Siempre he considerado de gran importancia la participación de las familias en el funcionamiento de los centros escolares. Una participación que no ha de limitarse a lo concerniente a los hijos e hijas de la familia sino a toda la escuela. Por otra parte, los padres y las madres tienen que intervenir en el diseño, planificación, desarrollo y evaluación del curriculum y no circunscribir su participación a cuestiones marginales e intrascendentes. Lamentablemente, a mi juicio, la LOMCE marcó un serio retroceso en este ámbito.
El grupo de investigación que he dirigido durante más de treinta años realizó dos investigaciones sobre esta decisiva cuestión. La primera se centró en la participación de las familias en los centros a través de los Consejos Escolares. Fruto de aquella investigación escribimos el libro “El crisol de la participación”, publicado por la Editorial Aljibe.
Años después estudiamos la participación de las familias de alumnos y alumnas inmigrantes en cinco centros escolares de Málaga. Los cinco tenían una alta presencia de alumnos inmigrantes. En alguno, los alumnos inmigrantes eran más numerosos que los autóctonos. Aquella investigación dio lugar a otro libro: “La escuela sin muros”, publicado también por la Editorial Aljibe.
Siendo director del Colegio La Vega de Madrid puse en marcha una iniciativa sobre la participación de las familias que quiero comentar en este artículo por si fuera de interés para algunas escuelas y para las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos. Su finalidad era establecer canales de diálogo entre la institución escolar y las familias. Algunas veces, no hay buenas estructuras para la participación: no hay tiempo, no hay espacios, no hay confluencias horarias… Y pensamos que sería bueno escribirnos. Nosotros escribimos pidiendo lo que queremos y necesitamos de vosotros, y vosotros nos escribís haciendo otro tanto. “Yo te escribo, tú me escribes”, dijimos remedando el título de mi libro “Yo te educo, tú me educas”.
Les pedí a todas las unidades de intervención del Colegio que pusieran por escrito todo lo que les pedían a las familias para la buena marcha de la institución. Creo que es importante el hecho de plasmar por escrito las ideas. Escribir ayuda a pensar, a estructurar, a argumentar y a organizar lo que pensamos. Por otra parte, el lector (o lectora) tiene en su mano un documento que puede leer y releer en momentos diversos.
Tengo delante el documento que se generó. Se titula “Colaboración”. Casi 30 páginas. Citaré algunas partes en lo que sigue para ilustrar la idea que cuajó en una experiencia fructífera y movilizadora.
Los documentos sirvieron de plataforma para el diálogo entre instituciones. Porque el que elaboró el claustro se envió a cada familia. Y sirvió de referencias durante mucho tiempo. Es lo que tiene la palabra escrita. Los documentos procedentes de las familias se entregaron a todos los profesores.
Cada parte estaba firmada por los responsables, como autores o autoras del texto. Una forma de que tuvieran el protagonismo que les correspondía.
El equipo directivoplasmó sus deseos en un texto del que entresaco algunas ideas. Bajo el epígrafe “Hay que aportar sugerencias, críticas e información, se dice: “El contacto directo con el Colegio resulta fundamental. Hay que cambiar impresiones con el profesor, el tutor, el orientador o el director. A veces, el chico se comporta de manera muy diferente en casa y en el Colegio. Hay que conocer estas diferencias para ayudarle eficazmente. Es necesario conocer la opinión de los padres y de las madres. El silencio o el comentario en cuchicheo, no conducen a la mejora”.
El Departamento de Orientación dirigió a las familias su mensaje. Reproduzco una de las ideas que le envía a las familias el responsable del mismo: “Conviene desterrar la falsa idea que para algunos conserva el psicopedagogo como especialista que trata a los locos y otras personas raras. Es un especialista en la conducta humana y en su mejora. TODOS, pues, precisamos de su atención”.
