¿Es que no puedo tocarte…?

25 Nov

Hoy se celebra el Día Mundial contra la violencia machista. Día anual que debería ser día semanal. O, mejor, día de cada día. Porque cada día es necesario poner freno a la violencia machista. Esta lacra renace y se reaviva sin cesar. Siguen muriendo mujeres a manos de sus parejas, siguen mujeres enterradas en vida, siguen las discriminaciones, siguen las violaciones más horribles, como la que ahora se juzga acaecida en las fiestas de San Fermín el año pasado en Pamplona y que la Manada trata de camuflar con todo tipo de argucias… ¿Cómo se puede justificar un hecho reprobable tratando de presentar a la víctima como una mujer sin prejuicios?… Una violación es una violación. Sea la víctima una prostituta o una virgen.

Ningún esfuerzo es suficiente. Ningún propósito es definitivo. Ninguna condena es la última. Porque las fuentes del sexismo manan sin cesar. Porque las causas que propician esas concepciones, esas actitudes y esos comportamientos envenenan las aguas de la igualdad.

He sabido que en un Instituto de Secundaria de mi ciudad un alumno que, de forma descarada e insistente, le tocaba el culo a una compañera, se ha ofendido porque ella oponía resistencia y le exigía consideración y respeto. Él no podía entender su negativa, su rechazo, su clara protesta. Por eso le preguntó:

– ¿Es que no puedo tocarte el culo?

La pregunta de este adolescente me ha sobrecogido. No se siente avergonzado de su comportamiento. No reconoce el error. No pide perdón. Ni siquiera promete no volver a cometer ese abuso por el que ella protesta. Todo lo contrario. Se sorprende y se molesta porque la chica exige que la respete. Se indigna porque ella le diga que no. Estoy seguro de que ese joven machista no soportaría que con una hermana suya hicieran lo mismo que él hace con esa compañera. Eso no. ¿Por qué eso no?

En esa frase se encuentra el epicentro de la perversión discriminadora.

“Es que no puedo…” quiere decir que, como eres un objeto (sea o no de mi propiedad), tengo derecho a hacer con él lo que yo quiera.

“Es que no puedo…” quiere decir que yo soy tu amo, que yo soy tu dueño y que, por consiguiente, puedo hacer lo que me de la gana con quien depende de mi.

“Es que no puedo…” quiere decir que yo soy superior y tú eres inferior y, si hago lo que no te gusta, tienes que aguantarte.

“Es que no puedo…” quiere decir que lo que a mí me gusta, aunque a ti moleste, es lo que haré cuantas veces se me antoje.

“Es que no puedo…” quiere decir que, si yo fuera tu novio, te podría exigir lo que tienes que vestir y lo que no puedes ponerte.

“Es que no puedo…” quiere decir que ese comportamiento, en el fondo, a ti te gusta pero no te atreves a reconocerlo.

“Es que no puedo…” quiere decir que si tú fueras mi pareja, yo podría decirte con quién puedes hablar y con quien no.

“Es que no puedo…” significa que, si yo fuera tu marido, podría despreciarte y maltratarte sin que pudieras rechistar por ello.

¨Es que no puedo…” quiere decir que si yo fuera tu pareja yo podría liarme con quien quisiera, mientras tú no podrías salir de casa.

“Es que no puedo…” significa que si yo fuera tu pareja tendrías que tener sexo conmigo cuando yo quisiera, al margen de tú quisieras o no.

Podría seguir hasta el infinito. Pero ya es suficiente. A medida que voy escribiendo me va pareciendo más intolerables esa reacción de machismo prepotente. Ya basta. Porque lo que quiero preguntarme, en el fondo, es algo que me obsesiona: ¿Qué ha pasado para que este chico sea capaz de mostrar ese inadmisible descaro? ¿Qué ha oído, qué ha visto, qué le ha llevado a generar una actitud de la que surge espontáneamente esa frase ?

Porque esa frase no surge de la nada. Esa frase surge de una actitud, de una forma de pensar, de una forma de entender la relación con la mujer. Y, lo que supongo, es probable que el grupo de amigos que la escucha comparta ese interrogante. Es más que probable que sus colegas aplaudan esa indignación y ese estupor ante la postura de la chica. ¿Quién se ha creído?

No pronuncia esa frase un veterano que ha pasado media vida en el seno de una sociedad rabiosamente sexista en la que la mujer no gozaba de muchos de sus derechos. La pronuncia un joven que ha vivido en el marco de una sociedad democrática que denuncia la discriminación en los medios, que tiene leyes sobre la discriminación y que tiene en las escuelas con programas de coeducación.

