El curriculum oculto

16 Sep

La semana pasada di la bienvenida, desde este espacio, al nuevo curso escolar. Decía que se emprendía una aventura maravillosa en comunidades de aprendizaje. Una aventura que pretendía desarrollar un ilusionante proyecto compartido. Ya sé que no es oro todo lo que reluce y que hay dificultades de todo tipo que ponen nubes en un cielo luminoso. Ya lo sé. Pero lo importante es que el país organiza una impresionante sementera que dará una cosecha de incuestionable valor para las personas y la sociedad.

Mientras se desarrolla la actividad cotidiana en las escuelas, mientras se aprende, se produce también otro tipo de aprendizajes vinculados al curriculum oculto; se trata de aprendizajes que se realizan de forma implícita, sin la pretensión formalizada de que eso suceda. No se puede ignorar este fenómeno singular y, de alguna manera, insidioso.

Y tengo que decir que algunas veces los aprendizajes que proporciona el curriculum oculto son más importantes y duraderos que los del curriculum explícito. Por su trascendencia, por su calado y por su perdurabilidad. Hay cuatro características de esos aprendizajes que los hacen especialmente inquietantes, aunque no todos sean negativos. A saber:

Su carácter subrepticio: no somos conscientes de ellos cuando se producen. Por eso se habla de curriculum oculto. Su peligrosidad reside en que no se hace explícita su asimilación.

Su carácter persistente: muchos de esos aprendizajes se producen por la reiteración de las acciones que los generan. A fuerza de estar sentados muchas horas, los alumnos aprenden a estar sentados. Lo decía Kant, con una ironía de corte grueso: lo principal que aprenden los niños en la escuelas es a estar sentados.

Su carácter omnímodo: el curriculum oculto se desarrolla de todos los modos imaginables: a través de la configuración de los espacios, del trazado de itinerarios, de la disposición y calidad del mobiliario, de la implantación y ejecución de las normas, de la selección de imágenes de los libros de texto…

Su carácter omnipresente: se hallan presentes en todos los lugares de la institución. En los grafiti de los baños, en los contenidos seleccionados, en los patios de recreo, en la biblioteca, en el comedor, en la cafetería…

Mi querido amigo y admirado colega Jorge Torres Santomé escribió hace años, en la Editorial Morata, un interesante libro sobre este tema que lleva el mismo título que le he dado a este artículo: “El curriculum oculto”. Un libro al que remito al lector o lectora. Porque ayuda a pensar, a profundizar, a discernir lo que sucede en todas las escuelas. En 1994 publiqué en la Editorial Aljibe de Archidona un libro sobre estas cuestiones. Su título es metafórico: “Entre bastidores”, el subtítulo trata de encaminar hacia el contenido: “El lado oculto de la organización escolar”. ¿Qué es lo que no se ve desde el patio de butacas de lo explícito?, ¿qué es lo que está oculto entre las bambalinas?

Algunas veces les pedía a mis alumnos y alumnas que, armados de cuadernos o computadoras, observaran el aula y salieran ella para hacer un recorrido por los diferentes espacios de la Facultad. Debían anotar aquellos escenarios, circunstancias, relaciones, itinerarios, experiencias, escritos… que pudiesen ser incluidos en esta modalidad curricular.

La repetición de las actividades, fragmentadas en períodos de tiempo regulares genera unas rutinas que propician la adquisición de hábitos.

Les decía que tenían que educar los ojos para ver todo lo que pasaba y que debían desarrollar teorías que les permitiesen interpretar. Porque dos personas pueden ver lo mismo pero, si una carece de referentes teóricos, no sabe descifrar el significado.

Pondré algunos ejemplos que recuerdo haber compartido en aquellas sesiones.

Colocación de los bancos alineados frente a la mesa del profesor, frente al encerado o a la pantalla del cañón. Lo cual provoca la concepción de que solo se puede aprender de quien se encuentra en la tarima, delante del encerado, detrás de la mesa magistral. Los alumnos y las alumnas, no pueden hacerlo, por eso se miran unos a otros el cogote,no la cara.

Largos tiempos de inmovilidad, de silencio, de escucha, sin tomar decisión alguna, recibiendo las aportaciones del docente.

Baños con papel higiénico, toalla y jabón para profesores y baños sin ningún aditamento para el alumnado. Y el de los profesores y las profesoras cerrados con llave.

Copistería con dos puertas, una para profesores y otra para alumnos, teniendo en cuenta que los profesores tienen en sus departamentos fotocopiadoras más que suficientes.

Escritos en las puertas de los baños masculinos y femeninos manifestando intereses políticos, académicos, sexuales, sociales, académicos, deportivos…

Tiempos de escucha y de intervención en el aula muy diferente para profesores y alumnos. Y también muy diferentes para preguntar y para explicar.

Diferencia de mobiliario en despachos de las autoridades y de las aulas, que traducen muy contradictoriamente la idea de que el protagonista del sistema educativo es el alumno.

Huecos con cristales en las puertas de las aulas, pero no en las de los despachos de los profesores y autoridades.

Imágenes sexistas en los libros de texto: mujeres con delantal, mujeres en tareas de segundo rango, predominio de reyes, jefes y gobernantes varones…

Comedores diferentes para profesores y alumnos, el primero con servicio, manteles, cubertería diferente… y menú diferente en el comedor para profesores y para alumnos…

Los ejemplos se hacían inagotables. Cada persona o cada grupo descubría nuevos elementos.

Estos efectos que podríamos llamar secundarios se asemejan a los que producen los medicamentos. Hace tiempo tuve un pequeño eccema en el cuello. Le pregunté a mi amigo Daniel Prados, médico insigne, si debía ponerme alguna pomada para evitar el escozor y conseguir la desaparición del eccema. Me dijo que no era necesario pero que, si quería, podía comprar una pomada suave llamada Gelidina que me ayudaría en el proceso curativo. Con dos o tres aplicaciones al día sería suficiente.

