Comprobar y atribuir

26 Feb
Los hechos no explican por si solos las causas.
Los hechos no explican por si solos las causas.

En muchos discursos que pretenden analizar la realidad no se hace distinción entre dos partes que son claramente diferentes. Una cosa es comprobar lo que pasa y otra muy diferente explicar a qué se debe eso que pasa. Para comprobar hace falta rigor, ciertamente. Pero hace falta más rigor para atribuir causalidad con lógica y justicia. Los hechos, sometidos a tortura, acaban confesando lo que quiere quien los maneja. Vemos estos días con perplejidad e indignación cómo el señor Gadafi atribuye la revolución a los agentes que se le antojan.

Voy a poner tres ejemplos, de los muchísimos que nos encontramos cada día, con los que espero dejar claro lo que quiero decir. Uno se refiere a la esfera política. Una cosa es comprobar el número de parados que existen en el país y otra muy diferente atribuir la causa de la existencia de la cifra. Puede haber discrepancias en la comprobación. En efecto, el cómputo de parados no es igual para unos que para otros. No sólo porque algunos quieran mentir intencionadamente sino porque los criterios del cómputo pueden ser diferentes para unos y para otros. Hay parados “oficiales” y parados “reales”. Hay trabajadores y trabajadoras de tiempo parcial y de tiempo completo. Hay personas en formación que unos cuentan como parados y otros como trabajadores… Qué duda cabe de que hay valoraciones diferentes, aunque se trate de una cifra tan objetiva como es el resultado de contar un número de personas. No es igual el número de parados para el gobierno que para la oposición. Habrá que explicar cuáles son los criterios utilizados para establecer el cómputo final y llegar a un acuerdo en la medición.

Otra cosa muy diferente es la atribución de las causas. ¿Por qué es ese el número de parados que existe en el país? Es muy fácil que aquí cobren mucho peso las intenciones, los intereses, las trampas. Es tan fácil como injusto atribuir toda la responsabilidad a la política del gobierno. Incluso cuando se compara con la considerablemente menos elevada cantidad de otros países de nuestro entorno se me reconocerá que las circunstancias previas a la crisis económica no eran iguales en otros países que en el nuestro. He visto utilizar la cifra del paro como un arma arrojadiza hacia el gobierno tantas veces que me parece escandaloso. ¿Todo el paro es responsabilidad del gobierno, incluido el que ya existía antes de que estuviera en el poder? ¿No hay ninguna parte de la cifra que tenga su origen en la crisis mundial que también nos ha afectado? ¿No hay ninguna relación con el estallido de la burbuja inmobiliaria?

Sorprende que con tanta ligereza como poco fundamento los partidos de la oposición lancen una y otra vez esa piedra a la cabeza de quien gobierna. Muchos de quienes escuchan las atribuciones se creen a pie juntillas esa simple (o mejor dicho, simplista) acusación porque les viene muy bien creer que las cosas son así.

Voy a poner otro ejemplo extraído de la enseñanza. Una cosa es comprobar cuál es el nivel de aprendizaje de los alumnos y alumnas (cuestión de extraordinaria complejidad) y otra cosa es explicar por qué los alumnos y alumnas no han adquirido el conocimiento, la actitud o la competencia exigidos. El proceso de atribución puede ser manejado de forma interesada por los diferentes agentes del sistema. El profesorado puede decir que los alumnos son torpes, vagos y poco aplicados. Los alumnos que los profesores y profesoras son malos docentes y exigentes evaluadores. Los padres y madres que los profesores son malos y que los hijos no estudian. Recuerdo que en el excelente libro “Lo que hacen los mejores profesores universitarios”, de Ken Bain, se dice que estos profesores excepcionales “nunca atribuyen a sus alumnos las dificultades que encuentran en el aprendizaje”. Hacen una atribución causal exigente y comprometida. Eso les ayuda a ser mejores docentes.