¿Qué ha entendido ese joven de los programas que en su centro se han hecho (me consta que se han hecho) sobre la igualdad de la mujer? ¿Qué ha entendido de las condenas que se hacen de la discriminación cada vez que se produce una denuncia por maltrato? ¿Qué ha sentido cuando ha sabido que una mujer ha sido muerta a manos de su pareja?

No conozco a su familia pero es probable que en su seno no haya visto comportamientos tan burdos como el que ha tenido y se cree en el derecho de tener cuando quiera. ¿Dónde ha aprendido ese modo de proceder? ¿Dónde y cómo se ha fraguado esa actitud?

María José Urruzola escribió hace años un libro de título contundente y significativo: “Ni un besito a la fuerza”. Ni un besito. ¿Qué decir de una caricia grosera? ¿Qué decir de un abuso reiterado?

El hecho me obliga a hacer otra pregunta: ¿Por qué no hay chicas que se atrevan a hacer lo mismo con esa prepotencia y desvergüenza?¿Por qué no hay chicas que se sientan en el derecho de tocar el culo a un compañero y que se indignan cuando él protesta por ello? ¿Por qué no hay chicas que no ven razones para hacer lo que les apetece aunque el agredido proteste? ¿Por qué no hay grupos de chicas que abusan sexualmente de un joven en unas fiestas, como sucedió el año pasado en Pamplona?

Reproduzco, al respecto, unas reflexiones del periodista Iñaki Gabilondo para este Día contra la violencia de género.

“¿Por qué, salvo contadísimas excepciones, no hay mujeres que ataquen a hombres? ¿Por qué no hay grupos de mujeres que asaltan y abusan de hombres? ¿Por qué no hay bandas de delincuentes juveniles compuestos por chicas? ¿Por qué no hay acciones de violencia en estos grupos constituidos de mujeres, acciones que asalten mendigos o que les prendan fuego o que destrocen cajeros automáticos? ¿Por qué? ¿Es que acaso no hay mujeres abandonadas? ¿No hay mujeres desesperadas? ¿Es que acaso no hay mujeres celosas? ¿Es que acaso no hay mujeres desarraigadas? ¿Es que acaso no hay mujeres que están atrapadas por las drogas y el alcohol? ¿Es que acaso no hay mujeres que viven en guetos infestados de violencia? ¿Entonces? ¿Entonces qué nos pasa que a ellas no les pasa? ¿Qué problema o telaraña mental sigue existiendo en nuestra mente? ¿Por qué el Día Internacional de la Mujer parece un día para las mujeres? ¿Por qué a los actos convocados contra la violencia de género solo acuden mujeres? ¿Por qué los hombres nunca nos sentimos interpelados como género por estas cuestiones? Revisaremos las leyes y avanzaremos. Revisaremos los hábitos y avanzaremos aun más. Pero si no aceptamos que tenemos que revisar que quedan asignaturas pendientes en nuestras mentes, avanzaremos como las tortugas”.

No sé si es un rebrote del sexismo o es que no hemos avanzado tanto como creemos. Porque la actitud de este joven es propia de una época y de un lugar en los que no se había denunciado con tanta dureza la injusticia de la discriminación, de una época y un lugar en los que no se había luchado tanto por la igualdad.

Algo estamos haciendo mal o algo estamos dejando de hacer. ¿Cómo es posible que existan estos comportamientos en jóvenes dentro del marco de una institución educativa?

No quiero generalizar. Pero sé que no es hecho aislado en la vida de este joven ni es un comportamiento tan anómalo en la juventud de hoy en día. Por eso me preocupa tanto. Por eso me invita a reflexionar y a cuestionar las estrategias educativas que nos guían en la sociedad, en las escuelas y en las familias. Hay que alimentar la esperanza sin abandonar la inquietud.

27 respuestas a «¿Es que no puedo tocarte…?»