Tuve la preocupación de leer en el prospecto los efectos secundarios. Y aun recuerdo de memoria aquella retahíla alarmante. Decía: En caso de aplicación reiterada de corticoides tópicos se ha descrito la aparición de los siguientes efectos secundarios locales. Quemazón, picor, irritación, sequedad, foliculitis, hipertricosis, erupciones acneiformes, hipopigmentación, dermatitis perioral, dermatitis alérgica de contacto, maceración dérmica, infección secundario, estrías, miliaria…

Tomé la decisión de tirar la Gelidina a la basura. Porque pensé: si se producen dos o tres de estos efectos secundarios, que no sé ni en qué consisten, igual me tienen que operar o que cortar el cuello. Prefiero seguir con mi eccema por mucho que me dure y por muchas molestias que me produzca.

Lo que pasa es que los alumnos y las alumnas no pueden tirar la Gelidina a la basura ya que la enseñanza es obligatoria legalmente durante un tiempo y luego socialmente obligatoria para poder socializarse con éxito. Y tienen que sobrellevar los efectos secundarios, quieran o no. Hay que iluminar la parte oculta del curriculum.

38 respuestas a «El curriculum oculto»

  1. Miguel Angel que lindo e importante este texto, es hora de develar lo oculto, lo que está en frente de todos pero nadie ve… Es necesario pasarlo a primer plano, porque en tanto nos hacemos concientes de su existencia podemos tratarlo, pensarlo, discutirlo y hasta cambiarlo si es necesario.. Pero mientras permanezca invisible no podremos operar sobre ello,ya que no podemos reflexionar sobre algo que no sabemos que existe

    • Querida María Rosa:
      Sí. Por eso digo que tenemos que iluminar la parte oculta del curriculum. Iluminarla para descubrirla, para comprenderla y para manejarla de forma positiva.
      Solo se evalúa lo pretendido del curriculum, pero pocas veces se tiene en cuenta lo implícito. Hay quien enseña algo de su materia a los alumnos y, subrepticiamente, desenseña a odiarla de por vida.
      Espero que todo salga bien en el Primer Congreso Internacional sobre calidad educativa de Tucumán
      Besos y gracias,
      MAS

  2. Miguel Ángel.

    Tras la bienvenida al curso de la semana pasada, en esta tratas un aspecto que conlleva este momento del curso: la evaluación inicial y la programación.

    Porque cuando tú pedías a tus alumnos que «educaran sus ojos» les estabas enseñando un procedimiento de evaluación, la observación directa, en este caso, de aspectos extracurriculares, que suelen pasar inadvertidos.

    Ahora en los centros de primaria estamos en época de repasos y de comprobación de aprendizajes del alumnado. Con ello pretendemos tener un diagnóstico, lo más preciso posible, de lo que han adquirido en cursos anteriores y que determina en gran medida su aprendizjae posterior. Se detectan fallos, errores, anomalías,… con el fin de darle la solución o tratamiento oportuno. Hablamos de evalaución inicial. Estoy de acuerdo contigo en que en este momento no sólo habría que evaluar el dominio curricular del alumnado, sino también aspectos que condicionan este proceso, y, como dices, suelen estar ocultos. La mayoría de las veces de forma inconsciente, y en otras, siendo conscientes de ello (pero de esto no toca hablar hoy, ya has hecho alusión en múltiples entradas). No es nada fácil darle luz a la parte oculta del currículo, ya sea porque no encuentras el interruptor o porque no quieres cambiar la bombilla fundida…

    En base a esta evaluación inicial se debe programar, es decir, adaptar los elementos curriculares a nuestro contexto educativo. Generalmente, solo ponemos el foco de atención en el proceso de aprendizaje del alumnado. Pero el contexto no sólo lo compone el alumnado, sino que abarca todos esos «escenarios, circunstancias, relaciones, itinerarios, experiencias, escritos», a los que haces alusión, y que de forma implicita o explicita rodean el proceso de enseñanza y aprendizaje.

    Podríamos empezar por «quitarle el polvo al la bombilla» si en la evaluación inicial empezásemos a evaluar también el proceso de enseñanza.

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      Me ha gustado ver unidas en tu comentario las diversas dimensiones del curriculum oculto con la evaluación inicial que permite planificar e intervenir de manera más adaptada.
      Hace años publiqué´en la revista argentina AULA HOY un artículo titulado «El Aaca de Noé o la necesidad de la planificación». Empezaba diciendo que, afortunadamente, Noé supo planificar. Si el diluvio le sorprende con el Arca medio hecha o mal hecha o sin las necesarias dimeensiones… la humanidad hubiera perecido. (Valga la metáfora).
      Veo importante que, para hacer la necesaria evaluación inicial, pienses en poner la bombilla, quitar el polvo de la misma y enfocar en la dirección adecuada `para iluminar lo que a primera vista está oculto en el curriculum-
      Un abrazo y gracias.
      MAS

      • El proceso de ilumninación empieza por poner la bombilla, quitarle el polvo (si lo hubiere), dirigirla hacia el lugar apropiado, y cómo no, darle al interruptor. Imaginate a Noé, una vez acabada el arca, que se le olvidase poner un timón…

        A veces nos cegamos, mirando fíjamente a la bombilla, no encontrando el interruptor no cambiando la bombilla fundida, no dándole las vueltas necesarias a la rosca,… o simplemente poniendonos unas gafas de sol…

        Siguiendo con metáforas… tampoco es bueno que haya muchos iluminatis …

        Un abrazo.

        • Estimado Juan Carlos:
          Las metáforas iluminan una parte de la realidad y dejan otras en la oscuridad. Si yo digo de alguien que es fuero cxomo un león, nada digo de su inteligencia, por ejemplo. Pero comnstituyen un recurso literario muy interesantes para explicar la realidad.
          A mí me gusta mucho utilizarlas, incluso para los títulos de mis libros: Entre bastidores, El Arca de Noé, Las feromonas de la manzana, Nieve y barro, Cadenas y sueños, La luz del prisma, Una flecha en la diana, La casa de los mil espejos… A veces se hace necesario utilizar un subtítulo.
          Gracias por ayudarnos a pensar.
          Un abrazo.
          MAS

  3. Para José Antonio.

    Tenía pensado escribir un artículo en los diarios digitales sobre el comienzo de curso en la Universidad, pero, la verdad, es que después de tantos años no sabía cómo comenzar.

