Las escuelas están trabajando presencialmente en plena pandemia. Después de un largo tiempo cerradas en el que se desarrolló el curriculum de forma online, han vuelto a abrir sus puertas de par en par. Han sufrido, han aprendido y han mejorado con la crisis. Ya están de nuevo en acción, enriquecidas por la experiencia. Me he alegrado mucho por ello ya que, como en su momento dije, una pantalla no es una escuela.
Los docentes etán trabajando de manera humilde, sacrificada y persistente en una tarea que es la más delicada, difícil y arriesgada que se le ha encomendado al ser humano en la historia: trabajar con el corazón y con la mente de nuestros niños y jóvenes. En la ciudad de Guadalajara (México) publiqué en 2014 un libro titulado “El Arca de Noé. La escuela salva del diluvio”. Decía allí que solo en ese Arca se pueden salvar las personas del diluvio de la ignoracncia, la desigualdad y la injusticia. Las cuatro partes del libro tienen estos títulos: El océano proceloso, El Arca salvadora, Los valerosos tripulantes y La difícil navegación. Quiero, en estas líneas, rendir un tributo de admiración, gratitud y afecto a quienes cada día acuden apasionadamente a las escuelas para realizar su tarea de enseñar y educar. No siempre son renocidos, respetados y apoyados como merecen. Ni por la política, ni por las familias ni por los propios alumnos y alumnas.
La actividad escolar se está desarrolando de forma eficaz y responsable, de modo que la estricta y disciplinada aplicación de protocolos de seguridad, está consiguiendo que los contagios sean mínimos.
He pasado toda mi vida vinculado a la escuela, una buena parte como estudiante y otra como profesor. Recorrí todo el sistema hasta conseguir el grado de doctor y luego fui profesor en primaria, secundaria y Universidad. Toda la vida.
Mi colega y amigo Rafael Feito publicó en el fatídico 2020 (Editorial La Catarata) un libro con este sugerente título: “¿Qué hace una escuela como tú en un siglo como éste?”. En el prólogo del libro, dice mi también amigo Alejandro Tiana: “Creo que asistimos a un momento de floración de experiencias educativas, lo que pone de manifiesto el valor que muchos conceden a la educación, más allá de las visiones estereotipadas, parciales o suoperciales de la misma, que tanto abundan”.
Antes de leer el libro del profesor Feito, quise dar respuesta a su pregunta. Y me puse más que a pensar a soñar. Tanto es así que al finalizar la elucubración pensé que había modificado el titulo de su libro por ese otro: ¿Qué debería hacer una escuela como tú en un mundo como este?
Todas las escuelas tienen características comunes y, al mismo tiempo, ninguna es exactamente igual a otra. Con la misma legislación, parecido curriculum y similar estructura, cada una es diferente a todas las demás. Ahora bien, todas tienen unos rasgos compartidos. Veamos algunos para entender la práctica profesional de los docentes y la actividad de los escolares.
La escuela es la gran mezcladora social: En ella se encuentran blancos y negros, autóctonos y emigrantes, varones y mujeres, agnósticos y creyentes, payos y gitanos, listos y torpes, gordos y flacos, guapos y feos, ricos y pobres…. Al finalizar la etapa familiar, los niños y las niñas comienzan la socialización en el marco de una institución en la que aprenden a convivir en la diversidad. Y en ella aprenden a relacionarse y a convivir, a respetarse y a compartir el conocimiento y la realidad. En ella se conocen, dialogan y se ayudan.
Todos y todas pueden acudir a ella a pesar de su clase social, de su etnia, de su religión, de su potencial económico. Es la casa común, es el lugar de encuentro, es la plaza mayor de la infancia y de la juventud.
La escuela corrige la desigualdad: A través de la institución escolar las personas pueden romper la condena de la pobreza y de la penuria cultural de la que parten. Gracias a la escuela yo he podido pasar de una familia humilde a estar escribiendo este artículo. Por el camino de la escuela he pasado de un ámbito familiar en el que no había libros a otro en el que puedo tener a mano más de diez mil. Todo se lo debo a la escuela y a los profesionales que me ayudaron a crecer en la cultura.
La escuela enseña la igualdad entre hombres y mujeres: Enla escuela mixta conviven niños y niñas, pero ese simple hecho no es suficiente para hacer eficaces los propósitios de la igualdad. En el año 1984 publiqué en la Editorial Zero Zyx un libro titulado “Coeducar en la escuela. Por una enseñanza no sexista y liberadora”. Y es que la escuela es el espacio en el que se puede formar en principios la igualdad enre hombres y mujeres. Igualdad de derechos, de oportunidades y de dignidad. La escuela es el antídoto del machismo.
En la escuela se lucha contra la filosofía sexista que emana de los textos, las formas de comportarse y de hablar presididas por el patriarcado, que rompe las expectativas discriminatorias sobre las nilas y que propicia el aprendizaje responsable del género.
La escuela enseña a pensar: La escuela no enseña lo que hay que pensar sino a pensar. En ella domina la argumentación, el análisis y la exploración. La escuela es el reino de la exigencia intelectual, del espíritu crítico. Resulta decisivo saber cuáles son las causas y los efectos, tanto en la realidad social como en la vida particular.
La escuela es una institución contrahegemónica: La escuela no está en el vacío, ni en la estratosfera, ni en una campana de cristal. Está en el mundo. La cultura neoliberal que nos envuelve contradice la mayor parte de los principios que defiende la escuela porque se sustenta en el individualismo, la competitividad, el relativismo moral, la obsesion por la efiiacia, la privatización de bienes y servicios, el imperio de las leyes de mercado, la hipertrofia de la imagen, elcapitalismo salvaje… La escuela ha de ir contracorriente, aunque sea más difícil que dejarse arrastrar. La corriente arrastra solo a los peces muertos.