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  2. Miguel Ángel, terminas tu reflexión indicando: «No sé si es un rebrote del sexismo o es que no hemos avanzado tanto como creemos»

    Y es que, cuanto más avanzamos, más pasos marcha atrás damos… Lo vemos en actitudes sexistas en adolescentes que han vivido en una sociedad distinta a la que vivimos nosotros de niños. Lo observamos cuando están reflotando pensamientos nacionalistas rayando en la xenofobia… Se huele en ciertos centros educativos (publicos y privados) cuando se adoctrina sin ningún tipo de rugor…, Lo vivimos día a día cuando se comenten actos de corrupción sin escrúpulos algunos,… Se siente cuando la justicia no es igual para todos,…

    Efectivamente, algo pasando cuando la sociedad española, europea o norteamericana está llegando a las cotas más altas de progreso de toda nuestra historia, y sin embargo, se da marcha atrás en muchos ámbitos de la vida. Valores asumidos y respetados por nuestra sociedad hace muchos años, en la actualidad están saltando por los aires…

    ¿Este progreso tiene efectos secundarios que no somos capaces de erradicar, o son costes que hay que asumir… ? ¡Quien sabe!

    El otro día asistí a un acto escolar contra la violencia de género donde participó alumnado de distintos centros educativos y observaba como los adolescentes (masculinos) de secundaria se reían y se mofaban de las palabras emitidas por los intervinientes. Quizás sea la forma de autofirmación machista del individuo dentro de la manada, y en su interior se piense de otra forma, o es que realmente los valores que estamos transmitiendo a nuestros hijos están en contradicción que los que estamos predicando.

    En un día como hoy que habría que ver otras connotaciones, como que también hay hombres maltratados y que sufren, en que hay mujeres que se aprovechan de las circunstancias legales para atacar a sus maridos. Pero, en línea con lo apuntado por Iñaqui Gabilondo, las cifras cantan y la estadística de mujeres muertas a manos de hombres (maridos, novios, compañeros, hermanos, hijos,…) es terrorífica. Y esa triste realidad no oculta la anterior, pero es mucho más contundente y frecuente.

    Feliz descanso para todos y todas.

    • Querido Juan Carlos:
      Tu comentario me ha hecho pensar.
      Me ha preocupado, en la línea que planteo en el artículo, la actitud de esos adolescentes que se burlan de las declaraciones antisexistas. Es muy preocupante.
      Algo tan obvio, tan tremendo, tan inadmisible como discriminación por el género. Una lacra que afecta a la mitad de la humanidad.
      Haces bien en cuestionar el «progreso». ¿Qué es progreso si conlleva retrocesos en el campo más importante de las relaciones humanas?
      No se me oculta que hay también opresión de algunas mujeres hacia hombres débiles. La hay. Es igualmente denunciable. Y puede pasar camuflada ante la más patente discriminación, que afecta a las mujeres.
      Ellas tienen que portar la bandera de su liberación, pero nosotros también tenemos el papel de ayudar en esa lucha.
      Un cordial saludo.
      Y gracias, como siempre.
      MAS

  3. De acuerdo totalmente con todas las reflexiones hechas por Miguel Ángel. Personalmente me cuesta entender las discriminaciones por sexo.
    No entiendo que una mujer que hace el mismo trabajo que un hombre, cobre menos.
    No entiendo que una mujer que trabaja fuera de casa, lo mismo que su marido, cargue dentro de casa con más labores que el marido.
    No entiendo que dentro de un matrimonio haya uno, que como se suele decir, lleve la batuta.
    Personalmente, solo entiendo la igualdad.
    Hoy he oído por la televisión a unas chicas que decían que no podían ir a la discoteca porque si iban a la barra del bar unos cuantos les tocaban el culo.
    Hablando de estos temas con mi esposa, me ha contado un montón de tropelías a las que tuvo que hacer frente en su adolescencia en la época franquista. La cosa viene de lejos y continúa en el presente.
    ¡Por Dios! hemos nacido de mujer, solo por eso las debiéramos tener en un pedestal.
    Se habla ahora mucho de adoctrinamientos, pues no estaría mal un adoctrinamiento a conciencia en el respeto a todas las personas: mujeres, hombres, homosexuales y heterosexuales, lesbianas, gentes de todos los colores, respeto a todas las ideas políticas no dañinas en sí mismas, respeto a todas las religiones, no a los que las toman como escuda para maldades.
    ¿Cómo acercarse a ese mundo ideal? La educación en el respeto y en los valores éticos. La educación es el único camino, su fracaso es el fracaso social, por eso a más problemas, más educación.
    Saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Las enumeración de las situaciones de discriminación se haría interminable. Porque se produce en TODAS las dimensiones del comportamiento humano. Ni una sola se escapa a esta horrible práctica.
      No me extrañado que te cuenta Ana María. Porque, como dices, venimos de un pasado muy tenebroso en esas cuestiones.
      Pero, es hora de ir más de prisa. Porque, mientras se avanza siguen sufriendo las víctimas.
      Solo una pequeña sugerencia a tu comentario: yo no digo que tenga que haber adoctrinamiento en esta materia, tiene que haber educación.
      O, como bien se dice, COEDUCACIÓN.
      En el año 1984 escribí en una editorial hoy desaparecida el libro COEDUCAR EN LA ESCUELA. POR UNA ENSEÑANZA NO SEXISTA Y LIBERADORA. Ya ha llovido desde entonces, pero cuanto queda todavía.
      Un gran abrazo.
      Y gracias.
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  4. Bernardo Kliksberg.

