En una democracia desarrollada los ciudadanos pueden vivir confiados en que los diferentes servicios públicos y privados, funcionen de forma racional y justa. Y, en que, cuando no funcionan así, ofrezca mecanismos sencillos, eficaces y rápidos que hagan justicia, compensando a los ciudadanos por el incumplimiento de lo pactado o por la comisión de un error o de una tropelía.
Los errores, como todo el mundo sabe, siempre se producen en beneficio de quien los comete. Se equivocan en la cuenta del restaurante, porque han cobrado dos cervezas de más; hay un error en la factura de la tienda, porque no han aplicado el descuento anunciado; vino desorbitado el recibo del agua, porque había una avería en el contador… El beneficio siempre se produce en detrimento del más débil.
Un problema más grave son las pequeñas estafas y los timos planificados y ejecutados con mayor o menor habilidad contra los incautos, los ingenuos y los despistados. Estoy preocupado porque están proliferando en nuestra sociedad todo tipo de pillerías, engaños y fraudes de pequeña envergadura. A todo el mundo le ha pasado algo cuando sale el tema en una conversación de amigos.
- Hace unos días recibí una llamada desde un teléfono que era el mismo de mi banco y me dijeron que habían detectado un cargo fraudulento en una de mis cuentas…
– Yo tuve quince cargos que no reconocía en una de mis tarjetas, fui al banco y me dijeron que tenía que ir a denunciar el robo a la comisaría de policía…
– Me llamaron de la compañía de telefonía para ofrecer una tableta baratísima por un euro y resulta que eso conllevaba dos años de permanencia…
Cuando lo descubrimos, nos quejamos pero no lo denunciamos por ignorancia sobre el procedimiento, por escepticismo sobre el resultado (no me van a hacer caso, me va a costar dinero, van a eternizarse en la respuesta…), o por pereza o falta de tiempo.
Qué decir de las llamadas intempestivas que te ofrecen todo tipo de descuentos y de ofertas alucinantes sin haberlas siquiera pedido… Crece la sensación de inseguridad y de miedo a que te engañen y te estafen. Y ese clima es antidemocrático. Tienes la sensación de estar rodeado por todas partes de timadores, pillos y tramposos… Te lo advierten una y otra ven en casa: ten cuidado con el bolso, no dejes el móvil… En el aeropuerto insisten una y otra vez en la necesidad de estar pendiente de las pertenencias, lo cual quiere decir que estamos rodeados de ladrones…
Voy a llamar microdemocracia a la eliminación de estas pequeñas trampas, de estas pequeñas extorsiones, de estos pequeños engaños.
Es probable que a mis lectores les importe un bledo lo que me ha pasado, pero quiero basarme en unos hechos reales para que podamos reflexionar sobre la mejora del cumplimiento de los deberes y la penalización de las infracciones.
Voy a ser lo más preciso posible y lo más breve que pueda para describir un proceso que ha durado más de dos años. Y aquí hago referencia a uno de los defectos que tiene el proceso de reclamación: la desesperante lentitud.
Lo haré mediante pasos hilvanados desde su perspectiva cronológica. Haré una descripción sucinta de los hechos, dejando al margen los sentimientos de rabia, de indignación, de malhumor, de impotencia, de tristeza…que llevan consigo estas situaciones.
- Mi vivienda habitual en Rincón de la Victoria tenía contratados con Endesa los servicios de abastecimiento de electricidad. Y con Podo, otra comercializadora, el servicio de una vivienda alquilada, sita en otra ciudad de Andalucía. Yo figuraba como titular de los dos contratos.
- Un buen día descubro que estoy pagando en mi cuenta bancaria las facturas de luz de la segunda vivienda, que provenientes de Endesa. Hecho que suponía el cambio de comercializadora sin haberlo solicitado o aceptado. Es decir, que la de la segunda vivienda había cambiado de Podo a Endesa sin mi autorización.
- Llamo a Podo para pedir explicaciones y allí me dicen que habían recibido de Endesa la orden de cambio ya que contaban con la petición del titular y que ellos no habían podido hacer nada al respecto.
