Una tarea difícil

14 Sep

Ha comenzado el curso escolar y quiero, desde este pequeño rincón, enviar a los profesores y a las profesoras un mensaje de admiración, de gratitud y de afecto. La tarea que realizan, tantas veces subestimada por la sociedad, por los medios de comunicación, por algunos políticos, por muchas familias y, a veces, por ellos mismos es, a mi juicio, la más hermosa, importante y difícil que se le ha encomendado al ser humano en la historia: trabajar con la mente y el corazón de los niños, de las niñas y de los jóvenes. Trataré de explicar por qué es difícil la tarea que realiza el profesor.

Vuelta a las aula en el primer día de colegio, tras las vacaciones de verano en el CEIP García Lorca
Vuelta a las aula en el primer día de colegio, tras las vacaciones de verano en el CEIP García Lorca

Porque, inmerso en la cultura neoliberal donde prevalecen el individualismo, la competitividad, el eficientismo, la privatización de bienes y servicios, el olvido de los favorecidos, el relativismo moral, el consumo obsesivo, la hipertrofia de la imagen, la reificación del conocimiento…, el profesor se dedica a cultivar la solidaridad, el saber, el respeto, la dignidad y la compasión con los más débiles.

Porque trabaja en un contexto adverso proponiendo modelos por la vía de la argumentación que otros combaten con modelos presentados por la vía de la seducción.

Porque desarrolla una tarea que consiste en hacer amar el conocimiento en una sociedad obsesionada con el dinero, el poder, el placer y la fama.

Porque la presión social es cada día mayor, esperándose de él y exigiéndole incluso, que responda a todas las necesidades de formación: para la paz, para el consumo, para la imagen, para la seguridad vial, para la convivencia, para la era digital, para el consumo, para la sexualidad, para la muerte, para el medio ambiente, para los valores…Con parecida formación y por el mismo sueldo.

Porque frente a especuladores, demagogos, mercaderes y tiranos, el educador está del lado de la verdad, del amor y de la libertad.

Porque los educandos tienen distractores muy potentes en las redes, en la calle, en las discotecs, en las drogas, en el alcohol, en la delincuencia…

Porque su tarea es enormemente paradójica, ya que consiste en ayudar a que otros aprendan por sí mismos a pensar y a convivir, a que sean aprendices crónicos y autónomos. Dice Holderlin que los educadores forman a sus educandos como los océanos forman a los continentes: retirándose. Lo que le dice el educando al educador es: “ayúdame a hacerlo solo”.

Porque en la sociedad de la información, en la que todo el mundo sabe que quien tiene información tiene poder, el educador se dedica a compartir generosamente el conocimiento que posee.

Porque los educadores y educadoras trabajan en instituciones cada día más complejas en las que existe disputa ideológica, presión social, regulación asfixiante y condiciones deficientes.

Porque en educación pocas veces sucede que si A, entonces B. Lo que sucede es que si A, entonces B, quizás. Más aun si se tiene en cuenta que hay dos tipos de alumnos y de alumnas en el sistema educativo: los inclasificables y los de difícil clasificación.

Porque cada curso va sumando un año al docente mientras sus alumnos y alumnas se mantienen en la misma edad que siempre han tenido, debiendo superar desajustes generacionales retadores.

Porque cada año, después de aprender a querer a sus alumnos y a ser querido por ellos, debe separarse de todos para empezar de nuevo el proceso de la conquista afectiva de otro grupo diferente.

Porque los conocimientos se multiplican vertiginosamente y el profesor tiene el deber de estar al día e, incluso, en el día de mañana.

Porque, a veces, tiene que tratar de enseñar a quienes de ninguna manera desean aprender ni dejar, a cualquier precio, que otros aprendan.

Porque, en la era digital, tiene que tener en cuenta que el conocimiento está fragmentado y disperso en múltiples sitios. Y, además, obliga a detectar las adulteraciones que producen los intereses económicos, políticos y religiosos.

Porque algunas familias entienden que el deber del educador o la educadora es hacer toda la tarea que ellas no pueden, o no saben, o no quieren hacer en las casas.

Porque algunos padres y madres han perdido el rumbo y se han convertido en jueces, policías, espías o verdugos de los educadores.

Porque es muy fácil equivocarse al decidir qué es el bien de los demás, si no se cuenta los interesados, como demuestra esta historia.

