En septiembre se abren en España las puertas de un nuevo curso escolar. Propongo en este artículo que haya una Fiesta de Curso Nuevo igual que existe la Fiesta de Año Nuevo el día uno de enero.
Lamentablemente para mí ya no tengo que estar de preparativos y afanado en la renovación de ilusiones. Después de muchos años cerré mi experiencia académica en el sistema educativo. Ya digo, una gran pena para mí. Pero la vida sigue. Y el nuevo curso llega otra vez. Un curso peculiar regido lamentablemente por la LOMCE, que es la ley en vigor. Una ley que pocos aceptan y muchos denuestan. Una ley cuyo impulsor (el infortunado para mí y afortunado para él, señor Wert) está disfrutando del premio que le concedió el partido por haber producido este lamentable engendro.
Es curioso observar cómo hay niños que desean durante las vacaciones que comiencen las clases y cómo hay otros que viven con angustia creciente la llegada de la apertura. Me gusta preguntar a los niños y a las niñas con los que me encuentro en el verano si desean volver al colegio.
– Sí, porque quiero volver a encontrarme con mis amigos, dicen unos.
– No, porque en el cole me aburro mucho, contestan otros.
Lo mismo sucede con los profesores. Algunos sienten deseos irrefrenables de volver a las aulas y otros lamentan que llegue el comienzo de curso y el fin de las vacaciones.
Es una fortuna inmensa que podamos afrontar un nuevo curso con normalidad. Lo hemos asimilado de tal manera que nos parece tan normal como la llegada del verano o del invierno. Sin embargo, poner en marcha la enorme maquinaria del sistema educativo supone un esfuerzo económico y personal enorme. No me puedo imaginar la vida y la sociedad sin el sistema educativo en acción. No solemos valorar de forma suficiente esta gran fortuna de abrir un nuevo curso. Acostumbrados a fijarnos en las limitaciones, las carencias y los errores, no somos capaces de situarnos en la hermosa realidad que tenemos.
No quiero ser con esto conformista. No digo que todo esté bien y que no haya que aspirar y luchar par mejorar el sistema. No. Lo que quiero es celebrar la llegada del nuevo curso con la alegría que se merece.
Deberíamos celebrar la llegada del Curso Nuevo como lo hacemos con el Año Nuevo. Con ese estallido de gozo y de entusiasmo. Todo el mundo ha vivido la experiencia de las campanadas que abren el Año Nuevo. En España comemos 12 uvas para celebrarlo, hacemos votos para la nueva etapa y brindamos con champán. Tenemos la ventura de abrir las puertas de una nuevo año natural. Propongo que el comienzo de curso escolar sea una fiesta. Se suele hacer, más bien, la celebración del fin. Tendría más sentido hacer esa fiesta al comienzo. Podríamos comer las 10 uvas de los meses del curso escolar. En septiembre la cosecha de uva nos ofrece ese fruto recién madurado. Ya sé que una costumbre no nace de esta forma, con una propuesta hecha desde el humilde rincón de un artículo. Pero sí puede ser efectiva la idea de la celebración del comienzo.
Propongo, repito, que se instaure la Fiesta del Curso Nuevo como existe la fecha del Año Nuevo. Con más motivo. Porque el Año Nuevo solo nos trae una colección de días que se suceden. El Curso Nuevo, sin embargo, nos trae muchas cosas, muchos bienes, muchas realidades hermosas, muchos proyectos.
¿Qué celebrar?
El tener un sistema educativo en el que todos y todas tienen cabida. El tener profesores y profesoras que afrontan con responsabilidad y competencia su tarea. El que haya equipos directivos dispuestos a dedicar tiempo y esfuerzo a inspirar proyectos de calidad. El disponer de unos medios didácticos que facilitan el aprendizaje. El contar con un sistema de transporte escolar eficiente. El tener comedores escolares en los que compartir el pan y la compañía. El tener unas autoridades que velan por la organización y el buen funcionamiento. El tener Departamentos y servicios de psicología y orientación que atienden con eficacia la diversidad . El tener sindicados que velan por los intereses del profesorado. El contar con Asociaciones de Padres y Madres que colaboran activamente con el profesorado. El tener investigadores que buscan con esfuerzo y sabiduría conocer más y mejor el mundo de la educación. El disponer de revistas especializadas y editoriales y libros que profundizan en el significado de la enseñanza. El que se organicen Congresos en los que se ponen en común experiencias, innovaciones y nuevos hallazgos. El que haya Facultades de Educación y Psicología en las que se enseña y se aprende a ser buenos educadores. El que se realicen tesis doctorales e investigaciones con el ánimo de saber más y de hacerlo mejor. El que haya innovaciones ejemplares que abren nuevos caminos y avivan las mejores ilusiones…
Propongo desde aquí que se celebre en los centros y en la sociedad la Fiesta del Curso Nuevo. Se suele celebrar la Fiesta de Fin de curso, de Fin de carrera, de Fin de Estudios. Se hacen viajes, se organizan actividades, se realizan bailes. Me parece estupendo. La Fiesta de Curso Nuevo estaría cargada de la ilusión del comienzo para los nuevos y del reencuentro para quienes vuelven a verse. Tendría el sentido de la celebración de un proyecto que se construye en el marco de la comunidad educativa y estaría cargado de la ilusión y la esperanza de hacer un largo recorrido por las tierras (o los mares o los cielos) del aprendizaje.
Me gustaría que la Fiesta de Curso Nuevo tuviese una parte académica pero también una parte festiva, de auténtica alegría por participar en una experiencia de tanto calado. He dicho que también debería celebrarse en la sociedad. Porque el hecho educativo no es solamente de sus protagonistas sino de sus testigos. Gracias a que el nuevo curso llega, millones de alumnos y alumnas aprenderán a pensar y a convivir en aras de construir una sociedad mejor. Todos y todas hemos vivido la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, no solo los deportistas que iban a participar en ellos. Todos compartimos la alegría del evento que no solo reparte medallas sino que desarrolla la convivencia y el entendimiento universal a través del deporte.
Habría que avivar el ingenio para que esa Fiesta fuese de interés para todos y para todas, no solo para los que la conciben, diseñan y llevan a cabo. Una Fiesta para todos y para cada uno.
Ya sé que la Fiesta necesita una preparación y que antes de ella están las vacaciones. No necesariamente tendría que hacerse el primer día. Digo esto porque todos podrían participar en su preparación y sentirla suya.
Una vez instaurada, se iría enriqueciendo y adornando año tras año a través de la experiencia acumulada y del intercambio con las iniciativas de los centros y lugares. Bienvenida la Fiesta de Curso Nuevo. Le veo más sentido que la Fiesta de Año Nuevo porque la primera trae en sus entrañas un proyecto lleno de aprendizajes nuevos y de relaciones cultivadas.
Hago votos por el nuevo curso que contemplaré feliz y añorante desde mi condición de jubilado. Nadie me podrá arrebatar esta alegría, aunque yo no vaya camino de las aulas. Sí podré aplaudir y vivir con gozo el hecho de que millones de niños y niñas y miles de profesores y profesoras puedan celebrar la Fiesta de Curso Nuevo. Aplaudiré con entusiasmo y me colmará la alegría.