    Mientras en las escuelas se siga enseñando con estereotipos de los papeles de la mujer y del hombre, y en las familias se sigan dando esos mismos estereotipos, va a haber toda una generación que va a arrastrarlos. Y hay que sumar el mensaje abiertamente machista de una parte de los medios y de personas como Silvio Berlusconi, etcétera. Todo eso ayuda a que una parte de las mujeres interiorice los valores del colonizador.

    https://elpais.com/elpais/2017/11/17/planeta_futuro/1510917728_215874.amp.html

    • Querido José Antonio:
      Gracias por la estupenda entrevista a Bernardo Klisberg, de la que reproduces este significativo párrafo con el que estoy plenamente desacuerdo.
      He repetido muchas veces, en la línea de Camus a la que apunta el autor, que no hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor.
      También digo que la lacra sexista afecta a la mitad de la humanidad. Como dice Klisberg es la que tiene mayor número de víctimas.
      Un gran abrazo.
      Y gracias por la entrevista a la que nos remites.
      MAS

  5. Importantísimo tema el de esta semana. Parece mentira que, entre los jóvenes de hoy, todavía no hay calado el discurso del género. Es increíble lo que se cuenta de es joven, peor me imagino que no será una excepción.
    Tampoco se puede generalizar, pero es preocupante que entre los jóvenes de hoy se mantengan esos estereotipos terribles.
    ¿Qué pasa en la escuela? ¿Qué pasa en la familia?
    Cuánto nos queda.
    Saludos y gracias.

    • Querida Sandra:
      No.Yo no generalizo. Tampoco pienso que el caso se este chico sea excepcional.Eso es lo que me preocupa. Esas actitudes tan descaradas me parecen increíbles.Hay que diagnosticar bien lo que sucede. Porque solo así podremos intervenir con acierto. Es sorprendente que personas jóvenes piensen como pensaban nuestros abuelos.
      Hay que estudiar de dónde surgen esas actitudes para poder combatirlas.
      Besos y gracias.
      MAS

  6. Hola, Miguel Ángel:

    Yo no sabo mucho, pero hay personas que sí saben algo y se dedican a aprender y a divulgar lo que aprenden.

    Siguiendo con el tema que nos propones para esta semana, que, como tú piensas, debería ser el pan nuestro de cada día, debo volver a reconocer que soy un ejemplo de machista fruto de nuestra saciedad machista. También debo reconocer que sigo luchando para minimizar sus efectos, y dejar de ser un eslabón de la cadena en su permanente transmisión. Soy consciente de que solo soy un granito de arena.

    El motivo principal de mi intervención es que me he tropezado con este artículo e inmediatamente se me vino a la cabeza nuestro vecino Aureliano, y he querido compartirlo con él, contigo y con todo aquel que por aquí se pasee.

    -Enseñar a pensar.
    -Pensamiento crítico visual.
    – Emancipación intelectual.
    -Las cuestiones éticas.
    -La publicidad.

    – ¿En qué consiste la educación artística?

    María Acaso:

    “Educar a La Manada es la única herramienta que tenemos para que la barbarie no continúe; educar, precisamente, en ese grupo de asignaturas que permanecen marginadas y que, paradójicamente, son las que nos salvan, nos preparan y nos empoderan como personas. Porque, más allá de sentencias justas y jueces honrados, lo verdaderamente importante para frenar la violencia sin tregua es fomentar una educación emancipadora devolviendo las artes al centro del sistema educativo.”

    http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/28/educar-la-manada-aprender-pensar-como-razon-de-la-educacion-artistica-en-el-sistema-educativo/

    Que ustedes lo pasen bien.

