Hazlo, tonta

15 Sep

Un nuevo curso escolar. Una nueva siembra y cosecha de ilusiones, de temores, de proyectos, de emociones, de encuentros, de inquietudes. Siempre me ha parecido apasionante el momento de abrir las puertas de un nuevo curso escolar. ¿Qué sucederá? ¿Cómo nos irá? ¿Cómo será el nuevo tutor, la nueva tutora? ¿Cómo será mi nuevo grupo de alumnos y de alumnas? ¿Cómo nos encontraremos a los amigos y amigas que hemos dejado de ver y frecuentar durante el verano? En nuestras modernas sociedades el curso escolar es un hito temporal que marca la vida.

Un nuevo curso escolar. Una nueva siembra y cosecha de ilusiones

Este año comenzamos con una sensación amarga debido a los recortes en educación. Menos profesores, más alumnos por aula, más horas de dedicación, menos becas, encarecimiento de libros y material escolar, más control de ausencias… ¿Por qué ese castigo que produce tanto desaliento y tanta indignación? ¿Por qué esos recortes donde se prometió no recortar? Es de una enorme torpeza económica hacer recortes en educación. No debemos callar, pero no podemos entregarnos al desaliento.

Sean cuales sean las circunstancias, en esta ocasión tan adversas, tenemos que preguntarnos por el sentido de la tarea. ¿Por qué tengo que ir a la escuela?, se preguntan los niños y las niñas en estos días. Se lo preguntan también a los padres y madres y, por supuesto, al profesorado. Sería interesante que les escribiésemos una carta a nuestros hijos y alumnos explicándoles el porqué. Lo de “es tu deber” suena un poco a falta de argumentos. ¿Por qué no explicarlo despacio y con razones de peso?

El pedagogo alemán Von Hentig le escribió 26 cartas a un sobrino que le hizo esa pregunta tan cargada de lógica, al terminar unas vacaciones estivales: ¿Por qué tengo que ir a la escuela? El libro en que publicó esas sabrosas cartas tiene como título esa sensata pregunta.

Nosotros los educadores tenemos que preguntarnos sin cesar por el sentido de la tarea. Por la necesaria simbiosis de la escuela y la vida. Me cuenta mi admirado y querido Fernando Avendaño, argentino de profesión, que una maestra le pide a los niños que escriban en un hoja cuál es su juguete preferido. Los niños lo hacen diligentemente. Cuando han terminado, la maestra añade una segunda demanda:

– Ahora vais a escribir debajo del dibujo de vuestro juguete preferido el nombre del niño o de la niña con quien os gustaría compartirlo

Todos van realizando la tarea. Escriben el nombre de un amigo, un hermano, una prima, un compañero de clase… Todos, menos una niña que le susurra a su compañera de pupitre:

– Yo no quiero escribir ningún nombre. Yo no quiero compartir el juguete con nadie.

La amiguita, le dice, también al oído, aplicando las leyes de la lógica escolar:

– Hazlo, tonta. ¿No ves que es solo para la maestra?

Observación práctica que se puede traducir así: Pon el nombre para que no tengas problemas, pero no te preocupes, que esto que escribes no tiene nada que ver con la realidad, con la vida. Escribe el nombre de quien quieras, que da igual. No vas a tener que compartir el juguete si no quieres.

Esta anécdota me ha traído a la mente lo mucho que separa, muchas veces, a la escuela de la vida y a la vida de la escuela. “Es solo para la maestra” quiere decir que no se trata de un asunto importante, que de verdad afecte a lo que nos pasa.
¿Para qué sirve la escuela? Francesco Tonucci acaba de publicar un libro en la Editorial Losada. Se titula “Apuntes sobre educación”. Se trata de una colección de artículos publicados en L´Unità, La Nuova Responsabilità y Cuadernos de Pedagogía.

Uno de los textos de la primera parte se titula “Mal de escuela: me robaron cinco horas de vida”. Cuenta Tonucci que “Sandro iba a la escuela secundaria en un barrio popular de Roma, repetía el año, era echado de clase con frecuencia, su ficha escolar podía haberlo descrito como inteligente, pero desganado. Es probable que la escuela lo rechazara porque él había rechazado a la escuela, o a la inversa. Un día, al final de la mañana, Sandro se pone de pie y en voz alta y correcto romano le dice al docente de lengua: “Ustedes me robaron cinco horas de vida”.

Estremecedor alegato que nos debe hacer pensar sobre la elaboración del curriculum escolar, sobre su desarrollo, sobre la estructura, el funcionamiento las normas y las relaciones de la escuela.

