Vivimos cargados de ocupaciones, inmersos en un trajín incesante, saturados de compromisos y quehaceres. Vivimos con prisa. Y con poca paz, con poca serenidad, con escasa reflexión. Es memorable la frase de John Lenon: “La vida es eso que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes”. “Lo que pasa” puede tener doble sentido: lo que sucede y lo que se va.
¿Hacia dónde vamos corriendo tan de prisa? ¿Qué buscamos en una parte y otra con tanto afán? No sabemos instalarnos sabiamente en el hic et nunc (el aquí y el ahora) de los clásicos, cuyo primer uso se atribuye a Cicerón. Mientras somos niños y jóvenes ansiamos llegar a la edad adulta y cuando la alcanzamos añoramos la infancia y la juventud.
Perseguimos la felicidad como si de un sueño inasible se tratase. Cuando llegue a la mayoría de edad seré feliz, cuando termine la carrera, cuando encuentre trabajo, cuando tenga una casa propia, cuando tenga un hijo, cuando sea rico, cuando me jubile…
Esta es la historia del león que da título al artículo. Un león fue capturado y encerrado en un zoológico. Se encontró con otros leones que llevaban allí muchos años. El león no tardó en familiarizarse con las actividades sociales de los restantes leones, los cuales estaban asociados en distintos grupos. Un grupo era el de los socializantes; otro el del mundo del espectáculo; incluso había un grupo cultural, cuyo objetivo era preservar las costumbres, la tradición en la que los leones eran libres; había también grupos religiosos, que solían reunirse para entonar canciones acerca de una futura selva en la que no habría vallas. Y había, finalmente, revolucionarios que se dedicaban a conspirar contra sus captores.
Mientras lo observaba todo, el recién llegado reparó en la presencia de un león que parecía dormido, un solitario no perteneciente a ningún grupo. Al reparar en la presencia del novato, el veterano león dijo:
– Ten cuidado. Esos pobres locos se ocupan de todo menos de lo esencial: estudiar la naturaleza de la cerca
No hacen falta muchas disquisiciones para comprender que todos los grupos distraían al león recién llegado de la tarea fundamental que tenía que realizar en aquel lugar que le privaba de libertad. Podía estar entretenido en muchas actividades, ajetreado con numerosas ocupaciones. Todas le alejaban de su quehacer fundamental: conseguir la libertad.
Esa es la gran cuestión. Podemos imaginar fácilmente al león incorporándose al grupo del espectáculo, entretenido en innumerables y atosigantes actividades de relumbrón pero desentendido por completo de su quehacer esencial. O participando en un grupo religioso cantando con entusiasmo himnos que henchían su corazón a la espera de una futura patria en la que viviría la plena libertad. Esas trampas le mantendrían para siempre en el zoo bajo la mirada atenta de sus captores.
¿Y qué es lo esencial? Lo he dicho muchas veces: No hay señal más clara de inteligencia que desarrollar la capacidad de ser felices y de ser buenas personas. Y eso tiene que ver con la propia felicidad y con felicidad de los demás.
Es muy conocida la historia que voy a contar a continuación. De hecho, he leído o he oído al menos cinco versiones diferentes de ella. En el fondo, todas tienen la misma estructura conceptual y conducen a la misma conclusión.
Un pastor, tumbado tranquilamente debajo de una encina, vigila su rebaño con ayuda de sus perros. Dos paseantes se detienen y saludan, curiosos, al pastor. Uno de ellos le pregunta por el número de ovejas que integran su rebaño.
- Tengo cien ovejas, señor.
- Un buen rebaño pero, ¿por qué no duplica usted el número y abre una fábrica de quesos?
– ¿Para qué tendría que hacer lo que me propone?
- Porque de esa manera podría usted, con los beneficios que saque de la fábrica, comprar otro rebaño como este, contratar a un pastor y hacer más grande la fábrica.
- Pero, no le entiendo bien, ¿para qué tendría que hacer eso?
- Porque sus beneficios se ampliarían y podría ir creciendo su negocio, podría exportar quesos y, con los beneficios, podría abrir una nueva fábrica en otro punto del país.
- Pero, ¿para qué tendría que ampliar mi negocio?