    • Querido José Antonio:
      Qué duda cabe que quienes vivimos otra educación y nos nutrimos de otra cultura tenemos resabios machistas. Yo no sé planchar, por ejemplo. Bueno, no sé si sabré planchar… Es el primer caso. Hacer autocrítica, reconocer que nos dominan muchos estereotipos sexistas…
      Y luego está el artículo de María cuyas ideas suscribo íntegramente. Pero no solo es necesaria la educación, aunque sea esencial. Este es otro ámbito más en el que se acude al salvavidas de la educación. Pero no solo ha de situarse la solución en la educación formal, ni en la educación familiar.Hay que construir una sociedad en la que los medios, la política, la cultura… eliminen las pautas sexistas.
      Saludos y gracias por remitirnos al artículo de María Acaso.
      Ya veos que también visitas el Diario de la Educación. Me alegro. Tiene cosas muy interesantes.
      Cordiales saludos.
      Un abrazo.
      MAS

  7. ¡Qué rabia me da aparecer otra vez!

    Pero es que tengo una curiosidad y quizás tú (no acabo de acostumbrarme, de sentirme cómodo tuteándote) puedas satisfacérmela. (A estas alturas de la película, tampoco creo que fuese solución tratarte de usted. A ver. Tratarle de usted. No sé, creo que nos aleja en el trato y no se gana nada; soy de la vieja escuela y estoy chapado a la antigua, me cuesta y no acabo de acostumbrarme a la modernidad; no me hagas mucho caso).

    ¿Se debe a alguna razón confesable el cambio de imagen del artículo?

    Un abrazo.

    • Querido José Antonio:
      Por supuesto, de tú.
      NO hay nada más que hablar.
      Aquí hablamos de tú a tú. Contigo hablo y conmigo hablas de tú a tú.
      El cambio se explica con facilidad. Y más en esta entrada. Mis dos mujeres (Lourdes y Carla) me dijeron que la ilustración primera no les gustaba mucho. Que esta les gustaba más.
      Saludos de nuevo.
      MAS

      ¿Por qué te da rabia aparecer otra vez? A me gustaba más el planeamiento anterior en el que estabas más presente.

      • Dos poderosas razones para el cambio. Y además, democracia manda.

        (Y sí, Miguel Ángel, me da rabia porque me gusta charlar sobre los temas que tratas, pero también pasar desapercibido, camuflarme entre la gente, entre las distintas opiniones, no acaparar y que no parezca que acaparo este espacio. Y eso ocurre cuando la participación es corta. Sí, ya sé, es una queja, soy un quejica. Quiero que la gente, en su libertad, quiera atreverse a participar. Supuestamente, estamos entre personas que tienen como una de sus obligaciones la de fomentar y propiciar la participación y, a estas alturas, qué vamos a decir del ejemplo).

        Gracias por el anticipo. Casi echo la llorada de la emoción por distintos motivos que la lectura me toca.

        Un abrazo, y muchas gracias.

        • Querido José Antonio:
          No le quitas el espacio a nadie. PORQUE HAY ESPACIO PARA QUIENES QUIERAN HACERSE PRESENTES.
          Pero, incluso cuando se le quita el espacio a otros (como sucede en un debate, en el que cuando uno habla el otro tiene que escuchar, yo les digo a mis alumnos que quien quiera participar exija su espacio de participación. Pero quien quiere hablar tiene derecho a decir cuanto quiera.
          Siempre eme alegra ver tu nombre cuando escribes un nuevo comentario.
          Te animo a hacerte presente siempre que quieras. A mí me parece estupendo.
          Un abrazo. Y…. GRACIAS.
          MAS

  8. Pensaba hablar de Bernardo Kliksberg, y que José Antonio ha traído a colación a partir de la entrevista que se le realiza en el diario El País. Sobre este autor argentino, del cual en la Biblioteca de mi Facultad hay varios libros suyos a los que he tenido acceso, quisiera apuntar que estando de acuerdo con bastantes de sus planteamientos, hay aspectos sobre los que desearía puntualizar. Pero como son cuestiones que aparecen en algunos de sus libros, lo dejo esto para adelante, en el caso de que fuera de interés de quienes participan en el blog.

    ***

    Tiene razón José Antonio cuando alude a la educación artística, en cualquiera de las manifestaciones, puesto que es un medio adecuado para educar en la sensibilidad, cualidad humana que se encuentra dentro de los que denominamos como sentimientos positivos. No me imagino, por ejemplo, a Donald Trump admirando la obra de Velázquez, ni la de Tiziano, ni la de Caravaggio. Tampoco me imagino al señor Demetrio Fernández, a la sazón obispo de Córdoba, fascinado por la enorme belleza del arte musulmán presente en la impresionante Mezquita de Córdoba…

    Me parece que tampoco los componentes de La Manada tengan muy desarrollada la sensibilidad humana y, menos aún, la sensibilidad artística… Pero no adelantemos acontecimientos, dado que todavía no ha habido sentencia sobre este tema y nos encontremos con alguna sorpresa (en este país puede suceder de todo).

