Los pasados días 6, 7 y 8 de agosto tuve la suerte de vivir una experiencia extraordinaria. Una de esas experiencias que te llenan de sonrisas, de encuentros, de emociones, de hermosos aprendizajes y de maravillosos recuerdos. Mi mujer y yo fuimos hasta Laroles guiados por la mano de nuestros amigos Carmen y Rafa. Compartir es uno de los verbos que mejor conjuga la amistad.
En ese pequeño pueblo de la Alpujarra granadina llamado Laroles (Ayuntamiento de Nevada) se celebraba ese fin de semana la séptima edición del Festival “Me vuelves Lorca”, dedicada este año a la mujer artista. Un Festival que mezcla teatro, música y danza y que llena el pueblo de gentes ávidas de beber el agua limpia y fresca de la cultura.
Hay muchas facetas dignas de ser reseñadas en esta experiencia cultural. Se trata de un conjunto de actividades que se desarrolla al aire libre en la antigua era del pueblo. Así es: en el Teatro de la Era, según dicen las entradas. Una era donde antes había trillos, aparvaderas y máquinas de limpiar y ahora hay artistas que despiertan la admiración y el aplauso de residentes y turistas. Los pueblos también necesitan cultura. ¡Ay, mi querido y abandonado mundo rural! Viví mis primeros años en un pequeño pueblo de la provincia de León, llamado Grajal de Campos. Un pueblo con un impresionante castillo árabe del XVI, un palacio renacentista y una historia que se remonta a los hermanos Graco de la Roma imperial. Castigados por un olvido ancestral, los vecinos de estas localidades que conforman el Ayuntamiento de Nevada (Laroles tiene unos 600 habitantes; Picena, 247; Mairena, 209; y Júbar, 46) tienen que salir del pueblo para ver una obra de teatro o para disfrutar de un concierto. Es un pequeño milagro que puedan disfrutar en su era, convertida en anfiteatro, de espectáculos de gran calidad.
Quiero dejar constancia de que la impulsora y alma mater de la iniciativa es una ciudadana británica, Anna Kemp, licenciada en literatura inglesa por la Universidad de Oxford, que aterrizó en tierras alpujarreñas cuando trabajaba como script (secretaria de rodaje) de la película “Al sur de Granada” de Fernando Colomo, basada en la novela autobiográfica de Gerald Brenan. Se enamoró de esta tierra y creo que fue correspondida desde el primer momento, en un flechado singular. Compró una casa y se hizo alpujarreña de mente y corazón. Su capacidad emprendedora no tiene limites, ni siquiera los impuestos por la pandemia.
Es de celebrar que haya tenido lugar este año la séptima edición del Festival ya que, si se hacen las cosas bien, las raíces van profundizando en la tierra fértil de la cultura popular. Es importante empezar, es más difícil mantenerse y seguir mejorando la idea inicial. He visto muchos números cero de revistas, de Festivales, de Celebraciones… Hace falta perseverancia, tesón, espíritu de superación y creatividad a raudales para sorprender al espectador cada año… En ediciones anteriores el Festival duraba tres fines de semana consecutivos. Este año, dadas las restricciones de la pandemia, se ha hecho una “edición bonsái”, dice Anna, condensando las actividades en un fin de semana.
Por el nombre del Festival pueden descubrir el lector y la lectora que la figura del poeta granadino es el epicentro de tantas ideas y emociones. La figura de Lorca lo impregna todo, desde el nombre del Festival, hasta la tierra granadina que lo alberga; desde la inspiración libertaria a la sensibilidad exquisita… Es más, el espíritu del Festival es eco de aquellas obras de teatro (cómo no recordar La Barraca) que Federico representaba con estudiantes en los pueblos de su tierra.
En esta séptima edición el eje central ha sido el estreno de la obra “Lluvias enlazadas”, escrita por Anna Kemp (qué mérito la búsqueda y la cuidada y elegante escritura en un idioma que es el suyo), después de realizar una exhaustiva investigación sobre poemas, cartas, textos biográficos y memorias. La obra cuenta la vida de tres mujeres de la generación del 27, injustamente silenciadas durante muchos años: Carmen Conde (Darlene Rodríguez), Concha Méndez (Macarena Sanz) y Ernestina de Champourcin (Lara Sanz). Estas mujeres estuvieron muy cerca de García Lorca durante su estancia en la Residencia de Estudiantes. Su juventud transgresora, sus luchas personales para emanciparse, el impacto del exilio en sus vidas y carreras literarias, sus relaciones personales…se muestran de manera intensa y atractiva en los diálogos chispeantes y en la trama teatral. La excelente interpretación de las actrices llenó de vibraciones positivas la atmósfera alpujarreña y tocó los corazones de los asistentes.