- Pues mire, muy sencillo, cuando llegue usted a la jubilación sería inmensamente rico, podría retirarse y vivir tranquilamente de los beneficios conseguidos.
El pastor, sonriendo, dejó boquiabiertos a los dos paseantes con esta respuesta:
- ¿Y qué es lo que estoy haciendo aquí y ahora? Ya estoy viviendo tranquilamente .
Es probable, no seguro, que el pastor podría llegar a ser millonario. Pero es fácilmente imaginable el tipo de vida que tendría que llevar para conseguirlo, los desvelos y las noches en blanco ante una enfermedad de las ovejas o ante una crisis económica, las horas de trabajo diario, las preocupaciones y los problemas inherentes al mantenimiento y al crecimiento de una empresa. ¿Cuándo detenerse?
Voy a poner algunos ejemplos en los que se puede observar ese ambicioso comportamiento. Algunos futbolistas son tentados con ofertas millonarias. Y todos damos por hecho que una oferta es irresistible cuando las cifras son astronómicas. ¿Necesita Lionel Messi los millones que le ofrece el Inter de Miami si su anhelo era finalizar su carrera deportiva en el Barcelona? ¿Necesita Karim Benzema los millones que le ofrece el club árabe Al Ittihad cuando su idea era permanecer en el Real Madrid? No cito estos casos para criticar a sus protagonistas sino para reflexionar sobre algunos comportamientos humanos.
Pero no me quedaré en casos tan extremos. Está claro que, por mucho que vivan, no van a poder gastar ni una mínima parte de su dinero. Ni ellos ni sus descendientes.
Por tener un piso más grande y, además, una casa de campo, algunos padres se meten en trabajos asfixiantes que no les dejan tiempo para compartir con sus hijos ni para disfrutar ellos mismos. Cuando ya han comprado el maravilloso chalet para que sus hijos disfruten resulta que están tan distanciados de ellos que ir al chalet resulta un castigo. Prefieren ir con sus amigos y pasar el fin de semana en cualquier lugar. Sus padres se han convertido en extraños. Lo que han hecho por ellos les ha dejado sin ellos.
Hay quien mata, quien engaña, quien traiciona para conseguir dinero, para alcanzar cotas de poder, para hacerse con un poco o un mucho de fama. Esas actitudes y comportamientos apartan de lo esencial.
Lo esencial no solo se busca en unas acciones o en otras sino en el modo de hacer las mismas acciones, en el modo de vivirlas. Hay quien maldice lo que hace, hay quien lo soporta y hay quien lo disfruta. Se cuenta que cuando se construía la catedral de Chartres, un viandante se detuvo y preguntó a uno de los trabajadores:
- ¿Qué está haciendo, señor?
- Ya ve, levantando esta horrible piedra, con este calor insoportable, con la cara llena de sudor y las moscas que se pegan en la piel.
A un segundo trabajador, que está muy cerca, le hace la misma pregunta:
- Señor, ¿me puede decir lo que está haciendo?
- Estoy levantando una pared, colocando unas piedras sobre otras, bajo este sol de justicia.
Le da las gracias y camina unos metros, hasta encontrar a un tercer obrero a quien formula la misma pregunta:
- ¿Qué está haciendo usted, señor?
Con orgullo, satisfacción y alegría, contesta al intrigado viandante:
– Estoy construyendo una catedral.
Están haciendo lo mismo, pero no lo están haciendo de la misma forma, con el mismo ánimo. Uno está desesperado, maldiciendo el trabajo; otro lo está soportando, molesto por el calor y el tercero lo está disfrutando, dándole un elevado sentido. Eso es lo importante. Eso es lo esencial.
Y aquí, como en casi todas las cuestiones importantes de la vida, tiene mucho que decir la educación. Es preciso cimentar la vida en valores. En valores que nos guían a cada uno en la vida y que nos impulsan a la solidaridad y al respeto. Hay quien para conseguir fama, dinero o poder tiene que prostituirse, someterse y perder la dignidad. A mi juicio, lo esencial no es el conocimiento sino para qué lo empleamos, qué hacemos con él, al servicio de quién y de qué lo ponemos. Eso es lo esencial.