La escuela es el escenario del aprendizaje: En la esuela se aprender se aprende a conocer la cultura, el arte, la lengua, la historia… Se aprende a descubrir el mundo. Ayudados por especialistas en la enseñanza, los alumnos estudian, comprenden, aprenden y comparten el conocimiento del mundo.
La escuela es una isntitución inclusiva: en su afán de enseñar a convivir, recibe a personas con una infinita diversidad. Se honra y se enriquece al recibir a personas con diferentes discapacidades, sabedora de que es una riqueza y no una lacra ayudarlos a aprender y a desarrollar sus capacidades. Es inclusiva también porque atiende a cada uno y a cada una según su personalidad.
La escuela es una institución laica: En ella pueden habitar todas las concepciones religiosas. A todas las acoge y respeta, en el buen entendido de que la formación religiosa ha de hacerse en las parroquias, en las sinagogas o en las mezquitas…
La escuela es una institución en la que se busca la felicidad: La inteligencia es la capacidad de ser felices y de ser buenas personas. La escuela es el espacio de los afectos, en el que las personas se sienten respetadas, queridas y ayudadas a desarrollarse en todas lasdimensiones del ser. La escuela es el reino de lo afectivo.
La escuela es una institución que aprende: Como he explicado en mi libro“La escuela que aprende”, la institución educativa no es solo una institución que enseña; es, sobre todo, una iunstitución que aprende. Para ello hace autocrítica y se abre a la crítica de las familias y de la sociedad.
Esta escuela que defiendo y que deseo para nuestra sociedad ha de ser la niña mimada de la ciudadanía. Porque a todos y a todas nos interesa que exista y que funcione. Porque de ella depende la transformación y el verdadero progeso de la sociedad, un progeso asentado en valores. Porque en ella se forman las personas que van a construir una sociedad más democrática, más justa, más hermosa y más habitable.
Conocerla, apoyarla, amarla, ayudarla es la mayor exigencia democrática de un país. Lo cual no significa aplaudir todo lo que hace sino pensar y exigir que sea la mejor escuela psosible. Nos lo jugamos todo en ello.
El Colegio Oficial de Docentes de Madrid ha propuesto para el Premio Princesa de Asturias 2021 a la Concordia, a los centros educativos, a los docentes del mundo, al personal de administración y servicios y a toda la comunidad educativa por su trabajo frente a la Covid-19. Este artículo es mi humilde apoyo a esa más que justa candidatura.
Muy buenas Miguel Ángel!
Precioso homenaje a los docentes y a la Escuela que hoy nos desayunamos. Me uno contigo, con toda la fuerza de mis neuronas y corazón, bien lo sabes. Sería fantástico el premio Príncipe de Asturias 2021.
Hoy,quizás por levantarme un poco yogurin o bizcochon lo que más me resuena de la presiosidad de tu artículo es la palabra
“debería”…Que debería hacer la escuela ?
La pública por supuesto, pero la privada tambien y si QUIEREN ser escuela….muy sencillo, les pasaría el test MAS:
Es mezcladora social, corrige la desigualdad,enseña la Igualdad, enseña a pensar, es Contrahegemonica,laica, inclusiva, es una escuela que aprende y busca la felicidad….humildemente además explicitaria si esa escuela es Participativa, Democrática, Enseña a Convivir, pone en el centro al alumnado, sabe trabajar en Equipo, tiene metodologías activas…..
Si una escuela cumple el test MAS, Adelante!!!
Ya puede atreverse a Aprender y enseñar en este siglo XXI
Gracias por hacernos Soñar, luchar y despejarnos la niebla de nuestro viaje a Itaca.
Mil abrazos y besos a ti y a tu preciosa familia.
Querido Miguel:
Minutos antes de impartir una conferencia para la Fundación Liderazgo Chile quiero agradecer tu madrugador comentario.
Tú te desayunas con mi artículo y yo almuerzo con tu comentario. Una comida es más importante y más nutritiva que un desayuno.
Ojalá que la candidatura se convierta en el merecido galardón.
Sería un modo de dar relevancia a la tarea sacrificada y humilde de los docentes del mundo.
Y de reconocer el decisivo papel que ha supuesto el trabajo de los docentes en las escuelas durante la interminable pandemia.
En un mundo en el que información es poder, el docente dedica su trabajo a compartir el saber que tiene de forma generosa.
Sí, todo lo que añades al test tiene también cabida en esa escuela que soñamos. Y más cosas. Ya me había pasado de frenada en la extensión.
Un gran abrazo en el que quepamos las dos familias y todo el mundo docente.
Y las consabidas gracias, que nunca me cansaré de daros.
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GRACIAS MAESTRO . PRECIOSO REGALO EL ARTÍCULO
Querida María Teresa:
El regalo es tener lectoras como tÚ.
No existe un artículo si no hay unos ojos que quieran leerlo.
Muchas gracias por tus palabras y por el tiempo de lectura.
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MEMORABLE Y CONMOVEDOR discurso, digno de leerse en la entrega del Premio Princesa de Asturias 2021. Muchas gracias don Miguel Ángel por este SOPLO…
Querida Esther:
Mil gracias por tu corto pero expresivo y conmovedor comentario.
Ojalá que la candidatura se convierta en un efectivo y merecido galardón.
Sería hermoso que así fuera.
Besos.
