Puzle imposible

8 Sep

El Sistema es un gran prestidigitador. Nos revuelve las piezas para que nunca podamos armar el puzle. De todos modos, cada vez les importa menos dejarnos fuera del juego

¿Cómo explicar que la ‘odiada’ señora Merkel ahora sea ‘Mamá Merkel’ para muchos refugiados? ¿Cómo entender que Bachar el Asad, el tiránico gobernante sirio, tenga ahora como extraños socios, no ya a los rusos (hace tempo que se han quedado casi sin aliados, y Siria es un territorio clave para ellos), sino incluso, aunque sea a regañadientes, a norteamericanos, alemanes, franceses o británicos…? A regañadientes pero hace tiempo que participan (y algunas veces también los canadienses) ¿Cómo encajar tantas piezas sueltas de este puzle, que son prácticamente las mismas que teníamos ayer o la semana pasada?

Y es que las piezas del rompecabezas son las mismas de siempre. Es muy poco –apenas detalles– lo que ha cambiado. Lo que revolvió caprichosamente los pequeños trozos como para liarnos (en realidad, tampoco es para eso: ellos siguen su juego y les importa poco de nosotros) fue el ‘invento’ norteamericano del ISIS, también llamado ‘Estado Islámico’ cuando no Daesh… Se llame como se llame (los ‘papás’ de Washington son los que utilizan tantos nombres y apodos diferentes) a su alrededor nada es coherente: ¿Quién los arma? ¿por qué, queriendo ‘seducir’ a las poblaciones de los territorios que ocupan, en Siria y en Irak, principalmente, destrozan todo a su paso y degüellan a todos los disidentes, incluyendo niños? ¿Cómo es posible que, siendo musulmanes fanáticos, todos o casi todos los que matan sean también musulmanes? ¿Cómo se entiende que las monarquías medievales del golfo, bajo la batuta saudí, sigan al margen de una guerra que en teoría les atañe de modo directo? ¿Cómo es posible que los kurdos se hayan dejado engañar por duodécima vez por los norteamericanos y sigan siendo los más duros y valientes luchadores contra el Estado Islámico, siendo que les han dejado una desértica provincia de Irak y Occidente sigue permitiendo que Turquía les ataque, aunque teóricamente son un aliado fundamental? (los kurdos tiene cortado en tres trozos su territorio y jamás los dejan ‘construir’ su nación).

Las preguntas pueden seguir a gusto de cada uno, porque cualquiera que coja las piezas verá que no hay forma humana de encajarlas. Pero se trata de separar los puzles y armar el gran puzle, el general, el que corresponde a este planeta y a sus dominadores. Un rompecabezas que parte de la realidad y no de una superposición de escenarios inventados o falsificados, acomodados a cada situación y a cada momento, y negando siempre el ‘gran dibujo’, el que ha hecho el poder confundiendo y escondiendo nuestras verdades particulares.

La primera gran verdad ocultada es que estamos ante un problema estructural. Así la describimos hace ya muchos años:

«… La estructura de poder mundial está configurada de tal modo que no puede aducirse ningún tipo de ‘negligencia’: la responsabilidad cae sobre la metrópolis como la causante directa de la destrucción económica, política, social y humana de la periferia (…) La culpa no puede atribuirse a algunos ‘negociantes irresponsables’ ya que es el resultado de la competencia generalizada por apropiarse de materias primas –incluyendo lo que se llama ‘recursos humanos’– y lograr productos de especial valor estratégico o de alta rentabilidad.

Por otra parte, la aniquilación de pueblos, naciones y culturas periféricas está lejos de manifestarse exclusivamente como el resultado de un déficit de preservación del medio ambiente. En el proceso de aniquilación suelen conjugarse los factores ecológicos con los económico-políticos.

A la apropiación de recursos puede sumarse la sobre explotación de la mano de obra periférica y en muchas ocasiones (…) la destrucción de la periferia se presenta hoy simplemente como el resultado de dejar fuera de competencia –fuera del mercado– a países, regiones o continentes enteros cuyas poblaciones han sido condenadas de ese modo a condiciones extremas de hambre y enfermedad».

De mi libro Un planeta a la deriva, publicado en 2001 (el texto fue escrito en 1993, hace 22 años). Extractado del capítulo ‘La aniquilación de la periferia’, pagina 339 – Centro de  Ediciones de la Diputación de Málaga-CEDMA)

Y así lo sintetizó, con su excelente prosa, José Saramago: «El desplazamiento del sur al norte es inevitable; no valdrán alambradas, muros ni deportaciones: vendrán por millones. Europa será conquistada por los hambrientos. Vienen buscando lo que les robamos».

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