En la familia y en la escuela se echan los cimientos de la ética. Sobre esos cimientos cada persona construye el edificio de su vida. Sería deseable que en la sociedad esos valores presidiesen la vida de los ciudadanos y la práctica política. Si viviésemos los valores tendríamos menos necesidad de hablar tanto de ellos. Se aprenderían por ósmosis.
Querido Miguel Ángel.
Espero y deseo que te encuentres bien, y por casa también.
Leo, desde hace mucho tiempo, tus intervenciones cada sábado y hoy por fin, y con algo de tiempo, me atrevo a comentar públicamente y por primera vez tu publicación.
Al leerte, ya desde el inicio me he acordado de una de mis mejores maestras que siempre me decía: “yo quiero que seáis buenas personas”.
Ese constructo no es fácil de entender a veces y mucho menos de desarrollar y de aprender. Pero con los años y con el día a día en las aulas he ido entendiendo su hondo significado y su importancia vital y profesional.
No hace mucho me dijo una alumna: “pensar en los demás cuando hacemos algo, y pensar en los demás cuando nos hacen algo”. En el fondo no es otra cosa que generosidad recíproca y en pensar más allá de nuestras visiones muchas veces miopes.
Disculpa que use unas palabras tan famosas de “El Principito” pero “lo esencial es invisible a los ojos”.
Estoy totalmente de acuerdo en la necesidad dr educar en y para la vida, que no es otra cosa que educar en valores -lejos de discursos ideológicos interesados y alejados de la realidad educativa-, educar con TIEMPO, educar con calma en ser, en sentir y convivir.
Gracias por tu tiempo Miguel Ángel y por compartirlo semanalmente a través de tus palabras.
Un cálido abrazo desde Oviedo.
Alejandro
Estimado Alejandro:
Muchas gracias por la lectura que has hecho de mis artículos. No existe un artículo si no hay unos ojos que quieran leerlo.
Y gracias por haber escrito en esta ocasión. Todo lo aprendemos entre todos.
Ha sido una alegría verte por aquí porque estoy seguro que tus comentarios, como ha sucedido con éste, nos enriquecerán a todos.
Preciosas palabras las que citas de El Principito.
No hay nada más estúpido que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada.
Imagino que sabes que en el mes de octubre nos podremos ver Oviedo.
Espero que para esa fecha ya podamos celebrar tu nueva condición académica.
Po mí no va a quedar.
Felices vacaciones, cuando lleguen.
Un gran abrazo.
MÁS
Muy buenas Miguel Ángel!
Nos encanta por saludable, tomarnos los sábados ésta pastilla 💊 dialógica reflexiva para la mejora de las neuronas y el corazón.
Tus artículos están a nivel.. paseo baño de bosque o comida entrañable costera malagueña. Mil Gracias.
Hoy nos es difícil decir algo en concreto. Éste es más para Vivirlo que comentarlo.
Lo estamos compartiendo y si nos preguntan decimos que un León debe buscar lo esencial, vivir el hic et nunc y que construye catedrales….pero que lo mejor es Leerlo, reflexionar y aplicar (investigación y acción de toda la vida)
Magister, un placer comunicarnos contigo todos los sábados.
Recibe estos abrazos que con tanto cariño te mandamos.
Nos veremos pronto!!
Querido Miguel, querida Gema, querida familia:
Tenía preparado un artículo sobre la situación política pero he decidido aplazarlo para más adelante. Se titulará ¿QUÉ NOS HAN DEJADO LOS ROMANOS? Ya lo comentaremos.
Creo que estamos en un momento muy crítico. Podemos retroceder muchos años en el avance democrático.
El artículo de hoy es una llamada a lo esencial, cuestión tantas veces olvidada. “Lo esencial es invisible a los ojos”, nos recuerda Alejandro desde Oviedo. Lo esencial solo se puede ver desde el corazón. Y so tiene que ver con los afectos y con la felicidad. La propia y la de los demás.
No deberíamos despistarnos.
Os mando un abrazo enorme, de familia a familia.
Y muchas gracias porque cada sábado me invitáis a ese desayuno enriquecedor.
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PD: Tengo una clase ahora en Chile. Qué maravillosa es la técnica que nos permite estar juntos a distancia.