- Como es lógico, hice la siguiente llamada a Endesa, que me dijo, de forma casi increíble, como si estuvieran hablando con un estúpido, que el cambio se había sido solicitado desde una tienda llamada Marketing Mejalcan, pero que no conocían ni la localidad donde estaba esa tienda ni la identidad de la persona que había efectuado la solicitud. Añadieron que, para saber más, debería dirigirme a la tienda que tiene Endesa en Rincón de la Victoria, localidad en la que vivo.
- Acudo a la tienda para pedir explicaciones y allí me dicen que, efectivamente, el cambio se había solicitado desde la tienda Marketing Mejalcan, pero que no disponían de más información. Yo insistía en la obligación que tenían de saber dónde estaba ubicada esa tienda y quién había realizado el trámite en ella.
- Me dirigí entonces a la Oficina de atención al Consumidor sita en el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, y allí presenté la documentación pertinente para hacer la reclamación.
- Pasado un larguísimo tiempo recibo respuesta de la Oficina de atención del Consumidor del Ayuntamiento en la que se me adjunta la respuesta de Endesa a mi petición de explicaciones. Y se me dice que el contrato está hecho de la manera pertinente, sin la menor prueba. No puedo dar crédito a la tomadura de pelo. Solo yo podía haber solicitado o aceptado el cambio y yo estaba seguro de no haberlo hecho.
- Me dirijo entonces a la Junta de Arbitraje de la Junta de Andalucía. Pasan meses y meses sin tener respuesta. En las repetidas llamadas me van informando del enorme retraso que existe en el estudio de los casos que tienen acumulados. Tendrá que esperar.
- En octubre del 2024 me citan para una videollamada en la que el presidente de la Comisión hablará conmigo para tomar la decisión final. En esa conversación digo que estoy plenamente seguro de que no he solicitado ni aceptado una propuesta de cambio. Y que si Endesa presentase una grabación o un sms de mi móvil no tendría la menor duda de que se trataba de una manipulación.
- Hoy, 13 de enero de 2024 recibo un documento de cuatro páginas de la Junta de Arbitraje en el que se me dice textualmente lo siguiente: “A todo ello se debe unir un cuarto incumplimiento de calidad en el servicio (primero en el orden temporal) por el alta sin comprobación de la personalidad de quien la solicita, y que conforme al art. 105, 6º del Real Decreto 1955/2000 se compensa a razón de 30, 05 euros por cada uno de ellos ”.
- La decisión arbitral concluye con estas palabras: “A mi leal saber y entender resuelvo ESTIMAR la pretensión de la parte reclamante, de acuerdo con las consideraciones que anteceden, de modo que habrá de compensar conforme al art. 105, 6º del RD 1955/72000 con 120,20 euros por cuatro incumplimientos de calidad que han quedado debidamente justificados ut supra en el apartado de motivación del presente laudo, importe que habrá de ingresarle en la cuenta bancaria que a tal efecto le es solicitada en el acto de audiencia”.
- A continuación se le ofrece a ENDESA la posibilidad de interponer Recurso de Anulación en un plazo de dos meses.
Y hasta aquí la historia de esta pesadilla. De ella se pueden extraer algunas conclusiones.
Con este tipo de sanciones las grandes empresas pueden repetir una y otra vez sus fechorías. Muy pocos llevan las reclamaciones hasta el final y, en aquellos casos en que se llevan, se tarda muchísimo tiempo y se saldan de esta ridícula forma.
El tiempo dedicado a las llamadas, a la redacción de los escritos, a los desplazamientos para realizar las consultas y entregar los documentos, no compensa, una vez conocida la cuantía de la sanción. ¿Con qué criterio se fijan las consecuencias de una fechoría como esta, que supone la suplantación de la personalidad del ciudadano? Cualquier multa de aparcamiento resulta más contundente.
La duración del proceso ha sido tan larga que, cuando llega el fallo, ya casi te has olvidado de lo sucedido y de las consecuencia que tuvo el hecho.