“Y vosotros, queridos actores, artistas por encima de todo. Artistas de los pies a la cabeza, puesto que por amor y vocación habéis subido al mundo fingido y doloroso de las tablas”, les dice Federico García Lorca a estas jóvenes actrices pertenecientes a la internacional y supergalardonada compañía “Teatro en Vilo”, fundada en Londres en 2012 y afincada ahora en Madrid.
El teatro es poesía que se levanta del libro y se hace humana, dijo en una ocasión García Lorca, y nunca dejó de confiar en la capacidad del teatro para enseñar y deleitar, según el viejo modelo clásico.
Con notas y palabras se fue tejiendo el hermoso tapiz de la obra representada en el formato de teatro leído. Los integrantes de Malandro Club, Gorka Hermosa (acordeón), Alberto Vaquero (trompeta) y Javi Mayor (contrabajo), llenaron la noche de hermosos ritmos.
El segundo día nos llenó de ritmo, arte y mensajes feministas el conjunto Amparanoia.Música vibrante y mensajes contundentes. Amparo Sánchez nos recordó que no hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor.
El último día, domingo, hubo doble sesión. Un estupendo e incisivo monólogo de Esperanza Pedreño sobre la mujer y la madre y un creativo entramado de historias iimprovisadas, divertidas e interactivas a cargo del grupo Jamming. El humor es una forma de bondad. Las risas de los asistentes se mezclaban con las estrellas en la noche de Laroles. Hasta un cometa volante hizo presencia para celebrar con el público las emociones del Festival.
Otra dimensión de interés de la experiencia es el turismo que la iniciativa promueve. Se llenan los hoteles, y las casas rurales, se llena de bañistas la piscina municipal, se llenan los restaurantes de comensales y se incrementa el comercio. Después de una larga reclusión estamos deseosos de conquistar el mundo. Nosotros nos alojamos en el Hotel rural Real y fuimos atendidos con exquisita amabilidad por el incansable Ramón que, con el esternón roto en un accidente de tráfico, practicó en solitario a la perfección todos los verbos de la hostelería: limpiar, planchar, servir, hacer camas, atender, abrir, dialogar, informar, sonreír, regalar… ¿Hay quien dé más?
Una actividad de este tipo solo puede montarse y mantenerse desde el trabajo generoso de un equipo bien organizado y dirigido. Eso lo consigue Anna con su capacidad de liderazgo y su simpatía contagiosa. Me gustó ver a un grupo de jóvenes atender las necesidades de la organización, manteniendo a rajatabla todas las indicaciones sanitarias para evitar el contagio.
Es una constante en las sucesivas ediciones del Festival “Me vuelves Lorca”, por lo que he visto en esta y por lo que me han contado de las anteriores, ofrecer calidad en los espectáculos. Es un círculo virtuoso: la calidad da prestigio al Festival y ese prestigio facilita la aceptación de los invitados de más categoría. Estoy seguro de que los contactos y la habilidad de Anna tienen mucho que ver en la entusiasta presencia de los importantes artistas participantes.
Me gustó que las autoridades políticas (Diputación de Granada y Ayuntamiento de Nevada) estuviesen comprometidas con la experiencia y se hiciesen presentes en el Teatro de la Era. Es saludable que el poder apueste por la cultura en los pueblos.
Y he aquí otra característica del Festival. Tiene un necesario, oportuno y profundo sentido feminista. Es la gran revolución pendiente. Laroles se ha convertido en nuestra matria emocional.
Muy buenas Miguel Ángel!
Gracias por compartir esta experiencia tan preciosa de “Me vuelves Lorca” Que arte!!
Que alegría verte disfrutar con amigos y en pareja un finde tan emotivo cultural…después de un año y medio tan especial.
