Dice Monseñor Amigo, arzobispo de Sevilla, que la reacción de algunos parlamentarios españoles que apoyan la reprobación del Papa por las opiniones vertidas en África sobre el uso del preservativo, es propia de “una inquisición laica, agnóstica y malhumorada”. Tiene Monseñor una visión muy dulcificada de la Inquisición. Porque, como todo el mundo sabe, la verdadera Inquisición no se limitada a criticar o a discrepar de las opiniones de los herejes. La Inquisición perseguía, torturaba y mataba. Hay una pequeña diferencia. Una cosa es “tirar de las orejas al Papa”, como dice Monseñor, y otra muy distinta arrancarlas o cortar la cabeza que las sostiene.
Lo que pasa es que no se puede criticar a la Iglesia, y menos al Papa, sin concitar las iras de quienes piensan que todos tenemos que profesar hacia el Pontífice la misma admiración y obediencia que le dispensan obispos, sacerdotes y creyentes. No todos, ya lo sé. Porque la contestación que está fraguándose en el seno de la Iglesia sobre la “política” del actual Papa, es cada día mayor. Digo “política” sin embozo. Porque, cuando se quiere, el Papa es el líder espirirual de la Iglesia Católica y, cuando interesa, es un Jefe de Estado.
Han salido a la palestra con la vehemencia que les caracteriza como propietarios autoproclamados de la verdad, varios prelados..Monseñor Rouco, que casi siempre se lleva la palma de las posturas más integristas, ha llegado a decir que la reprobación de las palabras del Papa en África sobre el uso del preservativo son un “ataque a España”. En la misma líneda se ha prnunciado Monseñor Cañizares. Y creo que lo dicen sinceramente. Ahí está el problema. Porque, al hacerlo, identifican, como lo han hecho durante muchos años, a España con la Iglesia. Y al Jefe de la Iglesia con el Jefe de los españoles.
Resulta que la libertad de expresión que defienden para el Papa, pretenden negársela al grupo parlamentario IU-ICV que, al parecer, no tiene derecho a expresar libremente lo que piensa sobre las palabras del Pontífice cuando sostiene que el uso del preservativo no es una solución para evitar la expansión del sida sino que incluso la favorece. No nos ha aclarado aún por qué misteriosos caminos. Creo que IU-ICV no solamente tiene el derecho de reprobar esas declaraciones sino que tiene también la obligación de hacerlo. Porque esas palabras, esas ideas, de ser escuchadas y creídas van a provocar una lamentable catástrofe..
La libertad de expresión tiene sus límites. No se puede exaltar el terrorismo, por ejemplo. No se puede calumniar. No se puede mentir. Y está demostrado que el uso del preservativo impide la transmisión de la enfermedad del sida. Así lo confirma la OMS. Se me dirá que la castidad también la evita de una forma más rotunda. Pues sí. Pero no se puede obligar a todo el mundo a ser casto. Y, además, existe la certeza de que, aunque se pretenda obligar a todos y a todas a serlo, no lo van a aceptar. Y hacen bien.
La libertad de expresión no es un derecho que se pueda ejercer con patente de corso, que permita decir lo que se quiera sin límite alguno. Porque, al hacerlo, se podrían conculcar derechos fundamentales de la persona, como es el derecho a la verdad. No se puede aceptar que, contraviniendo las conclusiones inequívocas de la ciencia, se induzca a las personas de un continente tan castigado por esa pandemia, a desarrollar prácticas que van a resultar perniciosas.
Dicen los obispos que el Papa es un Jefe de Estado. Y, aunque resulte sorprendente para muchas personas, incluidas las creyentes, así es. Pero ese es un motivo que aumenta la necesidad de hacer esa reprobación. No es una persona cualquiera quien hace esas afirmaciones.
En lugar de responder argumentando por qué esas opiniones son certeras y beneficiosas para los africanos y africanas, en lugar de explicar cuáles son las razones científicas que permiten mantener ese aserto, los obispos se dedican a desprestigiar a quien se opone a ellas. Monseñor Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal, dice que se trata de la iniciativa de un grupúsculo. ¿Un grupúsculo por qué? ¿Porque son pocos? ¿Cuántos eran los evangelistas? Sólo cuatro, ¿no? ¿Un grupúsculo, quizás? ¿Cuántos eran los Apóstoles? Sólo doce, ¿no? ¿Otro grupúsculo, pues? Monseñor Amigo dice que se trata de una “minoría de cuarto y mitad”. ¿Por qué ese desprecio?