Coincido con el sentir de Tonucci cuando dice que los docentes de hoy son por lo general sensibles, tolerantes, y poco severos. Pero me pregunto con él si no será cierto que “la escuela se ha alejado cada vez más de la vida real y se ha vuelto menos comprensible para los alumnos”.

Al comenzar un nuevo curso me interrogo sobre el sentido de la escuela, sobre lo que en ella se hace. Existe el riesgo de que las rutinas se instalen en el devenir de la escuela y, al comienzo del nuevo año, el principal criterio de respuesta ante la pregunta cerca de lo que vamos a hacer este año sea “lo que hicimos el año pasado”.

La sociedad nos hace un precioso regalo al facilitarnos una la escolarización gratuita. No nos roba horas, Nos las regla cada día que acudimos a la escuela. Es un regalo de inapreciable valor. Hay que explicar a los niños que ese tipo de regalos merecen ser colocados en lugares bien visibles y bien seguros. No todos los niños y niñas del planeta tienen esa suerte. Es preciso recordarlo.

Si digo esto por los alumnos, tengo más motivos para decirlo por los maestros y maestras. Es una suerte poder dedicarse a esta tarea. La más importante que se le ha encomendado, a mi juicio, al ser humano desde el comienzo de los tiempos: trabajar con la mente, con la cabeza y con el cuerpo de los alumnos y de las alumnas. He dicho “el cuerpo”, sí. El cuerpo es nuestra plataforma de encuentro con el mundo. Lean el libro de Daniel Pennac “Diario de un cuerpo”. Será un placer.

18 respuestas a «Hazlo, tonta»

  1. Sin duda son preguntas y reflexiones necesarias e importantes, ¿para qué vamos a la escuela?, ¿qué utilidad tiene lo que allí aprendemos? En el fondo plantearnos estas cuestiones supone, especialmente para todos los que nos dedicamos a la formación, admitir un fracaso estrepitoso. La educación que utópicamente concebimos como una herramienta de cambio y de transformación, como el instrumento que posibilitara un mundo más justo y solidario, que formara personas de manera integral y les ofreciera la posibilidad de realizarse y ser felices, la escuela como máximo exponente democratico, ha fracasado. No supimos cambiar el mundo, nos fuimos recluyendo y acomodando entre las paginas de los libros de texto, fuimos cobardes y ahora sufrimos las consecuencias. Reaccionamos frente a los recortes porque en su momento no supimos poner a la educación en el puesto que le correspondia.
    Decia uno de los protagonistas del documental argentino “la educación prohibida” recientemente estrenado, que la educación es el espacio donde el mapa se convierte en el territorio. Y quizás sea cierto. Hoy es más urgente que nunca recuperar el sentido de la verdadera educación, arrancarla de los libros y devolverle su necesario contacto con la realidad, de donde nunca debería haberse apartado.

  2. Hace ya bastante tiempo que en todos los colegios de Españase trabaja en competencias básicas. Lo que significa interiorizar conocimientos, ponerlo en práctica en situaciones distintas, saber utilizar lo que se sabe para seguir aprendiendo y muy fundamentalmente relacionarlo con la realidad cercana del alumno. Y hace décadas que se trabaja en competencias ciudadanas impregnando todo el currículo del alumno. No digo que en tiempo de la Enciclopedía Álvarez la educación estaba absolutamente desligada de la vida cotidiana. Pero de eso, hace ya bastante tiempo.
    En cuanto a las políticas de recorte… el anterior gobierno recortó mi sueldo. El actual, ha vuelto a recortarlo. En mi comunidad autónoma, el mismo partido que el actual en la legislatura anterior recortó medios, tanto materiales como humano. Y de nuevo en esta legislatura. Y todos los partidos políticos que no he mencionado son distintos entre sí. En la anterior legislatura del gobierno central, los sindicatos permanecieron mudos. Después de ocho años, con otro partido en el poder, de repente han despertado. O lo que es lo mismo… no veo que, salvo a los propios profesionales de la educación, absolutamente a nadie le interese la misma. Saludos.

  3. Para leer con placer “Diario de un cuerpo” es preciso acabar con el “mal de escuela”.
    Allí, en la primera página, ya se decía que “estadísticamente todo se explica; personalmente todo se complica”.
    Mientras las personas a quiens hemos dado el poder tengan como frontispicio los números y no las personas, esto tendrá únicamente el arreglo parcial que cada uno podamos ofrecer, porque (Savater) “somos más cuentos que cuentas” y los tiempos no permiten ni siquiera cortar.
    Gracias una vez más y mucho “júbilo” .