Tomaré el tercer ejemplo del ámbito deportivo. El resultado de un partido es claro e inamovible. Es decir, la comprobación es precisa. El resultado ha sido, por ejemplo, de tres a cero. El problema se encuentra en la atribución: ¿por qué ha sido ese el resultado? ¿Cómo explica el equipo perdedor la derrota? Vemos con frecuencia que los jugadores le echan la culpa al estado del terreno, el entrenador al árbitro y los espectadores a los integrantes del equipo.

Nadie me negará que pueden darse en el proceso de atribución intereses que llevan a considerar causantes de los males a quienes nos exculpan. Es fácil convertir en responsables a quien nos conviene.

El problema está en que, cuando se tergiversan o manipulan las causas es imposible encontrar las soluciones adecuadas. Cuando cada uno busca la explicación que le exculpa de cualquier responsabilidad hace que los demás tengan que cambiar para solucionar el problema. Pero, si nadie se considera responsable, ¿quién va a iniciar el cambio?

En los tres ejemplos que he puesto se ve claramente no sólo la perversión del enfoque sino la inutilidad del mismo para conseguir mejoras. En el caso del paro el gobierno dirá que la herencia que le pasaron estaba envenenada y la oposición dirá que es el gobierno quien tiene que tomar medidas estructurales, eficaces y urgentes. En el caso del fracaso en el aprendizaje, los profesores dirán que los alumnos deben estudiar más, los alumnos y alumnas que los profesores tienen que explicar mejor y los padres que los profesores y los hijos tienen que dedicarse con más empeño a la enseñanza y el aprendizaje. En el caso de la derrota deportiva la exculpación hará que todo quede en manos de los demás, es decir en manos de nadie. En este tipo de atribuciones nadie queda comprometido con la mejora. Por una parte se castiga a los demás con las explicaciones y se realiza un eficaz lavado de manos para quedarse cómodamente instalado en la rutina.

21 respuestas a «Comprobar y atribuir»

  1. Hola compañeros y compañeras. Las cifras estadísticas son siempre manifiestamente manipulables, qué duda cabe. Pero pienso que no se trata tanto de alinearse con posturas radicales (del optimismo más pretendidamente candoroso a el catastrofismo absoluto) como de dejar constancia de un hecho evidente: en el caso del paro, pocas dudas puede haber que somos el país no ya de Europa sino de toda la OCDE con más parados. La inmensa mayoría, pueden consultarse las hemerotecas o el instituto nacional de estadística, jóvenes, muchos de ellos con grandes cualificaciones académicas y profesionales que no encuentran ningún trabajo ajustado a dicho perfil. El modelo productivo, sector servicios, fuertemente asentado en España, no ha potenciado la investigación y el desarrollo por parte de ningún gobierno. Consúltense también las hemerotecas al respecto y se comprobará, con facilidad, que I+D sería el sector más afectado por la crisis. En el otro extremo de esas cifras de parados están las personas sin la más mínima cualificación profesional ni académica. Todo un problema social, de enorme magnitud. Necesitan reciclarse y adquirir, con urgencia, cualificaciones profesionales. Las cifras estadísticas en torno a la educación… en la medida que pueden ser no muy afortunadas, dependiendo de la fuente (PISA, por ejemplo), admiten toda clase, a su vez de interpretaciones. Pero nos olvidamos de lo esencial: no se trata de adoptar posturas inamovibles y extremas, ante las mismas. Se trata de tomar ejemplo de esos países con un magnífico grado de adquisición, por parte de sus alumnos, de las esenciales adquisiciones de las competencias básicas. No todo se podrá extrapolar (cada país, con su antropología social, es evidente), pero pueden servirnos de referencia, a todos los efectos. Sabemos que el sistema educativo en España toma la comprenhensividad como uno de sus pilares fundamentales y el otro es la equidad. Son aspectos que consdtituyen un hito histórico absoluto, en el complicado devenir histórico de la historia de la educación en nuestro país, junto a la universalización de la educación. Pero a sabiendas de que esdtos aspectos ya están plenamente alcanzados… ¿qué se hace, por fin, para garantizar la calidad de la educación para todo el alumnado? Olvídemonos de las cifras, de las puntuaciones, pongamos las miras en esos países donde la calidad, es evidente, está fuera de toda duda y sigamos avanzando, porque, más allá de miradas partidistas, necesitamos, todo lo sabemos, mejorar. Y mejorar significa una pluralidad de acciones: en cada Centro educativo, por parte de cada profesor/a, por parte de las familias y en el conjunto de todo el tejido social. Y ese reto no puede dilatarse aún más. Espero que se me comprenda: la estadística es un simple referente, nada más. Lo importante son las acciones que de esas cifras se derivan. Tenemos un sistema educativo que puede ser, a poco que consensuemos líneas de acción, el mejor del mundo. Saludos a todos/as.

