Hace unos días vi un programa especial de la Sexta en el que explicaban en directo lo que sucedía en el pueblo de Torre-Pacheco (Murcia). Era el primer día de “La caza del magrebí”. El nombre estremece. Se caza a los animales. Especialmente a los animales dañinos que pueden causar la muerte o graves daños a los seres humanos. El lema no puede ser más despectivo, más cruel, más indecente.
Fuerzas de ultraderecha, neonazis y maleantes de diverso tipo se habían dado cita en este pueblo murciano con la intención de “dar caza” a los inmigrantes. Y allí acudieron con las peores intenciones quienes se sintieron convocados. Esos sí iban con el inequívoco propósito de delinquir. ¿A qué van si no? ¿A pasear? ¿A hacer turismo? No. Iban “a cazar” a personas, guiados por el odio. ¿Por qué no defiende Vox que sean expulsados del país estos delincuentes?
Escuché testimonios escalofriantes. Alguien decía que no le importaría que gaseasen incluso a los niños. ¿Cómo puede un ser humano almacenar esos sentimientos sobre sus semejantes? Digo semejantes porque, lo quieran o no, tienen más cosas en común que diferencias. ¿Cómo se generan esos sentimientos hostiles? ¿Cómo se alimentan? ¿Cómo llevan a comportamientos de inusitada violencia? Pues ahí están los discursos xenófobos de Vox para explicarlo. Y ahí está la masa para hacer como jauría lo que probablemente no haría ninguno en solitario. Tampoco podía faltar a la cita la bandera española.
El señor José Ángel Antelo, presidente de Vox en la Comunidad de Murcia hizo unas declaraciones vergonzosas, falsas, xenófobas, que inducen al odio: hablaba de los inmigrantes como “esas personas que agreden a nuestros mayores en las calles, que persiguen a los homosexuales, que violan a nuestras hijas. Les vamos a deportar a todos. No vamos a dejar ni uno”. No sobran inmigrantes, señor Antelo. Sobran fascistas.
Dicen en Vox que van a expulsar a todos aquellos que vienen con la intención de delinquir. ¿Cómo saben que vienen con esas intenciones? ¿Quién es capaz de detectar esas ideas, esos propósitos? Lo que pasa es que para Vox no hay que esforzarse mucho: todos vienen con esas perversas intenciones. Según Vox no vienen a sobrevivir, vienen a delinquir. Todos son delincuentes en potencia hasta que no lo sean de facto. Ya se han cuidado mucho de identificar inmigración con delincuencia. De ahí la contundente decisión: “No vamos a dejar ni uno”.
Vox ha exigido al PP que cierre un centro de MENAS (Menores No Acompañados) en la Comunidad de Murcia como condición para apoyar los presupuestos. Y ha amenazado con no aprobarlos si no retiraba la decisión que había tomado el gobierno autonómico de construir viviendas para los inmigrantes. Y la han retirado. Lo que diga Vox.
Las escenas de televisión son inquietantes. Se mastica el miedo en las calles de Torre Pacheco. Solo la presencia de la policía detiene el torrente de odio. La ultraderecha está convirtiendo el miedo al inmigrante (vienen a quitarnos lo nuestro, a recibir la sanidad y la educación gratuitas que son nuestras, a quitarnos el trabajo que es nuestro, a delinquir impunemente.…) en odio al inmigrante (hay que expulsarlos a todos).
Un chico de 16 años, hijo de padre magrebí y de madre española, nacido en España, fue apaleado por un numeroso grupo de personas adultas. Dolían las palabras y las lágrimas de la madre que llegó a temer por la vida de su hijo. Ahora el chico no quiere salir de la casa y se imagina el futuro lejos del pueblo que le vio nacer. Un chico español.
Preguntado Abascal si condena la violencia en Torre-Pacheco, se sale por la tangente acusando al Partido Popular y al Partido socialista de haber permitido una llegada masiva e indiscriminada de inmigrantes. Es decir, puesto que se nos ha llenado el país de inmigrantes ilegales, ahora es necesario acabar con ellos.