Las tutoras y tutores de Preescolar les dijeron, entre otras cosas a los padres y a las madres: “No hay que obsesionarse con la pretensión de leer y escribir cuanto antes. Hay que respetar el proceso madurativo. No por mucho madrugar amanece más temprano”
Las tutoras y tutores de 1ª etapa de EGB(era la nomenclatura de aquellos años), decían: “Es necesaria una colaboración serena con el profesor y con el Colegio. Entendemos por serena la colaboración que no agobia ni al niño ni al profesor, una colaboración que respeta los campos específicos del tutor como agente de formación y el Colegio donde se va a desarrollar la tarea educativa”.
Las tutoras y tutores de 2ª etapa de EGB, BUP y COU escribieron a las familias: “No solo debe ocuparos y preocuparos el rendimiento académico. Hay otros muchos aspectos que deben tenerse en cuenta: relaciones con los demás, ocio, sexualidad, identidad personal… Las obsesión por los resultados puede ser más un obstáculo que una ayuda”.
Los seminarios recorrían todo el curriculum del colegio. Por eso las indicaciones de cada uno vienen secuenciadas según los niveles.
El Seminario se inglés, aconseja para las primeras etapas: “Sería conveniente que empezasen a inculcarles el gusto por la lectura en otro idioma que no sea el suyo y como resultado el placer del chico al descubrir que puede entender la realidad en otro idioma”.
El Seminario de Matemáticas plasmó alguna de sus demandas en los siguientes términos para la primera etapa: “Es muy importante hacer de las matemáticas un tema de la vida cotidiana. Así, por ejemplo, en lugar de decirle a su hijo de cinco a siete años cuando está ayudando a poner la mesa: Pon cuchillos, tenedores y cucharas , decidle: Pon 7 cuchillos, 7 tenedores y 5 cucharas porque 2 no quieren sopa”.
El Seminario de Física y Química. Los autores titulan su escrito: ¿Por qué aparece el arco iris cuando llueve y hace sol? Y dicen, entre otras muchas cosas: “Es importante despertar la inquietud por la investigación, la curiosidad, la búsqueda personal. El chico puede sentir la felicidad de descubrir algo nuevo”.
El Seminario de Lengua les dice a las familias“A la vez que el niño lee podéis ayudarle a mejorar la expresión oral. Por ejemplo, después de haber terminado de leer un libro, podéis preguntarle qué le ha parecido, cuáles son sus personajes, de qué trata, a quién se lo recomendaría. Podéis dialogar con él e iniciarle en el comentario crítico”.
El Seminario de Geografía e Historia aconseja lo siguiente:“Aprovechad las vacaciones de verano para que ellos tracen el itinerario hasta llegar al lugar de destino. Conviene que señalen en el mapa las provincias que atraviesan y se interesen por los motivos de los cambios en el paisaje”.
El Departamento de actividades dijo, entre otras cosas, lo siguiente:“No conviene considerar las actividades paralelas (había más de 50) como un simple adorno, como una forma de llenar el tiempo o como un premio que recompense el éxito obtenido en las materias regladas. Tienen entidad educativa propia”.
Luego les pedimos a los padres y a las madres que contestasen por escrito a todas aquellas demandas. Que escribiesen lo que nos pedían a nosotros, lo que deseaban y lo que nos aconsejaban. Y que lo hiciesen siguiendo la estructura del documento que les habíamos enviado. La respuesta no fue tan completa como deseábamos y quedaron algunas instancias en las que no se hizo realidad el “tú me escribes”. La iniciativa sirvió para avivar la reflexión, el diálogo y la colaboración.
QUERIDO AMIGO Y MAESTRO MIGUEL-ÁNGEL:
Un saludo cordialísimo para ti; para Carla y Lourdes; y para tus lectores y lectoras.
El artículo que nos brindas hoy aporta orientaciones e informaciones muy sugerentes y certeras.
Te felicito por el acierto de los títulos de los libros en el que se recogieron los resultados de las dos investigaciones que describes en los primeros párrafos del artículo, y del documento del Colegio La Vega de Madrid, que tomas como título de tu escrito de hoy e invita a la comunicación bidireccional: «Yo te escribo, tú me escribes», cuyo propósito viene a ser: «tú me escribes, yo te escribo.»