  2. Buenos dìas!!! a todos/as. Argentina si medimos la calidad educativa a través de los resultados (PISA) hemos descendido notablemente. Ahora bien, qué se hace, cada uno desde su lugar toma medidas atribucionistas que paralizan o dan conformismo singular, o cada uno desde el lugar que le toque genera cursos de acción que puedan ayudar a revertir el problema. Me parece lógico e inteligente no quedarnos siempre en el discurso, muchas veces los docentes tomamos esa postura. Entonces sería conveniente repensar acciones que desde el lugar de cada uno contribuya a mejorar la situación. Es el primer paso…
    Miguel Àngel un abrazo, Argentina te esperaaaa!!!

  3. Cierto. Donde se encuentran más problemas es en el proceso de determinar cuáles son las causas de determinados efectos. El rigor es necesario para no caer en la irracionalidad y en la injusticia.

  4. ¿Cuántas veces sucede en la política que se atribuyen los males al adversario? De esa forma es imposible avanzar. Porque quien no reconoce su responsabilidad en los errores, está incapacitado parza corregirse y mejorar. Lo digo para el gobierno y más para la oposición. Porque utiliza las explicaciones sólo para su rédito electoral. Zapatero pararece tener la culpa hasta del mal tiempo.

  5. CIERTAMENTE, SI DESDE EL PRINCIPIO NO TENEMOS CLARO QUE QUEREMOS ARREGLAR EL PROBLEMA, SOLO NOS DEDICAREMOS A EXCUSARNOS O A ECHAR LA CULPA A OTROS, CON LO QUE NO HAREMOS MAS QUE HABLAR Y HABLAR, CON LO QUE NO LOGRAREMOS NINGÚN CAMBIO.
    GRACIAS POR LO QUE ESCRIBES

  6. Así es. No quiero decir que sea sencillo revertir los resultados, pero pienso que una de las formas sería más compromiso de todas y cada una de las partes y DIÁLOGO, DIÁLOGO, DIÁLOGO para lleger a ACUERDOS que beneficien a todas las partes.
    Saludos a todos desde Córdoba, Argentina. Un abrazo, apreciado Miguel Ángel.

  7. La clave está en las explicaciones.Decir por qué suceden las cosas es fundamental en política, en educación y cualquier otro asunto.
    – Con rigor se evita convertir la realidad en un arma arrojadiza.
    – Con rigor se puede mejorar lo que se hace porque se interviene en las verdaderas causas.
    Lo malo es que no nos gusta hacer autocrítica. Es más cómodo echarle las culpas a los demás.