Buenos dias estimado Maestro
Qué importante el tema que trata hoy en su articulo. Considero que es acertada su conclusión de que lo esencial son los valores que practicamos a diario y que nos sirven para tomar decisiones en nuestras vidas. Mi objetivo como docente y, gracias a lo que he aprendido en sus libros, es la educar en valorss. Ambos sabemos que una educacion sin valores, es vacía y peligrosa, ¿ De qué me sirve que mis alumnos dominen las matemáticas si en el futuro por falta de valores éticos es probable que usen esos conocimientos para engañar, hacer trampa y perjudicar a otros ?
Gracias entonces por sus reflexiones de hoy pues siempre me orientan e impulsan para continuar con la tarea de enseñar a nuestros niños y jóvenes que debemos ser personas honestas, veraces, solidarias y empáticas en un mundo en el que desgraciadamente cada vez más hay personas deshonestas, mentirosas, egoístas y discriminadores.
Un abrazo desde Ecuador.
Querido Eduardo:
Muchas gracias por este certero comentario. Y por haber leído atentamente el artículo.
Si no hay valores el conocimiento adquirido solo se usará en beneficio propio y en detrimento del prójimo. Eso hará que el mundo sea cada día menos habitable. También tienen que aportar las familias, los medios de comunicación y la sociedad en general.
Si en el mundo hay cada vez más personas deshonestas, tenemos que pensar qué hemos hecho (o qué hemos dejado de hacer) en las escuelas y en las universidades. Porque la inmensa mayoría han pasado por ellas.
Un abrazo, querido amigo.
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Hola, Miguel Ángel:
Chapeau. Más claro que el agua embotellada. Hace unos días comentaba con mi esposa lo que dices de Messi. Pero yendo más cerca, cuántas cosas he realizado en la vida con una intención y se han vuelto en otra cosa muy distinta. El ejemplo del pastor es toda una lección de vida.
Con frecuencia nos olvidamos de lo que dice un aforismo chino, ” la vida es un quehacer que cuando está más hecho se deshace”.
El máximo quehacer, a mi modo de ver, es conseguir la propia felicidad y la de nuestros semejantes.
Un gran abrazo y felicidad para todos.
Querido Joaquín:
Muchas gracias por estar ahí cada sábado, leyendo, reflexionando, dialogando con An Mari y escribiendo.
Había pensado escribir sobre lo que está pasando en España, pero he decidido esperar una semana o dos.
Creo que estamos en un momento critico. La ola reaccionaria está apunto de engullirnos. Cada vez que oido hablar a la señora Ayuso o a estos periodistas sectarios que insultan sin descanso me pongo a temblar.Qué nivel de desprecio, de agresividad, de descalificaciones. Y eso que va bien la economía.
Ahí también hay que ir a lo esencial, a cómo conseguir mejorar este mundo.
Un gran abrazo.
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Querido profesor
Hace unos minutos terminó su clase en Chile, estuve presente… sentí la necesidad de seguir escuchándole y entré a su blog… al leer su artículo “la cerca del león” reafirmó en mi corazón el profundo deseo de mirar el presente, el aquí y ahora y lo privilegiada que me siento de poder concentrarme en “la cerca” … pero al mismo tiempo me siento presa de la velocidad con la que se nos pasa la vida en la búsqueda de sentido… y aquí viene una pregunta que si puede y quiere, me la contesta… ¿cómo me aconseja usted que puedo sentarme a contemplar la vida como el pastor de las 100 ovejas?
Quiero agradecerle por despertar mi sensibilidad, por ser usted una buena persona y por haber tenido la oportunidad de conocerle.
Un saludo desde Doñihue, Chile 🇨🇱
Mi querida Katya:
Gracias por estar en la clase y por querer seguir aprendiendo. No existe un artículo si no hay unos ojos que quieran leerlo.
Hermosa pregunta la tuya:
Pues puedes sentarse a pensar de muchas maneras: REFLEXIONANDO SOBRE LO QUE HACES, LEYENDO CON CALMA LIBRO DE INTERÉS, DIALOGANDO CON PERSONAS QUE TE AYUDEN A SER MEJOR, ESCRIBIENDO SORE LO QUE TE PASA…
No sé a qué te dedicas pero, sea lo que sea, no olvides que está en tus manos lo que quieres hacer con tu mariposa azul.