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Querido M Ángel,
Leo con satisfacción este artículo tuyo de hoy. Porque soy docente de vocación por encima de mi etapa actual como gestor. Y porque siempre que se alabe esta profesión maravillosa que hemos elegido, será motivo de alegría.
La escuela debe estar hoy por hoy en el centro de las miradas por la enorme labor que se realiza en ella y porque debe ser el germen de estos jóvenes que llegarán más pronto que tarde a tomar las riendas de sus vidas y finalmente de nuestras vidas, de una u otra forma.
Comparto plenamente tus comentarios y hay uno en especial que quiero destacar. La escuela debe estudiar todas las religiones desde un punto de vista histórico y desde una perspectiva de análisis de lo que han supuesto y suponen en las distintas civilizaciones, su influencia, sus virtudes y sus defectos…. etc. Pero más allá del ámbito escolar, debería haber otros espacios en los que la familia debe educar en una u otra creencia religiosa.
Al igual que debería quedar lejos muy lejos, de los intentos que se produzcan de introducir una u otra ideología. Y para eso estamos los y las docentes. Somos y debemos ser el equilibrio necesario que debe tener toda sociedad para evitar las posturas extremas o sus distintas formas que puedan ir apareciendo….
Agradezco desde aquí también a todos los educadores y educadoras su enorme labor.
Un abrazo.
Carlos Cortés
Querido Carlos:
Gracias por el interesante y enriquecedor comentario.
De acuerdo con tus aportaciones. Podría firmarlas con puntos y comas.
Ojalá que esta candidatura se haga realidad. Sería una hermosa y eficaz forma de hacer visible la importancia de la tarea docente, de valorarla y agradecerla.
Un fuerte abrazo.
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Maestro Miguel Ángel, qué fuerza tus palabras y cuánta verdad en ellas. Esperemos que los esfuerzos que estamos haciendo se vea reconocidos con este Premio Princesa de Asturias para la Concordia que con tanto acierto se ha promovido desde el Colegio Oficial de Docentes.
Querida Eva:
Gracias por tus palabras y por tu apoyo.
Sé que se está trabajando en la candidatura.
La decana de mi Facultad
ha difundido la propuesta a toda la comunidad universitaria.
Ojalá se haga realidad esta propuesta.
Un abrazo.
MÁS
Hola Miguel Ángel.
En estos tiempos donde se suelen otorgar premios, reconocimientos, condecoraciones o laureles a título individual no está de más que se reconozca el trabajo, sacrificio y esfuerzo de todo un colectivo como el docente ( ya sé que también la propuesta de premio va a otros colectivos más).
Cuando se otorgan premios individuales como al mejor docente de … lo que sea, se corre el peligro de marginar a muchos otros que seguramente realicen una labor mucho mejor y completa que el galardonado, pero que por las circunstancias que sean quedan en el olvido o la invisibilidad.
También es cierto que cuando se pide un premio para un colectivo tan grande como el de docentes se mete en el saco a todo tipo de profesorado, los buenos, que son los que más predominan, y los malo, que también los hay. Pero incluso los malos también merecen el reconocimiento del Premio Princesa de Asturias 2021 a la Concordia por nuestro trabajo frente a la Covid-19. Por ello, lo considero un premio realmente merecido y justo ya que incluye a todo el colectivo. En estos tiempos de pandemia algunos nos metemos en aulas con 25 alumnos donde no cabe un alfiler. Atendemos a nuestro alumnado aún con más afecto, si cabe, para que vayan a la escuela con la máxima “normalidad” posible.
Y cómo no, esos rasgos compartidos de las escuelas que tú sueñas también las comparto yo. En muchas escuelas esos rasgos se van haciendo realidad, pero no cabe duda que, en muchas otras, sueños son…
¡Que tus sueños se hagan realidad! Buen fin de semana.
Querido Juan Carlos:
Gracias por tus dos certeras observaciones respecto a los premios a docentes:
– en los individuales quedan fuera muchos de los que se lo merecen
– y en los colectivos queda mucha gente dentro sin merecerlo.
De cualquier manera creo que se trata de un premio más que merecido a la peofesión docente.
Ojalá se haga realidad.
Un abrazo, querido amigo.
MÁS
Querido Maestro:
Hoy en su genial comentario de la escuela, me ha sorprendido mucho que hable de sus inicios de vida.
De como el mundo cambia y el paraíso de los sueños gana siempre la batalla.
De como los anhelos se transforman en realidades y los adversos caminos en lugares divinos.
De no tener recursos ni libros a tener una biblioteca.
El tiempo nos hace regalos, nos da y nos quita, por eso es tan importante disfrutar del día a día.
He sentido siempre un amor infinito por la escuela, un amor sincero que brilla como los luceros, un sentimiento de hermosa plenitud y de sosiego.
Aunque la vida me puso muchas zancadillas, conseguí siempre, soñar al alba, trabajar con ilusión y desenfreno, creer en las justas ideas y solventar la adversidad con mis esfuerzos.
La escuela ha sido el lugar que me he sentido libre, que he abierto mis alas al vuelo, que me ha llenado el corazón de afectos, a los alumnos, a los compañeros.
Quizás mi experiencia no fué larga en el tiempo, pero os aseguro que la disfruté como un niño pequeño.
Ahora solo me quedan bonitos recuerdos y un sentimiento de plenitud por aportar a esa institución, todo el amor que llevaba dentro.
Así que espero que la escuela siga creciendo porque están en ella las personitas que más quiero.
Ya sin más me despido con cordial saludo esperando que la semana os sea leve.
Querida Loly:
Hermosas palabras sobre tu experiencia en la escuela.