Con buen criterio, nos comentas que es bueno plasmar por escrito ideas, ocurrencias, propuestas, vivencias…Yo les digo a mis alumnos y alumnas que escribir (utilizando el formato de un diario, un cuaderno, cartas, etc.) posee efectos terapéuticos para el escritor. Y he decir que más de uno de ellos ejecutaron la tarea y se beneficiaron de la catarsis que origina el ejercicio de la escritura.
-Termino: Quiero agradecerte públicamente la oportunidad que me ofreciste para participar en el grupo de estudio de la participación de las familias de alumnos y alumnas inmigrantes en cinco centros escolares de Málaga y provincia. Con mi traslado a Valladolid, no pude culminar mi propósito y contribuir con una modesta aportación. Pero me abriste horizontes nuevos, me permitiste conocer a los/las excelentes profesionales del grupo, me abriste de par en par las puertas de tu Facultad y de la UMA…Muchas gracias, Miguel-Ángel.
Ojalá que la normativa y la actitud del profesorado y de las familias permitan transitar por los cauces de la participación como sectores y partes que conforman la rica y variada comunidad educativa. No cabe duda que el concurso o participación de todos ellos contribuyen al éxito académico y a la madurez humana del alumnado. Y, además, supone un verdadero ejercicio democrático, pues la educación es cosa de todos y cada uno tiene su parte de responsabilidad.
¡Feliz fin de semana a todos y a todas!
Querido Carlos:
Mr acuerdo muy bien de tu participación en aquella investigación.
Tengo que agradecer ese tiempo que, de forma completamente generosa y gratuita, entregaste p<ra hacer posible aquellas tareas.
"La escuela sin muros", es un libro también tuyo. Ese tipo de investigaciones solo se pueden llevar a cabo de forma colegiada.
Gracias también por este estupendo comentario. Nunca escribes en vano.
Sé de tu compromiso con la formación de los alumnos y las alumnas. Les enseñas a amar la lectura y a escribir.
Qué suerte la de tus alumnos al tenerte como profesor.
Saludos a tus familias (en plural).
Un gran abrazo.
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PD: He visto la hora en la que has escrito (o enviado) el comentario. ¿Es que no duermes?
QUERIDO MIGUEL-ÁNGEL:
Un saludo y gracias por tus palabras y por hacerme partícipe del documento y del libro generados a partir de la investigación y estudio referidos.
-El motivo de escribirte a esas horas intempestivas obedece al desvelo que he sufrido durante la noche. Como mi primera actividad del sábado es leer tu artículo, gracias a ello, mi despertar ha sido más llevadero.
-Transmito con mucho gusto vuestros saludos entrañables a «mis» familias…
Abrazos y buen fin de semana.
Con afecto y gratitud, Carlos Arconada.
Querido Carlos:
Me gustaba tener en el grpo de investigación profesores y profesoras que no fueran de la academia. El diálogo entre ambos siempre resultaba enriquecedor.
GRACIAS DE NUEVO POR TU GENEROSA PARTICIPACIÓN.
Duerme mucho y bien.
Un abrazo.
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Querido Carlos:
Cuando fui Director del Departamento de Didáctica contratamos 19 profesores asociados que estaban en la práctica. Eran una corriente de aire fresco y de aproximación a la práctica pedagógica.
Trabajaron dos años con excelentes evaluaciones de los alumnos/as.
El rector los echó a todos. Escribí un artículo en Cuadernos de Pedagogía titulado EL PUENTE DINAMITADO.
Una pena.
Un abrazo.
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Querido Maestro!
¡Que entidad más viva es la escuela!
Unida a la familia hacen un núcleo de estímulos gratificantes que enorgullece y empuja el crecimiento del ser humano.
Que bello lo que nos cuenta y su labor trabajando 30 años es inmensa.
Y como ser cambiante y próspero le hace falta ayuda para que el educando encuentre una buena salida en todos los ámbitos.
¡Siempre he amado a la institución a la escuela!
Y eso se trasmite y quiero trasmitirselo ahora a mis nietos. Que sus padres colaboren en mejorar este precioso lugar y formen personas humanas y queridas por el entorno.