Dicen también que las palabras del Papa han sido sacadas de contexto. Claro, no se va a reproducir todo el discurso. Pero el sentido de esas frases está muy claro, dentro y fuera del contexto. La postura de la Iglesia está muy clara. Prohibición del uso del preservativo. Y que vengan los hijos que Dios quiera y las enfermedades que consienta.
Piensan que el Papa sólo busca el bien de los africanos y africanas. ¿Y qué buscan los parlamentarios que apoyan la reprobación? ¿Buscan acaso el mal? Esa es la clave de la cuestión. Pensar que unos están del lado del bien y que todos los demás del, lado del mal. Ese el origen de la irritación que han despertado quienes han osado llevar la contraria y opinar sobre lo que dice alguien que, por cierto, está opinando a hora y a deshora sobre lo que hacemos los demás.
La derecha también ha salido a la palestra. Y ha dicho, en boca de algunos de sus militantes, que más vale que el parlamento se ocupe del paro y de la miseria. Pues esa intervención pretende evitar la miseria, se ocupa de la miseria. Por otra parte, hacer esa reprobación, ¿impide ocuparse del paro, dificulta en algo la solución de los problemas? Dicen también que se trata de un intento de dividir a los parlamentarios y a los españoles. Incluso que se trata de desestabilizar al país. Válgame Dios.
Hay que admitir que todos y todas tienen derecho a expresarse. Con los necesarios límites, que impone la ética. Hay que comprometerse con todas las causas. Ser ciudadano o ciudadana significa tener capacidad de pensar, de expresarse y de mostrar respetuosa y enérgicamente el desacuerdo con respecto a aquellas ideas o posturas que se consideran equivocadas y perjudiciales para los más desfavorecidos.
Sensata exposición, pero esto queda para fortuna de intelectuales…
Deberíamos fundar una TV o un periódico, o ambas… donde la publicidad ni la política guiaran el contenido.
Un medio escéptico, científico y comprommetido con vocación divulgativas…. no esperemos que llegue, hagámoslo ya.
Salu2
La ecuación que relaciona el «que», «como»,»cuando» y el «porque» del obrar humano es de una complejidad tan absoluta como la misma persona; mucho más si entramos en el terreno de la comunicación de ese mismo obrar…y esto es así por el misterio de libertad que embueve la existencia y la posibilidad de compartirla con otras personas.
Solo del bien es esclava la libertad; no consiste meramente en el hecho de elegir, sino que consiste en elegir bien y el bien; hacer uso de la libertad consiste en determinar de que modo puedemos usar su el libre albedrío para realmente ser libres, es decir, para escoger el bien. Esta realidad tan compleja como apasionante ha desvelado a los teologos de toda la historia con la disputa entre la Gracia y la Libertad; representando dos cabos de una misma cuerda.
Analogicamente en la Iglesia como institución entendiendo a esta como : «cuerpos normativos jurídico – culturales compuestos de ideas, valores, creencias, leyes que determinan las formas de intercambio social(…)un nivel de la realidad social que define cuanto está establecido. Se relaciona con el Estado que hace la ley y, desde este punto de vista, no puede dejar de estar presente en los grupos y las organizaciones” (Leonardo Schvarstein); vive esta una cosntante tensión entre estas dos realidades.
El poder temporal y el poder espiritual conforman los extremos de una misma soga; si tiras de uno y repercute en el otro y si tiras de este afecta al otro….estar en doble juego no es tarea facil sobre todo porque esta tensión se debe dar en un marco de absoluta libertad, sin olvidar algo escencial, otro condimento que sazona todo: las personas…y estas no acépticas, sino con todo lo bueno y lo malo que tienen para bien o para mal.
Un ejercicio de la libertad es la critica entendiendo a esta como un juicio de valor que ayuda a construir. El término «crítica» es polisémico. Etimológicamente representa la facultad del pensamiento o la capacidad de razonar pero el significado más habitual y genérico del término es el de llevar a cabo un examen detenido de algo con el fin de establecer un juicio de valor. Criticar es aportar, es construir, es ayudar, es mediar, es edificar , es proponer, es en definitiva «un regalo» y si esta no se da en este sentido, comienzan las tensiones desde y por los intereses que muchas veces estan teñidos de mezquindades,egoismos cuando no de envidias y miopias.