    Y, mira por dónde, la aclaración que me hiciste de tu pequeño sobrino Simón me ha alumbrado el camino: hablaré de septiembre, como mes en el que se acaba el verano y comienzan a abrirse todas las aulas; de la forma en la que inicio el curso aprendiéndome el nombre de los estudiantes que tendré en las asignaturas; de los distintos nombres que ahora tiene la generación más joven (esto ya lo abordé en un par de artículos)… y trataré del hecho singular de que unos padres le pidan a su hijo pequeño el nombre de su hermanito que viene.

    Esto tiene una gran importancia emocional, puesto que el niño se sentirá algo protagonista de la llegada a este mundo de su hermanito. La razón de abordar este hecho se encuentra en que uno de los sentimientos que, inevitablemente, surge entre los hermanos/as son los celos, que pueden ser más o menos intensos, dependiendo de los caracteres y de las actuaciones de los padres. Sobre este tema hace tiempo que escribí un artículo que se titulaba “El príncipe destronado”, tomando como referencia un cuento de Miguel Delibes.

    Para completar este próximo artículo, proporcionaré dibujos de niños y niñas que se sienten muy unidos a sus hermanos menores, y viceversa. Para mí, esto es de gran relevancia en el desarrollo emocional de niños y niñas que forman parte de las familias.

    Bueno, José Antonio, felicita a los padres de Simón por el acierto que han tenido al dejar a su primer hijo que eligiera el nombre del nuevo niño, es decir, de su pequeño hermano.

    Posdata: No se me olvida que el tema de esta semana viene referido al currículum oculto, del que hay mucho que decir o “mucha tela que cortar”. De todos modos, me parece muy acertada la propuesta de Miguel Ángel en el título de uno de sus libros en el que dice “el lado oculto de…”, puesto que “los lados ocultos” son muy diversos, tantos como ámbitos personales o sociales en los que vivimos los seres humanos.

    Continuaremos debatiendo.

    • Estimados Aureliano y José Antonio:
      Aunque no os diga nada (no me quiero meter en el sabroso diálogo) deseo que sepáis que sigo con sumo interés vuestra correspondencia.
      Saludos cordiales.
      MAS

    • Querida Luisa:
      Quien ha quedado maravillado he sido yo. Un sábado tan luminoso, primer día de vacaciones y tanto entusiasmo, tanta atención, tanta generosidad.
      Muchas gracias a ti y todas y todos cuantos habéis restado esta mañana en el Club Tacuarembó.
      Creo que la foto de quienes habéis asistido ha sido un argumento más que se alude a las ideas que fui desgranando sobre la INVITACIÓN AL OPTIMISMO-
      FELICES DÍAS DE DESCANSO.
      Besos y gracias.
      MAS

  4. Para Antonio del Pozo:
    Espero que tu ausencia se deba a una decisión de no leer (o de no escribir) y que no sea consecuencia de un problema de salud..
    Echo de menos tus sabios comentarios, sean o no críticos con mis opiniones.
    De ahí que te inste a seguir escribiendo en bien de todos los lectores y lecotras de El Adarve.
    Cordiales saludos si me lees.
    MAS

    • Estimados Miguel Ángel, don Quintiliano et alii:

      En primer lugar, gracias por preocuparte por mi salud. Afortunadamente, sigo disfrutando de una mala salud de hierro. Tampoco os había dejado de leer (como se puede comprobar), aunque sí había pensado (una vez más) dejar de escribir. Después de mi último comentario, a propósito de las mujeres jirafa, sentí cierta incomodidad por la que interpreté como respuesta rutinaria y desganada por tu parte. Después he reflexionado y creo que realmente tienes un gran mérito, pues siempre respondes a todos los comentarios, y además de manera amable y animosa. Y eso que algunos comentaristas nos pasamos de pesados o inoportunos. Y todo ello en medio del marasmo de viajes en que andas siempre envuelto.

      Después pensé que me había autoasignado el papel de «Pepito Grillo» y de continuo andaba criticando y poniendo pegas. Y me sentí más incómodo todavía: casi la única voz discordante en el coro de alabanzas a tu persona. Y concluí que nadie me había dado palma en tu desfile triunfal. Y decidí hacer un discreto mutis. Supuse que los que me estaban «echando de más» nunca me echarían de menos. Ahora me encuentro con tu invitación a regresar, y aun a riesgo de que no sea más que un rasgo más de la amabilidad de tu carácter, me dispongo a aceptarla. Atente a las consecuencias (ja, ja).

      En segundo lugar, tengo que felicitarte sinceramente por todos los éxitos cosechados por esos países hermanos. Hasta aquí llegan los ecos de tus triunfos en Argentina, Uruguay, México… Nada que envidiar a Julio Iglesias ni a Alejandro Sanz.

      Y ahora, ya basta de coba. Pasamos a la crítica (constructiva, por supuesto). Si te parece, pasaré revista a los últimos artículos publicados en el blog, desde el más reciente al más antiguo.

      El currículum oculto.

      Para empezar, me extrañó que te «autoplagiaras» el artículo que publicaste el 29 de abril de este mismo año. A partir del tercer párrafo, prácticamente todo es un «copia y pega». Comprendo que no es fácil, y menos en tus circunstancias viajeras, crear todas las semanas algo nuevo e interesante. Sin embargo, como es la primera vez que lo veo, me extrañó. Sobre el contenido del artículo, considero que la mayoría de los ejemplos que pones son bastante parciales y se refieren a observaciones de tus alumnos en uno o varios cursos determinados. Yo también podría poner algunos ejemplos de currículum oculto: carteles en las facultades con contenidos ideológicos siempre de (extrema) izquierda; boicot, incluso violento, a conferencias de según qué conferenciantes; acoso (ahora se dice escrache) a estudiantes y profesores que piensan… diferente; profesoras que reinterpretan la asignatura de “Literatura medieval española” como “La figura de la mujer en la literatura medieval” para descalificar a continuación con un airado “¡machista!” a todo el que cuestiona su trabajo o su rigor intelectual… en fin, para qué seguir.

