Creo que la Universidad debe ser un faro moral para la sociedad. Primero porque es un lugar donde se cultiva el pensamiento y la investigación, donde se busca la verdad. Segundo porque, como institución formadora, debe encarnar los valores en sus estructuras, en sus dinámicas y en los comportamientos de sus integrantes. Y tercero porque debe mantener una elemental coherencia entre lo que dice y lo que hace.
La política (los políticos) también deben ser un faro que alumbre a los navegantes ya que, en una democracia, los elegidos por el pueblo para gestionar el bien público tienen la obligación de constituirse en ejemplo permanente de ciudadanía.
Por eso cuesta creer lo que ha sucedido en la Universidad Rey Juan Carlos y en la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Lo que comenzó siendo una sospecha de corrupción política acabó destapando la corrupción académica. O, lo que es peor, la corrupción académica puesta al servicio de la corrupción política. A mí me parece tremendo que la Universidad albergue comportamientos de esa naturaleza al servicio del poder. Para los lectores de fuera de España (aquí estamos todos saturados del conflicto) contaré someramente los hechos.
A la presidenta de la Comunidad de Madrid (Partido Popular) se le acusa en un periódico de haber conseguido fraudulentamente un título de Máster de la Universidad Rey Juan Carlos. Las acusaciones son, fundamentalmente cinco: se matricula meses después de haberse iniciado el máster (fuera de plazo), no asiste a las clases a pesar de tratarse de un máster presencial, se cambian dos calificaciones de No Presentada por dos Notables, obtiene sobresaliente en asignaturas que ya habían desaparecido del curriculum y se “reconstruye” en su beneficio el acta de evaluación de la defensa del Trabajo Fin de Máster (TFM) con dos firmas falsificadas, según declaran la supuesta presidenta y la supuesta vocal de la Comisión que sostienen que nunca se ha celebrado ese acto. La firma que estampa en el documento “reconstruido” la supuesta secretaria se plasma también de forma fraudulenta ya que el citado examen no existió.
El concepto de “reconstrucción” de un documento que no aparece (que no existe) es también llamativo e indecente. Se debe hablar, más bien, de invención o de creación de un documento. De falsificación.
El TFM no aparece por ninguna parte: ni lo conserva la estudiante ni la Universidad (el Director de Máster dice que según normativa interna solo es necesario mantener los trabajos durante dos años). Ni la estudiante ni ningún profesor dicen de qué trataba. La presidenta de la comunidad de Madrid dice que no asistía a las clases porque los profesores la exoneraban de hacerlo a cambio de la realización de trabajos. Pero tampoco esos trabajos aparecen por ningún sitio.
El Director del Máster dice que el Rector le insta (¿le sugiere?.¿le propone?, ¿le impone?…) que “reconstruya” el acta. El Rector niega tajantemente que esa presión se haya producido. En cualquier caso, si se le estaba pidiendo hacer algo ilegal, el Director del Máster debió negarse de forma tajante.
Los estudiantes asisten perplejos e indignados al triste e injusto espectáculo. He oído varias declaraciones de estudiantes de esa universidad, interrogados por periodistas, que dicen cosas muy sensatas y comprensibles: ¿por qué a mí no me permitieron hacer la matrícula fuera de plazo?, ¿por qué a mí me obligan a asistir a las clases?, ¿por qué yo tengo que realizar exámenes…?, ¿por qué no defienden mis intereses el Rector y el Director del Máster, ¿por qué no me regalan los títulos?… Cuántos agravios.
Se pone en cuestión el nivel de exigencia de esta Universidad al expedir los títulos, el rigor para superar los controles de conocimiento, la falta de cumplimiento de la norma de presencia en las clases, la falsificación de firmas, la firma fraudulenta, la existencia de un mercado de titulaciones, las mentiras a granel, la acusación de presión al Rector por parte del Director del Master o la presión del Rector, si es que la hubo.
El problema añadido es que todas las irregularidades se ponen al servicio del poder. La Universidad concede un título a la autoridad de quien depende. Dudo de que el proceder hubiera sido el mismo si la alumna hubiera sido una persona anónima y no la presidenta de la Comunidad en la que está enclavada.
Un escándalo.
Un escándalo en una institución que debe ser un ejemplo de moralidad. Y más, a mi juicio, en una Universidad pública. Estoy convencido de que en esa Universidad habrá profesores ejemplares, autoridades honestas y alumnos esforzados. Estos comportamientos, por contra, son vergonzosos.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, de forma inaudita, descarga toda la responsabilidad del caso en la Universidad. ¿Qué le importa que la Universidad se hunda si ella se salva? Como Poncio Pilatos se lava las manos afirmando que dice la verdad. Me parece un ejercicio de cinismo insuperable. Ella, que ha sido beneficiaria de todas las irregularidades, debería reconocer al menos que ha tenido un trato de favor. Y debería admitir su participación en el fraude: matricularse fuera de plazo, no asistir a un máster de clases presenciales, no disponer de ningún trabajo realizado, no encontrar el TFM… Y probar de alguna manera que asistió a un acto que niegan que se haya celebrado dos firmantes de un acta que ella exhibe como prueba incontestable…
No sé lo que puede pasar por la mente de una autoridad política que enarbola como prueba fehaciente de que hizo el trabajo un acta falsa. ¿Es que cree que todos somos imbéciles? El que se considere lista no le confiere el derecho de tratarnos como tontos a los demás. ¿Qué interés pueden tener unos profesores en negar que se hizo un examen? Pero ella sí tiene unos claros intereses en decir que lo hizo y que duró un cuarto de hora (lo que suelen durar estas evasluaciones).
El partido, redoblando el cinismo, la aplaude y apoya en la convención que se celebra estos días en Sevilla. He sentido vergüenza al ver cómo aclaman sin reparos a una sospechosa a la que asedian los testimonios (evidentísimos para cualquier espectador imparcial) de un gravísimo fraude.
¿Qué es lo que aplauden los militantes del PP cuando en su Congreso de Sevilla se ponen de pie para aclamar a la señora Cristina Cifuentes? ¿Aplauden su gestión o haber conseguido un título sin realizar los trabajos y exámenes preceptivos? ¿Cómo pueden aplaudir a una persona que enarbola un acta de un examen que no hizo? ¿Quién mejor que ella puede saber que ese certificado es falso?
El Partido Socialista y Podemos deciden presentar una moción de censura y Ciudadanos, que lleva el banderín de la lucha contra la corrupción, inexplicablemente, no la suscribe alegando que quienes la presentan quieren repartirse los sillones. No, señor Rivera, no se puede decir con rigor que cuando otros hacen una moción de censura es para repartirse sillones y cuando la suscribe Ciudadanos es para denunciar la corrupción. Todos pueden buscar sillones (incluido usted) y todos pueden denunciar la corrupción (incluidos los adversarios). De lo contrario usted estará defendiendo la ética de aquella singular manera: “ética es aquello de lo que los demás carecen”.
El profesor de esa misma Universidad Salvador Perelló (militante del PSOE), que destapó el escándalo, dice que le llegaron en un sobre cerrado y anónimo informaciones sobre el fraude que se estaba cometiendo en el Máster. Y las entregó a un periódico. Por un burdo mecanismo intelectual se ha desatado la furia del Partido Popular contra él y le han llamado psicópata y conspirador. ¿No es su deber denunciar la corrupción? Ya se sabe: cuando el dedo señala la luna, el necio mira la mano.
Ciudadanos, que había pedido una comisión de investigación, no acepta la pretensión del PP de poner el foco de la misma en el denunciante en lugar de ponerlo en los hechos delictivos. Pide la dimisión de la Presidenta. Yo también.
Miguel Ángel, esta vez te has pasado de frenada ideológica.