Se cuenta que una señora argentina va a comprar dos pasajes de primera clase para un viaje de Buenos Aires a Madrid. En el transcurso de la conversación el empleado de la agencia se dio cuenta de que el acompañante de la señora era un mono. La compañía se opuso a que viajase en el avión un mono y no aceptó el argumento de la mujer de que si ella pagaba podía decidir con quién viajar, a dónde y cómo. Aun así la señora, que tenía mucha influencia, consiguió gracias a la recomendación de un directivo de la compañía, que se aceptase que el mono pudiera viajar en una caja especial cubierta con una lona, en la zona de azafatas del avión, en lugar de hacerlo en la bodega del avión con los equipajes facturados.

De mala gana la mujer aceptó, de modo que llegó al avión con una jaula cubierta por una lona que llevaba el nombre bordado de Federico. Ella misma se ocupó de que quedara bien instalada y se despidió del mono tocando la lona y diciendo:

– Pronto estaremos en tu tierra, Federico, tal y como le prometí a mi marido Joaquín.

A mitad del largo viaje una azafata tuvo la ocurrencia de dar un plátano y agua al mono y, al levantar la lona, se dio cuenta de que el animal estaba muerto, tendido en el suelo de la jaula. Rápidamente avisó a los compañeros quienes, consternados, sabiendo las elevadas influencias de la señora, llamaron a la base para explicar el suceso y pedir instrucciones. Se les dice que es preciso que la señora no se dé cuenta de nada, ya que sus puestos de trabajo peligrarían.

– Tenemos una idea, –les dicen– haced una foto del mono y enviadla por fax al aeropuerto de Barajas y nosotros daremos instrucciones para reemplazar al simio por otro idéntico tan pronto como aterricéis.

El personal lo hizo al pie de la letra. Al llegar a Madrid tuvo lugar la sustitución. Compararon la foto del mono con el sustituto y después de algunos retoques dejaron al simio dentro de la jaula y se llevaron el cadáver de Federico. Al bajar del avión la señora reclamó impaciente la jaula al sobrecargo.

– Aquí tiene el mono, señora.

Ay, Federico, finalmente estamos en tu tierra…, dice la mujer levantando la lona. Y añade, estupefacta:

Pero…¡si éste no es Federico!

¿Cómo que no es Federico? ¿No ve, señora, que es su mono?

De ninguna manera, éste no es mi mono.

Señora, todos los monos son iguales. ¿Cómo sabe que no es Federico? Lo que metió en la jaula en Buenos Aires es lo que ha llegado a Madrid.

Muy sencillo, porque Federico… estaba muerto y lo traía para enterrarlo en su tierra como le prometí a mi marido.

¿Qué había sucedido? Habían decidido por la señora qué era su bien. Interpretaron equivocadamente que ella desearía tener un mono vivo en lugar de tener a su mono Federico.

Escribe Manuel Rivas: “Mucha gente todavía considera que los maestros de hoy viven como marqueses y que se quejan de vicio, quizá por la idea de que trabajar para el Estado es una especie de bicoca perfecta. Pero si a mí me dan a escoger entre una expedición “Al filo de lo imposible” y un jardín de infancia, lo tengo claro. Me voy al Everest por el lado más duro. Ser enseñante no solamente requiere una cualificación académica. Un buen profesor o maestro tiene que tener el carisma del Presidente del Gobierno, lo que ciertamente está a su alcance; la autoridad de un conserje, lo que ya resulta más difícil y las habilidades combinadas de un psicólogo, un payaso, un disc jockey, un pinche de cocina, un puericultor, un maestro budista y un comandante de la Kfor. Conozco a una profesora que sólo desarmó a sus alumnos cuando demostró tener unos conocimientos futbolísticos inusuales, lo que le permitió abordar con éxito la evolución de las especies”.

Mi admiración, mi afecto y mi gratitud a los profesionales de la educación que, cada día, humildemente, dedican su vida a esta tarea que, además de difícil, es hermosa e importante.