      ¿Es que tus padres no te han dicho dónde venías?

      Poco tengo que oponer al contenido de este artículo. Lo que en él se dice está cargado de razón y de emoción positiva. Un nuevo curso debería siempre ser ilusionante: nuevos alumnos, nuevos compañeros, nuevas expectativas, nuevos horizontes. Uno de los privilegios de esta bendita profesión es que nos permite estar en permanente contacto con lo más nuevo y lo más limpio de nuestra sociedad. Permíteme que reproduzca aquí unos párrafos de mi discurso de jubilación que, creo yo, vienen a cuento:

      “Me despido hoy de una profesión y de una vocación y de una actividad que ha sido nuclear durante más de 40 años de mi vida. Una profesión maravillosa, cuyo objeto es, en realidad, un sujeto, cuya materia prima son las nuevas hornadas de seres humanos. Niños y niñas que la sociedad nos confía para que les ayudemos a convertirse en hombres y mujeres útiles para sí mismos y para los demás.
      Me despido hoy de una profesión que me ha permitido durante la mayor parte de mi vida mantenerme en contacto permanente con lo más nuevo, lo más limpio y lo más valioso que la sociedad tiene. Para acompañarlos y, a veces, orientarlos en el tránsito, no siempre fácil, desde la infancia a una adolescencia cada vez más larga y complicada.
      Me despido hoy de una profesión en la que cada gramo de afecto o interés que invertimos nos es devuelto convertido en toneladas de cariño y admiración. Una profesión que, a veces, nos acerca un poco, si no a la inmortalidad, sí a una cierta permanencia, pues nuestras enseñanzas y nuestros ejemplos siguen vivos en la memoria de nuestros discípulos.
      Me despido hoy, en definitiva, de una profesión que, ejercida con vocación, me ha ayudado a conseguir un sentimiento de realización personal que me acerca a eso que llamamos “felicidad”, lo que me permite ahora descansar con el íntimo convencimiento y la satisfacción del deber cumplido”.

      Sin embargo, (siempre tiene que haber un «pero»), hoy mismo he tenido ocasión de experimentar la otra cara de la moneda. Una persona muy cercana, profesora de vocación inquebrantable, animosa y positiva como la que más, profesional concienzuda e intachable, ha llegado a casa nerviosa, alterada y muy desanimada. Ella lleva años trabajando en un colegio de una zona que está llena de problemas, y está acostumbrada a lidiar con ellos. Este año en la clase de 1º de ESO de la que es tutora han coincidido cuatro de tus simpáticos “descuajeringadores”. Su matonismo y su actitud pasiva-agresiva han amargado el debut de la profesora y, sobre todo, del resto de sus compañeros. Todas las clases han transcurrido en un insoportable clima de tensión. Ella, aunque no se derrumbó en lágrimas de frustración e impotencia (tiene toda la entereza de una profesora de raza), no podía ocultar su preocupación por tenerlos que soportar todo el curso. Es terrible, pero estoy convencido de que hay chavales, no muchos, afortunadamente, con los que no hay nada que hacer en el aula ya desde la temprana edad de los 12 o 14 años. Te aseguro que con entusiasmo y espíritu positivo no es suficiente.

      Para no hacerme todavía más prolijo, de los siguientes artículos hablaré en escritos separados (continuará).

      • Estimado Antonio:
        No sabes cuánto me alegra verte de nuevo por aquí.
        Celebro que tu salud sea buena y el hecho de que no fuera un problema de ese tipo lo que te tenía apartado de los comentario, ya veo que no de la lectura.
        Yo no diferencio crítica constructiva y destructiva en función de que sea halagadora o cruel. Pienso que la crítica constructiva es la rigurosa (aunque sea dura) y la crítica destructiva es la que no tiene fundamento (aunque sea agradable).Bienvenida sea la crítica constructiva. Nos permite aprender.

        1. No hubo respuesta «rutinaria o desganada». Quizá apresurada. Eso sí. Además de los viajes, tengo una familia que me reprocha muchas veces el estar constantemente ante la pantalla del ordenador. Comprende que no puedo responder con detenimiento y profundidad a todos los comentarios.No podría hacer otra cosa. Muchas veces solo agradezco la amabilidad de que el comentarista me haya leído y haya tenido la amabilidad de dedicar un tiempo a escribir sobre lo leído.
        2. No tenía conciencia de haberme repetido. Lo he temido muchas veces. Y he cometido ese error alguna quE otra vez. Incluso he repetido algún título. Son más de 700 artículos en este blog, más los que escribo para revistas y otros medios. Pero agradezco sinceramente que se me diga cuando esto suceda. Lo hago contigo.
        3. Hermosas tus palabras sobre la tarea que expresaste en algún acto de despedida en tu jubilación. Da gusto leerlas. Enhorabuena por todo lo que reflejan
        4. Gracias por tus felicitaciones sobre la respuesta que suelen tener mis conferencias, cursos y actividades en países de Latinoamérica. La verdad es que estoy muy agradecido por tanta generosidad.
        5. Claro que hay otros ejemplos donde se manifiesta el curriculum oculto. Y me parece estupendo descubrirlos y analizarlos.
        5. Ya sé que los descuageringadores no son simpáticos. Sé que resultan insoportables y desalentadores. ¡Cómo no voy a entender lo que dices de esa docente que se encuentra con ese tipo de alumnos y alumnas el primer día de curso! Sé que es difícil. Pero los aprendices aplicados y entusiastas nos necesitan en menor medida que estos alborotadores. Porque no solo es que no quieran aprender,es que pretenden que nadie enseñe y aprenda. Por eso constituyen un reto, un desafío y, a veces, un estímulo.
        Un cordial saludo y gracias por tu estupendo comentario. Espero nuevas aportaciones.
        Un abrazo y mis mejores deseos para esa docente de vocación que tienes en casa.Ojalá que con dos signos menos sea capaz de construir un signo más, como me gusta decir.
        MAS