Aunque Lorca es una de mis asignaturas pendientes con un gran componente de ignorancia e insensibilidad suelo saludarle desayunando en la cafetería de la residencia de estudiantes siempre que voy a Madrid. (El misterio de los ritos personales)
Como alpujarreño adoptivo me encanta la apuesta de Laroles que no conocía y que ya ha pasado a objetivo disfrutable en familia.
Al próximo nos apuntamos!!
Además tenemos pendiente invitaros a una cena (lo de las pizzas en el hotel de Almería, todavía me duele) y si es en una marco cultural sería genial.
Encontraremos pronto una excusa? Espero que sí…
Mil abrazos Magister, también a Lourdes, a Carla…y a Miluca!
Querida familia:
Pues sí, ha sido una experiencia estupenda.
Cultural, turística, gastronómica… Estupendos espectáculos, buen ambiente, algunos paseos… ¡Qué magnífico pulpo a la brasa!
No estaría mal ese escenario para unas cenitas.
A ver si llegan pronto.
Me ha escrito la organizadora agradeciendo el artículo.
Un gran-gran-gran abrazo.
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Querido Miguel:
Una curiosidad por la que seme olvidó preguntarte, aun a costa de parecer indiscreto: ¿Por qué te sientes alpujarreño de adopción?
Saludos respetuosos.
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Como sabes, La Alpujarra la comparten Granada y Almeria.
La mamá de Gema era de Fondón (junto a Laujar, capital de la Alpujarra Almeriense)
Después de una vida que comienza en Tenerife, pasa años por Madrid, Almería capital, internado militar de Ronda, cinco años en Pamplona (universidad Teología )
Vélez Rubio…etc. Llevo ya más de un cuarto de siglo a los pies de la Alpujarra Almeriense.. nunca he estado tanto tiempo bajo un mismo techo, ni he andando tanto por una misma zona.
Es una adopción simple y profunda…por enamoramiento y sin merecimiento!
Y las razones del corazón son insondables y solo se cuentan dialogandose con un buen vino…alpujarreño.
Un abrazote.
Querido Miguel:
Agradezco la información, que va más allá de lo que pedía.
En tu comentario hay un verbo que lo cambia todo. Dice pasa pero creo debería decir paso. Porque no veo a Gema en la milicia.
Una historia la tuya rica en experiencias diversas u en formación de contenidos elevados.
Cómo no sentirse alpujarreño con esa trayectoria y con esas
profundas raíces familiares.
La tierra en la que se vive también nos configura.
A ver si rompemos por completo las cadenas que nos inmobilizan.
Visto lo visto y sabido lo sabido, Laroles es un buen punto de encuentro.
Un gran abrazo.
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Querido Maestro:
Hoy desde las increíbles playas de Cádiz, impregnada de unos baños inmensos para remediar un poco el calor extremo que padecemos.
Me ha encantado saber que habéis disfrutado, de unos espectáculos más hermoso que hay, el teatro en la calle.
Los pequeños pueblos ejercen un poder grandioso en la cultura y los engrandecen con interpretaciones tan buenas como las que has comentado.
Sin duda un lugar maravillo que a todos nos gustaría visitar.
Cada persona disfruta a su manera y con
las posibilidades de su bolsillo.
A veces no hace falta mucho para emocionarse y vivir las más misteriosas experiencias.
Sin más un caluroso abrazo para todos y procuren estar en sitio fresquito.
Que os sea leve la próxima semana!
Besos.
Querida Loly:
Que disfrutes de las estupendas playas gaditanas.
Y que te protejas de los rigores del calor que estamos padeciendo.
Ha sido una experiencia cultural magnífica, la verdad.
¡¡¡En un pueblo de 600 habitantes!!!
Hay que promover un ocio que vaya más allá de los botellones.
Besos.
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Querido Miguel Ángel:
Una más de tus actividades maravillosas y culturales. No hay como la mezcla del buen sabor de lo corporal unido a lo espiritual de la cultura y la amistad.
Me has llevado a recuerdos de mi pueblo leones, más o menos con los mismos habitantes que Laroles. En sus fiestas importantes, también en la era se celebraba el evento con música, baile, buen yantar y poca cultura. ! Tiempos entrañables y lejanos!
Me alegro por ti, las tuyas y amistades, que disfrutéis de esas hermosas experiencias.
Te mando un abrazo desde las frescas montañas andorranas. Aquí no hay peligro de golpes de calor, de otros…puede ser.