No me extraña que ahora tengas maravillosos recuerdos.
Está claro que la escuela te ha hecho mejor. Y, por supuesto, tu has hecho mejores a tus alumnos y alumnas.
Muchos besos.
Muchas gracias por estar ahí cada semana.
Maestro Miguel Santos Guerra
He estado en la conferencia de la mañana y ahora pasé por acá para poder leer este artículo y desde lo más visceral de mi reflexión, he sentido que desde que decidí ser profesor, por acá por este contradictorio país llamado Chile, esta labor con pandemia y sin pandemia, en tiempos de vacas gordas y de vacas flacas, en tiempos de convulsión social y en tiempos de una sospechosa estabilidad democrática, nuestra labor ha sido mirada más que como un motor fundamental para el cambio y la transformación social, como un trámite más en la vida de las personas y aunque las políticas públicas se enorgullezcan de la inversión monetaria, que dicho sea de paso sigue siendo mesquina y miserable (eso es visceral), en el día a día nosotr@s los profesores seguimos percibiendo y viviendo esa mirada lastimosa y con una disfrazada empatia a la que nos hemos acostumbrado, muchas veces nos hemos dejado sobornar por la bella palabra, pero por momentos agobiante, vocación.
Tratando de leer y escribir un vuelo de una alocada mosca ronda insistentemente por mi alrededor interrumpiendo mi precaria concentración, he tenido una sola opción eliminarla, su astuto vuelo sorteo varios manotazos hasta que en un despliegue de imaginación abrí la puerta y se fue. Cuantas veces nos han querido dar manotazos por nuestros alocados vuelos pedagógicos y cuántas veces hemos safado de ellos, cuántas veces nos han abierto la puerta para salir y dejarnos “libres” y así dejar la escuela en paz, a cuantos profesores se les acabó la vida tratando de enseñar con el corazón y fueron mirados con ternura pero con cero credibilidad.
Desde acá, desde un cerro de la parte alta de Coquimbo, Chile, desde una pequeña comunidad educativa que es donde trabajo, los galardonados reconocimientos no me importan, el desprecio intelectual, político y social no me importa, solo me importa atesorar las bellas y sinceras sonrisas, las bellas y sinceras palabras de estudiantes, apoderados y compañeros de labor que se acumulan y acumulan, con eso soy feliz y eso ya es muchísimo. Tal vez no podré cambiar el mundo, pero trataré de cambiar este pedacito de mundo en el que me tocó vivir, hoy más convencido que antes se que es posible educar con o desde el corazón, como ustedes prefieran.
Gracias maestro Miguel por estos empujones que me ha dado hoy.
Un abrazo
Daniel Araya Godoy
“Enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clase. Enseñar con actitud, el gesto y la palabra”… “MAESTRO, sé fervoroso. Para encender lámparas basta con llevar fuego en el corazón”.
Gabriela Mistral
Querido Daniel Araya:
Ayer viví una experiencia maravillosa con vosotros y vosotras.
Gracias por leer el artículo y por aportar este magnífico comentario.
Dices cosas muy importantes sobre el profesorado.
La metáfora de la mosca es estupenda.
Ya sé que no se trata solo de premios pero, al menos, son una forma de hacer visible la importancia de la educación en la sociedad.
Hace falta, sobre todo, mejorar la formación, la selección y las condiciones laborales de los docentes.
Hay que potenciar la dignidad de los docentes como decía en un artículo anterior.
Un gra abrazo.
Ha sido un pmaxer conocerte.
MÁS
Para Daniel:
Gracias por la estupenda cita de Gabriela Mistral
Saludos.
MÁS
Laurentino Heras Montoya
Profesor Honorario del Departamento
de Didáctica y Organización Escolar
de la UMA.
MIGUEL ÁNGEL, el artículo de 13-3-2021 ‘no es un humilde apoyo a la candidatura del Colegio Oficial de Madrid, a los centros, docentes y comunidad educativa por la labor en el tiempo de pandemia’. Es todo un núcleo generador de la ESCUELA con todos los satélites y rasgos posibles que definen este espacio privilegiado que la sociedad se ha dado para que pequeños y grandes reflexionen, miren en su interior, dialoguen con el próximo, sean amables, felices y se orienten positivamente al mundo… y escriban, paso a paso, el itinerario de su vida (caminos, veredas, sendas rumbo al huerto de las delicias, al edén) con la ayuda de acompañantes excepcionales en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Miguel Ángel no dejas fuera del tintero nada, nada, nada relacionado con la escuela que defiendes y deseamos y que hemos de tenemos de mimar. Enhorabuena…
Añado el poema (en linea con tu artículo) de José Agustín Goytisolo. Invita a seguir reflexionando en el núcleo generador que nos has regalado:
LA MEJOR ESCUELA
Desconfía de aquellos que te enseñan
listas de nombres, fórmulas y fechas y que
siempre repiten modelos de cultura
que son la triste herencia que aborreces.
NO APRENDAS SOLO COSAS
piensa en ellas
y construye a tu antojo situaciones
e imágenes que rompan la barrera que aseguran
existe entre la realidad y la utopía:
vive en el mundo cóncavo y vacío,
juzga cómo sería una selva quemada,
detén el oleaje en las rompientes,
tiñe de rojo el mar,
sigue a unas paralelas hasta que te devuelvan
al punto de partida,
coloca el horizontal en vertical,
haz aullar a un desierto,
familiarízate con la locura.
Después sal a la calle y observa:
ES LA MEJOR ESCUELA DE TU VIDA.