Criticas con razón el escándalo que se ha destapado a cuenta del pseudomáster de Cifuentes, pero dejas en sospechoso silencio todos los demás muchísimos casos de currículos falsificados, que afectan a todo el espectro ideológico: desde el lejano y nunca bien ponderado Luis Roldán (PSOE) hasta los más cercanos de Juan Carlos Monedero (Podéis), Juan Merlo (En Marea-Podéis), Joana Ortega (PdeCat) , Elena Valenciano (PSOE), José Blanco (PSOE), Carme Chacón (q.e.p.d.)(PSOE), Bernat Soria (PSOE), Patxi López (PSOE), sin olvidar los casos de Juan Manuel Moreno (PP), Tomás Burgos (PP)… y así hasta un larguísimo etcétera. Algunos de ellos han sido ministros o presidentes del Congreso.
Pero los políticos no son una excepción. Se calcula que la cuarta parte de los españoles mienten, falsean o, al menos “adornan” su currículo. Yo creo que esta estimación se queda corta.
Por otra parte, la actitud de la Universidad española (autonomías incluidas), fomentando o, al menos, permitiendo que sus profesores regalen notas y títulos en la más absoluta impunidad es una auténtica vergüenza nacional. La casuística sería inabarcable.
Habría que tomar ejemplo de otros países más serios en los que una mentira pública o un plagio en una tesis (Karl Theodor zu Guttenberg) conducen a una dimisión fulminante.
Pero aquí no pasamos del “qué malos son los otros” o, como mucho del “y tú más”.
Estimado Antonio:
Desde el aeropuerto de Tuxtla (México) contesto a tu primer comentario, después de dos días agotadores.
Lo rescaté de la bandeja de spam. NO sé por qué motivo algunos comentarios se van a la papelera o a spam. Tanto des así que a veces miro por si acaso. pero agradezco que, cuando esto sucede (es decir, cuando no se vea el comentario enviado) me digáis que está enviado.
No. No creo que creo que hay “frenada ideológica”. Creo que están descritos los hechos con claridad. Y valorados con ecuanimidad.
¿Quién dice que no ha habido y que no hay otros muchos casos?
¿Quién dice que no hay otras Universidades (quizás la mía) que haya incurrido en estas prácticas?
Apoyo, por supuesto, la idea de imitar a quienes lo hacen de manera impecable.
Gracias por leerme y algunas más por escribir.
Cordiales saludos.
MAS
el “y tú más” es lo que usted usa en ese comentario, ¿no cree?
lo cortés no quita lo valiente 😉 saludos
¿Exactamente quién es el “tú más” que yo uso en mi comentario?
Gracias por la cortesía. Saludos
Primero quiero puntualizar que no lo dije con acritud; solo quería comentar que todos caemos en el “y tu más” pero no siempre lo usamos con mala intención.
En el primer “pero” de su comentario hay un ejemplo. Porque ya sabe lo que se dice de lo que va después de un pero 😉
Y tb. después del segundo “pero”:
“Pero los políticos no son una excepción. Se calcula que la cuarta parte de los españoles mienten, falsean o, al menos “adornan” su currículo. Yo creo que esta estimación se queda corta.”
Por otra parte, personalmente no veo tan grave el que haya falseado su currículo (que lo es), sino el que haya falseado el título (y en esto, de momento, no tenemos a nadie para el “y tu más”)…
… y que haya mentido varias veces para no reconocer la mentira, y que hayan mentido en la universidad para seguir tapando todo, y que su partido lo consienta y no vea nada malo en ello, y que su rebaño la aplauda en lugar de … en fin, que la mentira inicial es la menos grave ¿no cree?
Estimado Oki:
Ya sé que tu comentario está dirigido a otra persona. No me meto en vuestro debate. Solo quiero decirte que comparto íntegramente el último párrafo. Ahí están, a mi juicio, algunas claves de la gravedad del caso. r
Un abrazo y gracias.
MAS
Ya que nuestro anfitrión MAS se ha “tomado vela en nuestro entierro”, me gustaría hacer algunas precisiones:
– En ningún caso apruebo ni disculpo la conducta tanto de Cifuentes como de los responsables de la URJC, ni mucho menos la actitud del PP como cómplice del chanchullo.
– Estoy de acuerdo en que es más grave falsificar un título oficial que falsear o adornar un currículo. Con todo, es muy llamativa la carrera desenfrenada de un montón de políticos de todo pelaje para “deshacer los errores que se habían colado” en sus currículos oficiales.
– Estos días ha trascendido, con mucho menos eco mediático, otro par de casos de documentos falsificados, uno muy descarado para favorecer a la hija del que fuera Inspector Jefe de la Delegación de Educación de Sevilla, a la que se asignó a dedo una plaza de profesora sin cumplir ni uno solo de los requisitos para ello: http://www.elmundo.es/andalucia/2018/04/10/5acbbc4a468aeb73138b45c9.html ,
y otro que habría aportado la defensa del señor Griñán en el caso de los ERE:
http://sevilla.abc.es/andalucia/sevi-pp-denuncia-defensa-grinan-pudo-usar-documento-falso-junta-juicio-caso-201804171340_noticia.html
En ambos casos se trata de certificaciones oficiales expedidas por la Junta de Andalucía que implican uso fraudulento de dinero público. ¿Serían aceptables -ahora sí- como ejemplos del “y tú más”?
– En mi opinión, Cifuentes debería dimitir después de lo ocurrido. Su actitud es éticamente inadmisible en un cargo público. A ver si a partir de ahora cunde el ejemplo y medimos a todos por el mismo rasero.
Saludos
Estimado Antonio:
No. No he querido coger vela vuestro entierro. Y así lo digo. No me suelo meter en los debates bueno me interpelan a mí en el blog.
Los ejemplos que aportas de falsificaciones de la Junta son igualmente deplorables. ¿Qué más decir? Y porque haya otros casos en Cataluña o Extremadura no van tener menos gravedad los de Sevilla.
Saludos de nuevo.
MAS
Está visto que cada cual arrima el ascua a su sardina.
Yo sigo pensando que el caso Cifuentes es “especial” por lo bizarro del asunto y por la soberbia de los protagonistas, y por eso creo que es normal que lleve una difusión extra (esto que digo también es un “y tu más” de manual ¿no cree? ;))
Claro que hay casos de corrupción en todos los partidos mayoritarios, pero ¿cual es la necesidad de hacer una lista de casos?, ¿le resta o le añade gravedad al tema tratado?
Mi opinión es que la actitud de cada partido respecto a sus “ovejas negras” es lo que marca la diferencia. Pero es un tema complejo: la actitud de un partido deriva de la actitud de sus votantes (para bien y para mal… y no lo digo pensando solo en 1 partido concreto)
Creo que me fui por las ramas, disculpa
Estimado MAS, aprovecho para felicitarte por el blog.
Mi segundo comentario, al que tu respondes, es opinión y parte del debate, no una cuestión personal.
Estimado oki:
Gracias por las felicitaciones. Ya ves que el blog es de muchos lectores/as y comentaristas. Todo lo aprendemos entre todos.
Me dice el Director del periódico que por cada comentario escrito se calcula que haya mil lectores/as. Es de agradecer la atención que prestan tantas personas a la rutina de escribir cada semana.
Un cordial saludo.
MAS
Ampliación de la respuesta: lo que yo criticaba del artículo del profesor Santos es que pusiera el foco -con contundencia, no agresividad- en un caso particular (Cifuentes) y en una universidad (la Rey Juan Carlos) en el contexto de lo que parece una campaña orquestada de lucha por el poder de la Comunidad de Madrid. No digo ni creo que MAS forme parte de la orquesta, pero suena con la misma melodía. Muy fuera de mi intención defender en este asunto a Cifuentes, cuya actitud me parece inaceptable; simplemente intentaba poner de manifiesto que no se trata de un caso aislado y que asuntos de corrupción mucho más graves: haberlos, haylos. Si se me ha interpretado de otra forma, debo de haberme expresado torpemente.