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Una pena Miguel Ángel que, como tú bien dices, que te discriminaran por la edad.
Llevas razón en que los grandes avances que se han conseguido en educación no los valoramos lo suficiente, los apreciamos con normalidad, sin faltaran, nos echaríamos las manos a la cabeza.
Es llamativo la actitud diversa de la llegada de los docentes el primer día. Los nuevos van despistados y preguntando, los antiguos están relajados, algunos inquietos por los cambios y otros… realmente amargados. Diversidad, sí.
Ante esa lejanía impuesta que tú presentas, de no poder comenzar un nuevo año educativo, te abro las puertas del CEIP Prácticas nº1 para que acudas al inicio curso escolar. Sería una alegría para todos/as.
Un abrazo.
Marcos A. Ruiz.
Querido y madrugador amigo:
Veo que has escrito tu comentario a las 9:03.Gracias por ese nuevo encuentro a través de esta plaza que es el blog. Te he echado de menos.
Ojalá tengamos la oportunidad de encontrarnos también en el centro que diriges.
Te deseo lo mejor par el nuevo curso.
Un abrazo.
MAS
Para todos los miembros de las comunidades educativas: docentes, alumnos/alumnas, padres/madres, otros miembros familiares, personal de administracción y servicios,todos aquellos que intervienen de algún modo en la vida de los centros educativos… les deseo lo mejor para el curso que entra.
A los docentes jubilados que siguen ejerciendo el magisterio desde una perspectiva, les deseo salud y constancia en ese otro «trabajo» para seguir con la formación continua on line.
Gracias Miguel Ángel.
Querido Juan Carlos:
Te deseo lo mejor en este nuevo curso. No voy a verlo desde la barrera porque quiero implicarme en experiencias educativas, allá donde pueda estar y en los lugares donde me llamen.
La tarea de la educación nos interpela a todos y a todas. No siempre de la misma manera pero sí desde la misma intensidad.
Un abrazo desde Costa Rica en cuya Universidad he tenido la satisfacción de hacer lo que no puedo hacer en la mía.
Ya le he dicho a Aureliano que la jubilación debería ser un derecho pero no una obligación.
MAS
Fe de erratas: léase «»desde otra perspectiva».
1. Comencé el trabajo académico el 1 de septiembre. Estaba convocado esa mañana por el compañero que coordina los Trabajos Fin de Grado. En su escrito, tras desearnos que hubiéramos pasado unas buenas vacaciones, se disculpaba por convocarnos para ese día, dado que había urgencia en configurar los tribunales; y yo, internamente, me dije: “¿Por qué tiene que disculparse si forma parte de nuestro trabajo y es nuestra obligación laboral?”. Bien es cierto que durante el mes de julio ahora tenemos exámenes (aparte de los de junio) y tribunales de TFG, pero no tenemos que quejarnos de nuestras responsabilidades (otra cosa es luchar y trabajar por mejorar el sistema educativo).
2. Hace un par de años le comenté a una compañera que estaba deseando que comenzaran las clases, verme con los chicos y chicas que tendría en las asignaturas, empezar a debatir con ellos… Me miró con perplejidad e incredulidad. “Vamos, no me vengas ahora con que deseas que las vacaciones terminaran. No te creo”, más o menos fue la respuesta que recibí.
3. Grandes paradojas: los días 12 y 13 se dará la bienvenida a los nuevos alumnos y alumnas que llegan a la Facultad y se les recibirá en el Salón de Actos para tal acto. Esos mismos días comienzan las clases, a las que tendré que acudir. ¿Qué sentido tiene comenzar las clases coincidiendo con los actos de bienvenida?
4. Días atrás me sentía un tanto abatido. Estuve hablando largas horas con Flora, mi mujer y compañera de trabajo en la Facultad. Temas diversos, entre los que se encontraba el tiempo que a uno le queda de trabajo. “¿Por qué tengo que jubilarme dentro de un par de años si ahora en cuando mayor formación tengo? ¿Qué sentido tiene despedir en la Universidad al profesorado, quiera o no, a los 70 años? Algunos ya lo han hecho a los 65 (jubilación voluntaria), pero yo siento como un castigo totalmente injusto que tenga que jubilarme a la fuerza.
5. Hace unos días, en una reunión de Córdoba Laica, le pregunté a un amigo, persona muy entusiasta, “José Antonio, ¿echas de menos el instituto?”. Me dijo que no, que iba por allí y se veía con la gente, pero que ahora estaba en otras tareas de tipo y compromiso social. Le creí; pero es que en mi caso las he compatibilizado a lo largo de mi vida.
6. Por cierto, Miguel Ángel, ¿qué día te parece el más adecuado para que se celebre la Fiesta de Curso Nuevo? Ten en cuenta que tiene que ser una fecha fija para que adquiera relevancia y arraigo. Por otro lado, una pregunta: ¿Sería en el ámbito escolar o se extendería al resto de los niveles educativos?
7. Posdata: Cuando el día primero de septiembre, ya en la Facultad, iba para la biblioteca, veo a lo lejos en el pasillo a Julio (alumno del que hablé hace unas semanas). Me paré para charlar con él. Estuvimos haciéndole un rato. Me indicó que ya se encontraba en cuarto curso, aunque con algunas asignaturas pendientes, dado que también estudia en Ciencias del Trabajo. Le deseé que todo le fuera bien. Tras la despedida, sentí una mezcla de pena por su aislamiento y fragilidad emocional, al tiempo que cierta alegría al saber que tiene confianza conmigo para hablarme de sus cosas.
Querido Aureliano:
Da gusto encontrarse con comentarios como el tuyo, que enriquecen y superan el texto de inicial. En él se trasluce un profundo sentimiento de comprimido con la tarea y de pasión por el trabajo bien hecho. Por lógica, esa actitud será una lotería para los alumnos y alumnas que tengas. Y será una fuente de satisfacción por aquello que haces. Creo que se es inteligente cuando se llega a ser feliz y a ser buena persona.
Estoy contigo en lo relativo a la jubilación. DEBERÍA SER UN DERECHO PERO NO UNA OBLIGACIÓN. No tiene sentido para la institución desperdiciar a personas que están en la cumbre de la madurez intelectual. Y tampoco tiene sentido para el docente que quiere seguir, está en condiciones y es apoyado por la comunidad.
No he penado en la fecha concreta. <Pero sí, creo que:
– Debería ser unificada para todo el sistema porque tendríamos la sensación de estar todos y todas en el Arca de Noé que es la institución educativa.
– Debería trascender el ámbito académico porque la educación es algo que nos incumbe a todos
– Debería tener componentes relacionados con la educación y otros de carácter festivo. Hablo de una FIESTA.
– ¿Qué tal el 15 de septiembre?
Otra cosa: ojalá todos los Julios se contraen con algún Aureliano.
Un gran abrazo
MAS
Bonita idea. Y buen remedio para el sindrome postvaccional.
Creo que se ha conseguido mucho en el sistema educativo y me parece muy bien la clebracion festiva por el comienzo de un nuevo curso.
Creo que hay mucho que festejar,
Buen finde.
Me gusta mucho esta idea.
Y me gustaria que la fiesta fuese nacional, no solo de la escuela y del mundo d ela educaciuon. Porque nos afecta a todos.