Sirva este artículo de denuncia de una realidad en la que, de forma tan clara, el pez grande se come al chico. Tenemos que reaccionar ante esta avalancha de pequeños atropellos. Hay que mejorar nuestra democracia: conocer los derechos, defenderlos y reclamar lo que es justo cuando son atropellados.
Querido Maestro:
Primero decir, que sí nos sirve de mucho el comentario que hace sobre las compañías de luz.
También comentar, que de ninguna forma estamos preparados para soportar todo el aluvión de estafas que nos llegan por todos lados.
!A veces son tan reales que no caes en que te están engañando!
Pero mi experiencia es mucho peor, cuando el engaño viene por parte de la familia.
Debo reconocer que de «buena a tonta hay solo un paso».
A lo largo de este tramo último de mi vida, por una cosa y otra, he ido abriendo los ojos.
Dejé mi ignorancia y mi ingenuidad a base de palos dados en esta vida.
Hasta el punto de que la idea era, mediante manipulación, cambiar el testamento de mi padre, para hacerse hereda universal de todo el patrimonio y dejarme a mí sin nada, arruinada y en la calle.
El proceso es muy complejo, pero la finalidad es esa que he descrito.
Y para colmo, me ponen una demanda judicial para resolver la partición del testamento.
! Cuándo recibo la demanda, se me partió el alma!
Tenía dos opciones, la más fácil,quedarme callada, la otra la más difícil,hacer uso de mis derechos sucesorios como hija y heredera.
!He optado por esta segunda opción!
Se que el proceso es muy difícil; pero llevo callada y agachada toda mi vida, por no hacer daño.
!Y ahora resulta que el daño me lo hacen a mí!
A la persona que ya no está en este mundo, no puedo o sí, pedirle responsabilidades; pero a la que está suplantando su identidad y sus ideas malignas, con esa voy a por todas.
Nunca, jamás de los jamases, he pretendido hacer mal a nadie.
Pero lo que no puedo consentir, si está en mi mano, permitir que me arruinen mi existencia.
Me he fortalecido y he puesto otra demanda judicial como respuesta a la que me ha puesto ella.
El dolor me ha roto por dentro, pero a la vez ha fortalecido mi creencia, de que hay que luchar por nuestros derechos aunque cuesten, sangre, sudor y lágrimas.
Espero que las cosas me vayan bien, ante este desafío que me presenta la vida.
Y ya sin más me despido con un gran abrazo para todos.
!Qué la semana os sea feliz y leve!
Muchísimos besos.
Querida Loly:
Has descrito con claridad y crudeza la gran injusticia que se ha cometido contigo. Un gran dolor porque, como dices, procede de personas de tu familia.
TIENES QUE DEFENDER TUS DERECHOS. PRIMERO HAY QUE CONOCERLOS Y LUEGO HAY QUE DEFENDERLOS.
No es bien camino callarse y aguantar. Es un grave error.
Tenemos deberes con los demás pero TAMBIÉN LOS TENEMOS CON NOSOTROS MISMOS.
NO ES SANO NI JUSTO DEJARSE PISAR.
Así que enhorabuena por haber defendido lo que es justo y QUE TENGAS ÉXITO EN TU DEMANDA.
Besos y gracias por compartir esta situación con nosotros.
Feliz semana.
MÁS
Muy buenas Miguel Ángel!
Lamentamos el proceso indignante que has tenido que pasar con una compañía eléctrica. Pero ganarle a Endesa, aunque sea con una indemnización ridícula, es una medalla que pocos ostentan. Eres de los pocos homínidos que han conseguido tener la razón, frente a una multinacional que nos trata como imbéciles…. Nos trata como imbéciles y además le importamos un pimiento. Lo que no entiendo, es pensar en «servicios privados que funcionen de forma racional y justa y, cuando no funcionan así, ofrezca mecanismos sencillos, eficaces y rápidos que hagan justicia». Yo de verdad, a tanto no llego.
En algunos casos el utilitarismo es más práctico y les duele más. Ante una canallada injusta, en vez de entrar en un proceso interminable de reclamaciones. Lo mejor es mandar una carta rescindiendo los dos contratos de endesa y pasarme a otra compañía por motivo justificado de engaño y que así lo haré saber a todas las amistades y familia. Que es lo único que les duele y el único motivo por el que dejarán esta práctica delictiva.