        • (Continuación de lo anterior)

          Heutagogía

          Empezaré mi comentario con un par de consideraciones etimológicas. El término heutagogía está formado a partir de dos raíces griegas: «heauton» (pronúnciese con h aspirada), que significa ‘a sí mismo, a él mismo’, y «agein» (pronúnciese con g suave), que significa ‘llevar, conducir’. La heutagogía sería, pues, el ‘arte o la técnica de conducirse a sí mismo’. La primera raíz la encontramos en una famosa obra de teatro del autor latino Terencio titulada «Heautontimoroumenos», o «El atormentador de sí mismo», título que retomó Baudelaire para uno de los poemas recogidos en su poemario “Les Fleurs du mal”: L’Héautontimorouménos: “Je te frapperai sans colère / Et sans haine, comme un Boucher…
          La segunda raíz, forma parte de términos como “pedagogía” y “andragogía”, que tampoco me resisto a comentar. Pedagogía, como es bien sabido, también contiene dos étimos griegos: “paidós”, que significa ‘niño’ y el ya conocido “agein”. El resultado sería, pues algo así como ‘llevar al niño’. El pedagogo era, en la antigua Grecia y Roma, el esclavo que se encargaba de llevar los niños al maestro. Por una de esas ironías que nos depara frecuentemente la evolución de las palabras, el pedagogo actual, en lugar de ser el encargado de llevar el niño al maestro, ha devenido en el encargado de “llevar el maestro a los niños”. Siendo un poco malévolos, podríamos añadir que es lógico que alguien lleve los niños al maestro, pero probablemente muchos maestros sabrían llegar a los niños sin ayuda de intermediarios ;-). Andragogía también está compuesto de dos términos: “andrós”, que significa ‘hombre, varón’ y el consabido “agein”. La suma nos daría algo así como ‘conducir al hombre adulto’. Me ha extrañado un poco que, en estos tiempos de corrección política, donde tanto se critica el llamado “uso sexista del lenguaje” se haya seleccionado el étimo “andrós” (‘varón’) y no el más general “anthropos” (‘ser humano’). En fin, doctores tiene la andragogía…

          En cuanto al contenido del artículo en sí, un par de consideraciones muy breves. Sobre la cita de Churchill (“Me encanta aprender, pero me horroriza que me enseñen”): yo la interpreto más bien como una confirmación de la muy notoria soberbia del político británico, a quien le costaba admitir que alguien le enseñara, porque sería admitir que sabía algo que él ignoraba. Mi segunda consideración se refiere a la dificultad de que este concepto se pueda aplicar a nuestros alumnos. Para que se pueda producir hautagogía tiene que haber habido un proceso previo de formación personal. No parece viable pedir al niño o al adolescente que decida por sí solo sobre su aprendizaje. Quizá habría que distinguir entre formación integral (más o menos abierta, pero reglada) y aprendizaje autogógico (más o menos pragmático, pero básicamente lúdico).

          (Continuará)

          • Estimado Antonio:
            Las precisiones etimológicas siempre ayudan a la semántica. Son siempre pertinentes, pues.
            La interpretación de la frase de Churchill es libre, claro está. Acabo de ver la película «Churchill»en uno de los vuelos d largo radio y se confirma en ella esa visión que tienes del político. Puede ser.
            Lo que no me parece acertado es atribuir el contenido de heutagogía a los niños/jóvenes ya que, como tú mismo comentas, está referido exclusivamente al adulto.
            De todos modos, yo creo que los alumnos y las alumnas podrían tener más protagonismo (según edad, claro) en el diseño, desarrollo y evaluación del curriculum.
            Cordiales saludos.
            Y gracias.
            MAS

  5. Querido Maestro!
    El comentario de hoy es muy real y coherente. Es una narración autentica de lo que realmente pasa en las escuela. Detrás de los conocimientos específicos,hay otros que efectivamente te los da la vida que haces en esa comunidad educativa.
    Los altos privilegios otorgados a la clase docente, son evidentes, y lo básico fundamental,a veces invisibles, los kis de supervivencia que tienen los alumnos.
    Se ve la falta en todos los niveles, desajustes que muchas veces les llega a marcar toda la vida.
    La escuela tendría que ser centros de igualdad de oportunidades y de razones,de amor y afectos, de igual consideración en los objetos y usos adecuados de los espacios, partiendo de una premisa significativa,todos somos personas.
    Me preocupa y mucho el currículo oculto, y la repercusión que tiene en los alumnos que se están formando.
    La igualdad empieza en las familias, pero sigue en los centros educativos que se convierten en referentes de actuación en la vida.
    No permitamos estos desajustes tan desastrosos!
    Intentemos entre todos, que las escuelas formen a grandes personas que son las que el día de mañana cambiaran el mundo.
    Sin más me despido con un cariñoso saludo para todos.

    • Querida Loly:
      Gracias por tu lectura y tu comentario.
      De acuerdo en que debemos reflexionar sobre la influencia del curriculum oculto.
      Los pasos serían:
      Observar con atención.
      Reflexionar con rigor.
      Intervenir con racionalidad y ética sobre la realidad.
      Muchos besos.Muchas gracias.
      MAS

  6. HOLA
    He leído con mucho gusto su artículo y he llorado, cuánta razón tiene sobre le curriculum oculto, recientemente, desde hace un mes soy directora de una Escuela Secundaria en la Ciudad de México, me di cuenta de que la escuela se encontraba en un pésimo estado, al leer su artículo me hizo reflexionar sobre los lugares, espacios y ambientes escolares, y me di cuenta que, afortunadamente, desde que llegue note estas diferencias y le estoy dando un cambio en estos aspectos, espero continuar con esta labor inspirándome en sus reflexiones.