Más saludos
Estimado/a Oki:
De ninguna manera percibí acritud en su comentario, más bien cortesía y buena educación (lo cortés no quita lo valiente). Espero no haber trasmitido acritud yo, pues tampoco era mi intención.
Estoy de acuerdo con su apreciación de que “cada uno arrima el ascua a su sardina”. Tampoco creo que tengamos un gran desacuerdo de fondo en el asunto Cifuentes: ya he perdido la cuenta de las veces que he manifestado mi rechazo a su actitud, a la de los responsables de la URJC y a la parte del PP que ha cerrado filas en su defensa.
Donde discrepo, tanto de MAS como de usted, es en la trascendencia relativa que se ha dado una mentira (que no ha causado perjuicio más que a la mentirosa) en relación a otros casos que han supuesto un quebranto de millones de euros salidos de nuestros bolsillos. El caso Cifuentes y la recta final del juicio de los ERE han ocurrido simultáneamente y el tratamiento de uno y otro no ha podido ser más desigual.
Me despido diciéndole, como a nuestro común anfitrión, que por mi parte (tal vez por ambas) creo haber agotado el tema. Ya no queda sino repetirnos. En cualquier caso, ha sido un placer debatir con usted.
Reciba mi más cordial saludo
P.D.
Una curiosidad lingüística: ¿Qué tiene de bizarro (‘audaz, valiente’) el “affaire” Cifuentes?
Sr. Antonio, ya en mi primer comentario sabía que estábamos de acuerdo en lo fundamental del caso, porque ya lo dijo al principio de su primer comentario y no tenía motivos para dudarlo (ni tengo).
Parece que la discrepancia está en que usted considera injusto que siempre se hable del mismo partido (o con más insistencia en sus casos) como si otros no estuvieran haciendo lo mismo o parecido.
El asunto de este hilo del debate es eso mismo, que usted cuestionaba un “y tu más” lanzando un “y tú también”. Es algo que me hace gracia, no ya de ahora ni de usted, y quise señalarlo para abrir debate.
Y por otro lado, la cuestión de la pertinencia de señalarlo en este blog… yo creo que aunque solo sea por su raíz en la pedagogía/educación, es normal señalar un tema de actualidad que está afectando a la universidad pública.
Estoy seguro de que casi todos estamos indignados con lo hecho por Cifuentes, o yo quiero creer que la mayoría. También está claro que hay casos más despreciables y graves. Y también que muchos de estos casos salen a la luz por enfrentamientos/intereses políticos y no porque esos denunciantes piensen mucho en el bien público. Todo esto en ambos “bandos”.
La trascendencia del asunto Cifuentes se la dio la propia Cifuentes. Luego la universidad le dió el toque bizarro al asunto, mintiendo en público para tapar un asunto que en principio hubiera sido una cosa menor. Mientras, el silencio del partido (y de “otro” que anda por ahí tb.). Y para rematar los aplausos de muchos simpatizantes hacen dudar de muchas cosas (que mejor no debatir aquí).
P.D. Mi uso del adjetivo ‘bizarro’ fue con el significado de ‘extravagante’. Ahora veo que aun no lo reconoce la RAE, pero en la práctica ya somos muchos los que le damos este significado, parece que por influencia del inglés o francés. Gracias igual por el dato, siempre es bueno saber 😉
Faros sin luz hay muchos. Tu nos has mostrado dos que deberían indicar el camino a seguir en la buena dirección para no encallar.
Pero es curiosos que, siguiendo con el simil de la luz, el foco de la información o de la ac tualidad se dirija hacia un lugar u otro según los intereses, políticos, económicos, publicitarios,… En la actualidad se están hablando del caso ERE en Andalucía y los medios de comunicación lo tratan en un segundo plano cuando se ha malversado millones de euros, no paran de hablar de Carles Puigdemont, si es o no un preso político, cuando la antigua CiU ha malversado millones de euros igualmente… Lo de esta señora me parece vergonzoso, ¿pero eso es lo que más debe preocupar a este pais?
En la cárcel conviven falsificadores, violadores, ladrones, asesinos,… ¿Y cuál de ellos es peor? ¿Todos los ladrones son iguales? ¿Qué debemos penalizar el hecho de robar o cuanto se roba?
En esta ocasión me ha tocado ser abogado del diablo….
Saludos y abrazos repartidos…
Estimado Juan Carlos:
Bienvenidas esas preguntas y muchas otras más que se puedan formular. Todas nos pueden ayudar a pensar. No se puede hablar de todo a la vez. ¿Por qué se habla más de unos hechos que de otros? Cuando un fenómeno de corrupción estalla en las televisiones o en las redes o en la prensa, parece que quien no lo comenta está fuera de juego.También puede haber intereses, claro que sí. Personas o entidades que prefieren que unos temas están en primer plano y otros en la penumbra.
Pero ese hecho no nos puede llevar a la decisión de no hablar de nada, de no denunciar un hecho indecente. Que haya otros más graves o que haya otros en mayor número no significa que ESE que se aborda no tenga importancia.
No es fácil hacer una clasificación, aunque sí se puede afirmar que unos hechos son más graves que otros.
¿Cómo no denunciar el caso de los ERE que se genera y desarrolla en un momento de crisis económica, un caso tan grave y tan reiterado y tan negado y tan callado…?
Si me preguntases por qué he decidido dedicar la reflexión de esta semana al caso Cifuentes te día que por la implicación de la Universidad.
Gracias por las preguntas y por estar siempre ahí.
Un abrazo.
MAS
Completamente de acuerdo con Juan Carlos. Los focos no parecen estar demasiado bien “enfocados”. Unos casos se magnifican mientras (¿o para) que otros mucho más trascendentes permanezcan en penumbra. A algunos les parece mucho más grave recibir como regalo un par de trajes (caso Camps) que malversar, cuando no embolsarse directamente, centenares de millones de euros. El caso de los ERE y los cursos de formación de Andalucía compiten con el caso Palau y tres por ciento de Cataluña en cantidades astronómicas de euros robados o malversados.
Sin embargo, El Adarve prefiere poner el foco, yo diría que con una agresividad exagerada, en el mastergate de Cifuentes, dejando en penumbra todo lo demás.
Respondiendo a la pregunta de Juan Carlos sobre si todos los ladrones son iguales, yo creo que es mucho peor el que roba unos pocos centenares de euros de su subsidio a un anciano que el que roba millones a una corporación. Pero claro, habría que estudiar caso por caso. En cualquier caso, aunque haya robos peores que otros, no los hay mejores. Aquí no caben relativismos, como decía aquel personaje de la película “Black Rain”: ROBAR ES ROBAR.
Para terminar, Dr. D. Miguel Ángel Santos Guerra, ¿pondría usted la mano en el fuego porque en su Universidad de Málaga no han ocurrido y ocurren casos semejantes? ¿Incluso en su propia Facultad de Ciencias de la Educación? Tenga cuidado, porque podría quemarse.
Por cierto, ya en tono más distendido, ¿no habrá por ahí en alguna papelera y fuera del foco un comentario que mandó un servidor esta mañana?
Compensen la acritud de algunas palabras la calidez de mis saludos más cordiales
Estimado Antonio:
Le he explicado a Juan Carlos el motivo que me ha llevado a dedicar el artículo de esta semana al caso Cifuentes. He sido muchos años profesor de Universidad y me ha tocado especialmente el comportamiento de algunos significados miembros de la institución. No he dicho este es el caso más grave o más importante de cuantos ha habido y voy a dedicar a él mis reflexiones. No.
No existe agresividad. Quizás contundencia.
El que hay o no casos similares en la Universidad de Málaga no le quita gravedad al asunto. ¿Qué tiene que ver?
Yo no pongo la mano en el fuego por nadie. Lo que sí digo es que lamentaría muchísimo que en mi Universidad se dieran casos similares.Desde luego que yo no los he conocido.
Saludos y gracias.
MAS
Querido Maestro!