Bienvenido el curso nuevo y la fiesta que se propone.
Es de esas ideas de las que pinesas por que no se ha pensado antes en ella.
Saludos.
Gracias, Miguel Ángel porque tus palabras siempre motivan e inspiran y hace algunos días humildemente utilizaba algunas tuyas, de hace algún tiempo en mi blog en este sentido.
http://sonandounmundoubuntu.blogspot.com.es/2016/08/comenzamos-feliz-curso-2016-2017.html
¡Me encanta la idea de la Fiesta de curso nuevo! y voy a proponerlo en mi centro.
Un abrazo y a disfrutar de este curso.
Querida Mayte:
He leído tu invitación al optimismo en el nuevo curso. Creo imprescindible esta actitud en educación. El optimismo es consustancial a la tarea de enseñar porque esta parte del presupuesto de que las personas podemos y queremos aprender, podemos y queremos mejorar. Sin optimismo podemos ser buenos domadores pero no buenos educadores o educadoras.
En el libro «Pedagogía del optimismo» leí: Es cierto que los optimistas vean a veces una luz donde no existe pero, ¿por qué los pesimistas quieren ir a apagarla inmediuatamente?
Feliz curso. Estoy seguro de que tus alumnos y alumnas serán felices contigo.
Besos.
MAS
Me parece estupenda la idea.
Yo también que hay mucho que celebrar.
No sé si se puede generalizar esa fiesta para todo el país, pero sí se puede hacer en cada centro. Yo lo voy a proponer en el mío.
Un abrazo a todos y a todas quienes leen este blog.
Gracias.
A fuerza de quew se repitan las rutinas no nos damos cuenta de lo importante que es que se ponga en marcha con normalidad esta gigantesca maquinaria que es el sistema educatrivo en un país.
Muchos rcursos materiales y personales dedicados a la educación. Deberían ser más. Pero no se puede olvidar lo que hemos mejorado.
Es para celeb rar este momento. Apoyo la idea de la Fiesta de Curso Nuevo. ¿Por qué celebrar la llegada del año natural y no la del año escolar?
Saludos cordiales.
Se habla mucho del sóindorme postvacacional. Claro que cuesta dejar las vacaciones y ponerse a trabajar. Pero no es igual hacerlo en unas cosas que otros, con unas actitudes u otras.
Yo les recuerdo a mis hijos la suerte que tienen de tener una escuela estupenda al lado de la casa. Hay niños que no tienen escuela y otros que tienen que caminar kilómetros para llegar a ella.
Es sensato disfrutar de lo que se tiene.
Y viva la Fiesta de Curso Nuevo.
El comienzo de curso tiene algo mágico. Se estrena un proyecto compartido, se encuentran la personas, se estrenan ilusiones.
Ya sé que cuesta dejar el tiempo de vacaciones en el que no había que madrugar y se practicaban deportes y se hacían viajes. El curso exige rutinas y quehaceres que suponen esfuerzo. Pero, si bien se mira, es un esfuerzo más que justificado que da sus frutos inmediatos.
Hay mucho que celebrar.
Por eso me adhiero a la FIESTA DE CURSO NUEVO.
Me parece bien la fecha que se propone en un comentario: 15 de septiembre. Porque hay que esperar a que todos comiencen.
Y porque hay que dar un pequeño margen para la celebración. Creo que es mejor celebrar el comienzo aunque so no quita para que haya también fiestas de fin de curso.
Ojalá que cunda la idea.
La Fiesta tiene siempre un carácter divertido y siempre se celebra en compañía.
Bienvenido el curso 2016/2017.
Estimado Miguel Ángel: Perdón por mi ignorancia y espero no incomodarlo. Yo no soy español y me gustaría, que por favor, me explique en pocas palabras, por qué considera que la LOMCE es un «lamentable engendro». Muchas Gracias y reciba un respetuoso saludo.
Estimado Jorge Aníbal:
Te remito a otros artículos en los que he analizado esta ley:
UNA LEY CRUEL
PACTO SÍ, LOMCE NO
LO QUE AHY QUE WERT
En líneas generales: está por la privada, tiene un transfondo neoliberal, implanta reválidas, es discriminatoria, incluye la religión en el curriculum, limita la participación de las familias, jerarquiza la dirección…
Un cordial saludo.
MAS
Hola familia, por aquí andamos, recién “aterrizado” en Coruña.
¡Comienza la fiesta!
Hola, Miguel Ángel. He estado pensando cómo abordar el tema de la semana. Tenía varias ideas, quizás contrapuestas, y, ahora que llevo un buen rato preparando y pensando lo que te quiero contar, y también a todos y todas, he decidido ponerme serio, seguro que siendo medio aguafiestas sino total, pero es que la educación (empiezo a sentir las influencias de lo que viene después) es algo serio. ¿No tenemos suficientes fiestas ya en España, el país de la fiesta y la pandereta? ¡Y las que importamos! ¡Y todas las que ya se celebran en la escuela!
Para mí, el simple comienzo de curso, a nivel social y personal, ya es una fiesta. No voy a traer aquí todos mis recuerdos personales de lo que suponía el comienzo de las clases en todas las edades por las que he ido transitando. Pero son una fiesta. No olvido que hasta en las fiestas, aun siendo fiestas, a cada uno nos va como nos va. En toda fiesta, hay quien se desmadra y quien se aburre. Quien la vive con intensidad y quien ni se inmuta, ni fu ni fa, me da igual to. Bueno. Es una postura más. Como las que me tienen ocupado en tratar de entenderlas y comprenderlas, las opuestas a mis concepciones.
Estas palabras son de Mayte Rodríguez, y las suscribo:
Y a eso debemos ir, porque esa es nuestra misión: intentar que nuestros alumnos y alumnas sean felices, ofreciéndoles alegrías en el camino presente para llegar a ello.
Estas otras palabras son de personas, profesores a los que no conozco, no reconozco, o no entiendo bien, y terminaré pidiendo ayuda a MA u otra persona que desee contestarme, ayudarme a entender, a aprender. No pongo sus nombres porque lo importante son sus pensamientos, aunque se mencionan algunos y también creo que es fácil identificarles.
Son pensamientos que tendréis al lado, o que compartáis vosotras mismas. Una cosa que no entiendo (bueno, son más, es una forma de hablar) es por qué dicen lo de ir perdiendo, estar al lado de quienes mandan, o cosas así. Pienso que, por desgracia, es al revés. Ahí van. Un poco largo, pero es para que nos situemos. Podemos estar de fiesta y conversar. Ahora, que todo el mundo está fresco, con ganas de comerse el mundo, de arreglarlo todo, qué mejor ocasión que hablar de educación.
Las palabras tótem tienen una característica común: no significan nada por sí mismas. Eso facilita que se puedan colocar en cualquier discurso, ya que suenan bien, siempre resultan agradables y al personal le hace sentir estupendamente. Abundan, abundan mucho: solidaridad, tolerancia, valores, cultura, calidad… aunque la reina de la época es, sin duda, felicidad.
Supongo que quienes defienden que lo importante es conseguir la felicidad del alumno son conscientes de que la felicidad puede ser el resultado de actividades bastante perversas.