Querido Lauren:
Acabamos de hablar hace un rato sobre la maravillosa experiencia que estás viviendo estos días con el nacimiento de tu nieta. Te decía que el mundo sería mejor si pudiésemos ser abuelos antes que padres.
Gracias por tus generosas palabras sobre el artículo y la candidatura.
Y, como buen poeta que eres, gracias por el regalo del poema de José Agustín Goytisolo, que no conocía o no recordaba.
Un gran abrazo, querido amigo.
Con felicitaciones para Isabel y también para los felices papás.
MÁS
Querido Miguel Ángel, sabes que como tú he dedicado mis cuarenta años de vida activa a trabajar, lo mejor que he sabido, en la escuela, desde alumnos de tres años hasta los de dieciséis.
Cuántas experiencias y sobre todo cuántos momentos felices y algún que otro amargo.
La escuela que tan maravillosamente pintas, y con la que estoy totalmente de acuerdo, es la que yo entiendo y me gustaría, pero…
El profesor creo que tiene lo que se llama libertad de cátedra, y bien sabemos que no todos entienden las cosas de la misma manera.
Sea como sea, creo que los profesores bien se merecen premios y la mayor consideración de la sociedad.
A ti te han dado la consideración de HOMBRE QUE DEJAS HUELLA y qué merecido. Sin menoscabar esa consideración, bien sabemos que todo profesor deja una huella en sus alumnos, más o menos profunda, más o menos aceptable.
Gracias porque yo sigo aprendiendo de ti por como eres, por como escribes, por tus ideas.
Un abrazo y saludos a todos.
Querido Joaquín:
Sé que has dedicado tu vida a la enseñanza y estoy seguro de que has sido un profesor que HA DEJADO HUELLA. Porque sé cómo eres.
Ya sé que no todos y no siempre damos la talla.
Pero el premio a la Concordia se dirige a la profesión y a la escuela.
No sé qué criterios se utilizarán para la concesión.
He leído la propuesta del Colegio Oficial de Docentes de Madrid. Me parece bien fundada.
El año pasado concedieron ese premio a los sanitarios.
Creo que la sociedad honraría justamente a los docentes del mundo con esta distinción.
Un gran abrazo.
Y gracias como siempre.
MÁS
Querido amigo, Miguel Ángel: vaya mi agradecimiento en nombre del Colegio Oficial de Docentes de Madrid, por tu apoyo a la “Candidatura al Premio Princesa de Asturias 2021 a la Concordia”, que hemos presentado en reconocimiento a la valiosa labor de los docentes frente a la COVID.
Con este artículo, y tantos otros de tu cosecha, con la pasión y el compromiso educativo que te caracteriza, nos ofreces a los docentes un tesoro plasmado de ética profesional para que nuestro alumnado, como personas, desarrollen sus capacidades de pensar, de sentir de convivir desde el compromiso, la pasión, la emoción, los sentimientos y, como tú sueles decir, “desde el amor de lo que se enseña y el amor a los que se enseña”.
Gracias, maestro-amigo, y nos encontraremos próximamente en este Colegio Profesional de Docentes de Madrid para que nos ayudes a mejorar con tu ponencia: “Liderazgo transformacional en los centros”.
Un fuerte abrazo extensivo a Lourdes y a Carla
Querido Darío:
En primer lugar quiero felicitarte porque sé que tú lanzaste la iniciativa que otros estamos secundando.
Ojalá llegue a buen término.
Ya ves que los comentaristas se muestran entusiasmados con la idea.
Gracias también por tus generosas palabras. Y nada de maestro-amigo. Ni siquiera me vale amigo-maestro. Con el título de amigo tengo más que suficiente.
Tú también me enseñar sin cesar.
Un gran abrazo para ti y para los tuyos.
Y a ver si echamos a este maldito bichito y organizamos otro encuentro.
Ya son necesarios los abrazos reales.
MÁS
Gracias por este artículo, por convertir este texto en un espejo donde se refleja todo aquello por lo que un docente con vocación e ilusión, vive y se entrega cada día.
Igual que en la sociedad se necesita de la educación para construir un mundo mejor, los docentes necesitamos de estas palabras para que se revindique todo aquello que representamos y lo que la escuela, las familias y el alumnado son para nosotros.
La manera de mejorar y crear una educación mejor, y por tanto, un mundo mejor es tener la oportunidad de más libros y artículos que hagan llegar estos mensajes a toda la sociedad.
A esto añadiría una frase que no olvidaré que nos dijo Darío Perez Bodeguero en nuestro primer día de clase, “los profesores somos inmortales” y todo lo que este texto recoge forma parte de esa idea.
Gracias por esta representación de todos los docentes y sobre todo, los futuros docentes.
Pd: Te hemos llamado desde clase pero no hemos tenido la oportunidad de coincidir contigo.
Muchas gracias y un saludo.
Querida María Pedraza:
Qué lástima. Me hubiera encantado hablar con vosotras.
A ver si la próxima vez tengo más suerte. Decidme día y hora y estaré pendiente.
La frase sobre inmortalidad es de Rubem Alves. Me gusta mucho. Dice en su libroLa alegría de enseñar:”Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra… Por eso, el profesor, nunca muere”.
Gracias por leer el artículo y por escribir este estupendo comentario.
Te envío un enorme abrazo para tus compañeros y compañeras.
También para mi querido amigo Darío.
Besos para ti.
MÁS
Que cosas más ciertas dice, profesor!
Me llena de esperanzas poder aportar con un granito de arena.
Un abrazo desde Chile
Trini
Querida Trinidad:
Muchas gracias por leer el artículo y por aportar este grano de arena del que hablas.
Todos somos necesarios.