Esta semana trata un tema que ha sido relatado en todos los medios de comunicación y que sentimos vergüenza ajena al escucharlo.
Cuanto descaro tiene la presidenta de la comunidad de Madrid!
Cuanta poca vergüenza de salir delante del público como si no hubiera hecho nada!
Como dice, somos buenos, pero no tontos!
Hay personas en todos los ámbitos que se creen los listos de turnos y se aprovechan de las personas que tienen dignidad.
“Nada es suficiente para los que demasiado es poco”.
Y así nos va la vida!
Estamos viviendo en un mundo sin valores. La honestidad,el respeto,la dignidad, el esfuerzo están siendo suplantado por los caraduras de turno con conceptos como traición, suplantación, ambición, trueque,manejo erróneo de poder….
No me gusta dejarle a mis nietos una sociedad tan injusta!
Lucharé por dar a conocer que lo que tiene que mover al mundo es la complicidad y los afectos.
Que no nos engañen más, que lo mejor de la vida,lo que mas te recompensa, es lo conseguido con esfuerzo
Espero que el final de este tenebroso cuento, caiga la bruja y la verdad aflore.
Encantada de estar de nuevo con todos!
Sin más me despido con un cariñoso saludo.
Querida Loly:
Se te echaba de menos por aquí.
Cada vez que veo las imágenes de la señora Cifuentes mostrando como prueba irrefutable de que dice la verdad un acta inventada y avalada por dos firmas suplantadas y por una firma falsa, me quedo más asombrado.
Y cada vez que las imágenes de los populares en Sevilla puestos en pie aplaudiendo no puedo sentir más rechazo.
Qué decir de algunos personajes de la Universidad Rey Juan Carlos… Me parece increíble.
Esto no puede quedar así. Han sucedido hechos muy graves en una democracia y en una Universidad.
Besos y gracias.
MAS
Yo también, pero como tengo poco que hacer en esa operación, como profesor de la Universidad Pública, me apetece decirte que siento:
– Siento repugnancia de que, en nuestra institución, todavía, haya, señores feudales, que consideran que el derecho a discípulas está vigente en el abuso de su libertad de cátedra. ¿Cómo puede arrogarse la autoridad de formar en Derecho una persona tan torcida? ¿Cómo puede esconder su cobardía argumentando algo sobre la pérdida de su prestigio? ¡No es irresponsabilidad, es inhumanidad! ¡Deseo que la justicia lo ajusticie!
– Siento miedo de unos virreyes (Rector, Equipo de Gobierno, CRUE, …) que son absolutos esclavos del poder y tiranos absolutos de la debilidad. ¿Cómo pueden decir que han hecho algo si se han lavado las manos? ¿Cuánta cobardía hay en su posición? ¡Para mí son igual de irresponsables! ¡Deseo que se quiten de en medio por inámemes!
– Siento vergüenza de la actitud hética de los profesores súbditos y los funcionarios cómplices. ¡Cómo quiénes no son capaces de gobernar su propio espacio vital, pueden estar formando a las gentes del futuro! ¡Son reproductores de condiscípulos! ¿Cómo podrán mirar a los ojos a quienes tengan delante en el futuro? ¿Qué esperamos que salga de ese engendro? ¡Deseo que encuentren otro lugar donde puedan vivir sin malgastar la vida de los demás!
– Siento desprecio por quienes mienten, por acción y por omisión (la alumna parlante y los silenciosos) que vilipendiando a quienes dicen servir, les esquilman sus legítimas opciones de ser, por mantener, a toda costa, un presente inmoral.
– Siento pena por la mayoría.
– …
He dudado si colgar esta opinión, pero me da fuerza para dejar algo parecido en mi ámbito
Un cuento fruto de la fantasía y la interesada imaginación del ideólogo rojo profesor Sáinz. Tanto los personajes como como los escenarios, incluidas las obras de arte o Trabajos Fin de Máster, son inventados, NADA QUE VER CON LA REALIDAD.
http://www.montilladigital.com/2018/04/aureliano-sainz-el-sacrificio-de.html
Abrazos.
La señora Cifuentes ha demostrado su falta de valores y su falta de elegancia. Si hubiese entonado el “mea culpa” cuando se publicó la noticia, habría quedado en mera anécdota, tan acostumbrados estamos en este país a la corrupción y los chanchullos, que el revuelo habría durado un día. Pero no, lejos de reconocerlo, culpa a la Universidad de ser la razón de su situación actual. Me parece una verdadera vergüenza para los alumnos que han de pagar sus tasas académicas por realizar cualquier master, que esta señora, dudo incluso que pagase las tasas, haya obtenido su título sin esfuerzo alguno. Pero sobre todo, me parece tremendo que nos intente hacer creer que es una víctima y todavía no haya dimitido.
AnaVillaescusa
Personalmente me parece muy bien que Miguel Ángel, como profesor universitario, se indigne y haya tratado el caso de la Sra. Cifuentes. Cuando uno habla de un caso de corrupción no tiene porque hablar de todos o de otros muchos. Lo que no se puede hablar es mal de uno y defender otros. Cosa que nunca ha hecho.
La Sra. Cifuentes está acabada ética y moralmente, lo mismo los profesores que han intervenido en tamaña injusticia contra todos los estudiantes que con esfuerzo consiguen sus títulos, y contra los profesores que actúan justamente.
ojalá estos hechos sirvan para dar un impulsa al bien hacer.i
Saludos a todos
Querido Joaquín:
Cuando faltas a esta cita semanal te echo de menos porque creo que tus comentarios son siempre sensatos y respetuosos.
Los hechos que han seguido desde que escribí el artículo me van cargando de razón. La señora Cifuentes “renuncia” a un master que no hizo y dice en una carta que la Universidad le envió un acta que consideró un argumento a su favor (¡¡¡sabiendo como nadie que no se había presentado al examen!!!). Por otra parte, el PP sigue sin reconocer la evidencia y pone el ventilador diciendo que también otros han falsificado el curriculum… No puedo creer todo lo que estoy viendo.
Un gran abrazo, querido amigo.
MAS
Hace demasiado tiempo que escuchamos la misma canción. Manzanas podridas, algún buen chico que ha salido rana, un caso excepcional, presuntos delincuentes que no pueden comprometer la buena fama de las instituciones, militantes sinvergüenzas que no pueden extender la sospecha a las siglas de los partidos, empresarios que se equivocan de buena fe, cargos públicos que son inocentes hasta que se demuestre lo contrario… En la era de la corrupción prosperan los mejores sentimientos, que cada cual aplica en exclusiva, eso sí, a sus propios compañeros. Cuanto más enterrados en el fango están, más calurosas son las ovaciones que reciben, más ditirámbicos los elogios a las instituciones que representan. La única excepción hasta ahora había sido la Sanidad pública que, pese al altísimo concepto que de ella tiene la mayor parte de la ciudadanía, recibe ataques sin cesar, campañas orquestadas contra la honradez del personal, contra la eficacia de los hospitales, contra las listas de espera, etcétera. Ahora parece que les ha tocado el turno a las universidades públicas, las que tienen los mejores profesores, las que otorgan los títulos más prestigiosos, las que reciben a los mejores alumnos, porque a las privadas, conviene recordarlo, solo van los estudiantes cuyas calificaciones no les permiten entrar en la pública. Si existe alguna institución que, a la luz de su trayectoria, merece la parábola de la manzana podrida, es precisamente la Universidad española. Pero nada sucede por casualidad. Porque si existen dos sectores públicos codiciados con ansiedad por los tiburones del capital privado son, en primer lugar, la Sanidad, y en segundo lugar, muy cerca, la Educación. Saquen ustedes sus propias conclusiones. (de A. Grandes hoy en el País)
Estimado Antonio Peña:
Me ha hecho pensar el enfoque de tu comentario. No es baladí la cuestión. Me parece bien esta llamada de atención sobre la privatización de sanidad y educación. La trampa es tremenda.