    Saludos afectuosos desde estas tierras Aztecas!

    • Querida Alma:
      Ha sido emocionante leer tu comentario.
      Ve<o en él unos enormes deseos de mejorar la escuela a la que has llegado como0 directora. Y ese compromiso es la base de la transformación.
      Nosotros construimos los espacios y los espacios nos construyen a nosotros.
      Es muy importante no solo que sean funcionales sino que sean éticos y estéticos. Que sean espacios en los que podamos convivir y aprender de manera intensa y relajada.
      No señale de un pozo profundo de un solo salto. Hay que mejorar de forma constante y paciente.
      Estoy seguro de que lo irás consiguiendo.
      Muchos besos.
      Muchas gracias.
      MAS

  7. Hola familia.

    ¿A qué intenciones nada manifiestas podría responder la presencia de la religión en las escuelas?

    Jurjo Torres en una entrevista:

    ¿Qué opinión le merece el currículo de Religión recién salido del horno de los obispos?

    «Entra de lleno en los planes del gobierno del PP de Mariano Rajoy. Refuerza posiciones creacionistas, acientíficas y únicamente defendibles desde posiciones de fe. Una religión imprescindible para conformar mentalidades conservadoras, resignadas, con miedo a arriesgarse, innovar y, lo que es más importante, imposibilitados para analizar el presente con categorías de justicia. Para el tipo de cristianismo fundamentalista que avala la Conferencia Episcopal (no la Teología de la Liberación), por ejemplo, si a una persona la despiden de su trabajo, le privan de un salario decente para vivir, de una jubilación digna, si la impiden estudiar debido a que no se respeta el derecho a la educación… siempre podrán tratar de convencerla argumentando que es una “prueba que te manda Dios”, desviando tu mirada de las estructuras política, laboral, económica, educativa… que realmente son las culpables.»

    Un ejemplo, solo uno, del control al que estamos sometidos para ir conformando el tipo de persona que necesitan.

    Pero nada es fácil, siempre hay lugar para la resistencia. (Aunque soy consciente de que quien tiene el poder, un poco más a su favor sí tiene la consecución de sus objetivos).

    Saludos.

    • Estimado José Antonio:

      Vaya por delante que soy de la firme opinión de que, en un estado laico como España, no tiene sentido mantener la religión dentro de los programas escolares. Como ya he manifestado en otras ocasiones, la(s) religión(es) deberían tener su lugar dentro de los estudios de Ciencias Sociales como fenómeno histórico y sociológico, pero nunca como creencia dogmática y menos como moral exclusiva, aunque tenga carácter opcional.

      Dicho esto, la opinión del profesor Jurjo Torres me parece de un absurdo y de una simplicidad impresionantes. No me imagino una reunión entre la cúspide de la Conferencia Episcopal y el señor Rajoy para tramar cómo mantener a los españoles sometidos y resignados. Que alguien me explique (con ejemplos reales, por favor) qué sistema político proporciona mayores niveles de bienestar y felicidad al conjunto de sus ciudadanos que una democracia parlamentaria como la que disfrutamos, mal que les pese a algunos… y vamos a dejarnos de falacias y teorías conspiranoicas.
      Por cierto, ¿qué es eso de que en España no se respeta el derecho a la educación?

      Saludos cordiales

    • Estimado José Antonio:
      La enseñanza de la religión debe circunscribirse a las parroquias, sinagogas, templos budistas… No debería figurar en ele curriculum. No debe haber catequesis en las escuelas dentro del core curriculumm.
      Lo que mucha gente ignora es que en las Facultades de Educación también debe ofrecerse en el curriculum la asignatura de religión. No es de recibo que un Estado imponga por convenio (Concordato) a otro una exigencia de este tipo. Inadmisible.
      Cordiales saludos.
      MAS

  8. Estimado Antonio:

    1.- Antes de nada, decirte que me alegra enormemente tu presencia en el blog de Miguel Ángel.

    2.- Reconocerte que no me siento con los conocimientos ni las luces suficientes para contestarte como me gustaría, como te mereces. Yo soy de palabras sencillas, y tú, por lo que muestras, eres un gran dominador de la palabra. Me obligas a utilizar el diccionario para interpretarte con más exactitud y que no se me escapen esos matices de los que tratamos esta semana.

    3.- Pero esa gran formación con la que te has hecho no tiene por qué hacerte poseedor de la verdad, de la razón. Por supuesto, lo contrario tampoco. Personas pobres e ignorantes, con poco poder, son poseedoras de grandes razones, pero les son usurpadas por quienes saben más, y saben utilizar esos conocimientos en su beneficio.

    4.- Antonio, ya te veo. Te voy viendo, como tú me ves y me verás a mí. Efectivamente estamos en una democracia, GRACIAS A DIOS. Pero la democracia no es una cuestión, como muchas otras, (derecho a la educación), de todo o nada. Vuelvo a pensar en el tema de la semana, en los matices, en lo sibilino, en lo inconsciente pero que actúa, en las terceras y cuartas lecturas e interpretaciones de un mismo hecho que aparenta sencillo y limpio, etc.

    5.- No les hace falta esa reunión, se entienden perfectamente sin ella.

    6.- ¿Te parece poco sometimiento y resignación el hecho de que se nos dijese, por activa y por pasiva, que el dinero que le dejábamos a los bancos era un préstamo y hoy, diciéndonos lo que se nos dice, sigamos (GRACIAS A DIOS) con nuestras vidas como si nada? Desde luego, si no es resignación debe tratarse de un milagro. Y si no creéis en milagros, tendríais que buscaros alguna explicación absurda.

    7.- Respetar y cumplir con el derecho a la educación no es solo proporcionarte una plaza escolar, y ya está, ahí acaba mi responsabilidad, ya es cosa de cada uno aprovecharla o no. Si no se ponen los medios necesarios y apropiados a cada contexto no se está siendo ni justo, ni realista, ni responsable.