  4. Me he pregunatdo muchas veces acerca de esta actitud de algunos niños (y adultos). Los niños son espontáneos, dicen con más soltura lo que piensan y sienten…pero me parece que el ser humano está perdiendo la capacidad para compartir. Éste es mi juguete, lo mío es mío y no lo comparto. Competir en lugar de compartir. Por suerte me doy el lujo de vivir en un pueblo donde al menos los chicos salen de la escuela y se lanzan en sus bicis para compartir las tardes también, tomando mates, (símbolo por excelencia del tiempo y la bombilla compaetidos), o simplement eso, compartiendo tiempos de juego, de risa, de enojos y también a veces de sisnsabores, que saben un poco mejor si los compartimos. Justo ahora estoy compartiendo mates con varios de mis alumnos que vinieron a visitarme a casa siendo sábado..¿No es acaso una bendición ser maestra en este lugar recóndito del mundo?
    Mientras viva y pueda llamarme maestra, enseñaré a compartir. Si no compartes tus saberes, ¡Cómo vas a llamarte maestro!
    Un abrazo Miguel Ángel. Feliz semana para todos.

  5. ATEO EDUCATIVO POR LA GRACIA DEL SISTEMA EN LABORES PROPEDÉUTICAS
    (fragmentos de spam pseudopedagógicos)

    Un nuevo curso se inicia…un microcosmos pedagógico único e irrepetible.

    “Me gusta mucho aprender, pero no que me enseñen”

    No a otra pedagogía sino aquella que enseñe a cada uno a ser y entregar lo mejor de uno mismo.

    En educación no sirven de nada los hallazgos personales si no son para compartirlos

    El diseño espacial del aula viene impuesto: curriculum oculto

    La escuela que padecimos: el sistema vertical, la concepción bancaria, la autoridad del maestro dixit, la tarima,…

    “La escuela de Ribera” ( Ovidi Montlor)

    Heterogeneidad formativa: en educación ni todos partimos en las mismas condiciones ni , afortunadamente, somos iguales.  
    “Yo te educo, tú me educas” ( Santos Guerra, Miguel Ángel)

    Angustia, complejos, dificultades en el aprendizaje, solidaridad en el trabajo cotidiano, trabajo microgrupal,…
    ”Nadie sabe tanto como todos juntos”

    “Creo en una educación que posibilite al hombre a la discusión valiente de su problemática, ……que lo coloque en un diálogo constante con el otro,….frente a una sociedad dinámica y en transición no podemos admitir una educación que le lleve a posturas quietistas…” (Freire, Paulo)

    Tú eres el protagonista de tu propio proceso y no el objeto del mismo

    El Sistema (educativo) desde su inicio segrega y coloniza.

    “Había desertado de la Universidad el año anterior, con la ilusión temeraria de vivir del periodismo y la literatura sin necesidad de aprenderlos animado por una frase que creo haber leído en Bernard Shaw “Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para tener que ir a la escuela”
    Gabriel García Márquez “Vivir para contarla”

    Post scriptum:
    Permíteme el impudor – suplico perdón por hacerlo público – de señalarte, con los pocos dedos de una sola mano, como uno de los culpables directos en el devenir de mi masoquismo irredento en el terreno educativo.

  6. El comienzo de curso es un momento estupendo para revisar las concepciones (qué significa ir a la escuela como alumno, padre o profesor?), las actitudes (cómo vivimos ese quehacer?) y las prácticas (¿qué hacemos para mejorar lo que ya hay?). El momento es ingrato por los recortes, pero es igualmente magnífico que siempre por la importancia de lo que se hace en la escuela.

  7. El autor propone cuestiones muy muy superadas por la escuela pública. Desde el año 1990, con la reforma de la LOGSE, el aprendizaje es constructivo e individualizado. Para entendernos, no hay aula donde lo socioafectivo y la innovación no estén presentes de una manera constante. En cuanto a los recortes, la calidad de la educación se verá disminuida, esto es inevitable. No es lo mismo un aula de infantil con 25 alumnos (que ya es una barbaridad) que 28. Disminuye la atención individualizada y si hay alumnado con necesidades especificas de apoyo educativo, las consecuencias son aún peores. Pero incluso en estas circunstancias, el profesorado estará ahí, ofreciendo lo mejor de sí mismo, como siempre.

  8. Antón:
    ¿Tú en qué mundo vives?
    Todas-todas-todas las aulas, desde 1990… ¿Has estado en TODAS las aulas?
    ¿Qué? Como si una ley tuviese un efecto mágico y, de forma automática, consiguiese aquello que pretende…
    No es así.
    No sé si hablas de aprendizaje constructivo o constructivista. Porque, ¿hay aprendizaje destructivo?
    Yo me maravillo de esa perfección que tú ves. Tengo muchas evidencias de que se deben mejorar muchas cosas. Porque, si son tan perfectas las cosas desde 1990, ¿por qué sigue habiendo tanto fracaso?