Toda esta milonga confusa sobre la felicidad procede, como casi todas las que vertebran el pobre discurso novoeducativo, del mundo de la empresa. El bienestar se considera bueno para mejorar la productividad.
Tanto discurso sobre la felicidad y el bienestar no parece cosa de gente buena que se preocupa por los demás. Parece más bien que se trata de que a la hora de ir al matadero lo hagamos con alegría, buen rollo y productividad.
Y digo que fue muy gratificante leerlo porque, ante mi escaso conocimiento pedagógico, me estaba ya cruzando frecuentemente con entrevistas en televisión o artículos que exponían sistemas escolares basados en ideas fuerza del tipo “el alumno es el gestor de su propio aprendizaje” o “el profesor es un guía que se adapta a los requerimientos del alumno”.
A nuestros alumnos (a nuestros hijos) debemos de inculcarles que aprender es un reto, pero también tenemos la obligación moral de no engañarles. No es posible aprender siempre divirtiéndose y no es posible aprender sin esfuerzo. El desafío es hermoso porque, aunque no todos tenemos la misma capacidad intelectual, a nadie niega la naturaleza la capacidad de perseverar para tratar de alcanzar sus metas.
Una de las cosas que hizo Cintora en el programa mencionado en el último artículo fue omitir en la edición de la entrevista que los profesores participantes, Bona y Royo, dan clase en niveles radicalmente distintos, tienen una profesión distinta y una formación diferente. Mientras que uno es maestro de primaria, el otro es licenciado universitario y profesor de secundaria. Esto es algo que se suele obviar, como si no hubiera diferencia entre ambas cosas. Y la hay, y es bastante grande. Y además ignorarlo tiene consecuencias.
El caso es que se ha expandido por la galaxia de la enseñanza un pensamiento único que otorga la ventaja indiscutible de estar al lado de quienes mandan, pero pudiendo presumir de progresismo o de ser de izquierdas, etiqueta que goza de prestigio en determinados círculos aunque el contenido del paquete no se corresponda necesariamente con lo que pone en el envoltorio.
Si de eso se trata, yo suscribo lo que Pedro Olalla escribe en su Historia Menor de Grecia: “Hoy, al igual que siempre, son progresistas quienes luchan contra la injusticia y la ignorancia, y son retrógrados quienes la favorecen por alguna razón”. Y creo que no se puede añadir nada más.
(ESTE PARRAFO ES EL QUE NO ENTIENDO NADA. NO SE LO QUE ENTENDEREIS VOSOTROS.) (MUY AMIGO DE LOS PEDAGOGOS NO PARECE).
Para justipreciar lo aprendido, un buen maestro es imprescindible. Especialmente en estos tiempos en que la pedagogía parece haber olvidado su tradicional dimensión política (que es siempre pedagogía de una cultura) para atender a las diferencias individuales (es decir, al liberalismo pedagógico) y a la futurología (porque, por lo visto, sólo los pedagogos saben exactamente cómo será y no será el futuro).
Un gran abrazo para todo el mundo, y os deseo Feliz Fiesta y felices fiestas a lo largo de todo el curso, y que tengamos la fiesta en paz, si es que es posible.
Querido José Antonio:
Yo no hablo de una Fiesta para no trabajar sino para celebrar que podamos hacerlo.
Hay muchos alumnos y algunos docentes que no valoran lo que tienen. Hay muchos alumnos que no saben lo que cuesta tener una plaza en una escuela, que no saben que en algunos país no lo hay o es de una ínfima calidad. He visto algunas escuelas con cuatro columnas, sin paredes, con las gallinas y los perros correteando entre los estudiantes.
He visto docentes con 70 horas de clase semanales. Con salarios de 200 dólares.
Nosotros tenemos cosas que mejorar y muchas que festejar.
Lo que propongo que se celebre es el hecho de que tengamos un sistema educativo que permite a miles y miles de personas aprender y ser mejores.
Lo que propongo es que se celebre el hecho de compartir un proyecto educativo ilusionante. Un proyecto educativo que pretende que seamos felices.
Claro que hace falta esfuerzo para aprender. Pero el esfuerzo se hace mejor cuando tiene sentido.
Un abrazo.
MAS
Creo que el comienzo de curso tiene que tener un carácter festivo. Por eso me parece bien esta idea. NO ES UN CASTIGO TENER ESTA OPORTUNIDAD como entienden algunos alumnos y algunos docentes.
Creo que un curso nuevo es una lotería para un país y para cada uno de los miembros de la comunidad educativa.
Saludos y gracias.
Me parece una excelente idea. Hay mucho que celebrar cuando se puede echar a andar un nuevo curso lectivo. Es digno de festejar que haya voluntad política para que rija un sistema educativo. Es un lujo que no todos los países lo poden festejar.
Además, cómo no celebrar que se abre la puerta al conocimiento. Una nación esperanzada en un futuro mejor para la juventud es la que puede contar con todas esas particularidades, que señalas como elementos para festejar; sin embargo, no todos los países pueden disfrutar de esos beneficiosos, por ejemplo, https://www.change.org/p/adhesi%C3%B3n-a-la-universidad-andina-sim%C3%B3n-bol%C3%ADvar-sede-ecuador?recruiter=144059190&utm_campaign=signature_receipt_fb_dialog&utm_medium=facebook&utm_source=share_petition
Claro que es digno de celebración para las instituciones que pueden iniciar el proceso de enseñanza y aprendizaje sin mayores limitaciones.
Querida María:
Me ha alegrado mucho encontrarte en esta plaza que es el blog. Una plaza para verse, conversar e intercambiar ideas y sentimientos.
Gracias por el enlace. Todo lo aprendemos entre todos y entre todas.
Veo que has cumplido fielmente tu promesa participar.
Besos.
MAS
Buenos días, señoras y señores libres,
1.- Antes de nada, los millones de personas que me siguen, disculpen mi ausencia transitoria por aquí. No he cesado de leerles. He estado en época de recolección, el calor hace madurar todo muy aprisa, el calor me limita ocios e intelectualidades debido al requirimiento físico que me imprime. La parte buena es que he adelgazado -sin dieta- al menos 6 ú ocho kilos, y además me reporta recursos sobrados, al menos para comprarme una bicicleta, la felicidad no tiene precio.
2.- Ahora, yendo al grano del artículo, aunque no tengo nada que decir digno de publicarse en Wikipedia, al menos digo algo para que se note que ando por aquí. No me hagan demasiada cuenta. Digo, con todo el debido respecto, Sr. Guerra, yo creo que los jóvenes, que están en todo, te -te tuteo, como quieres- son contemporáneos en lo de la fiesta. Ya pensaron en ella hace algún tiempo.