  8. Creo que en sus orígenes la palabra “crítica”, de origen griego, significa separar, cribar, algo así como distinguir lo valioso de lo que no lo es para quedarse con lo primero en aras de la búsqueda del conocimiento. Sin connotaciones negativas, pues, buscando una aproximación a la verdad, parece que descalificación y crítica no son términos emparentados.
    Me atañe muy de cerca el asunto de la enseñanza. Leo habitualmente blogs de profesores y en ellos hay una asombrosa unanimidad en la descalificación hacia los alumnos, a quienes ven como vagos, maleducados, pasotas, culpables de sus propios males empezando por el fracaso escolar. El profesor, pobre víctima, cae en depresiones ante la impotencia de su lucha diaria en el aula. La autocrítica sería muy sana, el profesor debería intentar verse con los ojos de sus alumnos. De ser yo alumno y saber el concepto en que me tiene, no tendría ningún problema en devolverle lo que espera de mí y probablemente eso esté ocurriendo en muchos casos. Considerar a los alumnos causantes de sus propios males es como mínimo curioso, siendo nosotros educadores quienes guiamos, dirigimos y les enseñamos a descubrir lo mejor de sí mismos. Nada de esto será posible partiendo de un concepto tan negativo de los mismos, sin cabida para reparar en nuestros propios errores y responsabilidades como docentes. No sé si el mejor sinónimo de “crítica” sería “autocrítica”.

  9. Tiene razón Isabel. Los profesores suelen achacar el fracaso de los alumnos a su falta de aplicación y de inteligencia. Si el 100% de las causas del fracaso se atribuyen a los alumnos, los profesores no pueden mejorar.

  10. Estimados todos,

    No sé porque se huele un tufillo de pedagogía añosa en vuestra exposición… El maestro debe cambiar, el centro es el alumno puro, inmarcesible, justificador de vuestra labor… No suelo entrar al trapo, pero os recomiendo, como laxantes mentales, la lectura de Lord of the flies de william Golding,cocinero maestro en secundaria antes de novelista y de la EXCELENTÍSIMA PÁGINA DE JÓVENES (DE TODAS LAS EDADES) MAESTROS Y PROFESORES ¨DESEDUCATIVOS¨

    Si queréis seguir engañándoos, allá vosotros.

    Un saludo cariñoso a los argentinos, pero venid primero a una escuela andaluza y veréis que lo que predica el gurú de este blog es humo infumable y tóxico, con el debido respeto a su condición de CADERÁTICO (yo también tengo cadera y no tengo púlpito ni tribuna ni cámara de televisión que publicite mis ideas…)

    Un abrazo de maestro casi jubilado.
    Laus Deo 😉

  11. Gracias, Suero de Quiñones. Yo ya he probado ese laxante que nos recomienda y, ¡por fin!, soy yo mismo. Lejos de ese “gurú” que logró lavarnos el cerebro, tenernos expectantes y con la boca abierta, esperando su ración semanal de homilías que las recibimos como lluvia de mayo en nuestras añosas mentes pedagógicas. Gracias, de nuevo, Suero de Quiñones, porque yo ahora también quiero jubilarme y dejarme de esas bobadas de que la profesión docente es magnífica y que merece nuestro esfuerzo por ella. Gracias, Suero de Quiñones, porque gracias a ti, he descubierto que hice el imbécil yendo a Málaga hace muchos años a hacer el doctorado con el “gurú”, y que ahora veo no tenía ni la más remota idea de lo que era un aula de verdad. Gracias, Suero de Quiñones, porque vuelvo al trabajo de arquitecto, que no debí abandonar por la tontería de estar con estudiantes. Gracias mil, Suero de Quiñones…

  12. Ay, Suero de Quiñones, ya quisieras tú ser un “gurú”… Nada, tú desprecia a los alumnos, convéncete de que eres perfecto y desprecia cualquier saber que no sea el tuyo…
    Claro, si los maestros argentinos estuvieran en una escuela andaluza aprenderían muchas cosas, pero tú en sus escuelas no aprenderías nada, PORQUE YA LO SABES TODO.
    Pues mira, para aprender, debes escribir “por qué…” y no “porque…”. Ya ves, los profesores también cometen errores.
    Ya se ve que eres de los DESEDUCATIVOS”. Y de los INFUMABLES y de los TÓXICOS.
    ¿Para qué quieres el púlpito? ¿Para descalificar sin un mínimo argumento?