    8.- Un padre (Isaac Rosa) sobre la enseñanza bilingüe recibida por su hija en un colegio público.

    “Pues no. Ha sido un éxito. Llámenme conspiranoide, pero nunca he perdido de vista que la autoría intelectual de este despropósito fue de los mayores enemigos de la escuela pública. Los mismos que llevan décadas favoreciendo a la educación privada y deteriorando la pública. Los mismos que cobraban mordidas de un millón de euros por cada colegio concertado que adjudicaban, como se vio en la trama Púnica.
    Son ellos, los enemigos de la pública, quienes han tensionado la vida interna de los centros, deteriorado la enseñanza, desviado recursos necesarios y obligado a los colegios a competir entre ellos, mientras disparaban la segregación educativa. Si el bilingüismo no ha causado más destrozos es gracias al esfuerzo y compromiso de tantas y tantos profesores que siguen haciendo que, pese a todo, la enseñanza pública siga siendo la mejor opción contra los cantos de sirena de la privada.

    Lo dicho, un éxito monumental. Los enemigos de la escuela pública están de enhorabuena. Felicidades.”

    9.- GRACIAS A DIOS he llegado al final. Tenía pensado contestarte con dos palabras (más me valdría, pues las demás sobran), pero una cosa lleva a la otra y, ya sabes, qué te voy a contar a ti.

    10.- Dios bendiga a nuestro maravilloso país, a su democracia, a sus gentes, y, sobre todo, a sus mandatarios que nos proporcionan tanta felicidad y bienestar. Que les dé FUERZA para combatir a los infieles catalanes.

    Un fuerte abrazo para todas y todos los que quieran recibirlo.

    • Estimado José Antonio:

      Lo primero, agradecerte honestamente tu bienvenida, que sé que es sincera.
      En segundo lugar, te diría, como contestó Pedro Crespo al Rey en el Alcalde de Zalamea: «¿Qué importa errar en lo menos / quien acertó en lo de más?». Me explico: ambos estamos de acuerdo en:

      – La religión debe estar fuera de la escuela (salvo como cultura histórica y sociológica)
      – Ambos somos defensores acérrimos de la enseñanza pública
      – Ambos somos demócratas convencidos (creo)
      – Ninguno de los dos es creyente, gracias a Dios

      Esto, creo yo, es «lo de más».

      Sobre otras cuestiones tenemos diferencias de matiz. Yo creo que tiendes a tener una visión demasiado ideologizada de la realidad, que a veces resulta «mareante» 😉
      Probablemente tú me verás como un carcamal reaccionario y antiguo (seguramente con razón). Ya he dicho en alguna ocasión que me considero más «vigésico» que «milenial».

      Esto último, creo yo, es lo de menos.

      En fin, abrazo recibido y otro recíproco

  9. Buenas tardes,

    GRACIAS POR LA VUELTA, SR. DEL POZO.- Haberlo hecho, en un acto de solidaridad encomiable, pues me enseñas cosas y muy buena prosa. Gracias, en mi propio nombre y en el mis millones de seguidores. Eso, y además, que al blog hay que venir para responder, aunque sea levemente, a nuestras inquietudes en mostrar nuestra existencia a los demás. Una vez más. No siempre me parece que el Sr. Guerra acaba de descubrir algo inaudito con sus artículos. Hay que visitarlo, aunque solo sea para calibrar la tenacidad y paciencia de este hombre. Algo le debió fortalecer el espíritu aquellos días de juventud invernales en Grajal de Campos, Provincia de León. Por cierto, este gañán, mí (para no decir yo) alguna vez se atrevió en la dicha de ponerle de vuelta y media respecto de sus ideales buenistas. Hay que venir, me digo e intento cumplirlo. Ya sea para decir una tontería, o para leer otra de simpar semejanza elevada a grado superlativo. Hay que tener retos, obligaciones, ir al blog a ver qué dicen y decir puede ser una de ellas. Disciplina. Hay que ir al blog aunque sea buscando el curriculum oculto que allí existe. Hay que leer a aquel gallego algo cabreado porque su ideal político no existe ni va a existir nunca. Ser de izquierdas es un invento del siglo XX que va contra natura de la evolución antropológica del hombre durante millones de años. Ser de izquierdas pasará como todas las modas, será historia. Un abrazo, Sr. Lema.

    Tengan buena tarde.

  10. Leer a los serios, a los bordes, a los listos, a los cultivados, a los sembrados, a los estudiados, a los gañanes -mí-. Todo, es un decir, apelable, faltaría más.

    Tengan buena tarde.

    • Bueno, don Quintiliano, ya ves que, afortunadamente no me he muerto (todavía). No sabes la alegría que me da tu bienvenida, pues sé que eres hombre recio y poco dado a la efusión. A ningún cofrade de esta cofradía he echado tanto de menos.

      Pues nada, a mandar que aquí estamos de vuelta

      • (segunda y última continuación de lo anterior)

        El aprendizaje vicario.

        Una vez más, excelente artículo. En esta ocasión no tengo más crítica constructiva que la admiración y el aplauso.
        Hay un componente esencial en la observación, ya insinuado en el agudo comentario de don Quintiliano, que es lo que podríamos denominar «extrañamiento». De lo observado, nos llama especialmente la atención lo que nos resulta insólito o desacostumbrado, ya sea por admiración o por rechazo. A nadie le llama la atención la forma de hablar del sitio donde vive, porque la percibe como «normal»; en cambio, cuando llega a otra ciudad, detecta nítidamente el acento local, porque le resulta «extraño».
        También sucede con frecuencia que esa dificultad que tenemos para apreciar las particularidades de lo que consideramos «normal» nos impide valorarlas en su justa medida. Es cierto que pocas cosas hay más enriquecedoras que viajar, pues conocer algo de ese mundo ancho y ajeno nos da una medida de nuestra minúscula dimensión real. Pero no es menos cierto que necesitamos recibir la visita de alguien «de fuera», para poder observar y valorar lo «normal» que nos rodea, que vemos «extrañado» a través de la mirada nueva del recién llegado. Como todo tópico, cuánta verdad encierra:

        “No se valora lo que se tiene hasta que se pierde”

        Tampoco nos vendría mal aprender vicariamente de sistemas educativos como el suizo, donde parecen haber encontrado un método objetivo de selección del profesorado universitario atendiendo a los principios de mérito, capacidad e igualdad de oportunidades, así como un cierto equilibrio entre enseñanza universitaria y profesional. Muchas gracias, Dr. Sainz por su interés, por su labor de indagación y sus excelentes y claras explicaciones.

