder que, tal vez, aquella fuese una dirección oficial o que el mismo agredido sufriera, en el fondo, cierta dependencia de las crueles misivas como en una suerte de síndrome de Estocolmo. Tantas incoherencias hay en el comportamiento humano. Lo que sí hizo, con determinación, fue dirigirse al departamento de delitos informáticos en la comisaría policial, donde, tras largas pesquisas, le informaron de que, pese a los numerosos indicios, su agresor no podía ser inculpado, ya que las misivas le eran dirigidas desde un cibercafé y no un ordenador particular. Por tanto, no le quedaba otra que dejar de abrir los dichosos correos, cada vez firmados con tantos y diferentes pseudónimos que al final le hacían picar, y responder urbanamente al saludo del mismo tipo que, dentro de un rato, escribiría que lo iba a matar ,con tanta insistencia, que daba por pensar que, al final, iba a hacerlo. Al tipo no le faltaba corpulencia para acometer un crimen cruento, aunque su apariencia era, en todo momento, mansa y calma. Precisamente como un psicópata. No obstante, no le hizo falta apenas mover un dedo. Bastó con seguirle una noche, de vuelta a casa y tocarle dos veces en el hombro. La víctima estaba ya tan minada por la ansiedad y el terror que, al volverse para ver la cara de su agresor, se desplomó de un súbito infarto. Estos últimos datos sólo pueden conocerlos; el asesinado, el asesino y, por cierto, ese misterioso narrador que, sin duda, me envío el relato de esta historia desde un cibercafé, tal vez por puro narcisismo. Juzguen ustedes.
Características clínicas de la psicopatía:
El trastorno psicopático produce una conducta anormalmente agresiva y gravemente irresponsable, que según el doctor Hervey Cleckley determinan una serie de características clínicas, descritas en su libro The Mask of Sanity: An Attempt to Clarify Some Issues About the So-Called Psychopathic Personality, que incluyen:
* Encanto superficial e inteligencia (Walter)
* Ausencia de delirios u otros signos de pensamiento no racional
* Ausencia de nerviosismo o manifestaciones psiconeuróticas
* Escasa fiabilidad
* Falsedad o falta de sinceridad
* Falta de remordimiento y vergüenza
* Conducta antisocial sin un motivo que la justifique
* Juicio deficiente y dificultad para aprender de la experiencia
* Egocentrismo patológico e incapacidad para amar (Walter)
* Pobreza generalizada en las principales relaciones afectivas
* Pérdida específica de intuición
* Insensibilidad en las relaciones interpersonales generales
* Conducta extravagante y desagradable bajo los efectos del alcohol y, a veces, sin él
* Amenazas de suicidio raramente consumadas
* Vida sexual impersonal, frívola y poco estable
* Incapacidad para seguir cualquier plan de vida
TEXTO EXTRAIDO DE LA WIKIPEDIA:
http://es.wikipedia.org/wiki/Psicópata
Me deja pensando la cita citable de la escritora (texto extraído de su propio artículo):
«Tantas incoherencias hay en el comportamiento humano.»
Nota del comentarista:
Parece ser que tantas incoherencias nos hacen culpables de nuestras imperfecciones como seres humanos, basta con observar a nuestro alrededor para darse cuenta de los desastres provocados por nosotros mísmos…
¿no?…
les dejo éste video de los Talking Heads para aportar un tema musical el soundtrack de éste artículo!:
http://www.youtube.com/watch?v=qMtV4mdMRUA&feature=related
Lyrics:
Letra de Cancion Psycho Killer (versión en inglés)
I can’t seem to face up to the facts
I’m tense and nervous and I
Can’t relax
I can’t sleep ‘cause my bed’s on fire
Don’t touch me I’m a real live wire
Psycho Killer
Qu’est Que C’est
fa fa fa fa fa fa fa fa fa far better
Run run run run run run run away
Psycho Killer
Qu’est Que C’est
fa fa fa fa fa fa fa fa fa far better
Run run run run run run run away
You start a conversation you can’t even finish it.