3.- Una noche a las cuatro de la madrugada, cuando volvía de dejar una partida en el mercado de mayoristas, me pasé por la feria de Málaga. Había cientos de cientos de jóvenes reunidos en el llano del asfalto, en cónclaves de diez, doce y hasta veinte personas, se ve que se hidrataban bien, se ve que por lo del calor. Se ve que estaban en preámbulos entrenatorios de un gran acontecimiento, el nuevo curso que empieza. Haciendo el cuerpo para una gran fiesta. Hay que dar severidad al asunto, hay que adaptar el cuerpo a lo que deviene. No entiendo bien por qué algunos perdían el equilibrio, a otros les temblaba el habla, eso sí, se les veía a todos de un cariñoso envidiable, otros se doblaban sobre el sitio acercando la cabeza al suelo y largaban de golpe una cañotada de líquido espumoso en la impunidad del asfalto y de la autoridad. Pisé un charco de esos y aún les queda el olor a los zapatos, ¿qué sería aquello?. Todo entrenamiento requiere un sacrificio, el sacrificio de preparar al cuerpo para una gran fiesta. No es fácil, algunos, concienzudamente, se toman este reto de entrenamiento haciendo de él un rito semanal, que no cesa durante todo el año.
Tengan un buen día.
Estimado Quintiliano:
Pues sí, se te echaba de menos por estos pagos.
Me alegra que el calor y las vicisitudes laborales del verano hayan dejado en el camino esos kilos que no echarás de menos.
La descripción de las escenas juveniles de la Feria de agosto son interesantes literariamente y muy preocupantes desde el punto de vista educativo.
No es esa la Fiesta que propongo ni es ala preparación más adecuada para ella.
Hay alumnos de muy diferentes edades y condiciones. Hay que adecuar la Fiesta a sus características.
Cualquier celebración requiere que ellos participen de su significado y decidan cuáles serán las actividades de su interés.
Se puede vivir el comienzo como un martirio o como una aventura. Apuesto por lo segundo.
Un cordial saludo y gracias por tu aportación.
MAS
Está bien pensado lo de la Fiesta. Entiendo que no se trata de un día más de vacaciones sino de celebración. Celebración d un encuentro, de un proyecto, de una experiencia interesante.
Hay que pensar el contenido CON los alumnos y alumnas, no solo PARA ellos.
Slo así tendrá interés y despertará ilusión.
Abrazos.
Hola familia del Adarve
Solo dispongo de unos minutos y los quiero utilizar para dirigirme a Quintiliano.
Se te echaba de menos. Pensé que te habías muerto o que estarías en plena faena, después de tanto riego es hora de recoger frutos. Me alegra muchísimo que haya sido por lo segundo el motivo de tu ausencia por el barrio. Disfruto mucho con tus aportaciones, con tu forma de contar, con tus temas. Cuando te leo, te imagino persona curtida por el trabajo duro y por las lecturas que has debido tener. Te imagino con la piel muy morena y con un sombrero para refugiarte un poco. ¿Qué tal la cosecha? ¿Tenéis fiesta de recogida de frutos? Ostras, ya estoy viendo tu sonrisa, pensando que para pocas fiestas estás tú, después de tanto chollo. Eso no quiere decir que no estemos muy agradecidos (a quien sea) por lo conseguido con el esfuerzo y el sudor de nuestro cuerpo. Agradecidos por poder hacerlo, por poder ganarnos la vida, por vivirla, por disfrutarla, por sufrirla.
Cada nuevo comienzo, de lo que sea, es una fiesta. Te entiendo, Miguel Ángel. Somos unos privilegiados. Tenemos, y tenemos mucho y bueno. Lo que pasa, que cuando estamos tan inmersos en el asunto, cuando no tomamos distancia para vernos y ver otros lugares (cosa que tú si llevas todo el verano, toda tu vida haciendo), no podemos, so sabemos valorar lo que tenemos. No pasa sólo con nuestro sistema educativo.
Debo dejaros. Hasta pronto. Buen trabajo. Disfrutadlo. Abrazos.
Estimado José Antonio:
A veces, comparar, resulta estimulante y otras desalentador.
Dices bien que, a veces, no valoramos lo que tenemos.
Muchísimas veces me preguntan en Argentina, Chile, Colombia…:
¿Cuántas horas tiene un profesor español de clase? (Allí varios turnos: los llaman profesores taxi porque van de unos centros a otros…)
¿Cuánto cobran? (Allí unos 300 dólares)
¿Cuántos alumnos tienen por aula? (Allí entre 45-50)
Al oir las contestaciones me dicen: Tendrían que estar dando saltos de alegría…
Lamentablemente, algunos saltan para abajo. No sé cómo se las arreglan.
Dice Chesterton que viajar es comprender que estabas equivocado.
Hay que valorar lo que se tiene y luchar para tener mejores condiciones. También se puede mirar hacia quienes están mejor y tratar de acercarse a sus condiciones.
MAS
Amigo José Antonio. Hay una expresión tuya en el último escrito que, sacada de contexto, es muy peligrosa. Me refiero a aquella en la dices “Somos unos privilegiados”.
No. No somos unos privilegiados. Las sociedades, los pueblos, los países, tienen globalmente, distintos niveles de desarrollo. En algunos aspectos, es el resultado del trabajo colectivo; en otros, el producto de una lucha constante de los desposeídos contra las clases poseedoras; en otros, el resultado de un esfuerzo personal por avanzar hacia adelante… Sería muy prolijo describir los distintos componentes que han generado la situación en la que ahora nos entramos precisamente en nuestro país, que, mirada en el contexto europeo, no es como para tirar cohetes.
Personalmente, creo que, en distintos niveles -entre ellos el educativo-, estamos en claro retroceso, tomando como referencia los logros alcanzados tras la muerte del dictador. Fíjate que me remonto muchas décadas atrás, pero es que ya uno tiene bastantes años sobre las espaldas. Eran logros que, si se me permite el uso de la expresión del premier británico Churchill, fueron alcanzados con “sangre, sudor y lágrimas”.
Estoy seguro que serías capaz de dar una extensa lista individual y grupal de privilegiados de nuestro país, esos que se han beneficiado de la crisis, los que llevan a sus hijos a los centros privados, los que buscan mantenerse al margen de los problemas que sufre gran parte de la población y que desean que la enseñanza privada, en cualquiera de los niveles, sea para las clases menesterosas. Los mismos que defienden la Lomce y las universidades privadas.
Miguel Ángel ha citado la situación de algunos países de Latinoamérica; pero podemos ir bajando y encontrarnos con situaciones extremadamente difíciles. ¿Te imaginas cómo es la situación de niños y niñas escolarizados en los campamentos de refugiados saharauis, tema que he abordado en algunos trabajos? ¿Debemos considerarnos privilegiados cuando nos comparamos con ellos o estar de su lado ofreciéndoles nuestro apoyo?
Sé, José Antonio, que en gran medida estás de acuerdo con lo que he apuntado; pero si en esta ocasión me ciño estrictamente a la frase, descontextualizándola, se debe a que suele ser un pensamiento dominante que se utiliza para que la gente acepte las duras condiciones de trabajo a que es sometida en este país.
Disculpa si consideras que he sido un tanto severo en el escrito, sobre el que lógicamente me gustaría tu opinión.
Si te he sido sincero se debe a que pienso que con la frase hay que tener cuidado dado que es un arma de doble filo.
Un afectuoso saludo desde Córdoba con 45º en los termómetros.
Hola Miguel Ángel.
Celebro tu propuesta de hacer alegoría por los múltiples encuentros que genera un ciclo escolar nuevo (que como sabes, acá en México lo iniciamos en agosto)mismo que es una gran oportunidad de aprender y compartir con los otros, que dicho con énfasis, son las dos acciones que dan sentido al hecho educativo.