19 respuestas a «Una tarea difícil»

    • Querido Amigo y Maestro MIGUEL ÁNGEL:
      Un año más, o uno menos, como sueles comentar respecto a los docentes que, a modo de joven soldado que ha superado la instrucción, jurado bandera…recurre a un calendario para tachar los días faltantes para regresar a
      casa; algo parecido, salvando las distancias, podría extrapolarse para describir a los docentes que van a formalizar su jubilación en un momento próximo: unos pocos meses, un año, tal vez se dilate algo más esa jubilación temporalmente.
      La idea queda expuesta c
      intensa expresividad. Afortunadamente, he conocido docentes a punto de jubilarse que albergaban y mostraban el entusiasmo y la ilusión del primer día. Y viceversa: docentes jóvenes que parecían prejubilados…

      En el caso del inicio de un nuevo curso escolar, nos has regalado dos artículos:
      -a) El del sábado pasado, en el que abordas -con motivo del estreno del nuevo curso- a uno de los grupos de personas de la comunidad educativa: las señoras de la limpieza, que también integran la comunidad educativa pero como personas trabajadoras no docentes. Recuerdo otro artículo que publicaste hace años, dirigido en forma de carta a una señora de la limpieza. De ese texto realicé un nutrido número de fotocopias con la finalidad de entregarles el texto dentro de un sobre a muchas personas que se dedican a la limpieza de los centros escolares (en los IES en los que he trabajado, también en otros sitios: mi centro médico y otros establecimientos).
      ¿Cuál fue la reacción de estas personas? Se emocionaron, tras la previa contextualización: les informé “groso modo” de quién era el autor (les dije que un gran y cabal Amigo, catedrático de universidad, cercano, de gran calidad y calidez humanas…). No daban crédito al reconocimiento expresado en un periódico de gran difusión a través de un artículo (carta) cuyo contenido hacía justicia y argumentaba la loable, silente y ineludible labor de las personas de la limpieza. Digo personas porque, aunque ciertamente se trata de un oficio que desempeñan mujeres, conocí en un instituto de Tordesillas (Valladolid, España) a un señor de la limpieza.
      -b) En cuanto al artículo de hoy, Miguel Ángel, explicas magistralmente los retos, las dificultades, los enemigos, los frutos (tardíos) y lo apasionante y gratificante que para todos los miembros de la comunidad educativa puede resultar iniciar este curso escolar recién estrenado. Todo depende, en gran medida, de la actitud, la motivación, los prejuicios y juicios, la ilusión, la iniciativa y la creatividad de todos, especialmente, de los docentes y del equipo directivo. Ese entusiasmo y emprendimiento e implicación del sector docente se transmite, se proyecta, se irradia a modo de ósmosis al alumnado, al profesorado “quemado”, a las familias…Siempre me repito todos los días tu máxima: “Que tu centro sea mejor porque tú trabajas en él”.
      A todos y a todas: alumnado, profesorado, equipos directivos, familias, personal no docente, etc. OS DESEO UN FELIZ CURSO…
      Desde Valladolid (España), un profesor vallisoletano de corazón malagueño, como don Jorge Guillén.
      Gracias y buen fin de semana.

      • Querido Carlos:
        Qué bonita iniciativa la de meter la carta en un sobre y entregársela a las señoras de la limpieza. Ese es un gesto que es muy propio de ti. Supone sensibilidad, generosidad y cercanía emocional. Gracias por ser así.
        Estoy en Argentina. En el trayecto de Buenos Aires a Rosario he podido hablar largamente sobre la situación del profesorado argentino. Al mes de entrar en el cargo, el señor Milei les quitó a todos los docentes un incentivo que venían cobrando desde hace más de treinta años. Si cobraban quinientos dólares mensuales, ahora cobran cuatrocientos. Les decía que no era SOLO una cuestión económica. Es también una señal del aprecio del presidente por esta profesión.Al parecer los profesores están desmoralizados. No me extraña.
        Es necesario que los políticos y la sociedad valoren la complejidad y la importancia de la tarea.
        Tengo ida de seguir con el tema: tarea importante, tarea hermosa, tarea optimista, tarea mejorable…
        Un gran abrazo.
        Y gracias por este precioso comentario.
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  1. Querido Miguel Ángel:
    Muchas gracias por lo que significa ese reconocimiento para los que nos dedicamos a la noble tarea de enseñar.
    Siempre es un aliento
    Un abrazo
    María Ángeles Peláez

    • Querida María Ángeles:
      Si es una tarea tan compleja no la puede hacer cualquiera y menos con poca formación. Por eso hace falta que los mejores y las mejores se dediquen a ella. Y por eso debería ser más valorada para los políticos, las familias y la sociedad en general. Nosotros deberíamos ser conscientes de esa complejidad.
      Gracias a ti por la lectura y por tus palabras.
      Besos desde Rosario.
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  2. Buenas Miguel Ángel!
    Precioso homenaje a las maestras y maestros.
    Un reconocimiento merecido que acabo de compartir con cientos de ellos.
    Hoy me toca imitar a Federico.. no porque me encanta hacer el mono sino porque tu artículo merece Silencio, reflexión y compartirlo.
    Creía que septiembre te sería más tranquilo pero me va a resultar difícil invitarte a comer antes de verte en Oviedo.
    En fin, si tienes un hueco avisa.
    Mil Gracias y Mil abrazos.