You’re talkin’ a lot, but you’re not sayin’ anything.
When I have nothing to say, my lips are sealed.
Say something once, why say it again?
Psycho Killer,
Qu’est Que C’est
fa fa fa fa fa fa fa fa fa far better
Run run run run run run run away
Psycho Killer
Qu’est Que C’est
fa fa fa fa fa fa fa fa fa far better
Run run run run run run run away
Ce que j’ai fais, ce soir la
Ce qu’elle a dit, ce soir la
Realisant mon espoir
Je me lance, vers la gloire … OK
We are vain and we are blind
I hate people when they’re not polite
Psycho Killer,
Qu’est Que C’est
fa fa fa fa fa fa fa fa fa far better
Run run run run run run run away
Psycho Killer,
Qu’est Que C’est
fa fa fa fa fa fa fa fa fa far better
Run run run run run run run away
oh oh oh oh oh oh oh oh….
Letra:
no puedo hacerle frente a los hechos
estoy tenso y nervioso y yo
no me puedo relajar
no puedo dormir, porque mi cama esta prendida en fuego
no me toques, yo soy un verdadero cable vivo
asesino psicópata
es lo que es
le le le le le le le le le lejos mejor
corre corre corre corre corre corre corre lejos
asesino psicópata
es lo que es
le le le le le le le le le lejos mejor
corre corre corre corre corre corre corre lejos
empezaste una conversacion que ni siquiera puedes acabar
estas hablando mucho, pero no estas diciendo nada
cuando yo no tengo nada que decir, mis labios estan sellados
di algo una vez, ¿porque decirlo otra vez?
asesino psicópata,
es lo que es
le le le le le le le le le lejos mejor
corre corre corre corre corre corre corre lejos
asesino psicópata
es lo que es
le le le le le le le le le lejos mejor
corre corre corre corre corre corre corre lejos
lo que tengo que hacer esta noche
lo que dijo esta noche
realisant mi esperanza
me lanzo hacia mi gloria… esta bien
somos inutiles y estamos ciegos
odio a la gente cuando no es amable
asesino psicópata,
es lo que es
le le le le le le le le le lejos mejor
corre corre corre corre corre corre corre lejos
asesino psicopata,
es lo que es
le le le le le le le le le lejos mejor
corre corre corre corre corre corre corre lejos
oh oh oh oh oh oh oh oh….
¡LES DESEO UN BUEN FIN DE SEMANA A TODOS!…
HAVE A NICE WEEKEND!…
Pablo.
P.D.:Creo que una vez Luca Prodan dijo en un concierto «Los errores son parte del show», yo le agrego a ésta cita citable «; Las horrores de ortografía también» (por mi parte)
Es impresionante que ocurran estas cosas, la realidad virtual va más allá que la ficción; me has dejado tan perpleja!!!
¿Ficción o realidad?.Quizá lo halla visto en alguna p
elícula pero no por eso,creible, deja de espantarme.
¿Es culpa de las nuevas tecnologías?,no lo creo.Tambien,ellas,ayudan al creador
¿Ficción o realidad?.Quizá lo halla visto en alguna p
elícula pero no por eso,creible, deja de espantarme.
¿Es culpa de las nuevas tecnologías?,no lo creo.Tambien,ellas,ayudan al creador
Cierto o no,es una estupenda creación literaria que da ,por lo menos, para un relato.Te felicito.
El encontrarte solo en el blog,no sé ,no se
Entiendo que el asesino es el que te cuenta la historia.Puedo facilitarte el número de un policia.¡Qué horror!
Lola, te quiero y te protegeré, estés donde estés. Un beso
Hay palabras que matan y personas con muy malaje o demasiado aburrimiento y frustración que pagan con los demás.
Soy policía y me dedico a la sección de delitos informáticos. Creo que podría decirte algo interesante sobre este caso.