Pasando a otro ámbito, te comparto que con el advenimiento del Consejo Técnico Escolar (CTE) como estrategia de la reforma educativa actual, el tema, aprendizajes ecológicos empieza a tener relevancia en el modelo educativo del 2016.
Haciendo retrospectiva, y retomando lo que conversamos en el simposium realizado en el ITESO, Guadalajara Jalisco, en alusión a las Feromonas de la Manzana, ¿qué rutas atisbas ante este tipo de aprendizaje?.
Un fuerte abrazo desde la muy llovida tierra tapatía y en espera de concurrir de nuevo en el próximo simposium 2017 del ITESO para compartir palabras, ideas y utopías.
PD. Felicitaciones por las nuevas oportunidades de otear hacia la educación.
Estimado Felipe:
Gracias por tu hermoso comentario.
Ya ves, aquí también aprendemos y compartimos, pero de forma más modesta. Un curso es un proyecto de una gran ambición porque está inmersa toda una comunidad durante un período de tiempo largo y organizado. Hay que celebrarlo.
Me parece estupendo que se abran perspectivas ecológicas en los aprendizajes del curriculum escolar. Son imprescindibles para construir un mundo más habitable. Esa es el gran reto de la cultura que en la que debemos estar inmersos: construir un mundo en el que podamos vivir dignamente TODOS Y TODAS. Si destruimos la casa no podemos vivir.
Ojalá volvamos a vernos en ITESO.
No sé si ha llegado a tus manos el libro que public´p el ITESO y la Universidad de Guadalajara: EL ARCA DE NoE: LA ESCUELA SALVA DEL DILUVIO. Ahí está de nuevo el espíritu ecológico.
Un abrazo.
MAS
Hola, querido Aureliano.
Te he leído y dentro de un ratito te contesto. También a una pregunta que dejaste , creo , la semana pasada.
Hasta ahora. El móvil es un tostón.
Hola, Aureliano.
Antes de nada, yo, y desde mi yo, quisiera darte las gracias por ser el profesor y la persona que eres, y por aparecer por este barrio mundial y abierto y escribir lo que escribes. Cuando hablas de cosas que te atañen de cerca, facultad, alumnos, profesores, y lo haces con el corazón o las emociones en la palabra, a mí me enseñas a ser mejor persona.
No has sido nada severo. No te entendería, no te reconocería si no me dijeras las cosas con sinceridad. Si esa sinceridad crees que debe conllevar severidad, adelante. Pero yo no veo severidad en tu comentario.
Entiendo lo que dices. Somos unos privilegiados sería algo así como cuando nos dijeron y nos dicen que “Vivimos por encima de nuestras posibilidades”.
Es que Miguel Ángel está mirando el lado positivo, la botella medio llena. Lo que tenemos frente a lo que no tenemos o nos están arrebatando. Dicen que no hay dinero.
Él ya contesta a la pregunta qué celebrar. Cada una de las cuestiones que propone, es mejorable. Hablas del contexto europeo al que pertenecemos. Si miramos un contexto mundial…
Nos da datos de países en donde están a niveles de 1970, por ejemplo, en España. El que paga dice que miremos cuántos cobran mucho menos que nosotros. Los asalariados les decimos que miren cuántos cobran más que nosotros haciendo menos.
Cuando me vine a vivir a este barrio, uno de los primeros comentarios que debí hacer es que las noticias daban una visión del mundo, en cierta medida, distorsionada. O colaboran a que pensemos que todo son accidentes, peligros, pederastas, guerras, … Lo bueno no sale, no es noticia porque quiero pensar que es mayoritario. ¿Qué es lo bueno y lo malo? Comparado con qué.
He visto cómo se ahogan delante de sus rescatadores. Cómo se ahogan día tras día. Cuando hablamos de paz, ya he dicho lo que siento. Si quiero salvar el mundo, y no soy capaz, me deprimo. Y espero no tener que pasar de nuevo por ahí. Una vez, creo que fue Joaquín quien hizo un comentario sobre mi felicidad, y también ahí he hablado sobre el tema (no quiero alargarme).
El curso está empezando, Aureliano, es momento de celebrar. Tiempo habrá para seguir en la pelea ciudadana en todos los temas que lo requieran. Se nota que llegas con ganas, aunque seguro que tú eres de los que nunca las pierdes. Miguel Ángel ya dice que el hecho de celebrar lo que tenemos no exime de que sigamos peleando y reivindicando lo que podemos tener, mejorar, progresar.
¿Cómo puedo yo apoyarlos? ¿Cómo puedo yo ayudar a todo el mundo que tiene menos que yo? ¿No debería ser mediante nuestros gobiernos, el mundo al que pertenecemos tú y yo, no debería ayudar a que el mundo más desfavorecido pueda avanzar y no, por el contrario, actuar para que las diferencias se acrecienten?
Un fuerte abrazo, Aureliano, y a todos y todas las amigas del Adarve.
Queridos Aureliano y José Antonio.
Antes de decir algo quiero recordar aquella famosa historia del Talmud. En una discusión un discípulo emite una opción recibiendo una valoración positiva del maestro: Tienes razón. Inmensamente otro emite la idea contraria. Elmaestro le dice también: Tú también tienes razón. Un tercero pregunta: ¿cómo es posible que tengan razón los dos si han planteado ideas contrarias? Eso no puede ser. El maestro apostilla: Tú también tienes razón.
Una pequeña parte cada uno. Tiene razón José Antonio al pensar que, respecto a muchos otros seres humanos, gozamos de condiciones privilegiadas. Y tiene razón Aureliano al recordarle que ese pensamiento puede encerrar peligros (yo creo con JA que Aureliano lo dice con claridad pero no con severidad.
Yo creo que debemos mirar hacia arriba y hacia abajo. Pero siempre con el deseo y el compromiso de hacernos mejores.
Un abrazo y gracias por vuestra participación tan enriquecedora para todos.
MAS
Hay, José Antonio, una frase de tu último escrito que al leerla me ha llamado mucho la atención y, dado que es sobre ti mismo, la comentaré brevemente.
Se trata de la expresión “Si quiero salvar el mundo, y no soy capaz, me deprimo”.
Tremenda frase que me ha remitido, al reflexionar sobre ella, a uno de los aforismos que leí en el libro póstumo, “Aflorismos”, del gran psiquiatra Carlos Castilla del Pino.
Dice así, “No ser héroe. Ya es bastante con el vivir día a día”.
Una lectura apresurada pudiera inducir la creencia de que aboga por el conformismo; en absoluto, quien conoce su vida, su compromiso y sus libros (entre ellos uno muy recomendable: “La culpa”), entenderá que nos indica que la propia existencia humana se convierte en una trayectoria en ocasiones difícil de afrontar.
Y si en ese “día a día” incorporamos realmente los valores de sinceridad, igualdad, solidaridad, compasión, ternura, coraje… es suficiente para caminar por este intrincado e incierto sendero que es la vida.
Cierro, indicando que es un placer leerte, y que, ojalá, muchos docentes tuvieran tu nivel literario.
Un abrazo.