La corrupción en la Universidad me parece especialmente dañina ya que, como digo en el artículo, es una institución dedicada a la búsqueda de la verdad y, además, una institución oradora.
Un abrazo y gracias.
MAS
Hola a todas las personas,
Cuanto más conozco al ser humano más confuso estoy. El ser humano miente más que habla, y el que esté limpio que tire la primera piedra. Hay muchas formas sibilinas de mentir. Quizá haya algo de queja en ello en el poco mío de escribir por aquí. No es por problemas de salud, aunque dudo de todo, quizá merma mental, no así física. Gracias por preocuparte Sr. Guerra. Saludos al Sr. Del Pozo, díganle al Sr. del Pozo que comulgo con su visión del mundo, y si entramos en guerra le buscaré para llevarle en mi pelotón de fusileros; saludos al transitorio izquierdista Sr. Lema; y a todos los demás, os leo con cariño y devoción. No escribo más porque juzgo que tengo poco que contar. Y hablando de esto de mentir en lo valioso que somos, creo que tengo un poco de indulgencia con los demás. Ya ven, aún pienso que mi sobrenombre de Don Quintiliano me excede, pero me aguanto y lo llevo con resignación. A mí me cae bien Cristinilla Cifuentes, no por ser de derechas, sino porque tiene sangre en sus venas. Ha perdido 7 kilos en los últimos días, con lo canija que estaba ya, y todo por unas mentirillas de nada, anda mujer no te lo tomes tan así. Me cae bien, y punto. Pero no la voy a defender, ni la voy a atacar. Que ha sido mentirosilla en lo del máster. Bueno, va, no creo que mucho más que otros muchos que conozco. Que se puso medallas no merecidas, bueno va, quizá yo también. Y es que te lo pusieron a huevo, mujer, siendo la jefa, cómo te ibas a ir sin unas patatas de huerta. Creo que si a mí me llega a pasar, hubiese engordado 7 kilos en 3 semanas, perdón por mi petulancia. Yo hice un máster, para aprender, pero ni aprendí ni tengo el título. Era de un curso y lo hice en dos, para ir doblemente a clases. Era tan pobre el nivel de gran parte del profesorado que forzaron mi constancia en la asistencia para ver si encontraba algo útil. Mentía la publicidad del máster, no coincidía con la realidad. Hacía yo unas chapuzas por trabajos y me ponían un sobresaliente o matrícula, eso es mentir también. El tutor del TFM que me asignaron en máster no me aportaba nada, ni interés, ni sabiduría, ni preocupación, hice el TFM y no lo presenté. Pero recuerden todas son apreciaciones subjetivas mías. Cristinilla, yo tengo un TFM no presentado, si te sirve yo te lo puedo regalar. Ese título de ese nefasto máster que hice, me la repapinfla, con perdón. Yo soy campesino, y a mucha honra. A los títulos solo les encuentro la utilidad que la ley exige para determinada función, lo demás sobra.
Tengan un buen día.
Querido don Quintiliano:
No sabe usted la alegría que me da leerlo de nuevo por estos pagos. Hay veces que se siente uno solo ante el peligro, y conforta sentir la compañía del camarada que apunta el fusil en la misma dirección y que nos protege las espaldas. Ya sé que a veces hay pereza para mantener la posición -¿cómo no voy a saberlo,?-, pero, como diría un respetado camarada: “Hay que estar, aunque sea simplemente para hacer ver que uno sigue ahí” (le suena?).
Renovados y cordialísimos saludos
Un abrazo, Sr. Del Pozo. Y prefiero que me tutees, gracias.
Estimado Don Quintiliano:
Bueno, pues me alegro de que la causa de la prolongada ausencia no tenga que ver con la salud. Bienvenido de nuevo al campo de la opinión.
Una cosa es lo que valen realmente los masters, los títulos y los profesores y profesoras que los imparten y otra es una forma de proceder tramposa. Claro que hay incompetencia de algunos (¿muchos?) profesores y profesoras en la Universidad. Entiendo tu frustración: pagar, recibir poco o nada a cambio, presentar trabajos sin rigor y recibir calificaciones desproporcionadas… Pero otra cosa es lo que ha pasado aquí. No es una mentirijilla. No. Es falsificación de documento público, es trato de favor, es mentira sostenida, es falsificación de firmas, es poner la firma en un documento falso… Y, en cuanto al PP, es aplaudir y aclamar a quien ha sido protagonista de esos hechos inadmisibles en democracia. Yo no minimizaría lo que ha sucedido. Ni me consolaría diciendo que muchos otros mienten.
La carta que hoy a escrito la señora Cifuentes no soluciona el problema sino que lo agrava: renuncia a un título que consiguió de forma fraudulenta y echa toda la culpa a la Universidad…
Ya sé que hay muchas formas de mentir: que miente la publicidad, que mienten algunas calificaciones… Pero no creo que sea la mejor estrategia para avanzar decir que, como todo es mentira, por una mentira más que haya no pasa nada.
Yo no juzgo a Cristina Cifuentes. No. Juzgo solo unos hechos. Y lamento que se descalifique toda su trayectoria por estos hechos.Y lamento también su inevitable sufrimiento.
Un cordial saludo.
MAS
Hola de nuevo,
Con el debido respeto, Sr. Guerra. Siempre aprendí de ti la importancia del contexto. Hablo de ti, cuando tratas un asunto lo miras para arriba, para abajo, de lado, de soslayo, hasta debajo de la alfombra, algunas veces hasta le clavas el dedo a ver qué tiene por dentro. Comparas, citas, contextualizas al fin y al cabo. Admirable. Más que no te guste, aquí en el tratamiento del asunto, has descontextualizado. Has sacado el asunto del tiesto, digo del contexto. Te ha faltado la comparativa existencial en todo memento o momento escrito.
Me imagino a Cristinilla, rodeada de pelotas, diciéndole alguno de ellos, anda, ya que (el famoso “ya que”) eres la presidenta de la finca te regalo unas patatillas, están buenísimas, sabes. Y como en este país nadie a caballo regalado mira el diente, Cristinilla, va y le dice, pero tú te encargas hasta de freírmelas. Y claro, luego no sale todo como planeó el capataz o pelota del cortijo de Cristinilla, y he ahí el motivo o causa del rebote y la delgadez apresurada de la jefa. De ahí su obstinación en sentirse víctima. Es un decir o suposición.
Tengan un buen día.
Estimado Don Quintiliano:
Eso era hasta que estalló el escándalo. Un regalo de matricularse más tarde, otro regalo de no ir a clase, pero regalo de modificar una nota… Cristinilla, como dices, aceptó encantada. Pero ahora es otra cosa. Ahora enarbola un acta (falsa) y trata de decirnos que esa es la prueba de que dice la verdad. NO, señora Cristina, NO. Nos está engañando contra toda la lógica y la verdad. Porque ella sabe que no hizo y que no defendió el TFM.
Desde luego que el texto no se puede comprender sin el contexto. He hablado con lectores del artículo en este viaje que acabo de hacer a México y todos me dijeron que se entendía muy bien y que era muy claro que tanto la Universidad como la Presidenta habían actuado de manera indecente.
No digo que ella sea la única, no digo que solo el PP tenga casos de este tipo, no digo que solo ella mienta… No. Me pregunto de que otra forma (más contextualizada) podría haber hablado de este caso.
No eso de pensar cómo puedo ser más claro o más preciso o más justo en la escritura.
Y solo quienes me critican me ayudan descubrirlo.
Gracias, pues.
Saludos cordiales.
MAS
Estimado MAS:
Gracias, una vez más, por rescatarme de la papelera. He releído tu artículo con más sosiego y sigo pensando que está muy sesgado ideológicamente. Pero reconozco que también mis comentarios son el reflejo de mi forma de ver las cosas y creo que ambos estamos en nuestro derecho de manifestar nuestra opinión en estos asuntos que son de interés general.