Un gran abrazo.
MÁS
Estimado Miguel Ángel, enhorabuena por el artículo, me ha encantado y disfrutado con su lectura e incluso con la foto.
¿Qué hace una Escuela como tú en un siglo como este, en un mundo como este? ¿Qué clase de aventura has venido a buscar?¿Qué es lo primero en que te fijas de una persona? ¿Qué te gusta, qué te apetece?, ¿A qué dedicas tu tiempo libre?, ¿Cómo fue tu primera cita?, ¿En tú Escuela o en la mía? …Estaría bien que la escuela nos contestara para poder así entablar una verdadera relación, donde conocerse sea clave y termináramos diciendo ¿Bailamos juntos? Te querré y nunca te olvidaré por lo que has aportado en mi vida
El poder de las buenas preguntas que suscitan buenas preguntas ¿Y si la Escuela se convierte en un cisne negro con un corazón de patito feo? (Resiliencia y Neurociencia de Anna Forés y Jordi Grané)
Durante la semana pasada pude disfrutar ,subida en un gran cohete, del Universo de una Escuela con cerebro, participando del III Congreso de Neuroeducación de la Universidad de Barcelona y allí descubrí personas apasionadas con grandes contribuciones para que nuestra Escuela sea el lugar donde cerebro y corazón se fusionan y dan lugar a un aprendizaje significativo que perdura a lo largo de nuestra vida. (http://misionesdegrupo.blogspot.com/p/el-universo-de-una-escuela-con-cerebro.html)
Marina Garcès nos planteó “¿De qué sirve saber si no sabemos vivir?” “No somos responsables de los problemas que nos surjan, pero si de cómo lo afrontamos”( Jesús Guillen) “La Educación es la savia que nutre al ser humano (Rosa Casafont) y “…debe ser un proceso dignificante” (David Bueno). La pandemia nos ha enseñado la importancia de una “Pedagogía de la Esperanza” (Anna Forés) y que los “Educadores son arquitectos y aprendices: privilegio y responsabilidad” (Ana M. Fernández) porque “No hay calidad de educación sin un cuerpo docente de alta calidad” (Ana Tracey-Tokuhama) y para ello es necesario ser consciente que “Desaprendo, luego existo” Porque en un mundo de máquinas la mejor opción es ser humano”. (Alfons Corenlla)
“Dicho de otra forma, en el futuro, para conseguir un trabajo “humano” es muy probable que tengas que ser lo más diferente posible de una máquina. Deberás ser un humano “muy humano”, con todas las habilidades diferenciales que nos caracterizan: la curiosidad, la creatividad, la imaginación, el espíritu crítico, la empatía, la colaboración, la sensibilidad, la capacidad de idear, de fabricar, de construir con nuestras propias manos objetos que no existían antes, como resultado de combinar la imaginación de nuestra mente con la destreza de nuestros manos. Las máquinas existirán. Harán muchos trabajos. Pero los humanos harán otros, aquellos que precisen de las habilidades diferenciales de un humano. El reto de la educación en el futuro más próximo bien podría consistir en ayudar a descubrir el talento de cada persona para animarle a desarrollarlo al máximo desplegando sus capacidades como humano. Y es que, como algunos expertos ya proponen (futureoflife.org), los humanos quizás solo tengan una alternativa de supervivencia en un mundo con máquinas inteligentes: ser más humanos.” Alfons Cornella.
¡Querida Escuela disfrutemos de lo humano, mírame a los ojos y pregúntame cómo me siento!
Antes de estar junto a ti
Por toda la vida
Quiero aprender a quererte
Quiero estudiar cómo se cumplen tus sueños
Voy a leerte siempre muy lentamente
Quiero entenderte
Para enseñarte a extrañarme
Voy a escribirte mi canción más honesta
Darte una vida con más sumas que restas
Si tú me dejas, no habrá preguntas, solo respuestas
Para aprender a quererte
Voy a estudiar cómo se cumplen tus sueños
Voy a leerte siempre muy lentamente
Quiero entenderte
Cuando te vi, tuve un buen presentimiento
De esos que llegan una vez en la vida
Quiero tenerte aunque sea solo un momento
Y si me dejas, tal vez todos los días
(Morat. Aprender a Quererte. https://www.youtube.com/watch?v=OukQDrJ7QRQ)
PD1. Echo de menos a D. Quintiliano. espero esté bien
PD2: Me ha gustado mucho el poema de José Agustín Goytisolo facilitado por el profesor Laurentino Heras Montoya: “Es la mejor Escuela de tu vida”
Querida María José:
Perdona que haya tardado en contestar a tu magnífico comentario.
Tú nunca defraudas.
Gracias por las aportaciones del III Congreso de Neuroeducación de la Universidad de Barcelona. Las he escuchado y de todas he aprendido.Es hermoso compartir ideas, experiencias y sentimientos.
Gracias por facilitarme de nuevo la escucha de la canción de Morat, Aprender a quererte.
Ojalá que la candidatura prospere ya que sería importante dar visibilidad a la profesión, reconocer la importancia del trabado de los docentes y valorar el funcionamiento de las escuelas.
Sabía que este artículo tocaba puntos neurálgicos de tu persona.
Muchos besos.
MÁS
PD: Suscribo tus dos posdatas.
Querido profesor!!!
Tuve el placer de haber terminado de leer su libro, “Educar el corazón”.
Soy argentina, vivo en la Ciudad de Buenos Aires.
Soy directora de una escuela primaria del Gobierno de la Ciudad.