    ***

    Sobre el señor obispo de Córdoba necesariamente tuve que hablar el sábado pasado en Albuquerque (Badajoz), dentro de las jornadas del décimo aniversario aniversario de la creación de la Asociación de la Defensa del Patrimonio, puesto que la Mezquita la había inmatriculado en el 2006 por treinta euros. Es decir, un Patrimonio de la Humanidad pasa a manos de la Iglesia en base a una ley franquista de 1946 (artículo 206 de la Ley Hipotecaria), en la que se consideraba a los obispos fedatarios (o funcionarios) y que Aznar amplió en 1998, de modo que, según la propia Conferencia Episcopal, en estos últimos años se ha inmatriculado 40.000 bienes públicos a nombre de las diócesis, obispado o cabildo, por lo que, en última instancia, pasan a ser propiedades del Vaticano.

    Sobre esta cuestión había que preguntarles a los dos grandes partidos su total silencio durante tantos años, por el que se ha producido un auténtico robo monumental (eso sí, respaldado por una ley que tenía que haber sido abolida en 1978, cuando se aprobó la Constitución que hoy rige y en la que se planteaba la separación de Estado e Iglesia).
    Por cierto, una pregunta: ¿De verdad nos encontramos en un Estado aconfesional?

    ***

    El sábado, día 25, por la tarde, después de cerrarse el evento, un grupo de amigos de la Asociación, junto al historiador Edward Cooper, nos fuimos a la plaza del pueblo para continuar charlando.

    En una de las esquinas, me encontraba con Luis, Emilio, Rosa y Flora. En un momento determinado, se pasó a hablar de los cambios generacionales que se han producido y sus efecto en los trabajos de la casa.

    Emilio apuntó que en la actualidad ya no se plancha, que eso es cosa del pasado. Por mi parte, le indiqué que no era cierto, que se seguía planchando y que si no se lo creía que se lo preguntara a Flora.

    “¿Flora, todavía sigues planchando?”, le apunta. “Yo no plancho, pues desde siempre lo ha hecho Aureliano; es más, lava y tiende la ropa; se ocupa de la compra y otras cosas. Nos repartimos el trabajo de la casa”. “¿Ah sí? Pues entonces te pueden llamar mariquita”, se dirige a mí en tono de sorna que yo entiendo, pues somos amigos desde pequeños.

    ***

    Apunta Miguel Ángel, que Lourdes y Carla le han sugerido el cambio en la imagen que ilustra el artículo.

    La verdad es que no me había fijado mucho en la primera. Levemente, creo recordar que la anterior tenía un color rosado…

    Estoy de acuerdo con ambas dos, ya que el rosa se ha convertido en un estereotipo que a partir de comienzos del siglo pasado comenzó a asignarse al género femenino, al tiempo que a los niños pequeños se les comenzó a vestir de azul celeste. El color violeta es más reivindicativo, pues lo asumió el movimiento feminista como cromatismo que representara a las mujeres y a sus derechos a conquistar.

    Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo que se ponga “No a la violencia machista”, pues alude directamente a la ideología que se subyace en aquellos actos de agresiones (físicas, psicológicas, estructurales y morales) hacia la mujer. De igual modo, y a mi modo de ver, se podría decir “Violencia contra la mujer”.

    Pero con lo que no estoy de acuerdo es con la expresión “Violencia de género”, dado que una de las interpretaciones que se deduce de la misma es que hay un género violento (el masculino) y un género no violento (el femenino). Esto, aparte de que genera un rechazo en los alumnos que sí quieren caminar hacia una igualdad de géneros o de aquellos hombres que rechazan claramente los modos de violencia contra la mujer, no es sostenible desde un punto científico (etológico, antropológico, sociológico o psicológico).

    ***

    En la entrevista a Bernardo Kliksberg, se alude a una frase de Albert Camus, en la que se indica que, socialmente, muchas personas asumen las ideas de quienes les dominan o colonizan. Y yo me pregunto: ¿por qué no cita los grupos o instituciones que ejercen esa función opresora? ¿Es la Iglesia católica una de ellas?