¡Que gusto eso de escribir lo que se siente!
Es la mejor manera de plasmar afectos, sentimientos, puntos de vista, sitios de encuentros.
Sentirse pleno y lleno de nostalgia hacia la escuela que ha sido y es mi motivo y mi aliciente de vida.
Gracias por recordarme lo de esta manera, tu escribes, yo escribo.
Sin más me despido de todos con un afectuoso abrazo.
Hasta la próxima.
Querida Loly:
Me alegra mucho tenerte cada semana como una de las primeras comentaristas del artículo.
Tienes mucho mérito.
Ahora vives la escuela desde tu condición de abuela. Es una perspectiva singular e interesante.
Haces bien en reconoce la importancia de esa estrecha colaboración que tienen que tener la familia y la escuela.
Ahora estamos con un problema sobre esa cuestión: me refiero al PIN parental. Probablemente escriba la próxima semana sobre este espinoso tema.
Besos.
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Hola Miguel Ángel.
Ya sé que estoy últimamente poco activo, pero una operadora de telefonía está haciendo conmigo lo que le da la gana y llevo sin Internet en casa desde el 14 de diciembre (y luchar contra estos adversarios resulta casi imposible, a pesar de que uno sea cliente desde hace más de 27 años).
Aunque sigo leyéndote cada semana por el móvil me da mucha pereza contestarte por este medio. Me resulta engorroso escribir en unas teclas tan pequeñas cuando uno tiene los dedos tan grandes.
Sólo quería intervenir en este comentario a colación de que tu artículo de esta semana trata en cierta medida de algo que está en el debate de los medios: el pin parental. Supongo que la semana que viene este tema pueda ser el que trates en tu comentario semanal. Tú abogas por la participación de la familia en la escuela y en la educación de sus hijos e hijas, pero ¿hasta que punto?
Un abrazo.
P.D. Sé que estuviste en Ceuta y que un amigo te dio recuerdos mios.
Querido Juan Carlos:
Sé de esos problemas con las empresas de telefonía. Yo tengo un buen contencioso con Jazztel, queme ha pasado una factura de 371 euros hace dos meses. Un robo…
Sabes que me gusta contar con tus opiniones porque están hechas siempre desde dentro, con lucidez y compromiso con la causa de la educación. Son imprescindibles visiones como la tuya.
Me has adivinado. La próxima semana quería dedicar el tema al pin parental, aunque estos temas locales queden lejos de los intereses de lectores de otros países. Hay tela que cortar. Lo titularé (creo): MALHADADO PIN PARENTAL. Ya te imaginas que estoy en contra.
Efectivamente, me dieron saludos para ti, que pensaba trasmitirte por este medio. Están dados. Viví allí una preciosa experiencia.
Un gran abrazo.
Y gracias por escribir con dedos gordos entecas diminutas.
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La iniciativa me parece estupenda. Creo que la vamos a poner en marcha en nuestra escuela.
No cuesta nada. Solo hace falta pensar y dedicar un tiempo a escribir, a leer y a dialogar.
Me parece un excelente y práctico medio de alimentar la comunicación, el diálogo, la reflexión y el encuentro.
Ya daré cuenta en el blog del resultado que hemos obtenido con la iniciativa.
De momento, gracias por compartirla.
Querida María:
Sería estupendo saber qué pasa con la puesta en práctica de la iniciativa en tu escuela. Cada institución se parece a las demás por algunas cosas y es radicalmente diferente por otras.
Me alegra saber que la iniciativa te ha parecido interesante y que la vais a poner en marcha.
No hay mayor satisfacción para un autor que ver que sus ideas le sirven a los demás.
Aunque esta experiencia no se hace en un día espero que nos cuentes cómo te ha ido.
Besos y gracias.
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Una iniciativa interesante ya que puede participar en ella todo el mundo. Por parte de la escuela y por parte de las familias.
Ya sé que no todas las personas tienen igual implicación y que a algunos no se le puede pedir nada que se salga de las estrictas obligaciones.