«Que»,»como»,»cuando»,»porque» misteriosos terminos de una ecuación que no siempre tiene una fácil y prolija resolución; pero hay un método que la siempre la resuelve “En lo necesario, unidad; en la duda, libertad; y en todo, caridad ” es de San Agustín… ahora entenderlo, aceptarlo y aplicarlo…ya es otra cosa.
Horacio Muros
Desde el oeste de Argentina y disfrutando de un otoño crujiente en mil ocres y naranjas; saludos a todos.
Es curioso. Aquí hacen una encendida «defensa de la vida», pero parece que solo se refieren a la vida de las personas sanitas, blanquitas, con poder adquisitivo… En un continente tan castigado como Africa, lejos de preservar la vida, lanzan este tipo de mensajes que ponen en peligro la saludo y la vida de millones de personas y, sobre todo de mujeres y de niños…
Creo que el uso del preservativo no es un tema que tenga que discutirse ya más. La prevención es absolutamente indispensable. Y sin ninguna duda queda al libre albedrío de cada uno su uso.
PROMOCIONANDO EL PRESERVATIVO SE PROVOCA UNA “MAYOR TASA DE CONTAGIOS»
Edward Green, el máximo experto en Sida de la universidad de Harvard, afirma que existe “una relación entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor tasa de contagios de Sida”. De esta forma el científico avala las palabras del Papa Benedicto XVI en el avión que le llevó a Camerún en las que afirmó que la postura de la Iglesia es que el problema del Sida “no se puede resolver simplemente con la distribución de preservativos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema”.
En una entrevista con el National Review Online, Green –que no se declara católico ni contrario al preservativo- afirma: “El Papa tiene razón. Nuestros mejores estudios muestran una relación consistente entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor (no menor) tasa de contagios de Sida”.
Asimismo el científico, director del ‘Proyecto de Investigación de Prevención del Sida’ de Harvard, ha constatado que “las evidencias que tenemos apoyan sus comentarios [los del Papa]. No podemos asociar mayor uso de preservativos con una menor tasa de Sida”.
El experto alerta sobre la causa de este fenómeno con el conocido “comportamiento desinhibido”: “Cuando se usa alguna tecnología para reducir un riesgo, como el preservativo, a menudo se pierden los beneficios asumiendo un mayor riesgo que si uno no usara esa tecnología”.
Las palabras de Green y por lo tanto las del Santo Padre remiten a obviedades sobre el contagio de la enfermedad del VIH. Sin embargo portavoces de gobiernos como el de Alemania, Francia o España criticaron la posición de la Iglesia y las palabras de Benedicto XVI.
Edward Green es un médico antropólogo con más de 30 años de experiencia en países en desarrollo, investigación, comunicación y cambio de comportamiento y educación para la salud. Su experiencia incluye el Sida y enfermedades de transmisión sexual, planificación familiar, atención primaria de la salud materna y salud infantil y los programas de cáncer. Ha publicado cinco libros y es autor de más de 250 estudios e informes técnicos. Próximamente publicará Sida e ideología donde denuncia cómo la industria recibe millones de dólares en concepto de la promoción el uso del preservativo, medicamentos y tratamientos para el Sida y donde afirma que el cambio de comportamiento es la solución.
El uso del preservativo no es la única solución, pero es indiscutible que prfeviene y evita el contagio. Puede tener efectos colaterales, por eso resulta tan necesario que haya educación sexual.
Saludos y gracias por el artículo.
Cada día que pasa uno cree que ya lo ha oido todo de la jerarquía de la Iglesia… pero, desgraciadamente, al día siguiente te vuelven a sorprender. ¿No les dijo Jeuscristo que su reino no era de este mundo?? Pues parece que sólo les preocupan, y cada vez más, las cosas terrenales y sexuales. Tal cantidad de célibes se permiten opinar y, si les dejásemos, legislar sobre los comportaminetos sexuales de la humanidad. ¿Qué demonios saben ellos de eso? ¿No será que son expertos y se avergüenzan de reconocerlo? Leo en las crónicas, cada vez más, de miembros de la iglesia, con poder dentro de ella, auténticas aberraciones sexuales que hasta que no resultan evidentes y transparentes son defendidas desde las altas jerarquías.