Los inmigrantes constituyen el 30% de los trabajadores de la huerta murciana. No es que roben el trabajo a los españoles, es que realizan los trabajos que no quieren realizar los españoles. Rafael Rufián dijo con ironía en el Congreso que como expulsen a todos los inmigrantes, va a tener que trabajar hasta el señor Abascal.
He oído palabras terribles a responsables políticos de ultraderecha: no quieren que impongan su religión al pueblo español. Y no la imponen. Practican su religión porque tienen pleno derecho a hacerlo. Estos fanáticos, que se quejan porque abran una mezquita, no tienen el menor escrúpulo en defender a los conquistadores españoles que llevaron la fe católica a otros lugares o a los misioneros que van a propagar la fe a otros países del planeta. Los malos son los otros. Nuestra fe es la verdadera. Nosotros somos los buenos. Ese es el problema.
De nuevo tengo que acudir la escuela, a la educación, al ámbito de los valores. Para encontrar la solución. Los seres humanos, por el hecho de serlo, dice José Antonio Marina en su excelente obra “Ética para náufragos”, hemos llegado al acuerdo de reconocer la máxima dignidad a todos los seres humanos, por el sencillo hecho de serlo.
Existen, a mi juicio, dos propuestas falsas en el tratamiento de la inmigración. La postura asimilacionista, exige a los inmigrantes una incorporación a la cultura que les deja sin identidad. La cultura hegemónica absorbe y domina a la minoría. Según esta postura el inmigrante tiene que aprender el lenguaje, las costumbres y la religión de la cultura hegemónica. Es una postura empobrecedora porque destruye la diversidad.
El segundo error es la guetización. La minoría se aisla o es aislada en un gueto, que conserva las peculiaridades de su cultura. Se trata también de una postura empobrecedora ya que nos priva de la riqueza de la diversidad.
La solución está en practicar la interculturalidad, que reconoce la diversidad como un valor y opta por la pluralidad cultural como un elemento dinámico y creativo de la sociedad. Se trata de un reconocimiento positivo de la diversidad y del mestizaje. La interculturalidad no acepta la jerarquización cultural ni el etnocentrismo al entender que todas las culturas son respetables, aunque alguna pueda contener prácticas indeseables. Pienso, como ejemplo, en la costumbre de ablación del clítoris en las mujeres en algunas culturas o el espectáculo de los toros en otras.
La riqueza de la diversidad no surge del aislamiento sino del diálogo, de la comunicación y del respeto a quienes son diferentes.
Amin Maalouf, escritor y periodista franco-libanés, nacido en Beirut en 1949, escribió hace algunos años un libro que deberían leer los militantes y simpatizantes de Vox. Bueno, lo deberían leer todas las personas. Se titula “Identidades asesinas”. Dice el autor que, de la misma manera que hacíamos “examen de conciencia” deberíamos hacer “examen de identidad”. Resulta asombroso que unas personas maten a otras por motivos de raza, religión o lengua. Lo cierto es que una forma de vivir fanáticamente la identidad nos conduce al exterminio de quienes no son como nosotros. Dice Amin Maalouf que “la identidad es un falso amigo. Empieza reflejando una aspiración legítima y de pronto se convierte en un instrumento de guerra”.
¿Qué es la identidad? ¿Con qué rasgos nos definimos? En términos genéricos podríamos decir que la identidad es aquello que nos permite diferenciarnos de cualquier otro. Los rasgos de la identidad son, en su mayoría adquiridos. Incluso los que son innatos están condicionados por la cultura. No es igual ser negro en Tanzania que en Suiza. No es igual haber sido homosexual en la época nazi que en nuestros días. Esos rasgos son múltiples, diversos y cambiantes. E interactúan unos con otros. La configuración de la identidad se debe al cruce de todos estos rasgos. “La identidad no es una yuxtaposición de pertenencias autóctonas, no es un mosaico; es un dibujo sobre la piel tirante, basta tocar una sola de esas pertenencias para que vibre la persona entera”, dice Maalouf en el libro que he citado. Y añade: “La identidad es como una pantera que se puede domesticar pero que, cuando es hostigada, mata”.