    • Querido Miguel, querida Gema:
      Gracias por la difusión del artículo.Se lo acabo de decir a Carlos Arconada. Sois un lotería para los autores.
      Estoy en Rosario.Después de once horas de vuelo, me ha tocado viajar otras cinco en coche. Qué situación la de los docentes argentinos.Voy a intentar echarles una mano.
      Hay que buscar ese huevo. Esos embutidos merecen el ajuste del calendario.
      Un abrazo enorme-
      Y gracias.
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  3. Hola Miguel Ángel.

    Has enumerado múltiples tareas que han de realizar los docentes. Se te escapan algunas como enfermeros, economistas, agentes de viajes, conciliadores familiares, asistentes sociales, jueces que imparten justicia, administrativos, técnicos y programadores informáticos, ingenieros (lo que hace el ingenio cuando faltan los recursos),… y supongo que muchas más…

    Trabajar con seres humanos, y en este caso, niños y niños, requiere un sobre esfuerzo que, como indicas, hace fácil escalar el Everest. Pues nada, a escalar obstáculos que seguro que llegaréis a la cima a finales del mes de junio. Animo a mis colegas, ahora desde la orilla.

    Un abrazo

    • Querido Juan Carlos:
      Qué bueno contar con un profesional que ha concluido con tanta ilusión tu carrera profesional-
      En efecto, todas esas tareas las realiza un profesor con el mismo bagaje formativo y con menos tiempo disponible.La demanda. hoy, es muy exigente.
      Y qué bueno que, desde la orilla, se pueda dar ánimos a quienes navegan por ese mar proceloso.Lo que más me gusta de tus mensajes es el compromiso que, en tu caso, con los años, se ha ido fortaleciendo y no debilitando.
      Gracias, amigo.
      Un abrazo desde Rosario.
      MÁS

  4. Mi querido Miguel:
    Gracias ,como siempre tan certero , gracias porque eres tú un educador permanentemente al servicio de todos aquellos que nos insertamos en la curiosidad de aprender.
    Gracias por ser generosamente un educador que edifica en la vida de quienes tenemos el placer de conocerte.
    Gratitud,admiración,respeto y mucho cariño para ti.
    Besos.

    • Querida Laura:
      Acabo de hablar contigo.
      Ayer fue un día de viaje: muchas horas de avión y luego, cinco horas d coche a Rosario. Quien conducía se despistó con la ruta y vimos Caminito, la Casa Rosada, el Ministerio de Educación… He dormido bien y estA tarde, a las 16, hablaré en la Ferida del libro sobre mi libro EL PEZ EN LA PECERA. DOCENTES QUE APRENDEN EN LA ESCUELA.
      TODAVÍA ME RÍO DE LA CONFUSIÓN. ESPERO QUE ME HAYAS PERDONADO. Tú eres inconfundible.
      Gracias por tu palabras.
      MÁS

      • Ja ja ja!!! Nada que perdonar.
        Si hasta debo agradecerte que me robaras de forma involuntaria una risa. Cosa que sólo tu conseguiste por estos días. Se te quiere amigo!!!

  5. La semana pasada has estado en Perú y he disfrutado de tus ponencias y sobre todo tus historias, me llenan de gratos comentarios de tu gran personalidad y humildad que te caracteriza, He deleitado estas líneas llenas de verdad, soy maestra y realmente es una tarea grata, llena de aventuras y difícil en estos tiempos, pero si esto te apasiona mil veces diría SÍ quiero ser maestra. Gracias, gracias, gracias…=)

    • Querida Rosalina:
      Tengo unos hermosos recuerdos del Congreso de Lima en el Instituto Monterrico. La verdad que fue una experiencia fantástica. Se notaba la calidad humana y profesional delas personas. Gracias a ti por tus palabras tan generosas.
      Espero y deseo que disfrutes compartiendo cada día tu saber, tu optimismo y tu amor,
      Besos.
      MÁS