Esos sí que son unos grupúsculos!!!!
Mis mayores respetos a los que profesan la religión católica pero mi reprobación a los que dirigen a los que les dirigen. Cada vez más, junto con la derecha más retrógrada de nuestro país, tratan de legislar sobre nuestro comportamiento y hacer que todos tengamos que comulgar con «ruedas de molino».
Salud y república, admirado profesor.
Otra vez el preservativo?, ese tema no estaba ya obsoleto?, no estaba ya claro lo bueno que es usarlo y lo perjudicial en todos los aspectos que puede ser no usarlo si uno no desea tener hijos?. Esto es como cuando nos montamos mi familia y yo en el coche, miro hacia atrás y digo, bueno hay un tema que ya no hay que volver a explicar, no?, y mis hijos se ponen rápidamente el cinturon, porque, claro¡ a uno de ellos le gusta ir libre por el mundo, lo malo es que buscando su libertad pueda salir volando por la ventanilla.
Qué podemos hacer? a veces me lo pregunto, yo soy cristiana y creo en Dios, pero tengo muy claro que, en mi Dios, Él está conmigo en mis momentos difíciles que son muchos y Él me ayuda y me ha ayudado siempre, a cambio intento ser buena con los demás e intentar ayudar siempre, con amor, como Él quiere que lo hagamos.
Pero el Pápa, jovar con el Pápa y con la Iglesia, esto es una pura y dura contradicción, entonces, qué hago con mis hijos? qué les digo? que escuchen a los curas y al Pápa o que pasen?, que vayan a misa a escuchar la palabra de Dios?, porque esa es la palabra que a mi me conforta, ahora!, lo que la Iglesia ha querido hacer con esa palabra, ya no me convence tanto. Quizás estoy equivocada, no lo sé, pero aún tengo el recuerdo de un párroco tirándonos piedras a niños/as que salíamos del colegio corriendo a columpiarnos en los columpios que había en las inmediaciones de la escuela y de la Iglesia, porque segun él: » éramos unos salvajes», no Señor cura, éramos niños que querían jugar, hace mucho tiempo y entonces teníamos más civismo que los personas de ahora, sobre todo porque nuestros padres creían fielmente en la palabra del maestro y la del cura, por tanto, ay, de nuestros traseros! si rompíamos o haciamos algún daño
No, sigámos usando el preservativo, porque si Dios no hubiese querido que se usase, entonces no hubiese dado inteligencia al hombre para que los inventára.
Un cordial saludo a Miguel Angel, no sabes cuánto echamos de menos aquellas clases, que poca pedagogía existe entre los profesores que imparten asignaturas de Pedagogía. Pocos, poquísimos,la tienen, me sobran dedos de una mano.
Loly
Mi aportación es muy simple y espero que sea entendida: hay que respetar todas las posturas, en la medida que ninguna de las mismas está en posesión de la verdad. Esto es, desde el momento que tendemos a axiomatizar y a sentar cátedra alrededor de una sola postura, condenando a las restantes, los inquisodores somos nosotros, no a los que criticamos. Este tipo de artículos, por no hablar de las aporaciones, debería ser especialmente escrupuloso en este sentido. Es importante el análisis, los pros y los contras, las razones y los argumentos, pero sobran, sin duda, esos rechazos más o menos subliminales a un colectivo, no hay que olvidar, de ciudadanos del mundo muy numeroso, que simple y llanamente, tienen unas creencias distintas de las nuestras. Argumentemos, en la medida de nuestras posibilidades, pero abstengamonos de rechazar sin más como no válido aquello en lo que no creemos. Un saludete.
Es que estos señores no se han entrado de que ya acabó el franquismo. Creen que sólo ellos pueden hablar y que sólo ellos tienen la verdad. Ya está bien.
Seguro que esas afirmaciones no las hace el Papa en Berlín, Londres o París. La OMS es muy clara al respeto del uso del preservativo.
Pienso de los comentarios eclesiásticos lo mismo que lo de los políticos, es decir,son seres humanos que se levantan por la mañana con tan pocas faenas que sólo se limitan a joder y fastidiarle la vida al prójimo, dado que se creen legitimados para ello.