Muchos besos.
Cuídate.
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Gracias 🌟🍏
Querida Katya:
Gracias a ti.
A ver si en alguno de mis próximos viajes podemos saludarnos y tomar un café y compartir ideas y sentimientos.
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Qué importante artículo para reflexionar. Qué estupidez ir corriendo como locos sin saber dónde m, lo que es peor, sabiendo que vamos en la dirección contraria a la debida.
Se impone la reflexión para saber dónde estamos, dónde queremos ir y en qué dirección estamos caminando.
Lo cual significa saber:
1. Dónde queremos ir
2.Cómo se va
3. Si estamos en la buena dirección.
Y luego hay que tomar decisiones porque no se trata de solo de saber sino de hacer.
Querida Raquel:
Un buen resumen. Tres puntos claves. Y no fáciles de plantear. Porque muchas veces queremos ir a lugares que nos apartan de lo esencial. Y entonces la lógica se rompe porque vamos a donde nos apetece ir pero no a donde deberíamos ir. Si erramos en esta primera cuestión, pondremos todos los medios al servicio de una equivocación. Tomemos como el ejemplo el caso del pastor. Si pretende hacerse millonario a costa de arruinar su viuda, se equivoca. Todo lo que venga después será un error.
La vida ha adquirido un ritmo trepidante.Todo lo hacemos de prisa. Yo veo a mi hija escuchando los audios a una velocidad impresionante. Pierde tiempo si escucha el mensaje a la velocidad que ha sido grabado. Es aceleración es un obstáculo para centrarse en cuestiones importantes.
Perseguir el poder, la fama, el dinero…sacrificando ideales más altos es una trampa peligrosa. Porque solo se vive una vez.
Besos y gracias por tu atinada reflexión.
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Querido Maestro:
Sin ninguna duda, hoy a utilizado sus flechas para que me lleguen al corazón.
Sus sabias palabras han atravesado lo más profundo de mi ser.
Habla de lo esencial de la vida, yo lo he tenido siempre muy claro, son las acciones que llevan a querer y demostrar el amor a las personas.
Habla de la familia, yo no he tenido una familia ejemplar en dar afectos, me he tenido que buscar los valores en los sentimientos que llevo dentro.
Tengo que agradecer los valores que tengo a mi querida abuela Isabel, que fue un referente y ejemplo a seguir. Lo que soy se lo debo a ella.
He viajado por un mundo lleno de desamparo, donde la lucha por sobrevivir me ha llevado a conseguir mis retos.
La sinrazón de algunos malos actos me llevan a conocer la belleza que hay en mí. !No sería capaz de devolver maldad!
Sí he aprendido, a abrir mis ojos para ver la más dura realidad y preparar a mi corazón para que no lo marchite la temporalidad.
Porque nada material es esencial y no somos eternos.
Disfrutemos de los bellos amaneceres, de la luminosidad del alba, de la bondad infinita, de la posibilidad de los sueños, del susurro de los niños, del color de la naturaleza.
!Vivamos el dichoso momento de estar vivos!
Me han encantado sus ejemplarizantes historias.
Le debemos ser, un foco de luz que ilumina nuestros caminos.
Gracias porque parte de la felicidad está en esas hermosas palabras e historias que nos hace llegar.
Y ya sin más agradeciendo que en su libro me ponga querida Loly, con eso alcanzo la felicidad, me despido con un cariñoso abrazo para todos.
!Qué tengan una agradable y leve semana!
Muchos besos.
Querida Loly:
Hermosas palabras. Un canto a la vida. A lo esencial de la vida.
No todo lo que no encontramos en nuestro camino es bueno y halagüeño.
T+u lo sabes bien. Pero está en nuestras manos que ese tropiezo que tenemos se convierta en un bache y no en una tumba.
Tú has sabido levantarte y seguir caminando sin convertirte en una mala persona. Por el contrario, has seguido caminando y has encontrdo en la dificultad nuevas fuerzas para seguir avanzando con generosidad y optimismo.
Gracias por tus palabras.
Un gran abrazo y excelente semana.