    Muchos miembros de la jerarquía católica, especialmente los obispos, han elaborado una teoría sobre lo que ellos llaman “Ideología de género” para atacar al pensamiento emancipador que llevan adelante muchas mujeres (y, también, hombres)… No es de extrañar que “un enorme club de hombres solteros” se sientan amenazados ante el avance que se está produciendo en los derechos de la mujer. Todo esto, imagino, les pondrá furiosos.

    ***

    Voy cerrando.

    Estoy escribiendo y mirando hacia el cielo en espera que de caiga algo más de agua, mientras me duele la pierna izquierda, ya que hace unos días me caí de una escalera plegable en casa y, aunque no tengo nada roto, todavía me resiento del golpe.

    Además, los alumnos se han ido de prácticas con el encargo de que durante las mismas les propongan a los escolares el tema “Dibujar la familia dentro de casa”, con la intención de conocer los roles de género que se dan en la actualidad en el seno familiar.

    Bueno, me despido pidiendo disculpas por el “sermón fragmentado” que he soltado (pero es que esta tarde no me apetece trabajar con temas de Facultad, ya que, a veces, me siento abrumado por tanta burocracia).

    • Querido Aureliano:
      No sabes cuánto celebro verte de nuevo por aquí. Mis deseos son muy contundentes: tienes que seguir aportando tus muchas e interesantes opiniones.
      Te escribo mientras llueve intensamente en Málaga. Para tu rodilla, una pastilla de ibuprofeno, pero para la ciudad y para el campo, agua a raudales.
      Hay que ver la que tiene montada la jerarquía con la «ideología de género». No puedo leer nada de lo que escriben ni escuchar lo que dicen al respecto con mucha tranquilidad… Es preocupante e inadmisible esa postura que se pone al servicio de la discriminaciòn. Pro, claro, qué esperar de una organización que impide el acceso de la mujer al poder. Un medico amigo mío me dice que deberíamos denunciar esa discriminación en el Tribunal de La Haya.
      Qué suerte para Flora que esté liberada de la plancha. Me tendrás que dar algunas lecciones. Enhorabuena. Esos predicar con el ejemplo.
      Un cordial saludo.
      Y muchas gracias por tu aportación.
      MAS

    • Estoy escribiendo y mirando hacia el cielo en espera que de caiga algo más de agua, mientras me duele la pierna izquierda, ya que hace unos días me caí de una escalera plegable en casa y, aunque no tengo nada roto, todavía me resiento del golpe.

      (Léelo en tono de humor).

      ¡Vaya hombre! Siento mucho tu caída, pero tenía que ser precisamente la izquierda la que se llevase el golpe. Es la historia de siempre. Bueno, se dice que no hay mal que por bien no venga, a ver si a base de llevarse castañazos espabila, se aclara, se reagrupa en torno a unas ideas comunes, primarias, necesarias, y sale con honestidad a batirse el cobre, con más equilibrio para no caerse, con pasos seguros antes de dar el siguiente.

      No quiero darte chollo que no quieras realizar, pero no me olvido de las promesas que me (nos) hiciste antes de las vacaciones de verano pasadas. A mí me puedes sermonear todo lo que quieras, nunca me aburres. (Como me tengo por alguien muy común, espero que haya muchos y muchas que tengan este mismo pensamiento. Así que no tienes excusa en ese sentido. Dale a las teclas, y al a cabeza). (Fíjate en Argentina, quién se lo hubiera dicho cuando empezaron la búsqueda de justicia. Igualito que en España, ese lugar en el que los huesos del dictador ya son polvo, pero sus ideas, su legado, …, y no olvides que estoy en Galicia, muy cerquita del Pazo de Meirás, muy cerquita de esa calle que nuestro presidente, parece ser que el de todos y todas, no sabe por qué pasa a llamarse Rosalía de Castro).

      ¿Por qué siempre que me dirijo a ti acabo hablando de la política más política?

      ¿Existe separación de poderes? Sí, lo dice la Constitución. Lo mismo que somos un Estado aconfesional, que todos somos iguales ante la ley, … que hombres y mujeres somos iguales ante la ley.

      Un abrazo Aureliano. Ya ves que a mí también me gusta enrollarme. Ah, y ver la tele. Pero ni la tele, ni el móvil, ni las redes sociales, ni el libro, … son buenos o malos de por sí. Somos los usuarios los que los hacemos buenos o malos con la utilización que hacemos de ellos. (¡Te lo digo como si tú no lo supieras!).