Saludos a todos.
Querido Miguel Ángel,
Qué forma más hermosa de describir lo vivido. Corroboro cada una de tus palabras, que llegan al alma con tu impecable redacción. Me has devuelto a Laroles…
Fue un placer conoceros.
Un fuerte abrazo
Querida Paula:
El placer fue nuestro. Y tú fuiste una parte de esos encuentros, de esos aprendizajes, de esas sonrisas y de esos recuerdos maravillosos de los que hablo.
Gracias por tus palabras. Y por haber leído el artículo.
No existen ni un libro ni un artículo si no hay unos ojos que quieran leerlos.
Me gustaría tener tu dirección postal para cumplir mi promesa.
Besos.
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Yo alargué mi estancia de lo a gustito que estaba. Laroles ha sido un oasis en este extraño y duro año. Ya por tierras malagueñas.
¡Me encantaría, y mucho, recibirlo! He buscado tu e-mail, pero no lo encuentro. Si me lo das, te mando por correo electrónico mi dirección postal.
Gracias mil.
Un beso
Querida Paula:
Mi correo es el siguiente: arrebol@uma.es
Aunque estoy jubilado sigo con mi correo de la UMA.
Será un placer.
Besos.
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Hermosa experiencia en un pueblo.
La cultura no tiene por qué ser una exclusividad de las ciudades.
Por lo que he leído todo se ha conjugado para el éxito: autoridades, una emprendedora entusiasta, un equipo bien organizado y el público que ha respondido.
Da gusto encontrarse con estas exitosas iniciativas.
Y más si tienen una secuencia de años y años.
Que siga teniendo éxito el Festival de tan bonito título.
Saludos.
Querida Alicia:
Pues sí, a mi juicio fue una experiencia redonda.
Se agotaron las entradas porque los espectáculos eran de magnífica calidad.
LA ORGANIZACIÓN FUE ESCRUPULOSA CON LOS REQUISITOS PREVENTIVOS DEL COVID.
Y tiene mérito conseguir ese éxito en un pueblo pequeño.
Anna es una persona con un empuje extraordinario. A pesar de haber sufrido algunas secuelas del covid, ha trabajado con un entusiasmo admirable. Y desinteresadamente
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Hermosa iniciativa.
Y especialmente oportuna porque este 18 de agosto se ha cumplido 85 años del fallecimiento del poeta universal.
Mis felicitaciones a Anna Kemp porque sé que estas actividades requieren un tiempo enorme y una gran cantidad de trabajo.
Intentaré estar presente en el VIII Festival.
Saludos y gracias.
Estimado Carlos:
Estaba en esa historia del aniversario porque se han hecho algunos actos conmemorativos.
Resulta curioso que una extranjera sea más amante que muchos conciudadanos de un poeta universal como Lorca.
Nosotros también nos apuntamos al octavo Festival.
Tener el cielo cuajado de estrellas por techo es maravilloso.
Gracias por leer el articulo y por escribir el comentario.
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Gracias Miguel Ángel por llevar tan lejos el pueblo de Laroles Nevada y describir el entorno con tan bonitas palabras, encantado de haberos conocido.
Querido José Ramón:
Muchas gracias por leer el artículo (sé lo necesario del tiempo para tareas más apremiantes). Y gracias por este pequeño y hermoso comentario.
Ojalá que haya prosperidad, turismo y felicidad en Laroles.
El placer fue nuestro.
Un abrazo.
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Qué hermosa experiencia y qué bien contada.
Escribo el comentario después de leer el artículo de la semana siguiente. Y pienso que es un buen ejemplo de cómo ocupar el ocio de una forma sana y divertida.
Quiero felicitar, aunque no la conozco, a Anna Kemp.
Gracias.
Querida María:
Pues sí, el festival Me vuelves Lorca es un buen ejemplo de cómo ocupar el ocio de una manera interesante y provechosa.
Me uno a tu felicitación a Anna y a todos los colaboradores. Organizar una experiencia de este tipo lleva mucho tiempo y exige mucho esfuerzo.
También es importante anunciarlo bien y, por supuesto, que haya quien responsa a esa invitación.
Digo eso porque hay experiencias valiosas que fracasan porque no hay quien responda y quiera participar en ellas.
Besos y gracias.
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