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No hay cuestión más importante. Porque entregarse a cuestiones intrascendentes ey no perderse en cuestiones intrascendentes resulta fundamental.
Me parece ingeniosa la historia del pastor. He oído en instagram otra parecida con un pescador que solo trabaja tres horas al día. El resto lo dedica a descansar, a estar con los hijos, a dormir la siesta… Es interpelado por alguien para que sea más ambicioso. Y llega a la conclusión de que, cuando sea mayor, podrá descansar, estar con sus hijos, dormir la siesta…
Hay que pensar en lo importante. Es cierto.
Saludos y gracias.
Querida Marta:
Lo primero que quiero hacer es agradecerte la lectura del artículo.
Y luego el haber escrito este comentario.
Yo también he visto en instagram esta historia, muy bien contada por cierto.
Alguna vez he escrito que no hay nada más estúpido que lanzarse con. la mayor eficacia en la dirección equivocada.
Besos.
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Las tres historias me han encantado.
Es un buen recurso para comprender las ideas.
Cuántas veces malgastamos el tiempo persiguiendo cosas sin importancia. Es muy peligroso, como dices, olvidarse de lo esencial.
Es que muchas veces ni nos preguntamos si hay algo más importante.
lo malo es que solo hay una vida y si no la aprovechamos, no habrá otra oportunidad.
Gracias por el artículo.
Querida María Triviño;
Gracias por haber dedicado un tiempo a la lectura. Sé que hay mucho que leer y disponemos de poco tiempo para hacerlo.
Y gracias por escribir. Me alegra recibir comentarios aportando nuevas ideas o comentando las que han llamado la atención.
El problema no reside en decir que hay que dar prioridad a los esencial, el problema es llevarlo a la vida.
Besos.
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Cuántas distracciones nos presenta la vida.
Pensemos lo que le pasa al león de la historia.
Podía haberse metido en cualquier grupo. Estaría entretenía, estaría muy ocupado.
Y podría estar hasta contento.
Ahí estaría la gran trampa.
Gracias. Es una historia perfecta para ver la idea central del artículo.
Estimado Mario:
Me gusta utilizar historias, cuentos o fábulas. Creo que permiten comprender fácilmente una idea, despiertan el interés y se recuerdan mejor.De hecho, he publicado un libro titulado LA ESTRATEGIA EL CABALLO Y OTRAS FÁBULAS PARA TRABAJAR EN EL AULA. Creí que ese libro, publicado por Homo Sapiens, no tendría mucha difusión y, sin embargo, tiene ya diez ediciones.
Gracias por enviar el comemtario.
Un fuerte abrazo.
MÁs
Profesor, siempre pensé que la humanidad con la experiencia de la Pandemia que trajo el COVID-19, nos aplicaraímos a vivir el aquí y el ahora…que entre ir al mall visitaríamos un parque, un museo…gozaríamos la vida en familia. Me temo que no ha sido así…tendremos que empeñarnos en fortalecer y multiplicar a aquellos leones que buscan lo esencial. Lo importante no siempre es urgente…gracias por el artículo querido profesor. Saludos de Chile
Querida Lucía:
Lo que nos mejora no es aquello que pasa sino CÓMO VIVIMOS AQUELLO QUE NOS PASA. Por eso la misma realidad (en este caso la pandemia) a unos les mejora, a otros les empeora y a otros les deja como estaban.
Por eso no era ciertas esas previsiones generalizadas de que la pandemia nos haría mejores a todos y a todas.
Besos.
MAS
Querido Maestro:
Amar la vida y ser feliz, amar al prójimo y ser feliz, amar el amor y ser feliz, amar a la familia y ser feliz, amar amarme y ser feliz…nuestras prioridades para ser felices, los valores que expresamos socialmente para ser felices y una realidad que nos aplasta continuamente pero que tenemos la opción de ver como una obra de arte tan divinamente creada para ser feliz…
Por favor siga escribiendo nos hace bien
Con admiración Lily
Querida Lily:
Seguiré escribiendo aunque fueses la única lectora.
Da gusto leer frases como la tuya.
Un hermoso comentario el que has escrito. Cargado de sentido. Yo digo que no hay señal más clara de inteligencia que desarrollar la capacidad de ser felices y de ser buenas personas.
Besos.
MÁS