      • Querido José Antonio:
        ¿A qué promesas del verano te refieres?
        ¿Qué fue lo que prometí? Porque no me gusta incumplir las promesas.
        Creo que somos seres políticos y que tenemos no solo el derecho sino el deber de serlo.
        Ojalá que siga lloviendo…a cántaros.
        Un cordial saludo y buen fin de semana.
        MAS
        Voy a mandar el artículo de mañana ahora mismo. Es mi obligación de cada viernes.

        • No, Miguel Ángel, no es para ti. Tú ya cumples tu promesa de volver cada semana. Es para el profesor Aureliano. Mi texto lo puse bajo su intervención.

          “A la vuelta de Suiza, José Antonio, cantaré más que Plácido Domingo; pero es que ahora estoy metido en un hecho absolutamente surrealista y que todavía no se ha resuelto.
          Nota: acabo de borrar lo que había escrito como adelanto… ¡Hay que ser pacientes y no adelantar acontecimientos!” (Aureliano, el 26-7-2017).

          Aureliano, si no ha pasado el tiempo suficiente, pues dejamos que pase más. Lola lo deja para cuando se jubile. ¿Qué pasa con las instituciones? ¿Comen? Si es cuestión de cárcel, déjalo correr, que la libertad, aunque sea esta que tenemos, mejor que tres metros cuadrados y barrotes.

          (Miguel Ángel, no sé si repasaste el título de mañana. ¿Sueño o seño? Bien es cierto que podemos soñar en color.

          Abrazos.

          • Querido José Antonio:
            Sí, el título es correcto. «Seño» es la forma con que muchos niños y niñas de infantil se dirigen a sus maestras. Creo que, cuando se lea la anécdota se entenderá perfectamente. Lo del color de mi sueño es bonito pero no viene al caso.
            Pero, por cierto, viste el artículo en los minutos que tardé en señalar la hora y el día de hacerlo visible en el blog. Un artista.
            Saludos.
            MAS

            Me parece muy bien que interpeles a nuestro común amigo Aureliano.

  9. El tema de esta semana es de gran envergadura. Por mucho que insistamos, ya se ve que se avanza a paso de tortuga como dice Gabilondo. Siguen muriendo mujeres y sigue la discriminación campando a sus anchas.
    No es fácil erradicar de las mentes y de los corazones tantos prejuicios. A veces son hasta inconscientes.
    Pero no puede desalentarnos el hecho de que se avance poco. La causa es muy sencilla: Las víctimas están ahí.
    Los agresores no paran, la discriminación sigue existiendo y las víctimas son víctimas por mucho que hablemos.
    Pero hay que seguir denunciando y trabajando,.
    Marta

    • Querida Marta:
      Tienes razón. No podemos desabrimos, aunque la situación sea todavía tan dura. Es difícil asimilar que este terrorismo doméstico siga vivo en muchos hogares y en la sociedad democrática en la que vivimos.
      Cada vez que muere una mujer a manos de su pareja se hace presente el drama, pero hay muchos hechos pequeños que cada dia siembran de
      dolor nuestro mundo.
      Hay que seguir trabajando, como dices, sin cansarse nunca.
      Besos y gracias.
      MAS

  10. Es desesperante la lentitud con la eu avanza esta causa.
    Hay leyes, hay programas, hay cursos… pero sigue existiendo la discriminación, siguen existiendo injusticias, siguen los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas…
    ¿Por qué es tan lento si tan clara, si es tan lógica, si es tan justa la causa? Porque, a estas alturas, nadie podrá defender que por el hecho de ser mujer se tienen peores condiciones o se merece un trato peor.
    ¿POR QUÉ ES TAN LENTO EL AVANCE?
    Resulta tan increíble como indignante.

    • Querida Marisa:
      Es lento el avance porque el problema está en la mente de las personas. No se puede cambiar la mente a través de decretos. Michel Crozier tiene un libro cuyo título es revelador, al respecto: «La sociedad no cambia por decreto».
      Otra causa es que hay muchos siglos detrás de estas concepciones, de estas actitudes y de estos comportamientos.Las raíces son, pues, profundas.
      También es causa de la lentitud el hecho de que hay muchas mujeres que han hecho suyas las tesis de sus opresores.
      Pero estoy contigo en que es desesperante esa lentitud.
      Hay que acelerar.
      Besos y gracias.
      MAS

    • Estimado Juan:
      En cinco adjetivos has hecho un resumen de la importancia del tema de esta semana.
      Cada uno de esos adjetivos tiene detrás un enorme discurso que habría que desarrollar.
      Deberíamos reflexionar más sobre este problema. Pero, sobre todo, deberíamos hacer más.
      Saludos y gracias.
      MAS

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