Saludos cordiales, estés donde estés 😉
Estimado Antonio:
No entiendo por que´el artículo está “muy sesgado ideológicamente”. Es más, no sé lo que quieres decir con esa expresión. Se describen unos hechos y se manifiesta una opinión sobre ellos. ¿Dónde está el sesgo? Otra cosa es que me digas que, en lugar de esos hechos, podría haber elegido otros. ¿Te refieres a que analizo y critico comportamientos de una persona y de un partido de derechas? Si hubiera elegido un hecho de una persona y un partido de izquierdas, ¿estaría sesgado el artículo por ello? Creo que el sesgo debería detectarse en el análisis, no tanto en la elección. Ya he explicado por qué me he detenido en él. Y ha sido porque estaba afectada la Universidad, institución en la que trabajado media vida. No oculto mi filiación ideológica, pero eso no significa que haga (al menos en este caso) análisis cargados de sesgo ideológico. Creo yo.
Gracias por los comentarios. Ayudan a pensar.
Saludos cordiales.
MAS
Querido Miguel Ángel y queridos todos los aquí presentes, vosotras y vosotros seguidores de El Adarve y de la actualidad del mundo mundial:
Lo que voy a decir, no hace referencia a nadie que ya haya opinado aquí y ahora sobre el tema que nos ocupa. Hablo en general y como desahogo de las sensaciones que me produce. No es un único asunto sencillo. Son muchos y variados e igual de importantes para la higiene democrática, para la convivencia, para las instituciones, para los valores, para un sinfín de cuestiones que debieran ser el pan nuestro de la educación.
Yo, si me paro y pongo serio, cuanto más oigo y más leo sobre el asunto, más me entristezco, más me decepciono, más siento esa patada en el estómago capaz de dejarte por los suelos del optimismo.
Puedo ser la persona más ingenua del mundo, me gusta seguir pensando que todo el mundo es bueno, aunque algunos sea muy allá en el fondo. Pero os juro que si no lo veo no lo creo. Defender lo indefendible, mentir con tanto descaro, días y días. Es como cuando te cogen con el libro en el suelo, bajo tus pies, en un examen, y dices que se ha caído abierto justo por la hoja en la que aparece la respuesta a la pregunta número tres.
Ahora, todo se convierte en estrategia al servicio de los intereses políticos de cada partido y persona. La Universidad, el resto de alumnos y profesorado que nada tienen que ver con estos apaños, la corrupción de los que tienen poder del tipo que sea, la dignidad, ejemplaridad, coherencia y, sobre todo, LA VERDAD Y LA TRANSPARENCIA, eso es lo de menos. Ahora lo que importa es sacar tajada.
Todavía hay quien se pregunta, ¿cuál es el problema?, ¡no es para tanto!, ¡ni que fuera la primera vez!, ¡todos lo hacen!
Normalizamos la corrupción, el engaño, el sálvese quien pueda, el más para los que tienen más, el mundo es para los listos y pillos. Como dice Aureliano, esto es España.
Muy brevemente, Iñaki Gabilondo nos lo dice. Explica a quien tenga la sensibilidad de entender, no hace falta una inteligencia enorme ni cuatro másteres. Según su opinión, parece ser que el presidente de la Diputación de León no se encuentra en disposición de poder o querer entender CUÁL ES EL PROBLEMA.
https://elpais.com/elpais/2018/04/12/la_voz_de_inaki/1523515397_828514.html?id_externo_rsoc=TW_CM
Yo no soy nada valiente. Es fácil hablar. Ya sé que todos y todas tenemos familia o una vida que defender, y para eso hace falta un puesto de trabajo. Pero no hablamos de cualquier trabajo. Como dice Miguel Ángel, la ejemplaridad y la coherencia en este oficio de formar y educar son sí o sí. Comprendo el acojone y el cerrar la boca, pero no se lo pueden permitir. No si pretenden seguir dando clase con un mínimo de dignidad y vergüenza. ¿Qué les van a decir a su alumnado? ¿Con qué les van a argumentar y convencer? ¿Con que la vida es para listos?
No sé con pelos y señales lo que está ocurriendo a diario en esa y en otras universidades. Pero en la Rey Juan Carlos, profesorado y alumnado debieran estar en la puerta de la universidad defendiéndose y dando la mejor clase que en estos momentos pueden dar, exigiendo transparencia y reposición de su honradez e integridad. Y esto un día tras otro hasta obtener una respuesta aceptable. No hay medias tintas.
Abrazos.
Estimado José Antonio:
Completamente de acuerdo. Com-ple-ta-men-te.
Lo que me sorprende es que alguien no lo vea o no lo vea importante. En la Universidad y en la política. En la política y en la Universidad.
Trataré de escuchar la explicación que le da Inaki Gabilondo al presidente de la Diputación de León. Me la imagino. Lástima que no haya podido escucharla aquí.La buscaré en la red.
A medida que pasan los días y los hechos estoy más escandalizado.
– Negar la evidencia (Cifuentes)
– Atrincherarse en la mentira (Cifuentes)
– Justificar lo injustificable (Cifuentes)
– Recibir trato de favor (Cifuentes)
– Falsificar actas (URJC)
– Formar el acta de un examen no realizado (URJC)
– Presionar o amenazar (URJC)
– Cambiar notas en el expediente (URJC)
– Colocar formas falsas (URJC)
– Aplaudir la mentira (PP)
– Echar balones fuera (PP)
– No reconocer la evidencia (PP)
– Pretender poner el foco en el denunciante (PP)
Podríamos seguir. ¿Es poco? ¿Es intrascendente? ¿Es, amigo Don Quintiliano, solo una “mentirijilla”?
Cordiales saludos.
Y gracias.
MAS
Sr. Guerra has desmigajado todos y cada uno de los matices de cualquier acto antiético o alegal. Hasta del que llega tarde se podría hacer tan o más ponderable lista. No me creo que el ser humano, como especie, sea tan pulcro como reivindicas. Algo de saña desprenden las palabras que escribes, pues tratas a un humano como caso aislado, cuando sabes que ese comportamiento es propio e irrefutable de la misma especie a la que pertenecemos tú y yo. Voy a mejorarte, vale, me meto en el saco de los malos y a tí en el de los buenos; pero tus palabras, insisto, por ausencia del método comparativo de comportamiento, me resultan cuanto menos sorprendentes por negativas. Si en vez de ir en coche, viajase en burro, seguro que hacía menos daño a la humanidad, hablo de mí. Si nos ponemos en esa exigencia, habría que abrir expediente para expulsión con devolución de lo cobrado a ni se sabe que alto grado de funcionariado de todas las Administraciones públicas, inclusive la enseñanza. En el ámbito local de algunos pueblos de nuestra España no quedaba ni el tato. Unos por enchufe, otros por ineptos, otros por vagos, otros por corruptos. Entiendo que los hechos han de ser valorados y vilependiados en proporción al perjuicio del bien público que producen, ¿lo has considerado?. ¿Ha robado Cristinilla?, ¿Con su máster regalado o falso, de verdad crees que ha destruido el buen nombre de la universidad en España?. Yo, al menos, sigo teniendo idéntico concepto u opinión que antes de ocurrir estos hechos. ¿De verdad crees que Cristinilla es más mala que yo?. No lo creo. Hasta aquí llega mi intervención en este artículo, porque ya sé de antemano que podríamos seguir erre que erre durante casi infinito número de comentarios. Gracias por la paciencia, un cordial saludo.
Estimado Don Quintiliano:
Claro que es cierto lo que dices: situado el caso de tu Cristinilla y mi Cifuentes en el contexto de una corrupción generalizada es más comprensible o más disculpable. Sin embargo, yo creo que es peligroso utilizar ese atenuante.