        Mil cuatrocientos kilómetros

        Estimado Miguel Ángel:

        Comprendo que escribiste este artículo en un estado de ánimo de cierta euforia por la gran acogida y el entusiasmo que percibiste en tus conferencias y cursos por Argentina y Chile.

        Sin embargo, me parece un poco injusto que establezcas comparaciones con el espíritu y el entusiasmo de los profesores de aquí, y que saques a colación el desdichado anuncio de la Academia que publicitaba los dichosos 27.000 euros como reclamo. En todos mis años de profesión te puedo decir que podría contar con los dedos de una mano (y me sobraría alguno) los profesores que he conocido que hagan su trabajo EXCLUSIVAMENTE por el sueldo. Es más, alguno he conocido que, pudiendo ganar mucho más ejerciendo su libremente su profesión (ingenieros, arquitectos, abogados…), han preferido dedicarse a la docencia, porque esa era su vocación.
        Ahora bien, la docencia es una profesión (más honrada y constructiva que muchas, por cierto) y, como tal, debería estar mejor remunerada. La mayoría de los profesores (como hay “gente pa’tó” puede que haya alguno que trabajaría gratis) trabajamos a cambio de un salario, como cualquiera y no creo que merezcamos el despectivo “mercenario” con que nos calificas en una respuesta a don Quintiliano.

        En cualquier caso, tampoco es justo comparar las circunstancias de unos países con las de otros, ni pensar que los entusiastas profesores que acuden a aplaudirte son el reflejo de TODOS los enseñantes de sus respectivos países.

        Para terminar, te diré que me he sentido personalmente aludido por el último párrafo. Lo siento mucho, no he sido capaz (ni casi nadie que yo conozca) de encontrar la manera de vivir como un reto ilusionante las inútiles cargas burocráticas, ni la tensión generada por los que eufemísticamente llamas “alumnos disruptivos”. Lo siento, no me motivan. Me desanimaron de tal manera que decidí jubilarme cuando legalmente pude.

        Y no, no me siento culpable.

        • Estimado Antonio:
          Ni por asomo se me ocurriría comparar a los docentes de un país con los de otro. Lo digo explícitamente en el artículo. Es más, tampoco digo que todos los de un país sean del mismo tipo y tengan las mismas actitudes. LO que he querido decir en «Mil cuatrocientos kilómetros» es que existen en muchos docentes de los países que visito unas actitudes admirables hacia la profesión y hacia la formación permanente.
          Tampoco tacho de mercenarios a todos los docentes. No.No sería cierto y no sería justo.El inoportuno cartel de la Academia (al que ya hace tiempo dediqué un artículo completo) no es más que error de perspectiva en el intento de captar clientela.
          Claro que el profesor´debería estar bien (mejor) pagado. Es una forma de trabajar y vivir que deber tener su justa recompensa. Pero quiero recordar a Emilio Llegó: Enseñar no es solo una forma de ganarse la viuda; es, sobre todo, una forma de ganar la vida de los otros».
          Cordiales saludos.
          MAS

    • Estimado Don Quiontiliano:
      Que yo sepa no se ha rechazado NI UN SOLO COMENTARIO. Ni de estos días ni dede que comenó el blog su existencia. No sé a qué comentarios te refieres.
      Aquí no han llegado.
      Saludos.
      MAS

  11. No sé, Sr. Guerra. Ni digo ni insinúo que se haya rechazado algún comentario. Solo lo digo por si es un fallo mecánico subsanable. Pero ayer, de pasada, aquí, después de los míos, ví largos e interesantes -a simple vista- comentarios del Sr. Del Pozo, que no pude leer con detenimiento. He ido a leerlos hoy y no están . Gracias.

    Tengan un buen día.

    • Efectivamente, faltan mis comentarios a El aprendizaje vicario y tu respuesta, Miguel Ángel. Don Quintiliano siempre tan observador.
      Saludos a todas las buenas gentes

    • Estimados Don Quintiliano y Antonio del Pozo:
      Me precipité al contestar, ya que creí que Don Quintiliano se refería a comentarios que no habían sido aceptados. Otra cosa es que hayan desparecido despeñes de haber estado aceptados. Voy a ver si lo soluciono. Si no lo consigo, avisaré a los administradores del blog, que son periodistas de La Opinión.
      Saludos y gracias.
      MAS

      • Estimados Don Quintiliano y Antonio Del Pozo:
        He comprobado que el comentario de Antonio sobre El aprendizaje vicario y Mil cuatrocientos kilómetros (juntos en el mismo texto) y mi contestación figuran en mi blog. Me sorprende que hayan desaparecido de los vuestros. Voy a consultar lo que sucede.
        Ahora figuran (con éste) 35 comentarios en la entrada.
        Saludos y gracias.
        MAS

    • Gracias por la joyita castúa.
      Algo había leído de Gabriel y Galán, pero no conocía a Luis Chamizo. Más allá del casticismo, es un canto sencillo y profundo a la naturaleza y a la vida.
      En mi caso, abuelo reciente como soy, me ha emocionado mucho más de lo que esperaba.
      Se echan de menos en la literatura y en la vida actuales sentimientos tan primitivos (en el mejor sentido de la palabra), tan recios y tan tiernos al mismo tiempo.
      Don Quintiliano, eres una cajita de sorpresas.

      Que pases buena noche

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.