Este año decidimos implementar una pedagogía con mirada hacia lo emocional. Tener en cuenta que la motivación es muy importante para el aprendizaje, lo que sienten los alumnos es fundamental para que estén bien en la escuela.
Les he leído varias partes de su libro y durante el año, seguiremos reflexionando sobre su lectura.
Es usted muy claro, concreto y da gusto leer sus anécdotas como profesor.
Por el libro, llegué a este blog, ya que lo menciona.
Por eso no quería dejar de expresarle mi gratitud y admiración.
Algún día lo voy a conocer y voy a poder hablar con usted.
Gracias por su pasión por la educación!!!!
Querida María Rosa:
No existe un libro si no hay unos ojos que quieran leerlo. Muchas gracias por haber comprado y por leer mi libro EDUCAR EL CORAZÓN.
Gracias también por compartir la lectura con tu comunidad.
Ojalá llegue pronto el momento de poder conocernos y de darnos un abrazo.
Mucho ánimo en tu tarea.
Besos.
MÁS
Gracias por tener la delicadeza de contestarme!!
Creo que en septiembre estaré por Málaga y voy a tratar de contactarme con usted.
Un placer!!!
María Rosa
Querida María Rosa, querida Directora:
Ha sido un placer recibir tu comentario y saber que has leído y compartido mi libro EVALUAR CON EL CORAZÓN.
Era un deber de amistad contestar y agradecer tu amabilidad, tu tiempo y tus compromiso con tu escuela.
No sé si conoces mi libro sobre dirección escolar titulado LAS FEROMONAS DE LA MANZANA, editado también por Homo Sapiens.
A ver si es posible realizar ese viaje, que la pandemia se hay quedado atrás y que podamos darnos un abrazo al lado del mar Mediterráneo.
Besos y gracias.
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Querido Miguel Ángel:
1.- Por supuesto, primero dar mi apoyo a todos los docentes por su trabajo diario y por merecer cualquier tipo de reconocimiento por su importante labor para toda la sociedad.
2.- Respecto a qué somos y qué queremos ser, un comentario de Juan Aníbal me ha llevado a tu artículo “La lógica de los evaluados” del 16-02-2019.
Dime qué evaluación haces y te diré qué escuela eres.
Las evaluaciones se siguen haciendo, lamentablemente, al final de los procesos de enseñanza.
Y luego vienen los informes, las calificaciones (que algunos confunden con la propia evaluación).
La evaluación encierra mucho poder. Para alcanzar el éxito, hay que satisfacer las demandas de los evaluadores. Todos, no solo las familias, preguntan por los resultados. Exclusivamente. Porque eso es lo que de verdad importa.
Poder. Puro control. Qué hay que saber y cómo hay que saberlo. Piénsese también en las evaluaciones externas al centro e incluso al país. Para el alumnado todas lo son.
Todo esto lo digo, utilizando tus palabras entrelazadas con las mías, porque tengo dos hijos estudiantes en época de evaluación, es decir, época de exámenes y calificaciones.
Igualito que en mis tiempos. Nada ha cambiado. Sé que la chavalada no es igual, el profesorado no es igual y la sociedad no es la misma. Pero, paremos el periodo de enseñanza aprendizaje que estamos de exámenes y de calificaciones de lo que en ese concreto examen considero buen resultado. Las notas representan la valía como aprendiz.
3.- “Se apuesta, desde sus inicios (de los Movimientos de Renovación Pedagógica), por la creación y desarrollo de un paradigma educativo holístico, que da respuesta a la integralidad de las potencialidades del ser humano, desde una concepción ética, crítica y creativa de la vida. Defendemos que el espacio propicio para ello es el de una escuela pública democrática, inclusiva, científica, convivencial, respetuosa de la diversidad humana, laica, plural, ecológica, pacífica y pacificadora… que tenemos que ir haciendo realidad en la medida de nuestras posibilidades.” (Julio Rogero).
“La escuela que sueño e imagino (palabras de Julio Rogero) es la escuela que promueve, en un proceso interminable, seres humanos sujetos de su vida y de su historia, conscientes de que forman parte de colectivos de sujetos que se cuidan, se respetan y se aman.
Es una escuela atenta a los más débiles y a todas las personas desde la singularidad de cada una.
Es la escuela que apasiona por conocer y aprender para compartir y cooperar con los demás, respetando los procesos de cada uno.
Es la escuela que sirve a la sociedad viviendo en su seno los derechos humanos, la paz creadora, la justicia escolar y social… Es la escuela-educación conectada a la utopía.
Hago mía una frase que alguien escribió en un muro: “Mientras destruyan nuestros sueños no les dejaremos dormir”, porque seguiremos trabajando en la construcción de esa educación y sociedad que queremos.” (Julio Rogero).
4.- El profesorado es como la ciudadanía. Hay de todo y todos somos útiles. Mi amigo Alberto es profesor y me enseña a templar mi carácter. Pero también me educa el corazón. Él no lo sabe, no lo pretende, pero lo hace. O lo hago yo gracias a él.
“Creo saber cómo “educar la cabeza”, pero ¿cómo demonios educamos el corazón, al menos los que no somos cardiólogos?”
“Educar supone imponer. Lo siento mucho”.
“Presentan a toda la comunidad educativa para el Príncipe de Asturias de la Concordia. Ya no es que nos pasen por la derecha y por la izquierda y por el centro y por encima y por debajo los guruses, economistasresponsablescorporativos, abogadosejpertos en educación, couchis y demás fauna. Es que ya estamos diluidos en el “conceto” de comunidad educativa.
”El delirio emotivista es tal que hablar de exigencia se asocia con la lista de los reyes godos y el antiguo dicho “la letra con sangre entra”, mientras se cae en afectaciones vacías como “enseñar desde el corazón”.