No critico a la señora Cifuentes como persona, ni siquiera como Presidenta. Es más que probable que tenga muchos méritos y que en la globalidad de su historia sea mejor que yo, pero no se trata de eso.Se trata de que un mal comportamiento debe ser denunciado para que caminemos en la buena dirección y no hacia atrás. Creo que se puede y se debe mejorar (global e individualmente). Decir que no ha pasado nada, que no tienen importancia o que todo se justifica cuando el clima moral es malo, no nos permite mejorar.
Aunque sigamos dialogando no quiere decir que no aprendamos de lo que los otros escriben.
Saludos.
mAS
Lo de la vela en el entierro era, obviamente, una broma. En esta funeraria del Adarve, todos los entierros son tuyos. Somos los demás los que cogemos velas por nuestra cuenta (y disculpa lo fúnebre de la metáfora).
En lo demás, observo, como otras veces, que en el fondo no tenemos grandes desacuerdos. Únicamente solemos discrepar en el enfoque… ya sabes, el color del cristal con el que miramos la realidad.
Por lo demás, sigo creyendo que te has pasado en la contundencia, según tú. A mí me parece más bien ensañamiento. De nuevo los matices…
Estimado Antonio:
¿Ensañamiento? No, por Dios.
He descrito los hechos.
Acabo de oír decir a Cristina Cifuentes que a ella le mandó la Universidad un acta. ¿No sabía que era falsa?
Creo que es ella quien se está ensañando con la ciudadanía. Y el partido apoyándola y diciendo que dimitan otros. ¿Y yo me he ensañado?
Saludos.
MAS
“Yo voy a hacer lo que he hecho siempre, estaré a lo que mi partido diga. No veo motivo objetivo para la dimisión porque no hay imputación, ilegalidad o incumplimiento del acuerdo con Cs. No hay motivo más allá del interés de la izquierda en gobernar en Madrid y a Cs le interesa un cambio de gobierno” (Cristina Cifuentes).
“NO ME VOY. ME QUEDO. ME VOY A QUEDAR” (Cristina Cifuentes).
Por el tonillo, solo le faltó decir: y si os jode, mejor, más contenta me pongo.
Por sus palabras (a lo que mi partido diga), vemos que no es solo cosa suya su modo de dar respuesta a algo que debería ponernos los pelos de punta, sino de su partido. Y, por desgracia, esta forma de actuar tan incalificable llega a las instituciones vaciándolas de credibilidad, poniendo a todo el mundo bajo sospecha. Una pena.
¿CUÁL ES EL PROBLEMA? Iñaki, a ella tampoco se lo expliques. No porque no pueda entenderlo, que seguro que puede, sino porque se está haciendo la tonta y nos quiere hacer tontos a todos los demás.
Ah, perdón, una cosa más. A raíz de los acontecimientos, creo que Cristina Cifuentes debería reclamar lo pagado de matrícula por ingresos indebidos. Estoy preparándole un escrito/borrador. A ver cómo se lo hago llegar.
Tengan buena tarde.
¿Hacer trampas con un titulillo es nada menos que ensañarse con la ciudadanía? ¡Venga ya!
Ensañarse con la ciudadanía es robar centenares de millones de euros del dinero de todos, ensañarse con la ciudadanía es llevar a casa billetes “como para asar una vaca”, ensañarse con la ciudadanía es regar de millones a empresas de “hijos de” o de “cuñados de”.
Lo de Cifuentes a quien más daño ha hecho ha sido a ella misma y, de rebote, a su partido. Llamar a eso “ensañarse con la ciudadanía” sí es ensañamiento.
Ya me cansa este debate. Intentaré no seguir dando martillazos en el mismo clavo.
Tengan ustedes buena noche.
Ensañarse con la ciudadanía es mentir un día tras otro, un día tras otro, un días tras otro…con un cinismo exasperante.
Y el partido aplaudiendo.
Es que no hubo examen, es que hubo un acta falsificada, es que no sabe ni de qué iba el trabajo, es que no aparee el trabajo… Y sigue diciendo que el problema lo suscitó la Universidad. Resulta insoportable.
Claro que se está ensañando a base de mentiras.
No comparo con otros casos. También son horribles.
Saludos.
MAS
– Este niño ha mentido: ha dicho que tiene seis años cuando en realidad no tiene más que cinco.
– Vale, eso está mal, pero fíjate en aquel otro, que ha robado todos sus juguetes a los demás niños.
– Vale, eso está mal, pero fíjate que aquel mintió sobre su edad, y siguió mintiendo… Eso sí que está mal.
– Vale, eso está mal…..
En realidad a casi nadie le importa el dichoso mastercidio. Hay una campaña orquestada de acoso y derribo a Cifuentes en el contexto de la lucha por el poder en la Comunidad de Madrid. PSOE y Podéis quieren hacerse con el poder. Ciudadanos no quiere ver a Podéis en el gobierno de la Comunidad ni en pintura, pero, obligado por sus promesas de luchar contra la corrupción, no puede seguir apoyando a Cifuentes. El PP está dividido entre los que apoyan a “una de los nuestros” y los que prefieren dejar caer a Cifuentes y conservar la Comunidad.
En resumidas cuentas, que lo más probable es que quién sabe.
Por cierto, Miguel Ángel, en el segundo párrafo de tu respuesta a don Quintiliano… ¿”globosidad”? 😮
Gracias por la detección de la errata. He comprobado que al intentar escribir globosidad el teclado se descuelga con ese increíble error.
Ya está corregido.
Es bueno releer, pero la prisa te juega algunas malas pasadas.
Saludos.
MAS
Estimado Antonio:
No hay que minimizar lo que está pasando:
– ni con “hay otras cosas peores, como robar” (discutible, por supuesto)
– ni con “hay una campaña de acoso y derribo contra Cristina Cifuentes” (más que discutible)
– ni con “hay otras personas que han incurrido en delitos similares” (evidente)
– ni con “hay un delator interesado” (posible)
– ni con “fue la Universidad quien la engaño a ella enviando un acta”(cierto)
– ni con “el máster no le importa a nadie” (relativamente cierto)
– ni con “el contexto es propicio” (puede ser)
– ni con “es que ella he renunciado al master” (y eso qué importa)
Lo que tenemos es una persona que se atrinchera en la mentira de una manera casi obscena. Y un partido que la apoya, de manera incomprensible.
Saludos.
MAS
Minimizar no, contextualizar, que no es lo mismo
Saludos
Estimado Antonio:
Perdóname, Antonio, tú estás minimizando el caso, restándole importancia. Porque dices que hay otros hechos más graves, como es el robo. Y yo no digo que el robo no sea grave. Es más, lo he denunciado en los polítocos que están puestos AHÍ para gestionar con honradez el bien público.
Tú mismo hablas de los ERE y de otros casos de corrupción más graves. Y dices que hay acoso y derribo a una persona.
Estás contextualizando, sí, pero para quitarle importancia a este caso. Y ahí es donde no estoy de acuerdo.
Y el PP está diciendo que si Toni Cantó, que si e este o el otro…
Lo siento, yo ha llegado al final de la vereda. Si tú quieres seguir…
Que pases una buena tarde 🙂
jeje.
1.- Querido profesor Antonio Del Pozo:
Has vuelto con energías renovadas y te veo tan haPPy como siempre. De ambas cosas me alegro y te doy las gracias por tus opiniones y por guerrear con el Sr. Guerra. Pero pienso, tú ya lo sabes, que tratas de defender lo indefendible.
2.- Querido Miguel Ángel:
Nos contabas el 12 de abril de 2007, con el título “Dar clase con la boca cerrada”, la importancia del ejemplo, la importancia de lo que se es y de lo que se hace más allá de lo que se dice.
Como esta semana el tema abarca tanto la política como los asuntos universitarios, yo quiero destacar tus palabras y las del poeta inglés sobre la Universidad. He tenido la mala idea de despachurrarla y resaltar en mayúsculas lo que me parece más acorde al tema que nos ocupa.