Aureliano
Estimado José Antonio:
Sobre la frase que ha suscitado el comentario de Aureliano te recomiendo la lectura del artículo LA HISTORIA DEL COLIBRÍ, de este blog. (La fecha de publicación fue 02-06-2012).
El colibrí no podìa apagar el fuego pero él llevaba su gota de agua que era TODO lo que podía hacer.
Saludos.
Un abrazo.
MAS
Hola, Miguel Ángel.
He querido comprar el último número de “Cuadernos de pedagogía” en la librería y me dicen que hace cuatro años que no la distribuyen. ¿Ya no existe en papel?
Gracias por todas tus recomendaciones. Ya me había leído lo del pajarito tonto, y lo he vuelto a leer. Me gusta releer las cosas que me interesan al igual que un niño escucha miles de veces un cuento, ¡y no le cambies una coma!
También había leído “Salgan de la cama de la gente”, y, claro, es tocar la Iglesia y la religión, y a más de uno nos sale el inquisidor que llevamos dentro. ¡No entendía, no entiendo cómo se te podía recomendar que no incitaras a la violencia!
Y ya puestos sobre lecturas e indagaciones sobre personas mencionadas, busqué sobre Carlos Castilla del Pino, y menudo personaje. ¡Y cómo tira para casa Aureliano! Gracias.
Sobre su libro “Casa del Olivo”, en una entrevista dice. “Desde luego está escrito con sinceridad, lo que pasa es que la verdad, como los hombres, es poliédrica. Cuando yo te veo, saco una de mis caras, la que creo que ha de concordar con una de las tuyas. Sin negar que los dos, como todos, tenemos muchas caras”.
Hasta luego, violentos universitarios rojos, no os metáis en demasiados líos, recordad que tenemos que ir a votar en Navidad. Bueno, yo ya tengo unas antes. ¡Nunca me había sentido tan demócrata, y que contasen tanto con el pueblo llano!
Perdón. Que siga la Fiesta del Curso Nuevo. (Se preguntaba una vez Aureliano, si virtud o defecto. Para mí, claramente defecto, pero, como con muchos otros, estoy en ello, aunque los avances son escasos y con muchas recaídas).
Querido José Antonio:
Cuadernos sigue editándose. Dd hecho yo publicaré en diciembre un artículo titulado ELOGIO DE LA PERMEABILIDAD, en un número que coordina Heinke Freire sobre experiencias alternativas ala escuela tradicional.
Ya veo que no solo te acercas al artículo último .Eso es un lector aplicado. Las personas inteligentes aprenden siempre, las otras tratamos de enseñar a cualquier hora.
Muchas gracias por tu presentiría en este blog.
MAS
Buenos días,
1.- Lo siento Sr. Guerra, NO coincido con tus apreciaciones. Y mira que me gustaría darte la razón. En esta nuestra tierra, la idea de fiesta está arraigada como holganza, no hacer, dejar de hacer, parar, cerrar todo, dormir, emborracharse, …… La sociedad que me rodea, así lo interpreta, ni por asomo comparable cualquier fiesta al inicio de los juegos olímpicos. Tu intención es buena, indudablemente, pero no aplicable en nuestra sociedad. La comunidad educativa en nuestro país holgazanea el doble o más que cualquier otro oficio o trababajo de actividad de nuestra sociedad. Dos meses o más de vacaciones en verano. Veintitantos días en Navidad. Semana Santa entera. Semana blanca. Día del patrón de tal facultad. Día de inicio de curso. Día de rascarse. Día de resoplar. En la Universidad todo o casi todo cerrado. De vergüenza suprema que el día de inicio de curso vaya uno a una biblioteca de Facultad y esté cerrada. Puentes a reventar, y ante la duda se cogen todos. ¿Más fiestas?. ¿Otra más y la ponemos en jueves, y así nos cogemos otro puente?. Para los profesores, se ve que deben estar muy estresados, así que mejor callo. Pero, para los niños y jóvenes es un muy mal ejemplo. De mayores exigiran lo que les enseñaron de pequeños. Y les enseñaron fiesta de holgazaneo, mucha fiesta.
2.- No te quito la razón del todo, fiesta sí, pero una fiesta con exigencia. Por ejemplo. Como que el día de la fiesta no podría faltar nadie a clase. Como que ese día habrá de llevar cada alumno un trabajo de investigación o una redacción de al menos 6.000 o más palabras de cosecha propia, a leer en público entre los compañeros y profesores. De contenido sobre el qué, cómo, para qué, ……en relación a lo que espera del curso que empieza. Y debates sobre ello. Que sea una fiesta, al menos al hilo de lo que propones, y si no es así, que no exista. Claro, tomarían por loco al que la exigiera en estos o similares términos.
3.- Sr. Lema, te juro que hacía tiempo que no leía una frase tan clara, expresiva y veraz, cuando me dices: “Pensé que te habías muerto o que estarías en plena faena”. Aunque esto si se le dice a una madre política, posiblemente tengas que usar algún tiempo el salón como dormitorio, por los efectos colaterales producidos directamente en la hija de la madre política. A mí personalmente, me gusta. Esa frase mueve emociones. Gracias, de verdad, sin ironías. No, no estoy muerto. Pero creo que no le tengo miedo a la muerte. Es muy largo de explicar, ya daré más ideas con más tiempo. Yo recuerdo que fui muerto varias veces anteriores. De mi anterior vida, nací en 1921, el mismo día que me degollaron en Monte Arruit, cerca de Annual. De mi anterior vida solo me acuerdo a pocos rasgos, solo recuerdo los días en el frente de Mequinenza en Julio de 1938, Provincia de Zaragoza, yo era de la quinta del biberón, me dieron un tiro en la rodilla derecha. Actualmente, sin estar cojo, aún tengo la cicatriz del tiro en la rodilla derecha. Mi antepenúltima vida fue desde 1898 hasta 1921, de ésta, sí me acuerdo con bastante claridad. Concluyo, por ahora, solo le tengo algo de resquemor a la muerte por el miedo a no acordarme de los míos cuando esté donde esté en otra vida.
4.- La cosecha ha sido excelente. Gracias. Yo hago fiesta todos los días de mi vida. Me levanto de noche para estar lavado y desayunado con las primeras claras del día. Salgo y recorro a pie mis frutales. A este le falta fosforo, a este potasio, a este agua. La luna está en creciente, pero aún le falta unos días para el cuarto creciente, podar justo con el cuarto creciente para forzar la floración de Octubre. Veinticuatro horas seguidas podando, si no se ve, con linterna. Ese está loco, dice el vecino. Ir a la Facultad de Biología, mirar, buscar, añadir a la planta un mineral muy preciado, oro, en fase de investigación. Está cerrada, ah es que es el día de inicio del curso, ah. La ceniza de limonero quemado tiene las mismas proporciones de minerales que el árbol necesita. La de manzano también. El mejor abono es la misma planta, ahora en ceniza, ella ya dosificó los minerales en su justa proporción. Añadirle el nitrógeno que se quemó. La ceniza quema la planta, ah, fermentarla. Recolectar mañana, muchos kilos, mucho peso, mucho esfuerzo físico, buen precio en el mercado. Valorar la vida, las plantas son seres vivos, más de 400 seres vivos produciendo oxígeno para la humanidad. Mucho esfuerzo, adrenalina, endorfinas. Otros lo hacen gratis en el gimnasio, a mí además me pagan mis productos, a veces hasta muy bien. Esto para mí es solo parte de una gran fiesta. Al menos Mihaly Csikszentmihalyi me da algo de razón……..