“Si algo tiene de especial la escuela, en tanto que institución pública dedicada (concebida, al menos) a proporcionar aquellos conocimientos que solamente en ella se pueden garantizar, es precisamente esta peculiaridad. Si uno es avispado, puede aprender en otros sitios, pero es en el colegio, en el instituto o en la universidad donde se encontrará con profesionales específicamente experimentados en esta transmisión de conocimientos antaño deseable, función primigenia de la enseñanza que lleva tiempo siendo cuestionada, con ímpetu en los primeros años de fervor logsiano, y temo que repuntando nuevamente hoy, en plena dictadura emotivista.”
“Volvemos a caer en la sobredimensión de los aspectos más subjetivos, arbitrarios y cuestionables de la educación, cuando lo apremiante es fundamentar nuestro sistema en lo sólido, en lo científico, en la evidencia y en la experiencia de quien cada día se bate el cobre en clase con el propósito de enseñar y formar ciudadanos.”
5.- Bueno, ya. Ahora mi corazón se encuentra a pleno rendimiento. Estas ideas son la escuela que tenemos. Escuela como transmisora de conocimientos, escuela que sabe llena las cabezas vacías de su alumnado con sus cosas (las de la escuela), que las recibe de una forma pasiva si quiere tener éxito en ella. Repite, obedece (aprende) y llegarás a ministro o a presidenta.
¿Julio o Alberto? ¿La escuela que tenemos coincide con la que deberíamos tener? Si la escuela cambiara por decreto…
6.- Abrazos.
Querido José Antonio:
Tus visitas al blog son escasas pero son siempre importantes.
Disculpa que haya tardado más de lo que me hubiera gustado en contestar a tu comentario.
Es importante la evaluación porque condiciona en gran medida la riqueza y la mejora del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Soy amigo de Julio Romero (pertenece al Foro de Sevilla) y comparto sus puntos de vista sobre la educación y la escuela pública.
Preocuparse por el desarrollo emocional en nada niégala necesidad del esfuerzo y del aprendizaje. Todo contagio, los facilita.
Yo creo que debemos ir desde la escuela que tenemos a la escuela que deberíamos tener.
Un gran abrazo.
Me gustaría verte con más frecuencia por aquí.
Saludos para tu querido profesor Alberto.
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Excelente aporte, como siempre Dr. Miguel Ángel Santos Guerra.
Una escuela con todas las características que menciona, pareciera una fantasía. Pero en mi poca experiencia como docente y como ser humano, he visto cosas extraordinarias, salir de los lugares menos esperados y en muchas ocasiones, fue un maestro que no creyó en los límites, el que logró alcanzar lo que para otros es imposible.
En este encierro provocado por la pandemia, hemos aprendido a valorar más nuestra propia existencia y a pesar de que en muchas ocasiones no tuvimos los resultados esperados en la enseñanza virtual, nunca bajamos la guardia, porque como siempre lo he dicho, se puede no lograr algo, pero jamás podemos dejar de intentarlo, porque entonces, nuestra labor dejaría de tener sentido.
Saludos desde Navojoa, Sonora, México.
Mensaje para Misael Enríquez:
Mil gracias por la lectura y por tus generosas palabras.
Esta es la escuela que soñamos, no siempre la que tenemos. Pero es nuestra pasión trabajar para tenerla.
Es verdad que no siempre conseguimos lo que deseamos pero tienes razón al decir que, como profesionales, siempre debemos intentarlo.
No es fácil el camino, pero las adversidades pueden actuar como freno o como estímulo.
Los tiempos de pandemia han sido un claro ejemplo. Hemos tenido que afrontar dificultades inesperadas, pero la mayoría de los docentes han puesto todo su esfuerzo y su creatividad en ello.
Un gran abrazo.
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Buenas tardes Miguel!
He tenido la oportunidad de leer este maravilloso artículo, gracias a Darío Pérez, nuestro profesor, sí, Darío es de esos profesores que te enseñan cosas bonitas, como este artículo.
Quería agradecer tus palabras y tú reivindicación por la labor de los/as maestros/as, una labor tan Bonita como vocacional.
Querida Evelyn:
Sabes que es magnífica la amistad que me une con tu profesor.
Sé que alguna vez os propone la lectura de mis textos. Se lo agradezco porque no existe un libro o un artículo si no hay unos ojos que quieran leerlos.
Ojalá que la estupenda idea de la candidatura al premio Princesa de Asturias tenga éxito. Sería más que merecido.
La historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe.
Besos.
Gracias por escribir.
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Así es ,todo lo expuesto en el texto, es como debería en estricto rigor, ser mirada y abordada la escuela hoy en día, con todos los cambios que se han desarrollado en nuestra sociedad , con el pasar de los años, actualmente estamos viviendo en un mundo incierto, sin seguridad de lo que enfrentaremos mañana, en todo ámbito de cosas, por lo que hoy la escuela juega un papel fundamental en el desarrollo de seres humanos capaces de enfrentar el futuro y sus cambios de la mejor manera posible, con todas las herramientas necesarias para poder desarrollarse de manera integral y ser un real aporte a la sociedad actual.-
Querida Elizabeth:
Hay que reflexionar sobre la escuela. Sobre su papel en la nueva sociedad. Eso requiere una actitud abierta, sensible y generosa.Y huir de la rutina y de la comodidad.
Lo ha explicado en un pequeño libro titulado “La escuela que aprende”, no la que enseña sino la que aprende.
Besos.
Gracias por escribir.
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