Aquí, pues, tiene su papel la educación. Ese arte, esa ciencia que nos enseña a convivir. La escuela es la gran mezcladora social. En la escuela aprenden y conviven esos niños y niñas a quienes quieren expulsar del país los fanáticos que quieren elevar hasta el cielo las fronteras de los países. No nos interesó que fuera así cuando los inmigrantes españoles acudieron masivamente a otros países en tiempos difíciles.
Como dijo el filósofo Giovanni Pico de la Mirandola en el siglo XV en su “Oración sobre la dignidad del hombre”: hay que conquistar la humanidad. Hay que conquistar la conciencia de que todos somos seres humanos,
Querido Maestro:
!Qué buena lección nos deja hoy con su texto!
Las imágenes que hemos visto en Torre-Pacheco, no deberían de repetirse.
Ayer vi también la muerte de un joven magrebí por la excesiva violencia de un policía.
Estamos inmerso en un clima de violencia que lleva al odio y al terror y que se expande tan rápido como el viento huracanado.
Los problemas se solucionan hablando y con empatía a las personas que tienen una cultura diferente.
!Todos cabemos en este mundo!
!Todos tenemos un papel en esta sociedad!
Convivir es difícil si queremos imponer nuestras ideas a otros.
A mí me produce una gran inquietud estás actuaciones llenas de agresividad.
No puedo entender tanta inquina, tanto deseo de hacer daño, tanta manipulación, tanto odio.
!Pero, en qué país vivimos!
Es difícil actuar con dignidad y con buena intención con tantas imágenes destructivas en televisión.
Tenemos que seguir intentando mantener la calma y buscar la manera de entender al otro, al diferente, al extranjero.
Aunque todos somos iguales a los ojos de Dios, aunque tengamos creencias y dioses diferentes.
Mantener la cordura nos llevará a ver las cosas de otra manera.
Los que hemos recibido actuaciones agresivas nos parten el alma estás vivencias.
!Cambiemos el mundo, actuemos con hermandad! No cuesta nada y nos hace más felices y humanos.
Y ya sin más me despido con un fuerte abrazo para todos.
!Qué disfruten de una feliz y leve semana!
Muchos besos.
Querida Loly:
Gracias por tu comentario, como siempre, cargado de humanidad.
El fanatismo rompe todas las posibilidades de la convivencia pacífica.
Lo sucedido en Torre Pacheco es una muestra de cómo convertir el miedo en odio.
La solución en el pueblo murciano ha sido la presencia de la policía, es una solución pasajera y provisional pero la verdadera solución está en la educación para la convivencia.
No se produjeron agresiones porque los vándalos no pudieron, no porque no quisieron.
Besos y gracias, amiga Loly.
Feliz semana. Feliz verano.
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Querido Miguel Ángel:
Excelente artículo, razonado y lleno de humanidad.
La emigración siempre ha sido un fenómeno incontrolable. Pretender que yo necesito 30 y reclamar a un país esos 30 nunca ha funcionado. Lo que funciona es que yo vivo en un lugar deprimido, sin futuro, donde incluso peligra mi vida y hay otros lugares atractivos, pues para allá se va uno y se busca la vida.
Decir que vienen a delinquir… Pues sí, hay algunos que sí. Son los que vienen en avión, suelen ser recibidos a bombo y platillos y hacen grandes negocios y pagan muy poquitos impuestos y etc.
Los que vienen en pateras, como sardinas en lata, jugándose la vida no vienen a delinquir, vienen con la esperanza de encontrar un trabajo y mejorar su vida y la de su familia que no emigró.
Esa gente tiene todo el derecho a practicar su religión y sus costumbres si no son perjudiciales para otros.
En la diversidad está la hermosura, la uniformidad es monotonía.
Olvidar nuestro pasado emigrante es un error y seguir el ideario del delincuente Trump, otro.
La educación en el respeto al diferente es fundamental. Pretender que todos seamos clones es ir en contra de la ley natural. El objetivo final debe ser una humanidad sin fronteras: la Tierra unida con seres humanos diferentes. Es una utopía, pero hacia ella se va.