5.- ¿Y de tus sueños de profesor de infantil, qué hay?.
Tengan un buen día.
Me parece una idea estupenda.
Se puede celebrar de muchas maneras. Y una de ellas es encontrarse,realizar actividades festivas y vivir la alegría de tener un proyecto de aprendizaje competido.
Muchos saludos.
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Estimado Quintiliano:
Bueno es discrepar cuando se utilizan argumentos. Este es el caso.
Yo no propongo una fiesta para no trabajar, para no ir a la escuela o a la Universidad, para ampliar las vacaciones o para edificar un puente (poco «edificante», como dices, ese comportamiento).
Explícitamente hablo de encuentro, de actividades académicas y festivas, de iniciativas colegiadas… No me refiero a una fiesta para no trabajar sino para darle sentido al trabajo que se va a realizar.
Fui director de un Colegio de casi 2000 alumnos/as en Madrid y teníamos una semana de fiestas. Aquella semana nos exigía a los profesores/as más trabajo del normal. Era agotador. Los alumnos participaban en la preparación y en el desarrollo. No era un tiempo perdido. No era un tiempo de vagancia. Entendíamos que las fiestas tenían muchos aspectos educativos: convivencia, creatividad, diversión, actividades compartidas, creación de aficiones sanas… Entendíamos que había que preparar a los alumnos para el trabajo, pero también para el ocio. A mucha gente el no tener trabajo o tenerlo malo le ha roto la vida. Pero a más personas les ha roto la vida un ocio mal vivido, que les ha llevado a la droga, a la delincuencia, al aburrimiento…
Las fiestas no consistían en cerrar las puertas del colegio y en decirles: hasta la próxima semana. Consistían en preguntar: ¿qué podemos hacer juntos para pasarlo bien? Sin que para ello hubiera que gastar dinero. Había deporte, cine, gigantes y cabezudos, espuma de los coches de bomberos, festivales de música, marionetas, teatro… Profesores y alumnos juntos. Alumnos mayores y pequeños juntos.
El esfuerzo es fundamental en la vida. El sistema educativo tiene que durar en el esfuerzo.
Acaso haya que revisar el calendario con un sentido más pedagógico. No tener unas vacaciones de dos meses en las que se pierde el hábito del estudio.
Acaso deberíamos volver a la organización d ella semana que yo tuve de niño. Había clases los sábados y el jueves por la tarde no había clase. De esa forma no se rompía el hábito, la maquinaria no se desengrasaba como sucede ahora.
Te puedo decir que en pocas profesiones podría haber trabajado tanto como en esta. En esta profesión, si quieres prepararte, si quieres estar al día no hay vacaciones puras. Lees y estudias en agosto, en los puentes, en los fines de semana… Creo que no hubiera trabajado más en cualquier otra profesión.
Un cordial saludo y gracias por participar.
MAS
Hola, Quintiliano.
Te comentaba lo de muerto, y ya estaba a medio centímetro de preguntar a Miguel Ángel si tenía alguna información sobre ti, porque sobre mí, si alguna vez falto cuatro semanas sabréis que me habré muerto, en algún sentido, para el Adarve.
Respecto a mis sueños, eso es algo serio y personal. No tenía pensado participar más esta semana, por respeto al tema y a Miguel Ángel.. Mañana ya es sábado y prometo Internet ceñirse al tema.
Te mereces una respuesta y la tendrás. Pero afecta a personas, y no hablo de mi familia, y no quisiera que se sintiesen fastidiado pero tampoco me gustaría faltar a mi verdad, a mi visión.
Estoy con el móvil y no veo lo que voy escribiendo. Sólo quería que supieras que ya te he leído, os leo a todos.
Un abrazo a todos y tadas. Un abrazo MA. Ya me han pedido la «revista». Si fuese Hola, Semana, … Pero de educación. A ver si me entero cómo va la profesión.
Malditas sean todas las guerras.
Ya que todo se pretende hacer así, deberían estar prohibidas por decreto.
Conflictos? Que los arreglen en un duelo los dos jefes supremos, los que deberían ser los más patriotas, y que lo hagan por patriotismo.
Estimado José Antonio:
No sé qué te ha suscitado esta reacción contra las guerra. En cualquier caso, bienvenida sea.
Siempre será insuficiente su rechazo y su condena.
Siempre he pensado en la irracionalidad de las guerras. No tiene lógica pensar que el más muertos cause al enemigo tenga más razón o más justicia.
Y también he pensado que, a la hora de dirimir un conflicto, sería más lógico no un duelo entre mandases sino un simple lanzamiento de moneda a cara o cruz.
Las guerras son fruto de la irracionalidad y de la brutalidad.
Un abrazo.
MAS
Evidentemente, Sr. Guerra, coincido contigo en la forma ideal de fiesta. Sin embargo, el llevarlo a la práctica, tú lo consideras una posibilidad; y yo, actualmente, aquí, en Málaga, y en los ambientes de enseñanza que conozco, lo considero una utopía. Se ve que la guerra me hizo malpensado.
Sr. Lema, deduzco sin dificultad que tus experiencia pro enseñantes, con solo en el proceso, ya te han llevado a conocer la veraz condición humana. No siempre solidaria, equitativa y justa. Perdón por mi autosuficiencia, te creo sin dificultad.
Tengan un buen día.
Para Miguel Ángel.
Quintiliano.
Monte Arruit.
Carta de un soldado español.
El que no de meta en esa piel, y no llore, o trabaja en algo que lo cura de espantos o no tiene corazón.
verdad que no sé por qué te estoy contando esto, supongo que por egoísmo al desahogarme con este papel.
No quiero robarte más líneas, ya que esta carta es para ti: la dulce niña de mis ojos, mi morena, mi malagueña, mi razón de vivir, mi anhelo, la estrella que me guía en las noches, la única persona por la cual suspiro día tras día y me reconforta pensar que pronto te veré, que pronto te abrazaré, …
¿Se entiende ahora, malagueño?
Querido Miguel Ángel:
De nuevo te escribo para que puedas comprobar que te hemos hecho caso y hemos llevado a cabo tu propuesta.
Un abrazo y mil gracias por yu inspiración.
http://sonandounmundoubuntu.blogspot.com.es/2016/09/fiesta-de-curso-nuevo.html
Querida Mayte:
Gracias y enhorabuena.
Ese es el espíritu que inspiró mi artículo. Vosotras y vosotros lo habéis hecho realidad.
Habéis logrado emocionarme.
Eso es una celebración y ese el grito que sale del alma: ¡Feliz Curso Nuevo! Con más motivos que el de Año Nuevo. Porque se inicia un proyecto lleno de aprendizajes, de convivencia y de ilusiones.
Gracias poor compartirlo.
Besos y un abrazo para toda la comunidad educativa.
¡Feliz Curso Nuevo! ¿No nos lo deseamos casi con reiteración en el Año Nuevo?
MAS