  6. Querido Maestro:
    Decir: “Qué ser maestra me ha salvado la vida”
    Es el sueño más bonito que he podido cumplir, aunque me costó bastante lograrlo.
    Cuando está profesión es vocacional es de lo más intenso que se puede sentir.
    Siempre he tenido respeto a todo los que han elegido está dura profesión.
    En estos tiempos en que estamos, la considero difícil y de alto riesgo.
    Los alumnos y los padres han adquirido un papel prepotente y con demasiados derechos.
    Los profesores han rebajado su nivel de autoridad y de mando. Y a veces se les está llendo de las manos.
    Y se convierten en marionetas que cada cual maneja a su antojo.
    En estos tiempos la escuela se ha convertido en un campo de batalla del que es difícil salir.
    Tenemos entre todos que ayudar, para que el profesorado recupere la autoridad y la fuerza que tenía antaño para así mejorar en su trabajo.
    La colaboración con ellos, será esencial en el desarrollo de una sociedad mejorada.
    !Hoy voy un poquito retrasada!
    !He terminado mis pequeñas vacaciones!
    Y entre adaptación y organización no he tenido tiempo de leer y escribir antes.
    !Os deseo a todos una feliz y leve semana !
    !Y ya sin más me despido con un fuerte abrazo!
    Muchos besos.

    • Querida Loly:
      Nunca es tarde para participar. Sé que hay muchas obligaciones y muchas otras ocupaciones que requieren tiempo y atención.
      Hay situaciones que se han hecho más complejas pero no creo que sea EN SÍ malo que los los alumnos y los padres tengan más derechos. Creo que so bueno. Lo malo es no ejercerlos o ejercerlos de manera equivocada.
      Es verdad que la tarea del docente se ha hecho más exigente, más compleja, más rica.
      Las exigencias de la actividad se han hecho también más ambiciosas: la atención a la diversidad, la presencia de la inteligenCia emocional, la investigación pedagógica…
      Sí, hace falta un mayor esfuerzo, una mayor formación. Hace falta una política más sensible. Es necesaria una participación más intensa de las familias…
      ja, más rica.
      Besos, gracias y feliz semana.
      MÁS

  7. Estimado Maestro:
    Cada comienzo de curso esperamos con ilusión su artículo. Este curso ha sido por partida doble: una semana poniendo el énfasis en la importancia de “las señoras de la limpieza” y hoy, un mensaje de optimismo analizando en que consiste “la difícil tarea” encomendada a los profesores y profesoras.
    En lo personal “ser maestro me dado la vida”. Era la profesión a la que quería dedicarme. He trabajado durante 35 años, acabo de jubilarme, y termino con la misma ilusión con la que comencé. El penúltimo día que estuve en activo asistí a una jornada de formación, me había parecido que era interesante y que podía aprender algo nuevo.
    Un abrazo.

  8. Querido amigo Miguel Ángel:
    La educación abarca muchas cosas. En el anterior artículo te contraste en el importante personal de la limpieza de los centros, no siempre reconocido como se merece; en este pones el acento en el más directamente implicado, el profesor.
    Educar a los niños es una tarea enorme, de gran responsabilidad para padres, profesores, y sociedad en general.
    Siempre se dice que para tarea tan importante y de tal magnitud se debe contar con los mejores de la sociedad. Cierto, pero habría que analizar que se entiende por los mejores, quizás son los más inteligentes?, los que conocen todas las técnicas pedagógicas?, los que exigen más disciplina?, los que aman más a sus alumnos?, los que tienen más capacidad de comprensión?
    Ser el educador perfecto es tarea imposible, lo mismo que padre perfecto, aunque muchos lo deseemos. Para mí es la utopía a la que hay que intentar alcanzar, pero que nunca se alcanza.
    Miguel Ángel, tú eres especial, tu nivel, como profesor, es muy difícil de alcanzar y como persona, creo que también.
    La tarea educativa que comienzan ahora los que están en la brecha como educadores, es maravillosa, pero también llena de incomprensiones y sinsabores. Saber encajar todo sin desilusionarse y con la sonrisa en los labios es propio de un buen educador.
    Hace muchos años que dejé el oficio en la escuela, ahora hago lo que puedo con dos maravillosos nietos que se abren a la vida.
    Gracias Miguel Ángel por tus hermosos artículos que nos brindas cada semana a pesar de tus muchos viajes y actividades.
    Pero de qué pasta estás hecho?, es que no te cansas?
    Un gran abrazo, amigo, y saludos a todos, algo tardíos hoy, la vida…

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