Intuimos que este año no te van a hacer miembro de honor en el consejo de administración de Endesa, lo siento, sé que era tu ilusión. Ahora que has vencido a una multinacional energética, tienes pantalones de enfrentarte a una multinacional de
telefonía?…..no no era una broma, si se te ocurra!
Nos alegramos que estés bien y que sigas dando tanta «Guerra».
Mil abrazos Amigo y hermano!!
Besotes también para Carla.
Queridos amigos:
No podía creer la caradura de esta gente. La suplantación de la persona es un grave delito. El desprecio que muestran en estos procesos es increíble.
De buenas a primeras Endesa se hace con el contrato y pasan los recibos de la casa en la que vive la madre de Lourdes a mi cuenta. Claro que lo primero que hice fue largarme de Endesa a Iberdrola en los dos contratos.
He escrito este artículo porque veo que no es un caso aislado, es que hay un clima de abusos menores que va en aumento. Con las cuentas bancarias he tenido muchos problemas: noventa cargos fraudulentos, cinco cargos fraudulentos, tres cargos fraudulentos… Le decía al Santander que tener allí el dinero era como tenerlo en una caja abierta en la calle.
Tengo la sensación de que estamos retrocediendo a marchas forzadas. En los pueblos se podía dejar la puerta abierta y no pasaba NUNCA nada.
Creo que en una democracia nos se debe vivir con esta inseguridad.
Pensé decirlo en el titular: UNA TROPELÍA DE ENDESA, pero creí que el término de microdemocracia era un hallazgo.
Carla viene el día 1 que es su 20 cumpleaños.
Por eso podríamos aplazar el encuentro al sábado siguiente.
Un gran abrazo lleno de gratitud y afecto.
La semana pasada os eché de menos.
MÁS
Querido Miguel Ángel:
Te diré que me gusta tu modo de ser, no cejas en lo que consideras que debes hacer e inicias, como lo demuestra la constancia en el diario que haces sobre tu hija; ahora con Endesa y en otras multas que te han puesto y las consideraste injustas. Eres un ejemplo. Personalmente no tengo esa paciencia. Corto por lo sano. Me la hacen, no pago. Viene todo tipo de amenazas y sigo igual. Cuando se vuelve al orden pongo las cosas en orden.
Tienes mucha razón en lo que dices que estamos inseguros, temiendo ser estafados, que nos engañen. Yo he optado por no coger ninguna llamada telefónica si no está dentro de mis contactos. Me llaman de todas las provincias españolas y a veces del extranjero, ni que fuera el ministro de asuntos exteriores.
Estamos en un mundo de mentiras, calumnias, falsedades. Ni lo escrito y firmado parece que vale. Frente a eso solo lo podemos cambiar los ciudadanos dispuestos a poner las cosas en orden. Que difícil!!
Un gran abrazo saludos a todos.
Querido Joaquín:
Es que tú me miras con buenos ojos, con los ojos de la amistad.
Creo que esa sensación que percibimos va en aumento. Es creciente. Por eso me preocupa tanto. Y por eso digo que hay que hacerle frente. No se puede vivir en una democracia con tanto miedo, c0n tanta desconfianza.
Algo está pasando en lo que llamo microdemocracia. En la macro, ya sabemos lo que pasa: riesgo de ser inundados por el tsunami neofascista. Pero esta lacra es más difícil de combatir porque el enemigo es más difuso. Esas llamadas de las que hablas son difícilmente controlables. Esas estafas pequeñas en las cuentas bancarias son casi misteriosas, ¿Por qué no se persiguen? Esos robos tan frecuentes (a Carla le robaron el móvil en una discoteca de Madrid, el buscador situaba al móvil en Toledo; ¿por qué no detienen a los ladrones? Porque es un asunto de poca monta) no son fáciles dd perseguir ni de evitar.
Como siempre, vuelvo a la educación. Esos estafadores, ladrones y timadores han pasado por el sistema educativo. ¿Qué aprendieron?
Un abrazo y muchas gracias, querido amigo.
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