Pero está claro que el resultado beneficiará el funcionamiento de la escuela, ya que los padres y las madres pueden ayudar mucho o fastidiar mucho, De esta forma se abre un camino estupendo de comunicación y de intercambio de ideas.
Saludos.
Estimados Manuel:
Estas iniciativas son acogidas con entusiasmo por los más comprometidos, las ven con indiferencia otros y algunas traen de descalificarlas antes de hacerlas. Las excusas son múltiples: no lo van a leer, van a hacer lo que les de la gana, no les importa nada más que su hijo, son unos pasotas, algunos se van a molestar, no valdrá para nada, yo no quiero más trabajo, es perder el tiempo…
Me gusta decir que no hay mayor venganza sobre nuestros enemigos que la de que nos vena felices.
Gracias por escribir.
Un cordial saludo.
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La idea me ha parecido estupenda.
No sé si los docentes estarán dispuestos a dedicar mucho tiempo a mejorar esta faceta de la relación familia y escuela. He visto a algunos profesores que ven amenazadora la presencia de los padres y de las madres y que no quieren que estén por la escuela incordiando y criticando.
He visto que muchos no los consideran sus aliados sino sus críticos y sus jueces. Por eso si están lejos, mejor. Es triste pero es así. Me lo dice la experiencia.
Estimado Juan Antonio:
Conozco también algunos casos de los que hablas.
Es lamentable, pero hay que reconocer que existen.
Habría que trabajar con esos profesionales para hacerles ver que la escuela necesita a la familia para hacer bien su trabajo:
– necesitamos que nos digan cómo son sus hijos
– necesitamos que nos apoyen en las casas
– necesitamos que trabajen en la misma dirección que nosotros
– necesitamos que nos informen de los resultados que tiene nuestra actividad
Ahora se está produciendo, por contra, una mala reacción de las familias respecto a lo que hacemos docentes en las aulas y en las escuelas. Me refiero al PIN parental o al VETO parental. Voy a escribir el próximo sábado sobre esa cuestión.
No parece muy razonable que unos padres machistas EXIJAN que sus hijos lo sigan siendo…
Un abrazo y gracias.
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Saludos apreciado Dr. Santos y a todos los lectores y comentaristas
Me parece muy cierto lo que dice al inicio del artículo “Siempre he considerado de gran importancia la participación de las familias en el funcionamiento de los centros escolares”. Al respecto, hay un texto en la revista de educación, de su autoría, con fecha de 2010, que acabo de leer la semana pasada y tiene por título: “Una pretensión problemática: educar para los valores y preparar para la vida”. En el cual justamente aborda problemáticas, retos que se esperan de los estudiantes y sin duda, es deseable que la familia tenga mayor participación para ayudarles a pasar de una mentalidad ingenua a una mentalidad crítica, como proponía incesantemente Paulo Freire (Santos, 2010). También habla de los efectos secundarios, entendidos como aquellos valores que se provocan y cultivan sin proponérselo.
Cuando en los modos de comportarse de educativos, de la familia, sociales, laborales, las practicas se alejan de la solidaridad, de la tolerancia, de la cooperación…se torna difícil convencer a los alumnos, a las alumnas y a los colegas de modificar para mejorar (Santos, 2010). “Discursos sin que se mejoren las actitudes y las prácticas resultan un cambio intrascendente” (Santos, 2010, p. 34 – 35).
En la escuela o en la familia se transmite un caudal de conocimientos y de pautas culturales, aunque si se hace, sin sometimiento a la crítica y al compromiso de la mejora, será imposible hacer en ella una tarea auténticamente formativa. Incluso me acuerdo mucho del triángulo. Gracias Dr. estupendos artículos, escritos y análisis de los mismos, para mejorar las prácticas.
Querida Lourdes:
No sabes cuánto me ha alegrado verte de nuevo por El Adarve con este estupendo comentario en el que veo que no te has limitado a la lectura del artículo de la semana sino que has leído un artículo mucho más largo publicado hace ahora diez años.
Me alegro haberte recuperado no solo para la lectura sino para la escritura en el blog. Aquí también se cumple el «Yo te escribo, tú me escribes».