“Enseñar en la Universidad no es fácil, pero puede y debe ser estimulante. Quiero, para terminar, compartir con el lector o lectora un hermoso texto del poeta inglés JOHN MASEFIELD:
“Existen pocas cosas terrenales más BELLAS que una Universidad.
Es un lugar donde aquellos que odian la ignorancia pueden esforzarse por SABER,
donde aquellos que perciben LA VERDAD pueden esforzarse en que otros la vean;
donde los buscadores y estudiosos, ASOCIADOS en la búsqueda del conocimiento, HONRARÁN el pensamiento en todas sus más delicadas formas,
acogerán a los pensadores en peligro o en el exilio,
DEFENDERÁN SIEMPRE LA DIGNIDAD del pensamiento y del aprendizaje
y
EXIGIRÁN VALORES MORALES a las cosas.
Ellos dan a los jóvenes esa íntima camaradería que los jóvenes anhelan, y esa OPORTUNIDAD DE DISCUSIÓN INFINITA SOBRE TEMAS QUE SON INFINITOS, sin los cuales la juventud parecería una pérdida de tiempo.
Existen pocas cosas más PERDURABLES que una Universidad”.
3.- Como nos estamos centrando más en Cristina Cifuentes yo propongo y estoy interesado en la parte académica, en la universidad, en sus responsabilidades yen sus responsables. No quiero hacerte ninguna pregunta concreta, pero estoy pensando cuál es tu idea de “lo que se debería hacer” y cuál la de “lo que se va a hacer”. Ya sabes, Rector, Director de Máster, …
4.- Gracias por el artículo y también, diría que incluso sobre todo, por lo que aportas en las distintas respuestas a los participantes.
Querido José Antonio:
Lo del haPPy no me molesta, pero siento desilusionarte: ni soy del PP ni es mi opción política favorita. En realidad, y para ser sincero, no tengo opciones políticas favoritas fijas. Cada vez que me convocan a unas elecciones voto por la opción que en cada caso considero la menos mala. Incluso puedo votar por un partido en las elecciones locales y por otro u otros en las nacionales o autonómicas. Creo que es más sabio y más útil votar con la cabeza mejor que con las tripas. Por eso nunca voté ni a partidos separatistas ni a Podéis.
Lo de defender lo indefendible no lo entiendo, pues en cada intervención no solo no la he defendido, sino que he manifestado mi total repulsa por la conducta de Cifuentes y demás actores de la farsa, y he condenado de paso otras conductas que me parecen infinitamente más graves para que no estén escondidas donde no alumbran los focos.
Un placer, como siempre, debatir contigo
Querido José Antonio:
Me preguntas por lo que se debería hacer ante una situación como la que se ha presentado en la URJC.
Puesto que todo se ha puesto en manos de los jueces, creo que se debería acatar la sentencia de los jueces. Si ha habido delitos, habrá que pagar por ellos.
Pero lo que me preocupa es el clima en el que ha florecido todo el escándalo: presiones, firmas falsas, nivel de exigencia, trato de favor, mentiras…
Desde el punto de vista institucional hay que tener un nivel de exigencia moral y acabe´mica MUCHO MAYOR.
– Mantener un elevado nivel de exigencia intelectual
– Ser transparentes
– No mentir
– Exigir el cumplimiento de la norma a todos por igual
– No admitir trato de favor con el poder
– No convertir el pago de las enseñanzas en un negocio.
– No presionar para cometer ilegalidades
– Y, por supuesto, no hacerlas.
Me ha dejado muy preocupado todo lo sucedido. Y más tratándose de una Universidad pública. El comportamiento del Rector, del Director del Máster y de algunos profesores NO ha sido ejemplar.
Saludos cordiales.
MAS
Querido Antonio:
No voy a alargarme en este momento, lo cual quiere decir que vas a tener que interpretar bastante.
Te entiendo perfectamente. Lo de haPPy solo era una mala gracieta. En lo de votar, hago como tú, pero la cabeza de cada persona piensa como piensa, incluidos tú y yo, y no considero que votar a esas dos opciones que descartas de la razón, sea votar con las tripas. Por el contrario, viendo lo que vemos y sabiendo lo que sabemos, qué es mantenerlos en nuestro gobierno.
Que cada día te quiero más, Antonio. Entiendo tus argumentos y los comparto así, por separado. Y ya sé que no apruebas nada de lo sucedido.
Pero leyéndote todo, de inició a fin, suenas a exculpación, a quitar limportancia, a no es lo más grave y no es para tanto. A mí me escandaliza esto y todo lo que tú aportas de todos los colores. El engaño, la mentira, en cualquier lugar pero en politica, debería ser lo más determinante para poder ejercerla. Claro está, me refiero a su ausencia. Aunque, viendo como corren las aguas, parezca al revés. Por eso, como dice Don Quintiliano, el ser humano cada día me sorprende más. Cada día me sorprende más la cantidad de falsedad que podemos producir y tragar. La politica no, los políticos y políticas me decepcionan constantemente. Una pena.
Un abrazo.
Miguel Ángel. Creo que un comentario sé fue a la papelera.
Querido José Antonio:
Ya ves que he rescatado el comentario de la bandeja de spam. No sé por qué raro proceso se escapan algunos. Si por casualidad entro por ver si ha habido alguna fuga, lo recuero. Por eso has hecho bien en decírmelo.
Yo no doy crédito a lo que está sucediendo con esta señora, con su obstinación en negar la evidencia. Con su actitud de “sostenella y no enmendalla”.
El cinismo que muestra es casi increíble. Y lo de su partido es aun peor.Las aclamaciones de Sevilla son torpes, descaradas y vergonzosas.
Un cordial saludo.
MAS
Esto es lo que nos cuenta Antonio Cuerda Riezu – Catedrático de Derecho Penal y profesor de la URJC.
“Creo que en la URJC se incurre en diversas corrupciones, como el conocido nepotismo, pero creo que ha sido menos señalado el sistema de reclutamiento de profesores, que es el más relevante ejemplo de corrupción en una Universidad pública.”
“La endogamia obedece tanto a razones económicas como a razones políticas.”
“A la URJC no siempre le interesa contar con los mejores profesores, sino que lo que a veces le interesa a la URJC es contar con los profesores menos combatientes y más serviciales con el poder establecido, con el statu quo.”
Yo os recomendaría leer todo el artículo y así las cosas se entienden mucho mejor. La verdad es que deja un poco de mal cuerpo, entre otras cosas.
Soy de la opinión de que en estos casos de instituciones públicas y de funcionarios, el criticar de forma pública y abierta, el denunciar lo que se está haciendo mal a juicio de cada uno, es decir, el defender la transparencia, no es una traición a la institución y a los compañeros como seguro que muchos piensan, sino amor a ella y a la verdad.
Leyendo esta carta, no he podido evitar el recordar a mi añorado cordobés, cuando nos contaba cómo se seleccionan los profesores universitarios en Suiza. Igualito que lo que nos narra un Antonio más, un valiente, o alguien que se va mañana, o sencillamente que pasa de presiones interesadas. Yo creo que seguramente sea un profesor que ama lo que hace y le importa su Universidad. Un combatiente.
https://www.eldiario.es/tribunaabierta/reclutamiento-Universidad-Rey-Juan-Carlos_6_762283786.html
Abrazos.
Querido José Antonio:
A mí me parece bien esa mirada autocrítica de algunos profesores. Yo también la tengo. La selección de profesores es un punto crucial en ese análisis. Hay problemas que afectan a todas las Universidades. En todas habría que procurar que el clima moral fuese determinante. En las formas de gobierno, en las relaciones, en los repartos de horarios y asignaturas… A mi me gustaría que dominase el criterio de la solidaridad que el criterio jerárquico… No me gusta que el último que llegue se lleve lo peor.
un gran abrazo.
MAS
Muchas gracias por la información. Gran aporte de esta web. Saludos!