Querido Miguel Ángel, es necesario salir en tromba contra este fascismo exclusivo, como haces. Un gran abrazo y saludos a todos.
Querido Joaquín:
Excelente comentario, lleno de lógica y de sensibilidad.
Buena comparación la de la inmigración de la patera y la inmigración de avión.
A Lamine Yamal, a Nico Williams y a los jeques que veranean y construyen mansiones en Marbella no les deportan.
La educación para la interculturalidad es la clave.
Le decía a Miguel Vera que me preocupa mucho la inclinación de una parte de la juventud hacia los postulados de Vox.
Hya que detener el fascismo.
Un gran abrazo.
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Buenas Miguel Ángel!
Buen artículo de denuncia. Felicidades!
Qué diferencia de sociedad que grita «Que nadie quede atrás» en educación al «Que no quede ni uno» de Torre Pacheco. Visión práctica de lo que comentas muchas veces «o educación o barbarie.»
Tenemos que tomarnos muy en serio la educación de la convivencia porque el
fanatismo y el odio se extienden por partidos Voxmitantes. Pensamos que es un acierto trabajar la identidad desde una perspectiva intercultural; el modelo francés multicultural que creó guetos no funciona.
Recomendable la Historia de España de Eduardo Manzano » España Diversa. Claves de una historia plural». Precisamente la piedra angular de nuestra identidad es la diversidad no la España imperial que algunos en su fanatismo anhelan.
Ah, y para los fanáticos ultra católicos deberían leer la declaración «Dignitas Infinita» del dicasterio para la doctrina de la Fe (el Santo oficio, de toda la vida)
En fin, gracias por la denuncia de un artículo valiente. Estamos contigo.
Mil abrazos y besos en familia
Queridos Gema y Miguel:
Estamos en plena sintonía.
Me desvela el hecho de que la juventud (una parte importante de la juventud) muestre tanta simpatía hacia Vox.
Hace poco vi una encuesta en TV en la que acercaban el micrófono a jóvenes preguntándoles sobre su intención de voto. Y la Inmensa mayoría dijo Vox y otra parte Vox o PP. Nadie dijo Sumar o Podemos o el PSOE.
¿Qué esta pasando? ¿Qué valores tienen?
Efectivamente, cuesta entender cómo estos católicos ultramontanos entienden el Nuevo Testamento.
Tiene buena pinta el libro de Eduardo Manzano. No hace falta profundizar mucho para encontrar la diversidad cultural en nuestra historia.
Es indispensable educar para convivir
Un abrazo enorme.
Os echamos de menos. Ya ves que utilizo el plural,
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El tema no puede ser más duro: organizarse para dar caza a seres humanos y eliminarlos.
¿Cómo se llega a esta monstruosidad?
Pues no se llega de la nada. Se llega porque hay quien se dedica a sembrar odio y miedo.
Incluso desde el escaño del parlamento.
Ahí está la explicación.
Estimado Juan A.:
La responsabilidad de Vox en este problema es muy clara. Los esfuerzos que hacen por identificar inmigración con delincuencia son tan claros como injustos. Y lo hacen en el parlamento, no en conversaciones privadas, que también.
Lo tremendo es que haya gente joven que se deje engañar de una forma tan burda.
La delincuencia es mala. venga der quien venga. Hay que luchar contra ella. Pero esta historia va más allá. Esta historia está llena de odio a quien no es como nosotros.
Gracias por tu comentario.
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QUÉ IMÁGENES MÁS REPUGNANTES.
Acudir a una convocatoria para dar caza a quien ha venido de fuera o, incluso, a quien es de aquí. Porque el niño dE 16 años es español y estuvo a punto de morir.
Los que que acudieron a Torre Pacheco iban con la intención de delinquir. Esos sí.
Pero como esos son españoles tienen protección de quienes los azuzan.
Qué vergüenza.
Querida María:
Me alegro de verte por aquí de nuevo.
Lo que pasó en Torre Pacheco puede pasar en cualquier sitio. Y de hecho ya ha pasado.
Los peligrosos son estos delincuentes que se organizan para CAZAR.
Qué peligroso es sembrar el odio.
Qué triste.
Besos.
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