Te agradezco también en nombre de todos los lectores y lectoras tus aportaciones.
También se produce un enriquecimiento cultural porque, al escribir desde México, siempre hay peculiaridades que no existen en otros países.
Espero que tengamos ahora otra hermosa etapa de cooperación.
Besos y gracias.
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Saludos Dr.
Usted sabe que cada uno de sus artículos me genera más curiosidad, me arranca una sonrisa, amplía mi bagaje, me hace recordar una experiencia, surgen otras interrogantes u otras vertientes de conocimiento, me parece que es Usted muy sabio, se lo digo de verdad. Y sabe que no creo que me pierda porque cada frase que comparte es muy valorada, y me parece es necesaria, no solo importante, sino necesaria tenerla presente en el actuar. En el congreso en Chihuahua, me tenía al filo del asiento, sentía que no podía perder una sola de las experiencias, vida real, soluciones que invita a analizar y que articula de una manera sencilla, con valor en síntesis y análisis y además suma la teoría y la aborda con distintas perspectivas desde la educación, la familia, los estudiantes, los académicos, los directivos y soluciones para la sociedad en general. Son metas alcanzables. Para mi es muy grato conocer el blog, hacer la lectura de cada una de las aportaciones de los demás comentaristas. Dr. Santos, es Usted es muy preciado por su trato, por sus aportaciones y por su conocimiento. Muchas gracias, Dr.
Querida Lourdes:
Tus palabras tan generosas nacen más de la bondad de tu corazón que de mis méritos. MUCHAS GRACIAS.
He leído tu correo y resulta casi increíble lo que me cuentas.
Bienvenida de nuevo al blog.
Besos.
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Siempre respondo a los correos. No he recibido nada vuestro.
Correo: arrebol@uma.es
Muy buenas Maestro!
Después de leer este genial artículo solo me nace decir: Leer, pensar, Soñar, Agradecer y…Actuar!!
Es una experiencia referente y contagiosa para nuestros centros
Te lo agradecemos poniendolo en practica. Gtacias ppr mandarnos «deberes» tan apasionantes Un fuerte abrazo Magister.
Querido tocayo:
¿Hay quien puede dar más en un comentario breve?
– Valoración positiva del texto.
– Compromiso con la acción.
– Agradecimiento emotivo.
– Difusión de las ideas.
– Y hablar de «deberes» apasionantes.
Solo tengo palabras de agradecimiento para quien lee con tanto provecho.
Un abrazo para ti y para Gema.
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Apreciado Miguel Ángel
Nos conocimos en Colombia en la Universidad de la Sabana. Por cambio de movil perdí tu contacto y me interesa que nos podamos comunicar nuevamente.
Feliz resto de semana
Querida Sandra:
Te escribo a tu correo para darte el mío y un teléfono de contacto.
Besos.
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Buenas tardes Miguel Ángel, la participación de las familias en la escuela es una necesidad muy importante dentro del sistema educativo, creo su valor es determinante tanto para los resultados escolares como para generar sociedades más democráticas. Sin embargo, y aquí estoy de acuerdo con usted, y es que algunas leyes educativas como la LOMCE han reducido la importancia de las familias en algunos órganos educativos como el Consejo Escolar, incluso han influido en una mayor individualización de participación por parte de los padres en las etapas educativas de sus hijos, y es muy triste, ya que considero que la escuela sólo será exitosa si cuenta con el apoyo y la ayuda de los familiares de sus alumnos.
También es cierto que muchos docentes consideran inoportuna la participación de los padres en la educación de sus hijos, creyéndose así los únicos educadores de sus alumnos.
Espero que tu escrito llegue muy lejos y sean capaces muchos docentes de adoptar tu idea en su profesión y en su día a día.
Un saludo y muchas gracias por compartir estas cosas.
Querida María José:
Muchas gracias por tomarte las molestias de leer el artículo y por hacerme llegar tu valoración
Creo que tu estupendo comentario ayudará a quienes lo lean a abrir la mente para aprender de aquello que nos pasa.
Besos y gracias.
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