  13. A Suero de Quiñones le diré que yo también leo a los “Deseducativos” y observo el “respeto” con que tratan a quienes discrepan. Aquí todas las opiniones son bienvenidas porque son eso, opiniones, todas enriquecedoras.

  14. De quien, o de quien no sea la culpa del alto índice de paro no es la cuestión,
    La cuestión es dejarse de demagogias, y buscar soluciones urgentes,crear empleo,crear empleo, y 1000 veces crear empleo,
    No hace falta ser Economista para saber que ese es el camino.
    saludos
    Carmen

  15. Referente a los resultados comparativos de nuestros escolares,nuestros docentes……
    Decir que no me parece muy coherente….en todas las charlas,conferencias,talleres a los que como madre llevo 19 años acudiendo…lo primero que se nos dice es..que no comparemos a un hermano con otro,ni con amigos, vecinos….
    Entonces??????
    Que tiene de bueno comparar con Finlandia,Corea..o cualquier otro país.
    Otra cuestión no me gusta para nada lo de “Fracaso escolar”
    Si ya les estamos clasificando de fracasados…….Que motivación van a tener,ni escolares,ni docentes, ni familias,,,,Dónde queda la autoestima?????
    Más bien lo que en mi humilde opinión ocurre…es que el consumismo ha llegado a las aulas,,,,hay que dar materia…no importa si los alumnos nos siguen…..si nos sigue uno o dos, o ninguno da igual…..la cuestión es dar el temario completo….además solo memorización….si el alumno/na no es competente para desarrollar una actividad en el día a día,eso…A quien le importa?
    Un poco de cordura no nos vendría mal a los adultos…y después…..podríamos pararnos y preguntar a los docentes las dificultades que encuentran….igual podemos preguntar a los alumnos/as y a las familias….que estamos un poco hartos de explicar asignaturas en casa, de pagar academias yclases particulares,de notas ridículas.de exámenes todos los días,acaso un exámen mide todo lo que trabaja un alumno??????
    Sabe alguien cuantas horas tendría que tener el día para poder hacer todas las tareas,practicar deporte,estudiar música,cualquier actividad creativa, ir con los amigos/as, relacionarse con la familia,visitar a los abuelos/as.?????
    Realmente alguien no está ni pensando, ni programando,ni legislando…con mucha cabeza.
    Saludos

  16. Señora CARMEN, pues a mí me han justo dicho lo contrario que a usted, es decir, “que para gestionar cualquier cosa (incluida la educación), son necesarios dos requisitos: PODER MEDIR Y, COMPARAR LO MEDIDO. Sin esto, no es posible gestionar nada, o sea, nada bien”. En mi opinión, las charlas, conferencias y talleres a los que yo he asistido, fueron más acertados y provechosos.
    Un cordial saludo

  17. Señora CARMEN, pues a mí me han dicho justo lo contrario que a usted, es decir, “que para gestionar cualquier cosa (incluida la educación), son necesarios dos requisitos: PODER MEDIR Y, COMPARAR LO MEDIDO. Sin esto, no es posible gestionar nada, o sea, nada bien”. En mi opinión, las charlas, conferencias y talleres a los que yo he asistido, fueron más acertados y provechosos.
    Un cordial saludo

  18. Hola Señor Holden:
    Estaría bien eso de MEDIR Y COMPARAR LO MEDIDO.
    Cuando las realidades fuesen las mismas, pero cuando lo que se mide parte de realidades,completamente distintas con todos mis respetos …la cosa cambia.
    He recogido muchas opiniones,de niños y niñas de jóvenes y adultos……..y no…… a nadie le gusta que le comparen…porque cada ser es único,e incomparable,y CADA VEZ QUE SE COMPARA ALGUIEN SALE PERJUDICADO.
    Saludos
    QUE TENGA UN BUEN DÍA
    CARMEN

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