  9. Que error recortar en educación y en sanidad. Que esperanza de recuperacion del pais…
    Yo soy maestra y se lo importante que es educar en valores. Hoy me pregunto donde estan esos valores.
    Como podria decirle hoy a un niño lo importante que es que tenga una buena educación?
    No supimos cambiar la educación y nos come la corrupcion.
    Aun así amo mi profesión y volveria a inculcar valores aunque no esten de moda.

  10. Jesús Martínez, estas son cuestiones que conocemos los profesionales. Un médico, con años de profesión a sus espaldas, podrá hablar de los cambios que se han producido en la sanidad. Pero no así el paciente, que como mucho verá el rostro de su médico de cabecera, es un decir. Es fácil de entender. Los recortes, Reme, son un error en todos los campos. Desde el cuerpo de bomberos que se juega la vida en diariamente, pasando por la investigación y hasta llegar a los docentes, como cualquier otro funcionario. Pero he llegado a la conclusión, dado que en toda Europa se ha recortado, incluido en Francia, a pesar de todas las promesas iniciales de Hollande, que son inevitables. Simple y llanamente, no hay dinero público.Y pocas dudas tengo que las autonomías o al menos algunas de ellas, dada las deudas millonarias que han contraido, son responsables, por su mala gestión, de esta crisis en nuestro país. Pero mala gestión de sus políticos, para variar, no de sus ciudadanos. Saludos.

  11. Oye, Antón, ¿y si el médico es un novato y el paciente es un ciudadano culto, informado y estudioso de los avatares de la salud? ¿Siempre el mismo empeño en decir que los demás no sabes. Ya resulta molesto para quienes no somos profesionales de la educación. Pero eso no quiere decir que seamos tontos. Y sabemo lo que les pasa en algunas aulas (no diré muchas) a nuestros hijos. ¿Y qué empeño en decir que TODOS son PERFECTOS! Resulta increíble.

  12. Rosa Martínez, a ver, todas las opiniones son respetables, nadie puede dudar de ello. Pero válidas, exclusivamente la de los profesionales. Ejemplo: he visto la exposición de Edward Hopper. Me encanta este pintor. Puedo, dentro de mis conocimientos, reconocer su pertenencia a la escuela Ashcan. Puedo reconocer en él, sin género de dudas, el expresionism abstracto que subyace en su realismo pictórico. Y los temas, que saltan a la vista: la alienación, la soledad, la incomunicación. Pero… no es suficiente, me faltan datos. No puedo, en mi desconocimiento más profundo de la Ashcan, tener una panorámica amplia que permita ver las influencias pictóricas de otros pintores y por supuesto, de otras escuelas. Me faltan datos de su biografía y más conocimiento de la realidad social de su época, así como la influencia de otras artes, especialmente la literatura. En definitiva: me puede gustar, como he ma gustado, la exposición. Pero no puedo validar la misma, por ausencia de datos, a un nivel de experto. Mi opinión es mía, pero no podría influir en otra persona al respecto. Sí podría hacerlo un experto, conocedor de todas las variables que he indicado. Y es que no es lo mismo un experto en arte (o en literatura o en cinematografía…) que un simple espectador.Independientemente de todo ello, repito… toda opinión es respetable. Saludos.

  13. Pingback: GUÍA DE SERVICIOS EDUCATIVOS CURSO 2012 – 2013 « ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD – Fermín Alcón Morcillo (ferminalcon@edu.juntaextremadura.net)

  14. Una vez más, gracias Miguel Ángel. Por tu sabiduría, por tus ánimos, por tu emoción, por recordarnos que no siempre lo importante es lo urgente. En cuanto acabe de escribirte mi agradecimiento, voy a enviar el enlace a l@s compañer@s de mi cole, a mis maestr@s. Soy la orientadora del cole y me encanta hacerles de vez en cuando regalitos como este, porque creo que es fundamental que en estos tiempos en que tanto se nos está degradando a los profesionales de la educación, alguien nos haga preciosos regalos como este. Y, sobre todo, porque quiero que disfruten tanto como yo leyéndote.

  15. Muchas gracias, Raquel. Tus palabras son amables y generosas. Me gusta saber que el tiempo que empleo escribiendo ayuda a algunas personas a buscar un mayor compromiso y a potenciar el entusiasmo. Sin duda esta reacción tuya se debe más a tu magnífico corazón que a mis aportaciones. Un beso, pues, y gracias.

  16. Mil buenos deseos a todos los docentes en este comienzo de curso. Sé que no son buenas las condiciones, pero sé también que realizarán el trabajo a conciencia.Gracias por avanzar contra la corriente.

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